30 abril, 2008 - 14:23 - EL PAÍS
En el restaurante Guolizhuang, en Pekín, son especialistas en aplicar a la comida los beneficios médicos de los penes animales. En efecto, al contrario que en Occidente, en donde nos solemos parar en las criadillas, los chefs de Guolizhuang recopilan más de 30 penes de animales distintos para componer sus platos. Y para los clientes exigentes también tienen ciertos falos fuera del menú.
Las mujeres que se sientan a sus mesas son legión, pues la medicina china dice que la ingesta de esta parte del animal es muy buena para la piel. Para los hombres comerse un buen rabo de toro, de yak o de caballo es mano de santo para aumentar su libido.
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