30 mayo, 2008 - 16:01 - EL PAÍS
Ni la mismísima Rafaella Carrá hipnotizada por Tomy Kamo
podría haberse imaginado la cara de un venerable japonés al descubrir que tenía
una mujer viviendo en el armario. El hombre, soltero, notaba que faltaban cosas
de la nevera, así que un buen día decidió poner una cámara de vigilancia.
Con ella descubrió como alguien se paseaba por la casa (con sus pantuflas) durante su ausencia. Tatsuko Horikawa, una mujer de 58 años llevaba más de un año viviendo ya no en el armario, sino en la parte de arriba del mismo, esa donde se ponen las maletas. Y ahí estaba tan pichi la señora.
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