La Oficina de Modificación del Clima china, al rescate de los Juegos

La odisea de la antorcha olímpica en su periplo mundial puede ser un problema nimio para las autoridades chinas cuando empiecen los Juegos Olímpicos y los deportistas caigan cuan moscas rociadas de DDT entre estertores provocados por la mezcla de polución, nubes de polvo y calor tropical. Para evitar el desastre China dispone de un organismo tan improbable como la Oficina de Modificación del Clima, integrada por 53.000 empleados en 31 provincias, principalmente campesinos a sueldo del Gobierno. Entre las comandas de los modificadores del clima se encuentra evitar que llueva el día de la inauguración de los Juegos, el 8 de agosto, con unas probabilidades de que llueva del 50%. Letizia lo tenía mejor y se mojó.

Un imperio acuático como el chino no se arredra con los caprichos del clima. Próxima a un desierto, la ciudad de Pekín sufre un clima árido, severo y cambiante. En invierno está expuesta a vientos siberianos, mientras en verano sufre del húmedo calor del monzón, por no hablar de las asfixiantes tormentas de arena que periódicamente azotan la capital de China en primavera o los 3 millones de vehículos (a los que se suman 400.000 cada año) que ponen su granito de arena para acercar el aire a un estado más próximo al sólido que al gaseoso.

Pero el gobierno ha decidido por decreto ley que el próximo es de agosto el cielo pekinés luzca tan limpio como el de la Patagonia. La Oficina de Modificación del Clima cuenta con 26 lanzaderas de cohetes cargados con yodo de plata para provocar la lluvia. Además, en invierno y aprovechando que las nubes están bajas un escuadrón de aviones inyectan hielo seco en las nubes para forzar la lluvia. Las autoridades consideran que si es posible hacer llover también lo ha de ser evitar que llueva, el objetivo para el día de la inauguración.

China lleva medio siglo modificando el clima. El propio Mao bendijo la propuesta del comisario meteorológico Tu Changwang en 1956: “La lluvia de origen humano es muy importante”. Dicho y hecho; en 1958 empezaron en las provincias de Jilin y Gansu los primeros vuelos para provocar la lluvia. En la actualidad China gasta 90 millones de dólares anuales en proyectos de modificación del clima. Habrá que ver si sirven para algo.

Artículo original.

Visto en Freakonomics

La odisea de la antorcha olímpica en su periplo mundial puede ser un problema nimio para las autoridades chinas cuando empiecen los Juegos Olímpicos y los deportistas caigan cuan moscas rociadas de DDT entre estertores provocados por la mezcla de polución, nubes de polvo y calor tropical. Para evitar el desastre China dispone de un organismo tan improbable como la Oficina de Modificación del Clima, integrada por 53.000 empleados en 31 provincias, principalmente campesinos a sueldo del Gobierno. Entre las comandas de los modificadores del clima se encuentra evitar que llueva el día de la inauguración de los Juegos, el 8 de agosto, con unas probabilidades de que llueva del 50%. Letizia lo tenía mejor y se mojó.

Un imperio acuático como el chino no se arredra con los caprichos del clima. Próxima a un desierto, la ciudad de Pekín sufre un clima árido, severo y cambiante. En invierno está expuesta a vientos siberianos, mientras en verano sufre del húmedo calor del monzón, por no hablar de las asfixiantes tormentas de arena que periódicamente azotan la capital de China en primavera o los 3 millones de vehículos (a los que se suman 400.000 cada año) que ponen su granito de arena para acercar el aire a un estado más próximo al sólido que al gaseoso.

Pero el gobierno ha decidido por decreto ley que el próximo es de agosto el cielo pekinés luzca tan limpio como el de la Patagonia. La Oficina de Modificación del Clima cuenta con 26 lanzaderas de cohetes cargados con yodo de plata para provocar la lluvia. Además, en invierno y aprovechando que las nubes están bajas un escuadrón de aviones inyectan hielo seco en las nubes para forzar la lluvia. Las autoridades consideran que si es posible hacer llover también lo ha de ser evitar que llueva, el objetivo para el día de la inauguración.

China lleva medio siglo modificando el clima. El propio Mao bendijo la propuesta del comisario meteorológico Tu Changwang en 1956: “La lluvia de origen humano es muy importante”. Dicho y hecho; en 1958 empezaron en las provincias de Jilin y Gansu los primeros vuelos para provocar la lluvia. En la actualidad China gasta 90 millones de dólares anuales en proyectos de modificación del clima. Habrá que ver si sirven para algo.

Artículo original.

Visto en Freakonomics

Comments

[Publicado por: emiro enrique vera suarez]

Los juegos Olimpicos se efectuan ahora en las ciudades y capitales del mundo mas complicadas, pero, es por su fuerza economica y los intereses de los grandes magnates del deporte, mas que salud, estos atletas estaran adormecidos por la polucion

[Publicado por: emiro enrique vera suarez]

Los juegos Olimpicos se efectuan ahora en las ciudades y capitales del mundo mas complicadas, pero, es por su fuerza economica y los intereses de los grandes magnates del deporte, mas que salud, estos atletas estaran adormecidos por la polucion

[Publicado por: buy viagra]

los chino siempre se salen con la suya! no hay porque preocuparce!

[Publicado por: ed hardy perfume]

economica y los intereses de los grandes magnates del deporte, mas que salud, estos atletas estaran adormecidos por la polucioned hardy perfume