27 octubre, 2008 - 14:19 - EL PAÍS
Los habitantes indonesios de Julah in Tejakula saben muy bien como
deshacerse de diabólicas descendencias. Hace unos días organizaron un
extraño ritual para ahogar en el mar a una vaca embarazada de cinco
meses que había sido violeada por un habitante del pueblo. La ataron a
una lancha y la llevaron 3 Km. mar adentro para que se ahogara,
mientras el autor de la cópula tiraba al agua sus ropajes manchados de
perversión en una extraña forma de arrepentimiento.
Además tuvo que costear de su bolsillo toda la producción del evento (incluido el precio de la vaca), un ritual llamado "gamya gamana" que se lleva celebrando en el pueblo desde generaciones.
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