28 octubre, 2008 - 13:47 - EL PAÍS
Muy felices se las deseaba Kyle Doyle, un trabajador de un Call
Centre, cuando ese día decidió que no iría a trabajar debido a una gran
resaca. Llamó al trabajo y soltó la frase típica de "he pasado muy mala
noche y estoy enfermo; hoy no iré a trabajar". Hasta aquí todo
correcto, salvo que a Kyle no se le ocurrió otra cosa que actualizar su perfil en el Facebook anunciando sus intenciones. Desconocedor de como funciona el librito de las caras, su nuevo status de "moscoso-resacoso" fue enviado a todos sus contactos, entre los que se encontraba el departamento de RRHH de su compañía, que no tardó ni unos minutos en descubrir la mentira.
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