Mike Patton, il capo

Por: | 23 de junio de 2010

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Mike Patton, vocalista de Faith No More, ha estado más de tres años mareando la perdiz con Mondo Cane, su último proyecto bautizado en honor al célebre documental transalpino de los años sesenta. Con este álbum, Patton aparca momentáneamente sus experimentos con el avant metal y se desmarca con un recopilatorio de versiones en el que reinterpreta a su antojo algunos clásicos de la canción ligera italiana de los años cincuenta y sesenta.

Aunque a simple vista pueda interpretarse como un capricho de prima donna, lo cierto es que con este disco Patton ha conseguido el más difícil todavía: trascender la condición de homenaje y llevarse los originales de Gino Paoli y Ennio Morricone a su propio terreno. El resultado es un órdago de arreglos orquestales, contundencia vocal y ecos cinematográficos que es lo más parecido a imaginarse a Godzilla merendándose el Festival de San Remo.


La relación de Patton con la canzone italiana tiene un origen de lo más sentimental. Durante su matrimonio con la artista Titi Zuccatosta no le quedó más remedio que familiarizarse con la cultura de su familia política, aprendiendo el idioma con la ayuda de las viejas tonadillas que sonaban en la radio. A partir de ahí, Patton ha sabido confeccionar un repertorio a la medida de su timbre de barítono y ademanes de crooner bastardo.

Precisamente lo que hace a este disco brillar con luz propia es la habilidad con la que consigue revitalizar un material que empezaba a oler a rancio. Y todo ello con esa vehemencia suya, contagiosa y entusiasta que ya es marca de la casa. Una proeza que consigue un poco al estilo de Quentin Tarantino en sus mejores películas, aportando brío al conjunto y separando siempre el grano de la paja. Para ejemplo, dos botones: las versiones de Il cielo in una stanza y Senza fine, un par de partituras de Gino Paoli popularizadas respectivamente por Mina y Connie Francis y que aquí lucen frescas como el primer día. Por cierto, que la primera de ellas ya había sido objeto de una versión más que reivindicable en los años ochenta a cargo del gran Franco Battiato.

Conviene prestar atención a las inauditas prestaciones de la garganta de Patton al servicio del swing mafioso de Fred Buscaglione en Che Notte! y a la reconversión en torch song mediterránea Quello che conta de Luigi Tenco. Eso por no hablar de la carga emocional con la que remoza el Ore di amore de Fred Bongusto (versión en italiano del The world we knew de Frank Sinatra) que es de las que le ponen a uno los pelos como escarpias.

Seguramente el grueso de sus seguidores echará en falta algo más de garra, de riesgo y de mala leche en una primera escucha. Incluso puede que se sientan algo decepcionados por sus prestaciones melódicas y echen de menos los excesos pirotécnicos de su paso por Fantômas o Tomahawk. Pues bien, ahí está Urlo Negro para poner las cosas en su sitio: una exuberante fanfarria en la que Patton se desgañita a gusto a costa de The Blackmen, una oscura banda de garage psicodélico de finales de los sesenta. Junto con su Deep Deep Down -un adictivo tema pop de Morricone extraído de la banda sonora de “Diabolik”, una película de culto de Mario Bava- lo mejor del lote.

En el apartado de curiosidades, señalar la colaboración del trompetista y arreglista Roy Paci, también en nómina de Manu Chao y de Tonino Carotone. Hagan el favor de volver a escuchar aquel Me cago en el amor (Mondo difficile, 2000) para comparar el calado de ambas propuestas. Y después me cuentan.

Hay 8 Comentarios

Desperate:


Asumo mi problema con Mr. Bungle. Me parece un grupo interesante, pero que no me acaba de cuajar salvo en un par de discos: el homónimo y "Disco Volante".


Eso si, se les reconoce el mérito.


Y a usted el interés por el blog...


Un saludo.


P.D.: Su "nick" no tendrá nada que ver son cierta banda alemana de black metal, ¿verdad?

¿Desvaríos erráticos al timón de Mr. Bungle?

Madre mía, pues benditos sean esos desvaríos erráticos. Si Mr. Bungle no hubieran existido habría sido necesario inventarlos.

En cualquier caso, este "Mondo Cane" es otra vuelta de tuerca de Patton a los compositores italianos que tanto le gustan. Buen disco y buen artículo.

Muy buena entrada.

Son unos cuantos los “macarras” que pasan por una etapa de “crooner bastardo” (me encantó esto), dando a conocer a sus fans su faceta más elegante, su capacidad para desviarse musicalmente de sus orígenes ya sea por capricho, para reinventarse o para demostrar su disparidad vocal/musical (Iggy Pop con su “Préliminaires”, “project 1959” de los Misfits o el “ballad of the broken seas” de Mark Lanegan –Queens of Stone Age- junto a Isobel Campbell –Belle & Sebastian-, por citar algunos) pero vamos, lo de Patton deleita a cualquiera (si no no lo hubieras ‘tagueado’ en la categoría de ‘héroe’, já)


Entrada muy completa, sí señor (desconocía que “deep deep down” fuera parte de una banda sonora, ¡la buscaré!)

Mi primer contacto con Patton fue, como casi todo el mundo, a través de Faith No More. Cuando escuché "Angel Dust" era un mocoso y desde entonces le sigo la pista con asiduidad. A lo largo de todos estos años pocas han sido las veces que me ha decepcionado; salvo el ligero tropezón con Peeping Tom y algún que otro desvarío errático al timón de Mr. Bungle, siempre me ha sorprendido para bien.


Si he de ser sincero, soy de la opinión de que ha dado lo mejor de sí con Fantômas y en sus colaboraciones con Zorn (lo de "Moonchild" no tenía nombre), pero este nuevo trabajo me ha entusiasmado. Es como darle una vuelta de tuerca a sus versiones del "Rosemary Baby" de Krzysztof Komeda o al "Easy" de The Commodores.


Divertido y cundente. Soy fan.

He sido fan de toda la vida del Sr. Patton. Cabe señalar para las personas que apenas conocen su música decir que además de Faith No More ha tenido muchas bandas y actualmente las sigue teniendo, con las que ha sacado trabajos buenísimos, Este hombre es un genio. Mondo Cane es uno de tantos proyectos que ha hecho.

Mike es un genio de la musica contemporanea! este album es su trabajo mas completo desde "Angel Dust" con Faith no More.

Es un grande, capaz de cambiar la voz como quien cambia de canal.
No le perderé de vista...

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Conciertos, festivales y discos. Auges y caídas. Y, con suerte, sexo, drogas y alguna televisión a través de la ventana de un hotel. Casi todo sobre el pop, el rock y sus aledaños, diseccionado por los especialistas de música de EL PAÍS.

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