Los olvidados / 1: Harry Nilsson, el ahijado de Lennon

Por: | 18 de agosto de 2010

En la sección de ofertas de las tiendas de discos españolas (lugares ya no sabemos si exóticos o extemporáneos) puede encontrarse por menos de 20 euros una cajita con cinco álbumes del neoyorquino Harry Nilsson, fechados entre 1968 y 1972 y perfectamente ilocalizables hasta la fecha. Lo cual no deja de tener su guasa, o su punto de trágica paradoja, si tenemos en cuenta que su barbudo firmante fue el hombre al que, a finales de los años sesenta, John Lennon y Paul McCartney elogiaron públicamente como “el mejor cantante americano de nuestros tiempos”. Los Beatles fueron los primeros en casi todo, pero no en labores de padrinazgo: ni Harry ni sus otros grandes protegidos de la época, los desdichados Badfinger, han conseguido que el olvido y el paso de los años sean clementes con su herencia.

Nilsson fue un compositor prolífico, brillante y con unas cualidades vocales extraordinarias: tres impolutas octavas y media de tesitura le contemplaban. Pero el destino es un maricón, que diría Sabina, y ha querido que apenas le recordemos como un one hit wonder, uno de esos artistas que solo perduran en la memoria por un éxito aislado. En este caso sería más preciso hablar de two hits wonder, ya que casi cualquiera podría tararear Everybody’s talkin’ y Without you, con independencia de que Tarantino se esforzara por incorporar a la nómina Coconut, de capital presencia en Reservoir dogs.

La gran paradoja reside en el hecho de que un autor inspirado y tan competente como Harry Edward Nelson III solo triunfó con un par de versiones: Everybody’s talkin’ era obra de un olvidadísimo artista de folk-rock, Fred Neil, mientras que la ultrarromántica Without you salió de las fértiles manos de Pete Ham y Tom Evans, los malogrados líderes de Badfinger. Aún produce escalofríos recordar que en ambos casos acabaron suicidándose.

Nilsson dejó algunos trabajos espléndidos (la cajita mencionada aporta delicias como Nilsson Schmilsson, Son of Schmilsson o Harry) antes de que la voz, la diabetes y otros problemas de salud comenzaran a jugarle malas pasadas. Un año después de su temprana muerte (el 15 de enero de 1994, por culpa de un infarto), el álbum de tributo For the love of Harry reivindicaba su repertorio en voces tan cualificadas como las de Ron Sexsmith, Steve Forbert, Marshall Crenshaw, Marc Cohn, Aimee Mann o Randy Newman, un hombre con el que se le ha comparado a menudo. Se trata de un homenaje irregular, como suele suceder en estos casos, pero muy recomendable para convencerse de que piezas como Turn on your radio o la breve The lottery song eran delicias irresistibles que habrían merecido mucha mejor fortuna. Y aunque la antología tampoco se localiza con facilidad, en este caso las tiendas digitales facilitan mucho la tarea.

Lo curioso (o, en realidad, lo más amargo de esta historia) es que la estrella de Harry declinó cuando John Lennon lo apadrinó artísticamente en aquel Los Ángeles desenfrenado de 1974. Lennon había interrumpido su relación con Yoko Ono, disfrutaba de su mítico lost weekend junto a su antigua secretaria May Pang y encontró en Nilsson un extraordinario compañero de correrías: ambos protagonizaron más de un altercado por exceso de alcohol en los clubes de la ciudad. 


El curso de la música popular pudo cambiar para siempre el 28 de marzo de aquel año, cuando Paul y Linda McCartney se personaron de incógnito en los Burbank Studios angelinos, donde Lennon y su pupilo se encontraban enfrascados en la grabación del álbum Pussy cats. Parece que la noche fue una orgía de risas, improvisaciones (se sumó Stevie Wonder, que también andaba por allí) y buen rollo. Pocos días más tarde, Pang escuchó de casualidad una conversación entre John y Harry:

- Sería divertido reunir de nuevo a los muchachos [The Beatles], ¿no?

- ¡Desde luego! Y me encantaría estar ahí con vosotros, tío.

- ¡Sí! Podríamos montar algo en otoño.

Antes de que nada de ello sucediera, John se reconcilió con Yoko... y el resto es historia. Harry rompió una de sus cuerdas vocales durante las sesiones de Pussy cats y jamás recuperó del todo aquella esplendorosa garganta con la que hoy, casi por azar, nos hemos reencontrado.
El olvido acaba saliéndose con la suya casi siempre, pero a veces podemos intentar darle esquinazo, siquiera durante una temporada. Por lo pronto, a partir de octubre se reeditan muchos de los discos de Apple, la errática aventura discográfica de los Beatles. Entre ellos, algunos de los mejores discos de Badfinger. La memoria de Ham y Evans, igual que la de Nilsson, bien lo merecen.

Hay 18 Comentarios

Colores, inocencia, para drogas...Elvis, why, este crítico y cronista escribe mejor que vosotros -o que tú- así que, por favor, un respeto.

Ah...¿Conque es eso? ¿Vendetta?. Venga por Thor, Nina Hagen...

Sólo vale para música guarra y además ni se le escucha...desgraciada...mejor que se retire.

No sean malos, por favor. Hay sensibilidad -que no está reñida con la marcha-.

Miren por ejemplo a Nina Hagen...toda ella. Tan esperpéntica y curiosa. Tan punk.

venga tíos...si estos son reconocidos.

Por favorrrrrrrr, Los Beatles hacían POP -algunos críticos de El País decían hace la tira que "New Beat"-. Esto es Rock and Roll.

Qué horror. Qué melosos. En fin. Otro olvidado porque es UN DIOS. De éste recuerdo más de un sencillo. Yo diría "mejor que Elvis". Pero claro, al cronista que escribe esto no sé si le gustará Elvis.

PS; Desde Summertime Blues a Come on Everybody.

Este que señalas me suena este que señalo yo.

Por si nadie lo recuerda, "Everybody's talking" fue la canción principal de la banda musical de "Cowboy de Medianoche", con un Dustin Hoffmann sensacional después de "El Graduado", y el primer papel protagonista de Jon Voight, padre de Angelina Jolie. Una excelente película inmersa en plena cultura 70's

Pues a mi me gustaba mucho una canción muy marchosa Jump into the fire (creo que estaba en son of dracula)..

A la lista de sus grandes canciones yo añadiría "I guess the Lord must be in NYC". Muy parecida a Everybody is talking, pero maravillosa igualmente. Pussy Cats suena mucho al Lennon solista. Hace poco, de casualidad, encontré una demo en la q Lennon y Nilson ensayan Mucho Mungo. Por cierto, también hay un "Harry Nilson sings the Beatles"

Harry Nilsson,gano dos grammys awards y varias interpretaciones suyas estuvieron entre las primeras en la radio de USA,me parece que decir que "el ahijado" de Lennon,fue un cualquiera es una aberracion.
parece que estas escribiendo de leonardo dantes o paco porras.

Si al final ahijado es como aniñado o afeminado, un eufemismo.

Decir que los discos de Nilsson era prácticamente inencontrables me parece un poco exagerado. Los primeros discos se reeditaron hace unos años, en ediciones dobles (dos albumes por disco) con extras y libretos cuidados. Los posteriores tampoco son dificiles de encontrar (quizás en la Fnac no se encuentra pero eso es problema de la Fnac).

Mis favoritos: Pandemonium Shadow Show y Aerial Ballet, aunque no son los únicos. A la lista de "hits" de Nilsson habría que añadir la maravillosa "One".

¡Pues dicho está, amigo Javier!

Algunas de sus estupendas canciones sirven de banda sonora de la película "Tienes un e-mail" por lo que me canso menos de escucharla que de verla.

Harry Nilsson fue un coloso al que se le ha venido ignorando de manera tan contumaz como incomprensible. Los Beatles (que algo de oído tenían) sí que le reconocieron su genio. Gran amigo de Ringo, trabajó con él a lo largo de los años, George tocó el solo de "You breaking my heart", un canción del álbum "Schmilsson" que se censuró en España. Con Lennon colaboró a lo largo del año 74, tanto en el disco que John le produjo (el citado "Pussycats", como en el LP del ex-beatle "Walls & Bridges". Harry hizo bandas sonoras, como el "Popeye" de Robert Altman, en los ochenta. Sus mejores discos, sin embargo, se publicaron entre finales de los sesenta y la primera mitad de los setenta. La muerte de John le afectó mucho y le impulsó a patrocinar una asociación contra la tenencia de armas en los USA. Su disco "Flash Harry", en el que colabora el Monty Python Eric Idle fue el último que se publicó con material nuevo y me temo que es muy difícil de conseguir en CD. A la muerte de Nilsson quedó, segun parece, un álbum inédito que nadie tiene intención de publicar. Siento mucha lástima por la gente que no conoce la obra de Harry. Fue un genio.

También habría que decir que Nilsson tenía los orificios nasales más destruídos de la industria musical por su consumo de cocaína, que le llevó a su declive final.

La comparación con Newman no es casual. Nilsson grabó un disco precioso en los 60 titulado "Nilson sings Newman". Randy siempre le agradeció que introdujera su cancionero a un público mucho más amplio que el que tenía.

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