ZA! y el ritmo nuevo

Por: | 15 de febrero de 2011

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No es la primera vez que escribo en este blog sobre Za!. Y después de escuchar atentamente su alucinante nuevo disco, estoy seguro de que tampoco será la última. Así que pido disculpas de antemano, antes de ponerme a mi mismo en evidencia al prescribirles con entusiasmo proselitista los arrebatadores efectos de “Megaflow” (editado en doble vinilo por Gandula / Discorporate y en cedé por Acuarela). Acúsenme si quieren de firmar un diagnóstico demasiado parcial y apresurado, pero concédanme al menos que ya iba siendo hora de que alguien se atreviera a liarse la manta a la cabeza en este país nuestro y se despachase a gusto con la ensalada de géneros y la velocidad de crucero. Ahora más que nunca, en plena crisis -económica, pero también de ideas- que es precisamente cuando más falta hace.

Es por esto que no pienso demorarme en enumerar las influencias de su sonido; más que nada por no repetirme y concederle mayor protagonismo al disco, que refleja por sí mismo el actual estado de gracia del dúo catalán sin necesidad de recurrir a las etiquetas de siempre. Todo gracias a la honestidad y el sentido del humor que les caracteriza y que les permite abordar su música desde una perspectiva vitalista, visceral y experimental, sin necesidad de ejercer de visionarios ni subirse al carro de las nuevas tendencias. Virtudes ambas que les acredita como algo más que una rareza dentro del panorama actual, tan sobrado de imposturas prefabricadas y falsos profetas, aquí y allende los mares. 

 

Si en “Nouakchott” -su aportación a “Chez Alphonse #1”, excelente split que supone la despedida de sus camaradas de Nisei- la incontinencia instrumental de Papa Dupau y Spazzfrika Ehd volvía a sorprendernos con un túrmix de post-rock anguloso, kraut-catacrock, calypso agitado y dub vacilón, en su último trabajo de estudio se las arreglan para deslumbrarnos con la imposible reconversión del kosmische vía afro-beat, la metalización del tropicalismo y el reciclaje de la diáspora Word music en forma de jazz reconstruido y furor punkarra. Expresado en estos términos, "Megaflow" puede parecer una hormigonera desquiciada, cuando en realidad la suma de sus partes es lo más parecido a un cóctel molotov: agitado, si, pero no revuelto. Un triunfo de los que llaman a la puerta de Wire Magazine y pone en alerta a los capos de Sublime Frequencies.

Partiendo de un manifiesto desprejuiciado y delirante que abre nuevas vías de exploración para mentes abiertas y espíritus libres, aquellos que se hacen llamar ZA! nos arrastran con la fuerza de un ciclón de fuerza ocho hacia los confines del "mundo estrella". Y todo ello gracias a un disco, "Megaflow", que en palabras de Marcos Junquera (Betunizer) básicamente es "un jaque mate que lo flipas; ni enroque, ni jaque pastor, ni nada. Jaque mate absoluto". Podrán juzgar por ustedes mismos este viernes en la sala KGB de Barcelona y el sábado 26 en el NEU! Club (Galileo Galilei) de Madrid, cuando las conjunciones astrales serán propicias para el avistamiento del ovni nacional más necesario desde Ensaladilla Rusa y Akauzazte.

Hay 9 Comentarios

yo, la verdad, me he dormido escuchando ZA

Que no hombreeeeeeeee si es verdad que en el directo se aprecia más el valor del grupo.

Viva ZA!!!!!!!!!!

Hola, Antonio.

Que conste que la referencia al Barroco se debía a los conceptos de armonía y melodía, que se me antojan un tanto anacrónicos a la hora de enjuiciar en su justa medida propuestas de un calado tan abiertamente experimental como la de los ZA!. Como te decía, comprendo que no te entren, pero lo suyo es cosa seria y no el simple batiburrillo de ruido y furia que algunos creen ver. De todas formas, te agradezco el beneficio de la duda.


Ni que decir tiene que en este blog se abordan estilos musicales de lo más variopinto y espero que en breve encuentres algún texto más acorde con tus gustos.


Un saludo y gracias.

Hola David:

No vivo en el Barroco porque aún no se sabe si Einstein estaba en lo cierto, pero si así fuera quizás intentaría darme una vuelta por allí.

Estoy escuchando a los Za otra vez y me siento como un alien, porque no soy capaz de ver belleza de ningún tipo en ellos, sólo caos e histrionismo, sin embargo tú si la ves a juzgar por lo que escribes.

Lo respeto, de verdad, aunque sigo pensando lo mismo de este grupo. Seguiré echando un vistazo por si alguna vez escribes una entrada con la que me pueda sentir más identificado.

Un saludo.

Thom Yorke también baila a ZA!:


http://www.youtube.com/watch?v=MtbRIILqAs0

Hola, Antonio:


Pues la verdad es que no sé si estás desinformado o todavía vives en el Barroco. Está claro que ZA! no es un grupo apto para todos los gustos, pero te aseguro que su directo en NEU! Club el pasado fin de semana disipó más de una duda al respecto y consiguió que más de uno se hiciese converso


En cualquier caso, gracias por leernos.


Un saludo.

Yo mas bien utilizaría la palabra DISFORIA.

No conocía este blog, y de verdad que estoy flipando. Yo no llamaría música a lo que acabo de escuchar (el vídeo que ha colgado el bloguero) más bien lo llamaría...¿zerullo?

Sí, ya se que es un adjetivo vulgar, pero es que no se me ocurre otro, bueno, se me ocurren muchos, pero ese es el único que lo define perfectamente.

A lo mejor es que estoy desinformado, pero tenía entendido que la música se compone de melodía, armonía y ritmo.

Vaya tela.


Efectivamente, Lorenzen: EUFORIA es la palabra.

Este disco, o lo poco que he podido escuchar de él ya me pone nervioso, histérico, eufórico, dan ganas de romper cristales, y de bailar, y hasta de follar...

MEMEGAGAFLOFLOW (UN PROYECTO DE ZA!): una instalación audiovisual interactiva para la Fundació Miró de Barcelona, dentro de la exposición Genius Loci que se estrena el 11 de marzo del 2011.


+ info: http://zzzinc.net/2011/02/14/memegagafloflow-un-proyecto-de-za-test-en-zzzinc/

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Sobre el blog

Conciertos, festivales y discos. Auges y caídas. Y, con suerte, sexo, drogas y alguna televisión a través de la ventana de un hotel. Casi todo sobre el pop, el rock y sus aledaños, diseccionado por los especialistas de música de EL PAÍS.

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