Pop en minifalda

Por: | 22 de septiembre de 2011

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Esclavo de la moda, en los años sesenta el pop en medio mundo vestía minifalda. En el Reino Unido tenían a Dusty Springfield y en Estados Unidos a Nancy Sinatra. En Italia, a Rita Pavone y Patty Pravo; en Francia, a France Gall y Sylvie Vartan... Pero en España, indiscutiblemente, era Marisol quien partía la pana. Siguiendo su estela, una lista interminable de jovencitas pusieron notas de luz y color al grisáceo panorama musical del franquismo tardío, sumándose a la nueva ola del ye-yé francés y adoptando las maneras de los girl groups del otro lado del charco. Gracias a la inestimable labor de compositores y arreglistas de la talla de Adolfo Waitzman, Alfonso Santisteban y Augusto Algueró, sus alegres y (aparentemente) inofensivas melodías abrieron paso a los excitantes nuevos ritmos del soul, el beat, el garage y la psicodelia que causaban sensación allende nuestras fronteras.

En “¡Chicas! Spanish Female Singers 1962-1974” (Vampisoul, 2011) se glosan las virtudes de aquel fulgurante star-system patrio, que hubo de enfrentarse a los resquemores de un contexto socio-político especialmente reacio a los cambios. Una irresistible colección de rompepistas a 45 revoluciones por minuto, seleccionada y anotada por el inefable Vicente Fabuel, que reivindica el portentoso estado de forma de la cantera nacional de la época y hace especial hincapié en el importantísimo papel que desempeñaron aquellas chavalas modernas y alborotadas en el posterior devenir de la música popular en España.

Asi que apunten en rojo en su agenda el guateque de presentación de este sábado 24 de septiembre en la remozada Sala Siroco (Madrid), con el propio Fabuel, Ximo Bonet, El Coloso de Roda y Rafa Yé-Yé a los platos. ¡No se lo pierdan!

Vaya por delante que nos encontramos ante un recopilatorio ejemplar, que profundiza en el fenómeno más allá de la nostalgia de "Cine de Barrio". Aunque Pili y Mili capitalicen la portada (méritos no les faltan y ahí está el pegadizo beat de “Un chico moderno” para corroborarlo) Massiel y Karina se quedan fuera. No es el caso de nuestra Pepa Flores, presente gracias a “Johnny”, aquel temazo que le cedió Fernando Arbex (Los Brincos). También queda un hueco para que asome la chica yeyé por excelencia, Conchita Velasco; en esta ocasión con un clásico de la psicotronía cañí, en compañía de Alfredo Landa, Tony Leblanc y Manolo Gómez Bur. Una chirigota psicodélica extraída de la banda sonora de “Un día al año ser hippy no hace daño” (Javier Aguirre, 1969) que aprovecha para tomar a los guiris por el pito del sereno en un malintencionado guiño a Los Javaloyas.

 

Pero lo que de verdad eleva el nivel, insisto, es la envidiable capacidad de Fabuel para urdir un repertorio de perlas más o menos desconocidas para el neófito y que a buen seguro satisfarán también al aficionado, ofreciendo una visión mucho más amplia de lo habitual en estos casos sin ceñirse estrictamente a género alguno. Por supuesto que hay ye-yé... pero también mucho soul, rythm'n'blues, twist y hasta algo de progresivo, como esta auténtica rareza de dabadá flipado a lo Jefferson Airplane de Los Que Vivimos (ex-Los Inters): 

 

Tampoco podían faltar las estupendas versiones que por aquel entonces se estilaban de los todavía poco conocidos clásicos foráneos. Al margen de la emblemática “Aquí en mi nube” de Sonia (“Get Off Of My Cloud” de The Rolling Stones), sorprende escuchar el “Unchain my heart” en boca de Fresia Soto (sí, sí, la misma de “Corazón de melón”) o el “The More I See You” interpretado por Laura Casale. Por no hablar de la sensacional relectura de Los Stop del “Reach Out (I’ll Be There)” de The Four Tops, cuyo talante soul hace empalidecer en comparación a la versión de Bruno Lomas Y Los Rockeros

 

Entre los highlights más golosos de este primer volúmen encontrarán niñas prodigio como Alicia Granados con su clásico “Batiendo Palmas” o a una despendolada María Ostiz –por aquel entonces conocida como Lorella– atacando el “Sola estoy” junto a Los Shakers. Peguen bien el oído a los maravillosos arreglos del “Llovió” de Ellas (un trío madrileño de armas tomar), que bien podrían venir firmados por Morton Stevens. Y como colofón, ríndanse ante la genialidad sin barreras de “La máquina infernal” de Vainica Doble; una de esas maravillas atemporales y genuinamente españolas que demuestran que para buscar nuevos horizontes no siempre hace falta mirar hacia fuera.

 

Hay 3 Comentarios

Muy curioso todo.
No sale "El mar está fesquibiris" de Estela Reynolds?
http://planetamancha.blogspot.com/

¡Enorme todo el post! ¡impresionante! No se si me voy a reponer de la impresión del saltito de Manolo Gomez Bur en el minuto 1,45. Menos mal que acaba con "Vainica doble".
Qué buenas eran, geniales en todo lo que hicieron

Hay una buena definición de lo que es una chica ye-ye en Pop Thing, una web muy vinculada al pop de los 60:
http://www.popthing.com/zona_pop/que_es_una_chica_ye_ye.php

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Conciertos, festivales y discos. Auges y caídas. Y, con suerte, sexo, drogas y alguna televisión a través de la ventana de un hotel. Casi todo sobre el pop, el rock y sus aledaños, diseccionado por los especialistas de música de EL PAÍS.

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