Un milagro triangular

Por: | 05 de octubre de 2011

Ticket-cake-2011-08-19-tri-angle-records-showcase Hace un año, los artefactos sonoros de un nuevo sello afincado en Brooklyn sacudieron la previsible escena de la música electrónica (¿existe tal cosa?). Esos días empezaba a sonar mucho todo aquello del witch house y bandas como Salem salían de la oscuridad con un sonido muy apropiado para el paseo por el abismo al que empezaba a asomarse el mundo. Pero Robin Carolan, fundador de ese extraño fenómeno discográfico llamado Tri Angle, un hombre tan joven como sus apadrinados geniecillos (él tiene 24 años y algunos de sus protegidos no superan los 20), seguía a lo suyo y huía de etiquetas y de fáciles parentescos en el árbol genealógico de los grupos de éxito del género. Le fue bien. El sello se ha consagrado. Sónar les ofreció un escenario durante toda una de las tardes del festival y fue una de las sensaciones del evento. Especialmente la actuación de una de sus estrellas, el inquietante y cuasi anónimo Holy Other. Viento a favor, porque uno de los mejores discos del inicio de curso ha sido el primer largo de otra de sus bandas, Balam Acab. Una gran noticia para la música si todo el fenómeno de este acercamiento de la electrónica al mundo espiritual y religioso no queda
finalmente en una moda pasajera.

“No tengo problemas con que la gente diga que estos grupos hacen witch house, pero nosotros no nos referimos a nuestra música así. Es un término que no le hace mucha justicia, sugiere oscuridad, o brujería… Balam Acab o nosotros pensamos que hacemos algo un poco más complejo que eso. No veo tantas similitudes. Lo que se comparte es la lentitud. Balam Acab y Salem (estos últimos no pertenecen a Tri Angle) vienen a la música desde diferentes perspectivas. oOoOO, sin embargo, te dirá que hace pop y que saca la inspiración de Britney Spears o Kylie Minogue”, explica Carolan.

Balam-acab-wander-wonder-2011 El hermetismo y la paciencia de este cuidadoso editor empieza a dar uno goteo de buenos resultados. Balam Acab y su disco Wander / Wonder son el sobresaliente exponente de una corriente oscura (perdón por usar el término que a Carolan no le gusta) y espiritual de la electrónica que prescinde definitivamente de los estímulos físicos y se lanza a un despiadado ataque al cerebro. La irrupción del primer álbum del proyecto musical de Balam Acab tiene algo de aquella revolución comenzada por Burial. Lentitud, voces con el pitch a tope para convertirlas en afilados cristales, sonidos acuosos que recuerdan al mejor Fennesz y brumas infinitas. Al final, consigue hacer que una frase tan cursi como eso de “la belleza en la música” se pueda pronunciar sin poner cara de idiota.

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Holy Other (en la foto de arriba) es la otra punta de este triángulo dorado. Habla poco y se esconde debajo de un trozo de tela de seda negra cuando actúa. La verdad es que acojona un poco verle ahí subido balanceándose sobre sí mismo. “Él habla cuando actúa, ya le veréis”, decía el propio Carolan sobre su protegido justo antes de que este comenzara su show en el pasado Sónar. Detrás de los vapores sonoros que corta con las cuchilladas de la percusión y de las voces que parecen proceder del más allá, aparece una emoción muy rara en la música de hoy. Deforma el R&B, tararea algo de dubstep, diluye el hip-hop sureño americano para construir, al final, algo muy distinto. Una voluntad de espíritu que comparte con otras bandas como Raime (que en este caso no tiene que ver con Tri Angle).

 

¿Qué tienen en común todas estas bandas para que hayan surgido en lugares tan remotos? Entre otras cosas, Carolan cree ue la influencia del Chopped and Screwed, el hip-hop ralentizado que empezó a producirse en Houston hace 20 años y cuyos artistas abusaban del jarabe de codeína, fue fundamental. “Creo que una de las razones de la unión puede ser que la mayoría somos jóvenes (Balam Acab tiene solo 20 años). Muchos llegamos a este sonido por el momento más comercial que tuvo el chopped and screwed. Es una música que permite una reflexión más profunda y además conecta bien con esta época que vivimos, no precisamente dorada. Esa lentitud te proporciona una experiencia muy íntima con la música”. Esa experiencia funciona como respuesta perfecta al relato apocalíptico del mundo actual. La falta de valores, la avaricia, el egoísmo exacervado o el materialismo ha desembocado aquí en una suerte de antítesis musical que posee un lejano pero reconocible regusto new age.

Ayshay-warn-u El sello acaba de editar el single de una nueva artista: Ayshay (ver la portada del disco aquí arriba). Una vuelta de tuerca al sonido original realizado por Fatima Al Qadiri, una mujer nacida en Senegal, criada en Kuwait y residente en Nueva York que comparte con los anteriores artistas una voluntad espiritual absoluta. Pero lo suyo ya es casi un sonido de liturgia. Juegos de voces, sonidos guturales, manantiales de agua (con toda la connotación religiosoa que tiene el agua) y alguna pincelada electrónica que, al final, convierten su sonido en una especie de plegaria sonora.

 

Hay 8 Comentarios

Triangle sacudir la escena¿? sera en el pueblo del Sonar, porque no publican ningun sonido nuevo, ni nada remotamente parecido. Cuanto gusta la escena de NYC a los modernos de BCN..........

Intentamos pillar la cresta de la ola del moderneo pero nos volvemos a quedar atrás... oh, España, porque siempre llegas tarde a todo!!

El artículo es a destiempo cuando el término "witch house" pasa ya por ser uno de los inventos periodísticos más efímeros de los últimos años, máxime cuando este año que debía ser el de la reválida ha pinchado estrepitosamente con unos Salem incapaces de recrear su maravilloso debú en vivo y con Balam Acab que no ratifica lo expuesto en su epé del año pasado; sólo nos queda el "Harbored Mantras" de Water Borders para salvar la poca dignidad que le queda al sello.Decepción.-

El anterior... ¿Te refieres al de Finders Keepers o al anterior de Daniel Verdú? (Sólo es curiosidad:)

Esta escena me parece de lo más excitante que ha salido en el género electrónico en los últimos años, mucho más que el celebérrimo y simplemente correcto dubstep.

Al principio recelé pensando: "A ver qué coño nos quieren colar ahora con la hiper-saturación que hay", pero fue escuchar a Salem y, aún mejor, White Ring, y salir encantado de la experiencia... ¡Si parece dark wave de casposa discoteca berlinesa! Nada de house, afortunadamente, y sí mucho de casa encantada.

Gracias por este articulo y el anterior, muy buenos los dos ...

sello del año no se, pero sin duda está entre lo mejorcito de este año.

Triangle, sello del año?

Gran, gran artículo. Se nota que este periodista sí sabe de lo que habla. El concierto de Holy Other fue el conciertazo del pasado Sónar. Gracias por el resto de sugerencias, exploraré

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Conciertos, festivales y discos. Auges y caídas. Y, con suerte, sexo, drogas y alguna televisión a través de la ventana de un hotel. Casi todo sobre el pop, el rock y sus aledaños, diseccionado por los especialistas de música de EL PAÍS.

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