Cuando se hace balance e inventario del año, ese trabajo ‘sucio’ que tanto nos gusta hacer a críticos y medios especializados, siempre parece mucho más fácil evocar los mejores momentos de la temporada que recordar con claridad los grandes chascos. Estos días están saliendo a la luz las listas de los mejores discos, las mejores canciones o incluso los mejores debutantes que nos ha dejado 2011, y aunque todas ellas se elaboran a partir de criterios subjetivos de quienes votan, al final la sensación es que en los resultados generales se acaba imponiendo un criterio objetivo y bastante democrático que responde a un gusto más o menos común acorde a la línea editorial de la publicación correspondiente. Pero cuando toca arremangarse la camisa y meter las manos en el barro para desenterrar los álbumes fallidos de la reciente cosecha, cuando se echa la vista atrás en busca de esos títulos que nos han provocado más de un quebradero de cabeza y más de una discusión acalorada, entonces ponerse de acuerdo puede llegar a convertirse en una pesadilla. La decepción es una sensación mucho más personal e íntima, ajena por completo a postulados racionales y razonamientos de consenso, y quizás por ello el listado de los discos más desilusionantes del año puede llegar a ser más controvertido y discutible que su antónimo.
Conviene matizar un detalle: no es lo mismo un disco malo que un disco decepcionante. Hay discos decepcionantes que, aun así, me siguen pareciendo interesantes o válidos; el disco malo es malo sin más, no deja lugar al desengaño, solo genera indiferencia, dolor de muelas, cansancio mental o aburrimiento. Para esta selección solo he tenido en cuenta la primera categoría por dos razonamientos básicos: primero, porque todos ellos son títulos de los que esperaba algo bueno, en algunos casos incluso relevante, y todos ellos corresponden a artistas que en algún momento de su trayectoria me han generado entusiasmo e interés; y segundo, porque incluso del título más frustrante de esta lista se pueden extraer elementos positivos, ya sean canciones, ideas o motivaciones para el futuro. Diez decepciones. En estricto orden alfabético. ¿Cuáles son las vuestras?
ATMOSPHERE “The family sign”. A la música de Atmosphere no le sienta bien crecer y madurar. Aunque se hace más compleja y elaborada en sus formas, aquí con una banda instrumental al servicio de las ideas del productor Ant, a medida que pasan los años y sus discos se vuelven más serios y calculados el impacto del grupo decrece. Aquella frescura y espontaneidad de sus inicios se diluye en álbumes como este, que riega con blues, reggae y funk rutinario, deslucido, unas composiciones que por momentos parecen aburridas de sí mismas.
BEYONCÉ “4”. Es esta una decepción a medias, no tanto por lo que es como por lo que podía haber sido y no fue. Por un lado es este el disco más lúcido y personal de Beyoncé, aquel en el que expresa con más acierto y libertad de movimientos sus emociones, vivencias y circunstancias. Y es valiente su decisión de apostar por un sonido retro en pleno reinado de divas post-modernas como Lady Gaga. Pero no es este el álbum que algunos pensábamos que sería, algo así como la reinvención consciente y desacomplejada del pop negro, y esa sensación de desconcierto, así como el abuso de baladas con exceso de glucosa, le resta posibilidades de pleno convencimiento.
DEATH CAB FOR CUTIE "Codes and keys". Hubo un momento en que empezó a estar mal visto tener aprecio por las canciones de Death Cab For Cutie. En "Plans" ya se dejaron ver –injustamente– algunas críticas con aires de revancha; y con "Narrow stairs", un desafío para el propio grupo, se abrió la veda para arrear sin respiro al grupo de Ben Gibbard. Se intuía, pues, que "Codes and keys" pagaría los platos rotos de esta progresiva pérdida de feeling entre la banda y la prensa. Lo que no se intuía era que estas voces disonantes tendrían argumentos más que convincentes. Y jode darles la razón, para qué negarlo. Porque incluso sus defensores convencidos nos quedamos sin excusas ante un álbum tan gris, tedioso y pagado de sí mismo que se olvidó, precisamente, del rasgo más característico de su discurso: la emoción.
DIGITALISM “I love you, dude”. Hay grupos que pierden el mojo y hay otros que parece que busquen perderlo. Nadie se explica muy bien por qué, pero los alemanes Digitalism decidieron que su segundo disco se decantaría por la línea de su discurso que menos interesaba a su público. Y así, de aquellos himnos impetuosos de new rave pastillero, tan efectistas como irresistibles, que mandaban en su debut ya queda más bien poco, o nada, para qué mentir, en un “I Love you, dude” que apela a los instintos más pop de su propuesta. Una lástima que en este terreno Digitalism sean una banda del montón y naden en la más absoluta mediocridad. De acuerdo que la vorágine new rave de hace cuatro años parece un recuerdo difuminado en plena resaca, pero esta versión convencional y timorata de Digitalism no hay por dónde agarrarla.
DJ SHADOW “The less you know the better”. Ya no es noticia, ok. Pero para algunos DJ Shadow es como Nas: siempre tenemos la esperanza de que algún día nos entregue un nuevo “Illmatic”, en su caso un nuevo “Endtroducing…”. Incluso después de escuchar este caótico y por momentos kitsch “The less you know the better” algunos nos negamos a dar por muerto y enterrado al productor californiano. Falsas ilusiones que él mismo se empeña en destruir cada vez que entra en el estudio y se desmarca, sin rumbo ni ideas claras, de la que fue su puesta de largo y obra maestra todavía hoy recordada y añorada.
JOKER “The Vision”. ¿El Roland Emmerich del bass? Difícil rebatir esta idea cuando uno pasa por encima de este artefacto megalómano y blockbusteriano que abraza el género con la sutileza de un paquidermo. En su deriva hacia territorios masivos, o cuando el underground londinense se vuelve pop en el sentido más hortera y predecible del término, el que otrora fue uno de los nombres a tener en cuenta de la escena de clubs humeantes y tóxicos de la capital británica se lleva por delante cualquier conexión estética, emocional y conceptual con sus orígenes para irse de cabeza a un nuevo concepto peligroso y temible: el stadium bass.
LIL WAYNE “Tha Carter IV”. Mentiría si dijera que no se veía venir. Flotaba en el ambiente –el single “How to love” solo traía malos augurios–, pero en ningún caso era predecible el batacazo artístico, que no comercial, de uno de los discos de hip hop más esperados de este año. No solo no hace justicia a la saga que representa, sino que además se empeña en poner al descubierto los defectos de Lil Wayne sin potenciar sus virtudes. La producción, configurada con muchos refritos de canciones ya publicadas, las letras, sin brillo y poco trabajadas, y el concepto, orientado casi por completo al tono lúdico-sexual, se quedan bastante lejos de lo que pasaba por ser el regreso por la puerta grande de Weezy.
LOU REED & METALLICA “Lulu”. El desconcierto que provoca este proyecto incomprensible no estriba en el contenido musical en sí, pues no hacía falta ser Rappel o Octavio Aceves para entender que nada bueno podía salir de una historia compartida entre Lou Reed y Metallica, el Reed de las dos últimas décadas y los Metallica de los últimos discos, sino más bien en la idea de que se llevara a cabo y acabara materializándose sin autocensura de sus responsables. O que ningún amigo cercano, familiar o compañero con confianza no tuviera los arrestos de evitar la tragedia. Porque al final el problema es ese, no saber qué es más deprimente: que se hayan atrevido a grabarlo o que se hayan atrevido a publicarlo.
LUPE FIASCO “Lasers”. Una excepción para confirmar la regla antes expuesta: “Lasers” es decepcionante, pero también es malo. Un desastre. Viniendo de quien viene, la herida sigue abierta y no deja de sangrar. En su intento por llevar su hip hop sofisticado –o eso es lo que enseñaba con un descaro muy sugerente su apasionante debut, “Food & Liquor”– a una concepción expresiva casi rock, un mazacote en tierra de nadie, el rapero de Chicago Lupe Fiasco desafiaba las leyes del buen gusto con un desconcertante manual de errores, salidas de tono y fusiones sin sentido al que todavía hoy seguimos buscándole el truco y la gracia. Sin suerte, claro.
THE COOL KIDS “When fish ride bicycles”. Por decisiones ajenas a su voluntad, The Cool Kids han visto cómo se les escapaban unos cuantos trenes en el tiempo que tardaba en ver la luz su debut largo desde que se dieran a conocer con el burbujeante EP “The bake sale”. Y no está el horno para bollos, esto es, no está la industria como para ir desaprovechando oportunidades. Aquello que hace tres años nos parecía fresco y revulsivo hoy, en boca de este disco sosainas, nos parece caduco y fuera de lugar, como de otro siglo. La insoportable levedad del hype en su máxima expresión.
Hay 46 Comentarios
El tipo que escribe este articulo, ¿recibe dinero de quien? para minimizar y luego "decepcionarse" haciendonos creer que tiene una postura imparcial. En fin el debe vivir y pagar sus cuentas y, parece que lo hace escribiendo ... algo.
Publicado por: De que habla este tipo | 03/01/2012 22:01:30
pesima crítica
Publicado por: Lalo | 21/12/2011 22:38:24
Mi decepción personal es ver, cómo en la actualidad, ya no existen críticos musicales como antes, de los que te podías fiar a la hora de comprar música. La persona que firma este artículo, no tiene ni pajolera idea de música.
Publicado por: Hells Bells | 17/12/2011 19:08:34
me parece que escribes sin escuchar. "Codes and keys" es uno de los mejores álbumes de 2011.
Eres de esos "críticos" con prejuicios, una pena. Empieza a escuchar cosas cuanto antes.
Publicado por: roberto | 17/12/2011 19:05:24
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Publicado por: Aprende a seducir | 17/12/2011 18:40:04
Discrepo en cuanto a que "Codes and Keys" haya sido una decepción, ya que no creo que un buen disco sea una decepción. Puede ser peor que otros, pero nunca una decepción. Lo que quisiera saber es ¿qué esperabas de un disco de Death Cab For Cutie? ¿fiesta? ¿ritmos frenéticos?¿guaperas mojabragas que llenan estadios?¿electrónica de vanguardia? La honestidad en la música es un sello de distinción y madurez, y ellos han sido honestos a su línea, sin buscar repetir el "Transatlanticism". De los otros discos no puedo opinar porque no los he escuchado con la debida atención, y de lo que no sé procuro no hablar.
Publicado por: Carlanga | 17/12/2011 1:19:16
Como muy bien dice Posi:
"Cualquiera que siga a Lou Reed, te dirá que Lulu no ha sido ninguna decepción. Se han atrevido a grabarlo porque se lo han pasado bien, y se han atrevido a sacarlo, porque llevan muchos años, tanto Lou como Metallica, sacando lo que les da la gana. Pero, repito, cualquiera que HAYA ESCUCHADO "berlin", "Magic and loss" o "The Raven" y los haya disfrutado, o de verdad aprecie a The velvet underground y sus habituales idas de olla, no se sentirá decepcionado con Lulu. La prensa especializada a subido a los altares a Lou y la Velvet y todos los gafapasta se han rendido a los pies de Transformer. ¿De verdad alguno ha escuchado "Black angels death song", "the gift", "Sister Ray", "European son"? o más recientemente en la carrera en solitario de Lou, "The blue mask", "like a possum" o "Fire Music"? Porque Lulu es lo mismo, pero con la caña de Metallica, que esos si han tenido huevos para convertirse en brazo armado de Lou."
Ahora hablo yo, no Posi: para mí no es el jodido disco del año (hace mucho tiempo que Lou y Metallica no aspiran a ese título), sin embargo me ha emocionado y creo que es un paso adelante en sus carreras.
Publicado por: Jojo | 17/12/2011 1:14:51
Estoy de acuerdo con Tha Carter IV! Yo tambien me esperaba algo mas, empezo muy bien con 6 Foot 7 Foot o She Will, pero canciones como la Intro (que Weezy siempre ha hecho intros geniales como Tha Mobb o 3 Peat), How To Love o It's Good me parecen muy aburridas...
No es un desastre de disco, pero esta muy lejos de lo que nos tenia acostumbrado..
Publicado por: Emmanuel | 17/12/2011 0:10:05
Muy de acuerdo contigo Llumm... Que no haya sido tan bueno como el primero no quiere decir que sea malo ni una decepción
Publicado por: 23atreyu23 | 16/12/2011 23:53:27
Vetusta Morla ha hecho un segundo disco impecable. Su problema es que el primero era inmejorable. Ya quisieran muchos grupos hacer algo tan bueno como Mapas.
Publicado por: llumm | 16/12/2011 23:17:59
No veo por aqui el de Vetusta Morla..
Publicado por: dyem101 | 16/12/2011 23:10:31
El álbum de Lou Reed y Metallica no es ninguna decepción, pero el vídeo que has enlazado sí que es un truño como una casa.
Publicado por: KK | 16/12/2011 23:08:22
No es periodismo de alpargata, señores. David Broc es hijo de un señor que está metido en la música. Ya que no podía hacerlo él, debió dejarle el curre a su hijo. Podrían poner a alguien con un poco más de criterio, pero así nos van las cosas. Ahora bien, cada uno merece un respeto por su opinión, y este señor me la merece. De aquí a tener un espacio de tanta difusión...
Publicado por: Lorenzo | 16/12/2011 23:05:53
Lou Reed con Metallica, fantásticos. Cuánta música ha escuchado David Broc, poca, muy poca, o no los bastantes años para tener elasticidad en el paladar? Es que está sobrado? Creerá de verdad lo que dice o tenía ganas de una o más boutades? Le decepciona Lulu...comparado con qué? Y el resto de los diez que nos presenta?
Publicado por: Teresa | 16/12/2011 22:44:24
El disco de DJ Shadow es poco decepción, sí, sin embargo su nuevo set es una de las mejorres cosas que le ha pasado a la electrónica en años. Brutal!
Publicado por: Valentina | 16/12/2011 21:48:31
Falta entre lo peor del año, el último de Coldplay, la mayor ****** de todos los tiempos, mira que me gustaban, pero cada disco van a peor... esto de la famaaaaa
Publicado por: decaman | 16/12/2011 21:46:48
"no hacía falta ser Rappel o Octavio Aceves para entender que nada bueno podía salir de..." (David Broc). ¿Eso quiere decir que esos dos tipos han predicho algo, alguna vez?! ¿o que son dos prestigiosos críticos musicales? Periodismo de alpargata.
Publicado por: àrtur | 16/12/2011 21:36:46
Como te atreves a decir lo malo que es Lulu. Pero si es una obra maestra. A ver si te enteras. El esfuerzo que han tenido que hacer Lou Reed y Metálica tiene que ser compensado en el futuro, y si no, al tiempo. No tiene nada que ver con los trabajos anteriores. Estás etiquetado muchacho.A ver si espabilas.
Publicado por: Heliodoro | 16/12/2011 19:40:41
Codes and Keys tiene por lo menos tres peazo singles que ya quisiera cualquier grupo de rock hoy en día.
Publicado por: Nerder McHipster | 16/12/2011 18:57:53
...Por cierto, mientras me seco las lágrimas por la terrible decepción sufrida por el autor de este artículo, escucho 'love on top' (no la había escuchado jamás), y sencilla y llanamente me parece una pasada de canción. Escucharé más canciones del disco, y quizás adquiera este LP. No tengo ningúno de Beyoncé, éste seguramente será el primero. Gracias 'David' por abrirme las orejas, y lo siento por su incomprendida decepción. ¡Glub!
Publicado por: jol | 16/12/2011 18:22:31
Tararí, mejor no lo has podido decir, más claro agua, Beyonce es tooodo igual desde su primer disco hasta el último, y ninguno de ellos jamás, pasará a la historia como un hito en la música.
Publicado por: Carles | 16/12/2011 18:17:37
Como dice Posi, cualquiera que siga a Lou Reed te dirá que Lulu no ha sido ninguna decepción. Cualquiera que conozca "Sister Ray", "The Gift", "European Son", "Berlin" "The Raven" o "Magic and Lost" encontrará el parentesco y la coherencia. Otra cosa dirán los que sigan a Metallica, que aquí sólo ejerce (muy bien) de grupo de acompañamiento. Y otra cosa dirán los que de Lou Reed sólo conozcan "Take a Walk on the Wild Side" (tu-turu-turu-tututu...). Pero claro, "Lulu" no es música (ni letra) fácil, ni mucho menos facilona. No hay riffs tarareables ni estribillos reconocibles. Pero para mí, y (como Posi) no soy objetivo, es el jodido disco del año.
Publicado por: Xavier B. Fernández | 16/12/2011 18:14:43
...Si algo me ha enseñado la vida, es que para gustos, los colores. Me río de los listillos (mal llamados críticos) que dicen lo que está bien y lo que está mal, en base a su decrépito gusto. Cada loco con su tema, nunca mejor dicho..., que de listillos está lleno el mundo...
Publicado por: jol | 16/12/2011 18:14:08
Ninguno de los enumerados me sorprende, ni deberían sorprender a nadie. El hip hop comercial estadounidense es simple y llanamente un monstruo comercial que se basa simple y llanamente en lanzar al sabor del mes, meterlo hasta en la sopa y luego inflado de ego dejarlo a su buena suerte. No hay ningún talento, es un género acabado, repetitivo hasta la saciedad y falto de originalidad. De los demás poco que decir, hay que estar en otro mundo para esperar algo de petardos como Lou Reed, Metallica, grupitos de música dance insoportable europeos con ínfulas de ser algo que no son, y sobre todo de McDonald's musicales como la tal Beyonce.
Publicado por: Tararí | 16/12/2011 18:09:56
Opino igual en lo de Codes and Keys.. en ese disco hay algunos temas buenos.
Publicado por: Paco | 16/12/2011 17:56:04