"Rangarang": el Pop en tiempos del Sha

Por: | 27 de marzo de 2012

Fereidoon Farokhzad y la tropa de Ahange Rooz

Rangarang es una palabra persa que hace referencia a los colores del arco iris. Pero también fue el título de un programa de televisión que durante los años setenta contagió de alegría pop a la sociedad iraní, fomentando un variopinto estrellato de cantantes melódicos, divas de la música disco y virtuosos de la psicodelia. Bajo el epígrafe Rangarang: Pre-Revolutionary Iranian Pop (Vampisoul, 2012) se reúne una nutrida representación de artistas que se vieron obligados a encabezar la primera diáspora de exiliados a manos del ayatolá Jomeini

Siguiendo la estela de anteriores antologías publicadas por B-Music/Finders Keepers o Sublime Frequencies, este doble CD (también disponible en glorioso triple vinilo) funciona como perfecta carta de presentación para el aficionado al mestizaje exótico. A medio camino entre las baladas de Bollywood y el sirtaki griego, la selección de Eva García Benito no escatima en maridajes fantásticos de la tradición sufi con el funk de corte tarantiniano, las bolas de espejo y los zapatos de plataforma. Veintiocho cortes de diferente calado para una recopilación de envergadura donde tan sólo se echa de menos una mayor profusión de datos biográficos y cronológicos en las notas interiores.

La culpa no es tanto de Bronwen Robertson (autor del apreciable libreto) como de las fuentes que se barajan; la mayoría de ellas dramáticamente silenciadas o rendidas al pábulo islamista. Se agradece, eso sí, la traducción de los versos iniciales de cada canción, que nos abren la puerta a una peculiar sensibilidad pop que enmascara la melancolía de diversión intrascendente.

 

A la postre, la presencia icontestable de Fereidoon Farrokhzad capitaliza gran parte del interés por diferentes razones. Presentador de televisión, ídolo pop, activista político y homosexual reconocido en un país donde dicha orientación se castiga con la pena de muerte, Fereidoon destacó así mismo como compositor, poeta y descubridor de nuevos talentos. De hecho, casi podría decirse de él que es el verdadero alma de Rangarang; tanto en su condición de cabeza visible de la discográfica Ahang Rooz (la Belter persa, para entendernos) como de impulsor la carrera de Shohreh, Hamid Shabkhiz, Neli o Leila Forouhar, por citar tan sólo algunos de los nombres más importantes de la presente antología. 

Su carismática interpretación de Aashiahneh inaugura el recopilatorio por todo lo alto, asumiendo la adecuación de modelos foráneos (en este caso la melodía yiddish de El violinista en el tejado) a los parámetros del farsi, en un alarde de cosmopolitismo impensable a día de hoy bajo la hegemonía integrista, en un aparente guiño al elevado índice de habitantes judíos del Irán prerrevolucionario. 

 

Mientras la CIA y los chiítas comenzaban a posicionarse de cara al estallido revolucionario, la música popular iraní vivía su particular "edad de oro". Junto a Fereidoon, los nombres de GoogooshAref o Pooran rivalizaban en titulares y se ganaban el favor del público, anticipándose al fenómeno del pop eurovisivo. En algunos casos las producciones son realmente imaginativas, arropando la métrica tradicional con los coloridos ropajes de la bossa, el lounge y hasta la rumba y alternando arrebatos orquestales a lo Rimsky Korsakov con el más añejo sabor discotequero. La sofisticación de baladas como el Az Tarsam Eshgh de Giti no entiende de fronteras; lo mismo que ocurre con Bi To Man de Habib (tras la que podemos intuir la huella de Lee Hazelwood) o los laúdes con wah-wah del Asheghi Doroughe de Hamid Shabkhiz

  

Las disputas internacionales en materia nuclear y los constante abusos a los derechos humanos del actual gobierno de Mahmud Ahmadineyad, hacen añorar los tiempos del Sha y Farah Diba, en los que la flor y nata de la bohemia iraní se dejaba encandilar por los ritmos occidentales. Sin embargo, al amparo de la política aperturista del último monarca de Persia, Irán inició un proceso de modernización que repercutiría en la bonanza económica de las clases acomodadas y la relajación de las costumbres, pero no encontraría eco en los estratos más humildes. Por más que la expropiación de los latifundios y el sufragio femenino puedan interpretarse como síntomas de un progresismo bienintencionado, las reformas del gobierno sembraron la semilla de la discordia entre los sectores más tradicionales, que acusaron a la casa real de enriquecerse a costa de su pueblo y obedecer a oscuros intereses extranjeros.

Con motivo de la llegada al poder de Jomeini, las estrellas del pop que permanecieron en Irán fueron convocadas ante el Tribunal revolucionario y obligadas a firmar una declaración en la que se comprometían a abandonar sus carreras. Ese fue el caso de Kourosh Yaghmaei, un bigotudo virtuoso del folk etereo que vivió condenado al ostracismo durante casi dos décadas y a día de hoy es saludado como un héroe por las nuevas generaciones. 

 

Fueron pocos los que siguieron su ejemplo. A Shohreh, sin ir más lejos, la revolución le sorprendió en EEUU. De eso hace ya más de treinta años y a día de hoy sigue sin poder entrar en el país. A su compañera Googosh le ocurriría justo lo contrario: al regresar de una gira le requisaron el pasaporte y fue encarcelada. Tras 21 años alejada de la música consiguió escapar a tierras norteamericanas, donde es idolatrada por los expatriados y continúa colgando el cartel de "no hay localidades" en cada actuación. "No pienso volver hasta que mi país vuelva a ser lo que era", afirmaba hace no mucho en una entrevista. 

Al igual que ocurre con Miami en el caso cubano, con el paso del tiempo Los Angeles se ha erigido en verdadero epicentro de una nueva industria musical en el exilio que nada tiene que ver con la de aquellos años. Algo de culpa tuvo la irrupción del sintetizador a finales de los ochenta y la sensación de desarraigo. Al menos, eso se desprende del irónico reproche final (en inglés) de uno de los exítos de los raperos iraníes ZedBaziIrooni LA (LA Iranian)Tehrangeles — are you jealous that you can’t come to Tehran?. A pesar de todo, jovenes bandas como Mitra Sumara se muestran comprometidas en recuperar aquel legado, imprimiendo a las composiciones clásicas una personalidad más acorde con los nuevos tiempos.

  

Siguiendo el curso de la diáspora, Europa fue otro de los destinos elegidos por decenas de miles de refugiados iraníes; en su mayoría intelectuales de talante progresista a los que la revolución sorprendió en el bando equivocado. Precisamente sería en Bonn (Alemania) donde Fereidoon Farrokhzad encontraría la muerte en trágicas circunstancias en 1992. Considerado como uno de los más férreos opositores al régimen iraní, fue objeto de varias amenazas de muerte que él mismo se encargó de airear públicamente en su programa de radio. Poco tiempo después amanecía apuñalado en la bañera de su domicilio, alimentando los rumores de un hipotético crímen pasional o un plausible asesinato por decreto.

Mientras tanto, en Dubái y otras ciudades del otro lado del Golfo Pérsico, la comunidad inmigrante ha llegado a prosperar estableciendo vínculos económicos y culturales con la madre patria. Las obras de sus artistas cotizan al alza, rivalizando con los mercados de París, Viena y Londres. Una paradoja más en la era de la globalización, que posibilita el consumo de whiskey en Teherán gracias a los dutty free de los Emiratos Árabes, pero todavía les niega la entrada al país quienes se vieron obligados a abandonarlo hace más de tres décadas. Una historia que también en España nos suena de algo...

Hay 12 Comentarios

Felicísima Fortuna: Te aseguro que no echo de menos ni al uno ni al otro. Pero al sátrapa de Ahmadineyad es como para tenerle miedo...


Me refería más bien al plano musical y cultural de la época en la que, paradójicamente, en Irán se respiraba mayor libertad; por mucho que el Sha fuese un gobernante discutible, ególatra y todo lo que ustedes quieran. Que lo era.

Un saludo.

¿Añorar los tiempos del Sha? ¿Echas de menos los tiempos del Paco?

Golshifteh Farahani canta una canción persa:

http://www.youtube.com/watch?v=lqU85acWTCM&feature=related

José... mientras Munster siga sacando joyas como esta, les seguiré prestando la atención y el espacio que se merecen. Los dos últimos lanzamientos han coincidido y ambos me parecen (cada uno a su manera) imprescindibles y muy diferentes.


¿Qué será lo próximo, exigirle a Broc que no escriba de hip hop? No seamos puñeteros y centremos en la música, que es de lo que se trata digo yo.


Y por cierto, algunos todavía compramos discos.


Un saludo.

joder, tronco, deja de sacar a Munster, que ya sabemos que te regalan los discos. Tío, mola lo que haces, pero ya está bien de enchufar a amiguetes y a peña que da regalitos .Este es un periódico serio

David, tocayo; efectivamente el recopilatorio de Sublime Frequencies (que salen citados en el texto) es la crema. Como casi todo lo que edita este pedazo de sello, dicho sea de paso.


Gracias por leer y por los enlaces.


Un saludo.

Una puntualización, irannostalgia.com; en este recopilatorio en concreto no se tratan de versiones. Simpelemente he apuntado posibles referencias para que el oyente pueda rastrear la influencia de la música extranjera en el cosmopolita pop iraní de la época.


Ya me contarás a qué recopilatorio de Stone Throw te refieres, porque lo mismo lo tengo por casa...


Un saludo y gracias.

Soy artista, compositor ... y en este videoclip mio que se rodó en el Retiro, vas a ver vinilos 45rpm persas..

http://www.youtube.com/watch?v=3m7g1HAC37g

Además, tengo la pagina de referencia de vinilos persas desde 1999

http://www.irannostalgia.com

Tambien fuí consultor en uno de los vinilos de re-edicion que editó Stone Throw Records.
Me alegra mucho que hayas puesto el articulo. Lo unico que quiero insistir un poco es que los occidentales no debemos valorar la musica de otro país a traves de versiones. Claro para un sajon es menos estresante afrontar la musica de un país si le das una version de Tom Jones, pero en realidad, la buena musica son las composiciones originales que utilizan escalas y modos tipicos de esos paises.

Por cierto, hay muchas conecciones en los 60 y 70 entre la musica pop de iran y España. Por ejemplo había orchestras enteras españolas instaladas alli. Y tambien una de las cantantes persas más famosas estaba viviendo en Madrid en los 70 y grababa la voz en Madrid y lo enviaba por correo a Tehran para que se mezclase con la musica.

Dario (en Málaga)

qué artículo más interesante!! me encanta, muchas gracias!

Muy interesante. El mismo fenómeno se vivió en Pakistan. Sublime Frequencies sacó el año pasado un espectacular doble LP con los instrumentales más significativos del periodo 66-76. Pop, twist, funk, garage, r'n'r... de todo !
Hay temazos absolutos como este de los Bugs:
http://www.youtube.com/watch?v=aJPmytdm53U

O este otro de los Aay Jays:
http://www.youtube.com/watch?v=_SfhBmVpAKs
Ojalá en ambos paises ( y en todos) vuelva a haber libertad para ( entre otras cosas) volver a hacer música tan brillante.
Un saludo!

Muchas gracias, Ali y Sara. De corazón.

Soy un iraní en Madrid y me ha encantado este artículo. Habla de una realidad que hoy en día es muy desconocida sobre los iraníes en muchas partes del mundo. Viendo estos vídeos y estudiar el pasado muy reciente en España cada vez estoy más convencido de las cosas que hemos vivido ambas culturas y la cercanía que existe entre nosotros aunque los medios quieran dar otra imágen diferente de cada cultura.
Muchas Gracias por este post David

que placer leer este blog. Soy irani. Espero que los espanoles conozcan mas a la cultura irani y la historia de la gente y el pais. gracias por el reportaje.

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Conciertos, festivales y discos. Auges y caídas. Y, con suerte, sexo, drogas y alguna televisión a través de la ventana de un hotel. Casi todo sobre el pop, el rock y sus aledaños, diseccionado por los especialistas de música de EL PAÍS.

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