Tensión: la (Otra) Nueva Ola

Por: | 08 de marzo de 2012

Tensión

Adentrarse en Tensión: Spanish Experimental Underground 1980-1985 (Munster, 2012) exige familiarizarse con la anomalía como norma. Aceptar la disidencia como postura ideológica, pero ante todo estética, de una generación de artistas que cuestionaron el lenguaje de la música popular desde los márgenes de la vanguardia. Bandas de naturaleza seminal pero escasa influencia (como Klamm, Mar Otra Vez, Claustrofobia, New Buildings, Depósito Dental, Xeerox o II Época del Hombre) que sucumbieron ante el envite mediático de la Movida y cuyo sonido conserva intacto gran parte de su potencial temerario.

Profundizar en un episodio tan fecundo de la escena musical subterranea de nuestro país entraña su riesgo. Sobre todo teniendo en cuenta que nos encontramos ante el primer acercamiento serio a una época que permanecía sumida en un limbo casi impenetrable. Quienes nacimos a finales de los setenta nos aventuramos por un territorio sin mapas; por eso, más que de una reivindicación, podríamos hablar de un (re)descubrimiento. Los 18 cortes de Tensión (incluyendo un buen puñado de inéditos) provienen en su mayoría de las inencontrables ediciones originales en vinilo y, más allá de su indiscutible valor histórico, transmiten una fascinación similar a la de descubrir un insecto conservado en ámbar. 

Hay algo tétrico en todo esto, lo sé; empezando por el discurso hegemónico de la Movida madrileña. Con el paso de los años, la oficialización de la llamada (por algunos) "Edad de Oro del Pop Español" ha condenado al ostracismo a algunas de sus voces más críticas, privándonos de alcanzar a ver más allá de "un solo escaparate donde no cabían todos los protagonistas". En estos términos se expresa el compañero César Estabiel en las notas interiores del presente recopilatorio, pero puntualiza que "otros incluso prefirieron apartarse de los focos. (...) Su éxito radicó en quemar las naves en cada grabación, en darlo todo sin esperar nada. En hacer de la tensión criterio de calidad".

  

Haciendo gala de la excelente política de Munster en esta clase de mensteres, la impecable selección de bandas corre a cargo de uno de sus protagonistas, Julián Sanz Escalona. Un nombre al que, me temo, muchos de ustedes no pondrán rostro, lo mismo que al grueso de bandas que forman parte de este recopilatorio. Habrá quien esté familiarizado con su labor como productor o directivo discográfico, pero me juego los cuartos a que pocos conocerán su presente como Erizonte, merecedor de una nominación al Grammy latino a mejor disco experimental por Work in Progress (Discos Necesarios, 2010). Y tan sólo una minoría le recordará por su paso por La Fundación o La Gran Curva.

En un tiempo en el que los vinilos de importación sólo estaban al alcance de unos pocos, la actualidad musical circulaba en cintas, de mano en mano, o se exponía en los corrillos del Rastro. Mientras Canut, Berlanga y compañía gestaban la Nueva Ola, en su tenderete Sanz comerciaba con casetes de The Residents y Tuxedomoon

Junto con Javier Corcobado, otro de los pilares indiscutibles de la primitiva escena del out-rock patrio, fundaría los decisivos Mar Otra Vez. En palabras de Dani Fletcher de Ginferno, "fueron el grupo más excitante de los ochenta. Eran el equivalente madrileño de The Birthday Party". Tomando como referencia a la no wave neoyorquina, envenenaron sus letras con poesía nihilista y arrebato eléctrico, sirviendo como catalizador para algunas de las obsesiones recurrentes de Corcobado (ya presentes en su anterior aventura, 429 Engaños).

 

Pero fue en Barcelona donde la llama prendió más temprano. Recién llegado de Berlin, donde había militado en Die Haut (la misma banda que, curiosamente, acogió a Nick Cave tras la disolución de The Birthday Party) el enigmático Tres importó las sonoridades post-industriales alemanas. Primero firmando en solitario como T. pero, sobre todo, al entrar a formar parte de los decisivos Klamm, quienes hasta su llegada se caracterizaban por un sonido más progresivo. La banda de Martorell, liderada por Leo Mariño, funcionaba en régimen de comuna artística y entre sus múltiples colaboradores, se encuentra Victor Nubla (Macromassa). El único álbum de la banda, África Roja, se publicó en 1983 bajo su propia estiqueta, Klang Records, revelándose como un trabajo paradigmático.

Los tres minutos y medio de The Past Is Frozen resumen a la perfección las diferentes vertientes del grupo. Aunque todavía se aprecia el ramalazo a lo King Crimson y Van de Graaf Generator, el eco de la cold wave y los ritmos sincopados los acaban acercando a los Talking Heads más oscuros -los del Fear of Music (Sire, 19799- y los P.I.L. más luminosos. 

 

A pesar de que sus referentes eran más obvios, el after-punk de New Buildings (bautizados así en honor de Einstürzende Neubaten, literalmente "nuevos edificios que se derrumban") también encontró cobijo en Klamm Records. Pero sería otro berlinés, el adolescente Krishna Goineau (más tarde en Liaisons Dangereuses), quien llevase el rupturismo con las convenciones hacia niveles más radicales y excitantes. Con Chrome y Pere Ubu como guías, se alió con Javier Hernando en Xeerox; y aunque la referencia a las primeras impresoras láser puede sonar algo coyuntural, su apelación a la guitarra como dinamo ruidista continúa asombrando hoy en día. 

El papel de emisoras de radio sería igualmente decisivo para la difusión de aquellas tendencias musicales, digamos, anti-comerciales. En Radio Cadena EspañolaLa Factoría, un programa dirigido por Miguel Box (II Época del Hombre) y Roberto Loya, programaba a Joy Division y Throbbing Gristle. En el caso de la emisora barcelonesa Radio Pica el atrevimiento llegó más allá de lo estrictamente musical, provocando cierres preventivos y vistas judiciales. 

 

Sin llegar a alcanzar nunca la popularidad más allá de círculos especializados, surgían conatos de agitación casi surrealista como Depósito Dental (auténtica rara avis parida por el canario Carlos Garhel, también en Teatro Negro de Praga), junto a otras bandas de variado calado como Neo Zelanda, La Caída de la Casa Usher o Los Iniciados, gérmen de Aviador Dro

En 1985 cierra Rock-Ola; pero también Klamm Records, víctima de un embargo de la SGAE que termina precipitando la disolución del propio grupo, al verse obligados a vender sus instrumentos y amplificadores para afrontar las deudas. Llegados a este punto, podemos hablar de un fin de ciclo: New Buildings tiran la toalla, Corcobado se vuelca en la escritura y el ímpetu de los inicios se va desvaneciendo. Pero tampoco es cuestión de interpretarlo como una derrota. Simplemente, como concluye Estabiel, "decidieron no triunfar". Al menos gracias a este magnífico recopilatorio nadie dirá que se fueron sin hacer ruido. 

 

Hay 4 Comentarios

nivelón Bizarro, como siempre

Nacho, no te enteras de nada majete. vaya como está el patio de trolls

quería comentar en el artículo sobre la moda fashion, pero me ha salido en este, que le vamos a hacer...

Seguro que habrá un artículo mejor que este para expresar tu queja, Nacho

la Rock de lux será una mierda fashion, es posible, pero por lo menos hablan de mi grupo, no como vosotros, que no apoyais una puta mierda el indie español.
http://artbeauty.bandcamp.com/

Publicar un comentario

Si tienes una cuenta en TypePad o TypeKey, por favor Inicia sesión.

Muro de sonido

Sobre el blog

Conciertos, festivales y discos. Auges y caídas. Y, con suerte, sexo, drogas y alguna televisión a través de la ventana de un hotel. Casi todo sobre el pop, el rock y sus aledaños, diseccionado por los especialistas de música de EL PAÍS.

Eskup

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal