El mes pasado falleció Roy Campbell Jr., un soberbio trompetista que siempre se mantuvo en un inexplicable segundo plano. Tal vez por eso el eco de su muerte no se ha dejado sentir como debiera, dado su enorme talento y personalidad musical. Su hoja de servicios es larga y selecta, pero nunca llegó a estar bajo los focos, lo que no evitó que gran parte de la escena le tuviese en muy alta estima. Músico de músicos, lo llaman; o de conoisseurs, o de aficionados al jazz con el olfato bien entrenado.
Campbell, alumno de luminarias como Lee Morgan, Kenny Dorham, Yusef Lateef, Joe Newman o Howard McGhee, tuvo la capacidad de desenvolverse en numerosos vocabularios, partiendo de Booker Little y llegando hasta las fronteras del free jazz, siempre con una identidad propia e inventiva extraordinarias. Su discografía como líder es corta e impecable; como sideman la lista se alarga, pero mantiene el nivel de excelencia. Así, resulta tan difícil hacer una selección de sus álbumes más importantes como afinado decir que todos ellos lo son. Y no sólo los firmados por él, tambiém los de sus numerosos proyectos colectivos, como la Nu Band, Other Dimensions in Music y muchos otros. Con eso en mente, este texto se fija como objetivo señalar algunas de las grabaciones menos evidentes del trompetista, construyendo un retrato del mismo a partir de discos que, de otro modo, podrían ser obviados con facilidad.
Billy Bang Sextet - Live At Carlos 1 (Soul Note, 1987)
Aunque Billy Bang no fue el primer empleador importante de Roy Campbell –ni el más duradero–, este disco marca las pautas de algunas constantes en la música que el trompetista grabaría como líder poco después. William Parker, que tenía a Campbell y al baterista Zen Matsuura en su Centering Big Band a mediados de los 80, se llevó a ambos músicos al sexteto del mítico violinista Billy Bang para llenar el hueco de –nada menos– Ahmed Abdullah y John Betsch respectivamente. El único registro de esa formación es este directo en uno de los clubes punteros de Greenwich Village en aquellos años; seis temas en los que Campbell se adapta perfectamente a la música de Bang, enraizada en el jazz pero con toques de blues, rock y otras músicas. El tipo de formación sería después importado por Campbell en varios de sus grupos, con una marimba o un vibráfono sustituyendo al piano en muchas ocasiones (como la de Thurman Baker en este disco de Bang o la de Khan Jamal en el sexteto de Jemel Moondoc en el que Campbell había militado poco antes). Parker y Matsuura acompañarían durante años a Campbell en sus discos como líder y en 2007 el trompetista invitaría a Billy Bang unirse a su Ensemble para grabar el memorable “Akhenaton Suite”, cerrando, en cierto modo, el círculo iniciado con "Live At Carlos 1".
Ehran Elisha / Roy Campbell / Wilber Morris - Suite Empathy (Cadence Jazz Records, 1998)
Aunque algunos de los mejores títulos de su discografía, como “Ethnic Stew and Brew” o “Communion”, están grabados en trío con batería y contrabajo, el primer álbum que incluyó a Campbell en esta formación fue este del baterista y compositor de origen israelí (si bien hay que recordar que en el fabuloso debut del trompetista en el sello Delmark, “New Kingdom”, ya había tres piezas en trío con William Parker y Zen Matsuura). “Suite Empathy”, grabado en diciembre de 1995 en la Knitting Factory neoyorquina, es un tour-de-force basado, precisamente, en la empatía entre los tres intérpretes. La compenetración de Campbell y Elisha con el legendario contrabajista Wilber Morris (hermano mayor de Butch Morris) desemboca en un disco ejemplar de música improvisada, editado por el bueno de Bob Rusch con su habitual sobriedad discográfica (entrañablemente representada por un diseño gráfico aterrador).
'Die Like A Dog' Quartet - From Valley To Valley (Eremite, 1999)
Die Like A Dog es sin duda uno de los proyectos más valiosos del saxofonista Peter Brötzmann. Un cuarteto caracterizado por la habitual virulencia del alemán, pero que se nutre particularmente del pulso del resto de sus miembros: mientras el japonés Toshinori Kondo aporta su depurado tono y su ingenioso uso de los efectos, el impresionante tándem de William Parker y Hamid Drake diseñan una rítmica aplastante heredera del free jazz clásico. En 1998, durante una pequeña baja temporal de Kondo, Campbell fue el elegido para sustituirle durante algunos conciertos. Entre ellos estuvo el que ofrecieron en la universidad de Massachusetts Amherst que, afortunadamente, fue registrado por Alen Hadzi-Stefanov (responsable, a su vez, de la grabación del ya comentado “Suite Empathy”). La presencia del trompetista en Die Like A Dog resulta clave: su aproximación, más tradicional y cercana a la ortodoxia del free jazz, empuja la música del cuarteto por terrenos más negros de lo habitual en la música de Brötzmann. Esta corta militancia en el grupo marcó también el encuentro entre Campbell y Drake, dos músicos afines que, junto a Parker, siguieron colaborando asiduamente hasta la muerte del trompetista. Brötzmann, por su parte, contó poco después con Campbell como invitado especial en dos discos de su Chicago Tentet.
Rob Brown Quartet - The Big Picture (Futura Marge, 2004)
El saxofonista Rob Brown, instrumentista fetiche de William Parker, es también uno de los músicos que más ha tocado con Campbell, especialmente en los grupos del baterista Whit Dickey y en la Little Huey Orchestra de Parker. La sintonía y la excitante energía generada entre Brown, Campbell y Parker (por parejas o los tres juntos) ha producido grandes grupos y álbumes, con fructíferas confluencias entre unos y otros. Tal vez por eso, la posibilidad de grabar la frontline de Campbell y Brown con la casi sobrenatural sección rítmica de Parker y Hamid Drake, resultaba algo particularmente tentador. Y ocurrió, pero sólo una vez, y no al abrigo de ninguno de los líderes más lógicos (Campbell o, especialmente, Parker), sino de Rob Brown. “The Big Picture” reúne a este dream team en una sesión grabada en Paris en enero de 2003, interpretando 6 piezas del saxofonista que se mueven en una estética más tradicional de lo habitual en la incendiaría discografía de Brown. El resultado tiene lo mejor de cada uno de sus intérpretes, con ecos de otras formaciones adyacentes, como el propio cuarteto de Parker, el mencionado grupo de Dickey o el supergrupo Other Dimensions in Music. Sin embargo, la coincidencia única de estos cuatro músicos, hacen de “The Big Picture” un álbum muy especial.
Harris Eisenstadt Quintet - Jalolu (CIMP, 2004)
A lo largo de su vida, Campbell grabó asiduamente para los hermanados sellos Cadence Jazz Records y CIMP, sobre todo como sideman. Algunos de los discos resultantes (como su cuarteto con Burton Greene, los dos títulos junto a Steve Lehman o el disco de Kevin Norton en homenaje a Wilber Morris) son estupendos, pero entre todos ellos destaca especialmente el del baterista Harris Eisenstadt. Por un lado, por la excelente asimilación y reinterpretación de Eisenstadt de armonías y patrones rítmicos de origen africano, y por otro, por el encuentro de dos trompetistas de la talla de Paul Smoker y Taylor Ho Bynum con el propio Roy Campbell. A pesar de estar protagonizado por un grupo sin ningún tipo de instrumento armónico (aparte del baterista y los tres trompetistas sólo está el saxofonista Andy Laster), “Jalolu” no adolece de ninguna carencia gracias a los fascinantes arreglos y voicings tejidos hábilmente por la percusión del líder y los cuatro vientos. Nadie destaca particularmente, y ahí reside el mérito de los músicos: en su capacidad para integrarse en un ensemble como este, alcanzando el equilibrio entre los acompañamientos y las partes solistas de una forma realmente excitante.
Dennis Gonzalez's Inspiration Band - Nile River Suite (Daagnim, 2004)
Cualquiera que haya seguido la carrera de Campbell, sabe que uno de los momentos álgidos de su discografía está en “Spiritual Unity”, proyecto homenaje a Albert Ayler liderado por el fascinante Marc Ribot y completado por el trompetista, Chad Taylor (del Chicago Underground Duo) y el mítico Henry Grimes. El encuentro entre Campbell (portador, a su manera, de la tradición de la trompeta afroamericana de free jazz) y Grimes (figura mítica de la escena de vanguardia) era particularmente interesante, más aún tocando la música de Ayler. Pero, un año antes de la grabación de “Spiritual Unity”, el trompetista Dennis Gonzalez ya había reunido a Campbell y Grimes (que acababa de protagonizar un sorprendente regreso tras varias décadas desaparecido) en su apabullante "Nile River Suite", otro encuentro en la cumbre de Campbell con un trompetista mayúsculo. Editado por Dennis Gonzalez en su propio sello Daagnim, sólo la marginalidad de la autoedición evita que este disco no esté en el olimpo del free jazz grabado en las últimas décadas. Todos los músicos están soberbios, con Sabir Mateen y Michael "T.A." Thompson completando una formación bautizada adecuadamente por su líder al hilo de su extraordinaria inspiración grupal, tan incisiva como accesible para cualquier aficionado al jazz.
Estos son sólo algunos de los mejores discos (menos conocidos) de entre los que grabó, pero no olvidemos lo más importante: Roy Campbell fue un músico de jazz total, de enorme pureza y categoría. El pianista Matthew Shipp, artífice del que sería séptimo disco de esta lista –el colosal "Pastoral Composure"– y amigo personal del trompetista, se refirió a él en estos términos al enterarse de su muerte: "Roy era auténtico; todo en él era completamente real, y nunca forzado. El mundo del jazz no tiene lugar para alguien tan real como Roy Campbell. El mundo del jazz necesita hacer un profundo autoexamen". Y tal vez tenga razón. Porque, con la muerte de Campbell parece que, más que un trompetista extraordinario, hemos perdido uno de los músicos que mejor representaban una forma de entender el jazz; humilde, honesta y comprometida.
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Publicado por: ashley blossom | 26/04/2021 9:19:53
Gracias por la reseña. dep
Publicado por: miguel | 12/02/2014 1:30:07