Discos & Dragons

Por: | 25 de mayo de 2014

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En el siglo XVI el místico John Dee escribió el Sigillum Aemeth, un libro de salmos que debía ser utilizado para invocar a los ángeles, y sin embargo trajo demonios en su lugar. Asustado por el poder maligno de sus cánticos, Dee intentó destruir el libro, pero fracasó. Hechiceros y nigromantes le siguieron la pista durante siglos, pero el libro permaneció oculto... hasta ahora. - Knights of Badassdom (Joe Lynch, 2013)

Wayfaring Strangers: Darkscorch Canticles (Numero Group, 2014) es un recopilatorio irresistible por varias razones. La primera salta a la vista y tiene que ver con su contenido: dieciseis rarezas inéditas de rock duro de principios de los setenta, inspiradas en el universo de J.R.R. Tolkien y Dungeons & Dragons. "La selección se centra en una época en la que Led Zeppelin y Black Sabbath todavía dominaban el mundo", comenta Rob Sevier, uno de los padres de la criatura. "Nuestros grupos eran capaces de invocar a Satán y Saurón en la letra de una misma canción y su música conserva ese punto anacrónico que los hace tan especiales". Visto así, puede que la temática no resulte novedosa; pero su enfoque abiertamente geek lo distancia de otras antologías publicadas recientemente, como Bonehead Crunchers (Belter/Germany, 2012-2013) o Man Chest Hair (Finder Keepers, 2012). ¿Dónde, si no es aquí, encontrarán bandas con nombres como Stone Axe, Stonehenge o Gorgon Medusa? ¿O canciones tituladas Sorcerer, Wizzard King, King Of The Golden Hall y Song Of Sauron?  

Al tratarse de un sello especializado en reediciones de folk, soul y R&B, indagar sobre los orígenes del heavy metal ha sido lo más parecido a abrir la Caja de Pandora, abarcando una época en la que los astros del hard rock y la psicodelia parecieron alinearse con la fantasía heroica y la ciencia ficción. Michael Moorcock y Phillip K. Dick desbancaron a Huxley y Leary como referentes contraculturales y las historietas de Frank Frazetta, Richard Corben y Moebius copaban las páginas de publicaciones europeas como Métal Hurlant (oportunamente bautizada en EEUU como Heavy Metal). 

El hilo conductor de la antología surgió de un puñado de bocetos rescatados de una libreta de los tiempos del instituto: hechiceros motorizados, fortalezas inexpugnables y guerreros que decapitan dragones armados con una Stratocaster. "Nos preguntamos para qué clase de álbum servirían de portada. Nos pusimos manos a la obra y descubrimos un montón de material que ni siquiera hubiésemos podido imaginar que existía", reconoce Sevier. Tardaron cuatro años en documentar el árbol genealógico a cuya sombra se desarrollaría el power metal de Manowar, Helloween, Rainbow o Blind Guardian.

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Por si el doble elepé no fuera reclamo suficiente para el aficionado, la edición especial de coleccionista cuenta con su propio juego de tablero, cuyo objetivo se aproxima más a Metalocalipsis que El señor de los anillos, y donde los jugadores deben elegir entre las diferentes bandas que forman parte del recopilatorio y enfrentarse entre sí para cumplir los designios de los Dioses del Rock. Las recompensas incluyen un contrato discográfico tallado en piedra, pociones contra enfermedades venéreas, pipas mágicas de marihuana y la corona del Reino de Numeror. 

Cities of Darkscorch vincula la popularidad del género con la repercusión obtenida por el primer juego de rol de la historia. Sin ir más lejos, al principio de E.T., el extraterrestre (Steven Spielberg, 1982) asistimos a una conversación aparentemente banal en el contexto de una partida de Dungeons & Dragons. «Tienes una flecha clavada en el pecho. Diez turnos sin jugar». El dado de veinte caras vuelve a rodar sobre la mesa de la cocina y uno de los chavales asiente con gravedad: «Tranquilo, Mike, puedo resucitarte con un conjuro». Es entonces cuando la madre de uno de ellos se acerca a curiosear y, sin pretenderlo, mete el dedo en la llaga. «¿Y cómo se gana a este juego?». La respuesta merecería estamparse en una camiseta. «En este juego no se gana. Es como en la vida». 

 

Al igual que los protagonistas de la teleserie de culto, Freaks & Geeks (1999-2000), los héroes de nuestra historia se caracterizaron por fracasar estrepitosamente en casi todo lo que se propusieron. Los canadienses Triton Warrior, por ejemplo, tenían todas las papeletas para destacar entre el rebaño de imitadores de Ozzy Osbourne y Tony Iommi, a imagen y semejanza de segundones ilustres como Sir Lord Baltimore o Pentagram. Pero les metieron un buen puro por destrozar la habitación de un hotel cochambroso y protagonizaron una trifulca memorable con el gerente de una sala de conciertos de Toronto. Al final no les quedó más remedio que vender parte de su equipo para correr con las costas judiciales y abonar los desperfectos. 

Para entonces, los vecinos de Canton (Ohio) conservaban un vago recuerdo de Wrath, un power trio de extrarradio que llegó a batirse el cobre con el futuro guitarrista de Eagles, Joe Walsh, en un concurso de bandas locales. Su modesto currículo les permitió telonear a Black Sabbath en una base militar de Atlanta y disfrutar de su efímero momento de gloria gracias a un único single, Warlord, que ellos mismos autopublicaron. Cuando se disponían a grabarlo, el vocalista contrajo laringtis y fue sustituído a última hora por la novia del guitarrista, convirtiendo la canción en un cruce improvisado entre Shocking Blue y CovenUna victoria pírrica, teniendo en cuenta que lo que ellos pretendían era sonar como Ted Nugent.

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A pesar del elevado concepto que tenían de sí mismos, ninguno se comieron un rosco. Como tampoco lo hicieron cuatro universitarios de Carolina del Norte que se hacían llamar Arrogance y cuya mejor canción, Black Death, tenía un aire melódico a lo Terry Reid que no encajaba con sus pretensiones mitológicas. La traca de funk hendrixiano de Cry For The Newborn posicionó a Hellstorm en el punto de mira de Sugar Hill Recordings, pero los negratas más rockeros de San Antonio (Texas) se quedaron a las puertas de su primer largo. Igual de desconcertante resultan Stoned Mace, unos fumetas entrañables de Attica (Indiana) que legaron para la posteridad un baladón medieval titulado Tasmania. Lo mismo se arrancaban con un spaguetti-western a lo Ennio Morricone que fusilaban indiscriminadamente el White Rabbit de Jefferson Airplane. 

Pero el anecdotario de meteduras de pata se torna en tragedia en el caso de Junction, "los Led Zeppelin de Green Bay (Wisconsin)", que volvían a casa tras un bolo cuando un conductor ebrio colisionó frontalmente con la furgoneta en la que viajaban. Atrapado en la cabina, el guitarrista presenció impotente la agonía de los ocupantes del coche siniestrado mientras se consumían, pasto de las llamas, sobre el capó de la furgoneta. La prensa cayó en la trampa de un manager particularmente ruín que relacionó el accidente con la supuesta afición de su protegidos por el esoterismo. Salieron vivos de milagro y se esfumaron por arte de magia negra.

  

Permítanme un apunte final: ¿hasta qué punto resulta lícito apropiarse de la nostalgia geek para vendernos el lote completo a cien dólares la pieza? Desde Numero Group no ocultan que sus preferencias en materia de juegos de tablero pasan antes por el Trivial Pursuit y el Stratego: "los juegos de rol tienden a ser complicados y exigen demasiada involucración". Un compromiso que Scott (Sam Eidson) exige de sus jugadores con la vehemencia de un fanático integrista en la estupenda Zero Charisma (Katie Graham & Andrew Matthews, 2013). En una secuencia clave del film, se denuncia el intrusismo hipster en los siguientes términos: «Puede que engañes a los demás, pero no te funcionará conmigo. Te gusta ser el pez gordo, ¿verdad?  Venir a pasar el rato con los perdedores y saberte el tipo más cool de la habitación. No podéis confiar en él, chicos. Él no es vuestro amigo».

Hay 54 Comentarios

Temazo! Lo tengo puesto en bucle

Que tema más bueno y potente!!

Pedazo de musicón!!

Que buen artículo! Yo he probado hoy mis zapatillas y funcionan genial.

Aunque los zapatos están disponibles en línea, necesita una invitación especial. Independientemente de si recibió la invitación o no, diríjase a esta sección especial de hoka one one para cocinar su propio colorway.

Nosotros ponemos esta música todos los viernes cuando terminamos nuestra jornada laboral en Cerrajeros Admifin para empezar bien el fin de semana

estupendo temazo.

Genial el estilo de musica.

Superguay el tema.

Hay cosas que en la vida no se pueden olvidar de lo buenas que son,como lo es el tema este.

Fenomenal temazo

No me canso de escuchar una y otra vez esta musica.

Menudos Crack.

Conoci a gente de estos gustos musicales y lo pasamos muy bien.

Temazos de este tipo me hacen feliz.

Alguien sabe si hay conciertos de esta musica por Moncloa ?

A mi me flipa este temazo.

Se nota la creatividad del post.

Gran Tema musical.

Muchas gracias por compartir este articulo sobre este gran tipo de música.

El mejor tema que he escuchado.

buen blog.

Muy bueno.

Impresionante tema Black Death, el equipo de Cerrajeros Madrid les recomienda sin duda.

Muchas gracias por compartir este articulo sobre este gran tipo de música.

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Conciertos, festivales y discos. Auges y caídas. Y, con suerte, sexo, drogas y alguna televisión a través de la ventana de un hotel. Casi todo sobre el pop, el rock y sus aledaños, diseccionado por los especialistas de música de EL PAÍS.

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