18 julio, 2007 - 19:57
Sergio Barrejón, el encargado.
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Desde afuera, una de las fases que más fascinan del proceso de escritura, es el momento iluminador en el que el autor tiene la idea primera, la chispa. A la pregunta “Cómo diablos se te ocurrió esto” se espera una respuesta que revele un método excitante. o una maravillosa combinación de casualidades y genialidad, como el golpe de Doc Brown en el retrete que da lugar a la invención de la máquina del tiempo en Regreso al futuro.
En realidad, el instante en el que llega “la idea” no es una liturgia para elegidos. De hecho, creo que absolutamente todo el mundo tiene ideas del millón de dólares. No conozco a nadie que, de forma más o menos casual, más o menos intencionada, no haya soltado una bomba en potencia. Lo que diferencia a los guionistas o escritores de los demás es el proceso posterior. La capacidad para distinguir, compartimentar y desarrollar las historias que van lloviendo. Un trabajo de pico y pala que exige el sacrificio de estar siempre sintonizado. Las bondades de tu trabajo quizá te ahorren tener que madrugar cinco dias a la semana, pero, por otro lado, olvídate de vacaciones para el resto de tu vida. No puedes permitirte jamás no estar en guardia y dejar pasar de largo la sinopsis más importante de tu vida.
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Como mucho, esa es otra, puedes responder a la pregunta acerca de qué hay de tí en las historias que generas, qué las hace intransferibles. Aunque, cuanto más sinceros sean tus impulsos, menos traducibles serán. En mi caso, sólo soy capaz de identificar el estado que desdencadena mis ideas después de dos años o más de tenerlas. Y sólo así compruebo que nunca han venido de regiones saludables. 7:35 de la mañana vino del miedo a que mi vida por aquel entonces fuese el resto de mi vida. Choque fue un saludo desconfiado, casi sin esperanza, a la vida adulta.
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Hace tiempo pasó por mi cabeza una historia acerca de un niño y una pizarra. Un pequeño western de EGB. Algo con tan pocos elementos que nunca llegué a escribirlo. Por otro lado, nunca tuve la pulsión consistente de querer dirigirlo. Se lo conté en un momento dado a Sergio Barrejón, viejo amigo y consejero, y uno de los mejores guionistas vivos. Decidió adoptar la excusa y desarrollarla hasta convertirla en un excelente guión al que llamó El encargado, que estaba convencido de dirigir. Cuando le describí la historia lo hacía considerándola un futuro cortometraje mínimo, un ejercicio de dos minutos, una posible pieza para el notodo a rodar en un pispás. Pero Sergio ha convertido El encargado en un proyecto de oro, una futura producción de Arsénico bendecida por el primer premio del concurso de proyectos del Cinema Jove de este año, y por el ICAA, que le ha otorgado al guión una puntuación de diez sobre diez. Mierda, cuándo fue la última vez que yo saqué un diez en algo.
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Según indico al comienzo, mi mérito frente al de Barrejón en esta operación es insignificante. Y sé que mi nombre no ha servido de ayuda en absoluto. Pero todo esto no quita que sea una auténtica gozada verme asociado a un proyecto tan grande. Y sin apenas mover un dedo. ¡Es un chollo!
Si hay un consejo en este post, es éste: Rodéese de personas inteligentes, sensibles y graciosas (ninguno de estos puntos es excluyente) y su vida será mucho más excitante. No sufra el síndrome del gallo de corral, no intente ser la única luz en la oscuridad ni prohiba el paso a su torre de marfil. Esquivar el talento ajeno es tan estúpido como negar el propio.
Cuando tenía 18 tuve la suerte de compartir clases en "El Hormigón". También nos hicimos muy amigos durante un par de años, hasta que yo tiré por otros derroteros que me condujeron a algunos más, y él conoció a Amenábar, y comenzó a crecer de forma desmesurada. Ocurrió en cuanto halló el espacio que necesitaba para explotar todo lo que tenía dentro, pero con el talento que la naturaleza le dio a este cabrón, aquello hubiese pasado antes o después. Eso sí. Hay algo que no he podido perdonarle jamás. El hijoputa le comió la boca a mi hermana.
Publicado por: Kacho | 09/08/2007 13:59:41
Que facil es masturbarse y que dificil follar.
Publicado por: Kamaji | 20/07/2007 19:13:43
Yo nunca sé qué hacer con mis ideas. Por eso, elegí dedicarme a recitar las de los demás.
Publicado por: sti | 20/07/2007 15:33:42
¿Por qué no "Las Cronopollardadas" y que sea lo que el director quiera?
Publicado por: victor perez | 20/07/2007 2:52:41
¿antecednetes?
Creo que he creado una nueva palabra...
Publicado por: artizta | 20/07/2007 0:38:58
A mí el condensador de fluzo me recuerda a una especie de vagina robótica....
Mm... vaginas robóticas.... ¿hay antecednetes de eso? porque voy a empezar a escribir (las ideas que no se escapen)...
Publicado por: artizta | 20/07/2007 0:38:11
Yo la probaría (por un módico precio, claro), pero he aparecido yo mismo en mi habitación y me he recomendado no hacerlo.
Estoy indeciso.
¿Los Cronoempleos?
Publicado por: Henrique | 20/07/2007 0:05:15
casualidad que acabo de inventar la máquina del tiempo, necesito alguien para probarla.
Publicado por: honradoman | 19/07/2007 22:12:39
Si depende de mi inteligencia y trabajo estoy jodido...
Publicado por: DrGonzoIII | 19/07/2007 21:40:43
-¿Condensador de fluzo?
-¡FLUZEANDO!
http://images.wikia.com/inciclopedia/images/thumb/e/e7/Condensador_de_fluzo.jpg/180px-Condensador_de_fluzo.jpg
¿No os recuerda a un útero?. ¡Ay, Doc! Que estarías haciendo en el baño...
Publicado por: Henrique | 19/07/2007 21:06:16