Todo se están acelerando. Pero espérense un poco más para que lo sepamos oficialmente. Mientras tanto, les enlazo dos largas entrevistas que he hecho en dos webs de peso: Indiewire y Cinematical. Responder entrevistas en inglés todavía es un trauma lento y grumoso, y me temo que se nota en más de una respuesta. En cualquier caso, es excitante despacharse bajo una brisa completamente nueva. Como si hubiese recolocado los muebles de casa. Como esos relatos en los que un desconocido vestido de blanco te da la oportunidad de empezar de nuevo.
Mierda, me estoy poniendo trascendente. ¿Saben qué? Estar en los Oscar fue una experiencia extraterrestre. Todo lo resplandeciente y productiva que quieran, pero extraterrestre. No siempre soñé con ser director de cine, pero cuando empecé a hacerlo, tenía más o menos claro el modelo que quería perseguir. Y ese modelo, cercano a filmografías-álbum de cromos como las de Fisher o Carpenter (cada película, un monstruo) no podía estar más lejos de pretender ir a los malditos Oscars. Vean mis cortos, espíen mis guiones. Pregúntenme en los baños por las películas que quiero hacer, la de marcianos, la de zombies... ¿Qué demonios tengo que ver con la Academia? ¿Alguien se lo esperaba?
Sin embargo, me permiten haber soñado con Sundance alguna vez que otra ¿No? De acuerdo, la devaluación del carácter independiente de este festival es un hecho tan comentado que mencionarlo ya se ha convertido en una frase de cero sesenta. Pero regresemos a esa ingenuidad que nos golpeó de lleno a comienzos de los noventa, que nos hizo soñar con un festival entre montañas nevadas donde las películas tenían diálogos sarcásticos y admitían chistes guarros y violencia desbocada. Una fantasía que, en mi caso, ya no era infantil, pero que llegó en un momento especialmente vulnerable: Cuando empecé a soñar que el cine era posible.
Supongo que esa es la razón de mi ansiedad estos días: Una fantasía agazapada. He pretendido tomarme este viaje (que empieza dentro de tres horas) con el impulso desdramatizador que, más o menos, he conseguido tomar en otros. Pero no, no está siendo lo mismo. Esta vez estoy nervioso.
Más enlaces:
La ficha de Timecrimes en la página oficial del festival (Incluye reseña).
Aintitcool hace un intenso repaso de Sundance en el que se nos reserva un bonito rincón.
En la página de Jordi Alonso (me topé de bruces, imagínense el momento) hay escaneado el fragmento de un flyer que incluye un pedacito de un avance de... de... ¡El cartel americano de Timecrimes!