Blogs Catalunya

No Funciona

Aceras para las motos

Por: | 30 de mayo de 2012

NO_FUN_IMGP3637
En Barcelona, los enemigos del hombre que camina son tres: el coche, la moto y el perro. Tres entes que tienen derechos que nunca tendrá una persona. El coche puede dormir en la calle; el hombre, no. La moto puede ocupar el espacio de la gente; la gente no puede ocupar el espacio de la moto. El perro tiene toda la ciudad a disposición de su bajo vientre, algo que no se consiente ni a los niños. Cabría precisar, en realidad, que el enemigo de verdad son los propietarios, aunque no todos, sólo algunos de los dueños de coche, moto o perro sin respeto hacia los demás. Lo cierto es que el gobierno de la ciudad, cuyo alcalde es Xavier Trias, concede a estos tres entres derechos que no reconoce a la ciudadanía. Y eso que su lema de campaña hablaba de la ciudad de las personas. Viene esto a cuento de la queja del lector S. T. sobre la situación que se puede ver en la calle de Conde de Salvatierra y en la Via Augusta, en su confluencia con esa misma calle. En este tramo, la Via Augusta podría ser un agradable paseo con una rambla central y algunos bancos de madera de los de antes, que invitaban a sentarse. Podría, pero no lo es. Hasta la Travessera de Gràcia, lo que podría ser un paseo es un puro espacio invadido por motos aparcadas de cualquier manera menos como mandan las ordenanzas y ocupando incluso los accesos a los bancos, claro está, abandonados. Por supuesto, los conductores de esas motos llegan hasta su aparcamiento circulando impunemente por el espacio supuestamente destinado a los peatones.

“Yo no voy en moto”, dice S. T., “pero tengo amigos que sí lo hacen y me llama la atención que, cuando les comento lo que ocurre, me replican con argumentos peregrinos. Muchos me dicen que las motos son una gran ventaja para Barcelona porque de lo contrario habría atascos continuos. Otros lamentan que su moto es muy grande y pesada y no pueden llevarla de la mano por la acera”. Y añade: “Lo cierto es que las motos serían la misma ventaja y aún mayor si no invadieran las aceras, pero cuando hacen eso, se convierten en un grave inconveniente para los peatones, a veces, incluso con malos modos por parte de conductores, ocultos tras el casco que les da la impunidad”. A lo segundo señala que responde siempre lo mismo: “¿Por qué te compraste una moto tan grande? ¿Quién te obligó?”. Por supuesto, sigue diciendo S. T., “no me entienden y acaban por acusarme de estar contra las motos, pero yo sólo estoy contra el mal uso de la moto, que no es lo mismo”.

NO_FUN_IMGP3646
La invasión del tramo citado de Via Augusta es absoluta, pero no es menos llamativa la situación de las dos aceras de la calle de Conde de Salvatierra. Las aceras son de las motos por completo y los peatones lo tienen crudo para circular.

El Ayuntamiento de Barcelona comenta que no hay quejas al respecto. Una respuesta frecuente. Los ciudadanos no se dirigen al consistorio para afearle la dejadez en la defensa de los derechos del barcelonés. Trasladado el comentario a S. T., contesta: “No confío en el equipo de gobierno. Que quede claro, tampoco confiaba en el anterior, con el que ya se daba esta situación. Creo que si adoptaran medidas al respecto provocarían una respuesta airada de los votantes y no están dispuestos a asumir las consecuencias de hacer cumplir las normas y permitir que la gente pasee por las aceras. La solución sería que los peatones invadiéramos la calzada, el problema es que regiría la ley del más fuerte y las máquinas lo son más que las personas”. Y añade una reflexión que dice que hace días que le ronda por la cabeza: “Hay recortes en sanidad, en educación, graves problemas de vivienda y un transporte público más que criticable, pero la protesta que más eco tiene es la de los peajes, que sólo afectan a los conductores. No es de esperar una medida contra los abusos de la moto o del coche. Sólo nos queda quejarnos”.

Viene a ser la voz que clama en el desierto. Pero se trata de un desierto de asfalto ocupado por motores que hacen ruido, apestan a gasolina y, a veces, matan. Bueno, como dice S. T., no es algo que hagan motos o coches, sólo quienes los utilizan mal.

 

Hay 2 Comentarios

se tendria que repensar las ciudades, no es algo sencillo

Ah, ¿pero es que la autoridad competente no debería actuar de oficio y velar por que se cumpla la normativa en vigor? ¿Qué tiene que ver que haya o no quejas? Bueno, así las cosas, puestos a ser coherentes, las autoridades deberían proceder a derogar las normativas en cuestión. Puesto que no ven necesario hacerlas cumplir, puede deducirse que son irrelevantes. ¡Simplifiquemos!

Los comentarios de esta entrada están cerrados.

Sobre el blog

Recoge quejas de los lectores sobre el funcionamiento de la administración y las empresas públicas. El ciudadano que sea mal atendido por una empresa privada, puede optar por otra, pero no puede cambiar de ayuntamiento, administración autonómica o general del Estado. Y las paga.
Los lectores pueden dirigir sus quejas a @elpais.es

Sobre el autor

Francesc Arroyo

Francesc Arroyo es redactor de El País desde 1981. Ha trabajado en las secciones de Cultura y Catalunya (de la que fue subjefe). En la primera se especializó en el área de pensamiento y literatura. En los últimos años se ha dedicado al urbanismo, transporte y organización territorial.

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal