¿Por qué empezó jugando regular en su semifinal Na Li, la primera finalista china en un grande? “Porque estaba nerviosa: no dormí bien anoche, me despertaba cada hora. Mi marido roncaba mucho”. ¿Qué le llevó a superar ese mal momento y a salvar un punto de partido contra la danesa Wozniacki, la número uno? “El dinero que gano por pasar a la final”. Todo eso, además de negar que fuera el día de su quinto aniversario de boda, dijo la número 11 nada más terminar su semifinal del Abierto de Australia.
El éxito de la china es importantísimo para el negocio. Ávido de triunfar en Asia, el tenis extiende sus redes por China desde hace años y a través de contratos comerciales, nuevos torneos de primer nivel y decenas de pequeñas citas de categoría inferior. Al mecanismo del dinero, sin embargo, aún le faltaba la tuerca fundamental para engrasar la maquinaria: un jugador o jugadora que animara al público local, movilizara a las marcas y excitara a los patrocinadores. Na Li o Li Na es esa mujer. Lleva un romántico corazón tatuado en el pecho, pero bien pudiera haberse puesto una cobra. Juega igual, lanzando andanadas de la misma forma que una serpiente catapulta su cabeza en busca de la presa.
La china, de 28 años, contesta a las preguntas con una sinceridad brutal, mezcla de su personalidad y de un inglés peculiar que no le permite esconder con palabras sus pensamientos. Cinco preguntas para conocer parte de su vida. ¿Por qué ganó a Azarenka, una de las favoritas? “Porque soy mejor”. ¿Es su marido un buen entrenador? “Hasta ahora, sí”. ¿Él manda en la pista y usted fuera? “Ya me gustaría. Tiene todo el control”. ¿Por qué le va bien a usted? “Porque, normalmente, las mujeres no trabajan tan duro como yo”. ¿Por qué se separó del sistema deportivo estatal para trabajar por su cuenta? “Porque si estás en el equipo nacional no te tienes que preocuparte de nada. Pagan el billete de avión, reservan el hotel, te buscan un entrenador. Lo hacen todo por ti. Ahora, si tengo ganas de vaguear, si quiero descansar, con mi equipo, puedo decirlo. Antes, no podía hacer muchas cosas como un individuo, éramos un equipo”.
Hace una semana, en Sidney, Ni La, que llegó a estudiar dos años de periodismo, ganó el torneo tras derrotar a la belga Clijsters, la gran favorita en Melbourne. Aquí, su receta. “Cuanto más pienses en una pista, más fallarás. No pienses. Concéntrate. Juega”.