Mientras los mejores tenistas del planeta resbalan sobre la verde hierba, Tommy Robredo se mancha los calcetines de rojo. Este es un tenista que fue el número cinco del mundo. Este es un jugador que a mediados de mayo era el 471 del planeta, cifra tan negativa y abultada que él mismo la comparaba con la prima de riesgo. Uno que se ha pasado siete meses y medio alejado de las pistas y maldiciendo los isquiotibiales de la pierna izquierda. Uno que dice vivir “un calvario”, de operación en operación y de camilla en camilla. Para un tenista de 30 años, ganador de 10 títulos y casi diez millones de dólares, todo eso deberían ser razones para la retirada. No para Robredo.
El catalán volvió a coger la raqueta este verano. El reglamento del tenis le permitía competir en nueve torneos con un ránking protegido de número 50 del mundo, alfombra roja para favorecer su vuelta tras una lesión prolongada. Robredo, sin embargo, juzgó el peligro de utilizar ese as en la manga antes de tiempo y recapacitó sobre la necesidad de poner a prueba sus piernas en citas menores antes de quemar esas nueve oportunidades en torneos de relumbrón que le despidieran a la primera.
Adiós al glamour. Adiós a las cámaras. Adiós a Roland Garros. Adiós a Wimbledon. Hola al circuito challenger. Hola a los rivales sin pedigrí. Hola, de nuevo, Victoria: dos torneos de tierra en Italia y dos victorias finales, con sus correspondientes puntos y sus correspondientes dólares. De ser casi el 500 del mundo a rozar en solo dos semanas el puesto 200. Un salto hecho con las piernas y el sudor. Un trampolín progresivo hacia las grandes pruebas. Probablemente, en Nueva York, durante el Abierto de Estados Unidos, el esforzado Robredo vuelva a estar entre los mejores.
Hay 1 Comentarios
Me gusta mucho el juego Robredo y su saber estar siempre educado prudente, sin un mal gesto. Como Ferrero, Moyá...la mayoría; pero no todos., como ya sabemos. Ánimo Robredo que ya estás más cerca...
Publicado por: karmen-la | 02/07/2012 20:23:24