Bob y Mike Bryan. Mike y Bob Bryan. Sin que importe el orden, esos ya son dos nombres esculpidos para siempre en los libros de tenis. Al celebrar su sexto Abierto de Australia, los gemelos estadounidenses se han convertido en los doblistas de más éxito en la historia: ya son 13 títulos de récord en la modalidad de dobles, más que los míticos John Newcombe y Tony Roche (12), que marcaron con su tenis a generaciones de espectadores.
"Es muy especial ser parte de la historia", resumió Mike. "Es un gran récord". "Somos competidores", le continuó Bob. "Odiamos perder. Nos marcamos metas para mejorar: por eso seguiremos jugando dos, tres o cuatro años más".
Los Bryan son una pareja letal. Bob es zurdo sacador. Mike, diestro y restador. La combinación les hace inabordables para la mayoría y durísimos para los mejores especialistas. Son el termómetro del circuito. Si una pareja puede mirar a los Bryan a los ojos, se siente preparada para todo: tras 15 temporadas como profesionales, han vencido más de 60 partidos (el récord) y han ganado todos los grandes, el oro olímpico y la Copa Davis.
Propietarios de un currículo impresionante, su aproximación a la competición es distinta a la de
cualquier otra pareja. Aman los desafíos, pero los afrontan con un punto de desenfado, mecidos en la complicidad de los lazos de sangre, sin los aspavientos que han roto tantas parejas de especialistas.
La normalidad es su credo. Los Bryan tienen 34 años. Bob ya tiene hijos. Mike está recién casado. Acompañados de sus esposas, atacan como un cuarteto la vida nómada del tenis. Frente a la alergia que sienten la mayoría de sus compatriotas tenistas a las giras europeas, ellos dos se la tomaron siempre en serio: ponen su base de operaciones en Londres, se entrenan en el bello club del Queen’s, del que son socios de honor, y desde ahí viajan a los torneos del continente.
Los gemelos se manejan por la vida sin divismos. Igual le piden un autógrafo a Kobe Bryant en la Villa Olímpica que están dispuestos a hacer colas infinitas con tal de asegurarse asientos para ver sus musicales favoritos, como Jersey Boys. Influidos desde niños por su padre, Bob y Mike han grabado un
disco tocando los teclados y la batería. Let it rip se llama su obra. Bryan Brothers Band, el grupo. Sea cual sea su impacto, nunca podrá superar el de su carrera tenística: pecho contra pecho, como siempre, celebraron que son los más grandes de la historia.