El domingo, mientras perdía la final de Río contra Rafael Nadal, Dolgopolov jugó con un crespón negro anclado en el pecho. Era su forma de homenajear a las víctimas que ya se ha cobrado la tensión política en Ucrania, su país.
A los 25 años, el chico de Kiev no se quedó ahí. Pese a que le separaban miles de kilómetros de muchos de sus compañeros de profesión, desplazados mientras él estaba en Brasil a México (Andy Murray) o Dubái (Novak Djokovic), Dolgopolov consiguió que alguna de las mejores raquetas del planeta grabaran un mensaje pidiendo la paz en su país y el fin de las tensiones que dividen en Ucrania a europeístas y partidarios de Rusia.
Pese a que los tenistas, como la mayoría de deportistas, son refractarios a prestar su imagen para campañas con lectura política, su compañero consiguió convencer a los campeones de la necesidad de que expresaran su solidaridad con el sufrimiento de la gente de su país, pidiendo la paz. Cada uno lo hizo a su manera, con su propia cámara, sin producción ni grandes equipos a su alrededor. En un gesto solidario. Un puñado de jóvenes intentando ayudar por su cuenta. Este fue el resultado.
Hay 2 Comentarios
No sé para cuánto puede valer. Pero sé que será para mucho más que el silencio.
Publicado por: emilio | 28/02/2014 12:26:20
¿Y realmente alguien se cree que esté tipo de gestos sirven para algo? http://xurl.es/vebod
Publicado por: Isabel | 28/02/2014 11:07:08