Los fuegos artificiales por el triunfo de Roger Federer en Dubái (78º título, primero en cemento desde 2012) hicieron tanto ruido como para ocultar que hay un campeón que vive un momento inquietante. Se llama Novak Djokovic. Sin decir ni mú, muy lejos de sus mejores prestaciones, vio cómo el suizo le remontaba un set de ventaja en las semifinales. No ha ganado ningún torneo en lo que va de año. Perdió en cuartos del Abierto de Australia, su templo. Por primera vez desde 2006 (¡2006!), cuando aún no era nadie en el circuito, llegará al primer Master 1000 de la temporada (Indian Wells) sin haber celebrado ningún título. Aunque el serbio puede destaparse ganando en California, los datos, el juego y sus decisiones indican que algo pasa.
Djokovic había ganado nueve de sus últimos doce duelos con Federer, se había impuesto en los últimos tres y nunca había cedido tras ganar la primera manga. Aunque el suizo siempre encuentra su mejor nivel en una pista ultrarápida como la de Dubái, que premia su bella apuesta por el riesgo, la superficie no explica que Nole no le hiciera ni cosquillas a partir del 2-2 de la segunda manga. “No conseguí moverme bien y cometí muchos errores”, diagnosticó el número dos.
Sin embargo, hay gente en los aledaños del vestuario que observa razones más profundas. Desde que Djokovic contrató a Boris Becker como su entrenador, los técnicos observan con interés qué tipo de cambios acomete en su juego. Hay quien cree haber visto un ligero ajuste en su técnica de servicio (y ya es raro, porque la última vez que Djokovic intentó algo así, en 2010, se estrelló con Todd Martin en el banquillo). Otros aseguran que el saque-volea con el que el campeón de seis grandes intentó negociar el punto de partido en contra en cuartos de Australia refleja su confusión táctica (él siempre fue un jugador de línea de fondo, al contrario que su nuevo técnico, que está intentando cambiar su posición en pista. Perdió aquella pelota, y el partido, con una volea lastimosa). Finalmente, la decisión de no competir antes del Abierto de Australia y su temprana eliminación le han dejado sin los partidos necesarios para engrasar las piernas.
De un tenista con la calidad del serbio se puede esperar un triunfo en cualquier momento. Sin embargo, los delicados equilibrios técnicos y emocionales que diferencian a los mejores del resto parecen ahora mismo ligeramente descompensados en su caso. Indian Wells examina la capacidad de reacción de Nole.
Hay 2 Comentarios
ese es un torneo de pulgueros y lo digo con todo respeto nole se vera en las grandes citascomo casi siempre,yo no le daria mucha importancia a pesar de perder
Publicado por: triturador | 02/03/2014 20:41:52
También puede que le esté afectando el mal momento personal por el que está pasando. Desde que fue pillado con esta modelo: http://xurl.es/16b6y no ha levantado cabeza. Y es que las mujeres sólo dan problemas pero no sabemos vivir sin ellas.
Publicado por: Salva | 02/03/2014 13:40:53