La cosa consiste en estirar el chicle y hacer un concurso hasta ver quien lo rompe antes. Así que dicho ya, qué digo dicho, redicho no una, sino dos, tres, cuatro, cien veces, lo indignos que son Zapatero y Rubalcaba, por no citar a Eguiguren, qué horror, ahora nos aproximamos al tema ETA como por el costadillo. Han tocado rompan filas y aquí andan nuestro cornetas buscando caminos, o al menos grietas, por dónde entrarle al monstruo. Pero ustedes ya saben qué pasa con el chicle, que después de un tiempo aquello ya no sabe a nada y anda uno buscando una papelera, si le han educado en colegio de pago, donde depositar el resto de lo que fue fresa, melocotón o menta. Y así les tenemos, buscando cada cual un agarradero, por nimio que sea, para alargar la chicha hasta el aburrimiento. Y se les nota, que ya se mueven entre el desvarío y la mentira. O sea, como siempre.
Y hay quien invita a Sabina a hincharse de caviar. Si se fumara...