Debe ser la caló que les tiene calenturienta la sesera, porque hay que ver cómo andamos hoy de virulencia. Sobre todo hacia Zapatero. Pero también andan como locos con la concesión a San Sebastián, junto a Wroclaw, de la Capital Europea de la Cultura 2016. Se lo voy a ir contando, pero déjenme que antes les ofrezca una larga enumeración. La de las Capitales Europeas de la Cultura. Y solo hasta el año 2000 para no aburrirles. Ahí van: en 2015 serán Mons y Plzen (o Pilsen); en 2014, Umea y Riga; en 2013, Marsella y Kosice; en 2012, Guimaraes y Maribor; este año, 2011, lo son Turku, y Tallin; en 2010 fueron Essen, Pecs y Estambul; en 2009, Linz y Vilna; en 2008, Liverpool y Stavanger; en 2007, Luxemburgo y Sibiu; en 2006, Patras; en 2005, Cork; en 2004, Lille y Génova; en 2003, Graz; en 2002, Salamanca y Brujas; en 2001, Oporto y Róterdam. Y en el año 2000 hubo pedrea: Aviñón, Bergen, Bolonia, Bruselas, Helsinki, Cracovia, Praga, Reikiavik y Santiago de Compostela. ¿Verdad que tengo mérito?
Y todo para intentar explicarles por qué cosa tan absurda se pegan nuestros amigos. ¿Turku y Tallin este año? ¿Sabían ustedes algo?