Como ya me aprendí el cargo de Cristóbal Montoro Romero, que no es ministro de Economía, no, que lo es de Hacienda y (además) de Administraciones Públicas, vamos a tener un detalle con él y le dedicaremos buena parte de la entrada de hoy. Transmutado en airoso matasiete, gestito amenazante, el ministro dijo ayer que el Gobierno está dispuesto a exigir responsabilidades penales a los gestores públicos que gasten por encima de lo que marca el presupuesto. De siempre ha tenido Montoro el seso confuso y la lengua desenvuelta, pero este nuevo papel que le ha asignado Rajoy de gran prohombre parece como si le hubiera desequilibrado un poquito más de lo habitual. Picado además por tener que demostrar que manda más que Luis de Guindos, tarea que se antoja ciclópea para los méritos y capacidades del voluntarioso Montoro, aquel resto de cordura se ha revuelto más de lo preciso y la húmeda, fresca que era, ha echado a correr para caer en el disparate. ¿O mejor será decir en la ocurrencia, aquel defecto que tanto achacaron –y no será el catavenenos quien ponga en duda el acierto en la definición- al ya ido Zapatero?
Y seguimos con Garzón, naturalmente. Gracias a este juicio, El Mundo, por ejemplo, se ha enterado, y así nos lo cuenta, de que “las escuchas de Garzón sirvieron para investigar” a la trama Gürtel. Una aberración, claro.
Incluso algún periódico o similar, tipo La Razón o La Gaceta, hasta se toman en serio el chiste del ministro farfantón, llevan el tema a primera y hasta hacen editoriales. Lástima de tiempo perdido, que tal bobería tiene justo el recorrido que ha tenido hasta hoy. Ya. Se acabó. Que cuando tal esperpento jurídico, engendro sin pies ni cabeza, absoluto disparate -¿o hemos quedado en que era una ocurrencia?- llegue a cualquier miembro del Gobierno con dos dedos de frente, que los hay, va a hacer como que no ha oído nada y hablará, por ejemplo, del frío de estos días o, si es del Barcelona, de la ternura que define al gran Pepe, jugador que es del Madrid.
¿Se imaginan ustedes al ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, que es a quien le corresponde hacer estas cosas, teniendo que elaborar un texto para tal ciempiés, pensando, además, en que tiene que defender ese articulado en el Congreso? Porque, vayamos un poco al detalle, que nos divertiremos un ratito. Poco, que no son horas. Lo primero que hará el ministro de Justicia, por ejemplo, será preguntar a sus colaboradores: ¿qué es un manirroto, un derrochador, un malgastador? Y a lo mejor, quién sabe qué hacen los ministros en la intimidad, él mismo piensa a quién aplicar el adjetivo y, quizá, solo quizá, podría llegar a la conclusión de que gastador y perdigón es aquél que ha dejado una deuda de 7.000 millones de euros –repitan despacito: 7.000 millones- en un cargo público. Que, por casualidad, es justo la deuda que ahora mismo tiene el Ayuntamiento de Madrid. ¿Recuerdan cómo su alcalde -¡anda, si era el mismo Ruiz-Gallardón!- hace bien pocos meses abordaba en un acto público al presidente del Gobierno para rogarle que le sacara del embrollo?
O a lo mejor el sastrecillo valiente, hombre de arrebatos, se refería a que había que meter en cintura a los gestores políticos de la Comunidad Valenciana, señores honradísimos –y señoras, que algunas, y rumbosas, ya las hay- y administradores de eficacia comprobada, a los que ha habido que soltar millones y más millones para evitar la quiebra de una Comunidad con un déficit estratosférico y unas deudas que jamás podrán pagar. Así que bueno, si yo fuera tal que Francisco Camps -jesús, jesús, qué sofoco- tendría mucho miedo a que Rajoy pusiera en marcha lo que le dice La Razón que haga: “Se deben penalizar los abusos de una gestión que lastra la imagen de España”. Ahí le duele.
Y esta ocurrencia la dijo el ministro baladrón cuando horas antes tuvo que poner punto final a una reunión con los consejeros autonómicos de Economía, en la que no logró, y a los papeles me remito, que ahí tienen ustedes Abc, La Razón, El Mundo, La Gaceta y todos los que se les ocurran, para no dejarme como mentiroso, concretar y poner números a ni una sola medida. Ni se fijó techo de gasto, ni se dijo cómo sería la línea del ICO, ni cuánto, ni dónde, ni cómo, etcétera, etcétera. Un conjunto de generalidades que aterra. Porque vamos a ver, si sabían que iban a gobernar desde hace meses y meses, si sabían las deudas de sus comunidades –cuando menos- al dedillo, y peor si lo ignoraban, si sabían que Cristóbal Montoro, alias aquí el más chulo y para pegarse mi primo, iba a ser el ministro de la cosa, ¿no podían haber pensado algo para este momento? ¿Quizá tener algún plan? ¿O nos vamos a dedicar a las ocurrencias y al a mí no me levante la voz que no sabe usted con quien está hablando?
LAS FACHADAS
Negrura en Abc: “Por motivos editoriales…” ¿Qué será, será, esa gran exclusiva que se reserva el periódico de Vocento? ¿Quizá vamos a seguir con el chófer verborreico? En La Razón y en La Gaceta ya les he dicho que se toman muy en serio lo de las responsabilidades penales. Una risa. Casi tanta como el exótico título de El Mundo, que ya me dirán para qué creían en casa Ramírez que se hacían las escuchas ordenadas por Garzón, si no era para investigar a quiénes estaban implicados en la trama corrupta de Gürtel. Por eso, precisamente por eso, por investigar a los corruptos, Garzón se sienta en el banquillo. Lo sabíamos todos. Menos El Mundo. Hasta hoy. Por fin.
NON PLUS ULTRA
Les decía de Garzón. Editorialillo de El Mundo, que se corresponde con la portada que han visto, y, en definitiva, con lo que le pete a Ramírez Codina, que para eso es el caporal y la finca es suya: “Las escuchas de Garzón sirvieron para investigar”. Hoy estoy exquisito y no hago ni caso a Luis María Anson –"Mariano Rajoy ante el Príncipe de los Creyentes”- y ni siquiera les entresaco algún párrafo de la columna de Salvador Sostres, que va de un padre empresario que manda a su hijo a echar del trabajo a una pobre mujer, obra literaria solo apta para drogadictos de los culebrones latinoamericanos. En La Razón destellan con luz propia los apoyos al ministro gallito. Editorial: “Responsabilidad pública”, con el destacado que antes les he citado o José Antonio Vera: “Sanciones, por supuesto”. De Alfonso Ussía bastará para calibrar a qué nos enfrentamos si les digo que comienza así: “Me contó Antonio Burgos mientras navegábamos de Lisboa a la isla de Guadalupe…”. Tela. Que así a ojo de gaviota –con perdón- son unos 7.000 kilómetros. Con Ussía y Burgos haciendo gracias. ¿Recuerdan La naranja mecánica? Pues más o menos. De Abc, ya han visto, nada puedo decirles. Los recuperaremos mañana, si fuera preciso.
Traigo un párrafo de El Trasgo, de La Gaceta, a raíz del juicio a Garzón. Lean: “La izquierda es el regreso de los bárbaros. Literalmente. Ya saben: el poder sale del cañón de un revólver. Occidente se ha pasado siglos construyendo pacientemente, con muchos tropiezos y dificultades, una doctrina para que esto no sea así, para que haya garantías, para que la Ley sea ciega y los acusados tengan derechos y la certeza de un juicio justo. Nada de esto interesa a la izquierda, que parte del sencillo universo de los bárbaros, donde lo bueno es lo que favorece a mi tribu y al ‘enemigo’, ni agua. La Ley es sólo un irritante formalismo burgués”.
¿Se reconocen? Pues lo dice por ustedes…
EL AFAMADO MUSEO EL OJO IZQUIERDO
(Documentos y testimonios de la vida en las cavernas)
“Madrid quiere que Fraga tenga una calle o plaza en la capital”
La Gaceta, 17 enero 2012.
(Exige más lectura, que no deja de ser asombroso saber qué quiere Madrid, así personalizado, como si Madrid fuera un ingeniero de caminos o una doctora especializada en Obstetricia. Comienzo –lead- de la noticia: “La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha adelantado que su partido propondrá en el próximo Pleno municipal que una calle o plaza en la ciudad lleve el nombre del que fuera fundador del PP, Manuel Fraga”. Que no es lo mismo.)
Hay 135 Comentarios
"Apagón editorial... que viene Montoro". Sincresis de la cata de su plato de hoy don JMI. Y no es por sacar punta no. Es por fastidiar un poco Que se les ha acabó la luz, o le han cortado luz por impago y llega Montoro a salvar de la quiebra a los suyos. Es el abc de la derecha, el adn de la derecha. Tras el apagón surgirá un ab(c) nueva, que el faisán ya desapareció bajo la Santamaría del CNI y la correa no admite más cintura. Que bien me sienta su cata hoy don JMI muchas gracias.
Y Fraga...... en Botella, que en el mausoleo no se le ve bien o está muy lejos, allá en Galicia, que en realidad si el gallego dictador está en Cuelgamuros, debería estar enterrado junto a él en su Valle.
Insisto, no me lo tome a mal don JMI, que con el apagón editorial del ave (abc) que se cuela o se colaba por debajo de la puerta y la penalización (dicterio) popular montoroniana por consumir más electricidad que la que se pueda consumir, o yo tengo el delirium tremens ese de las after hours o me quedo sin cobrar nada de esos 420 euracos que van a llegar a Valencia.
Vini vidi vinci...quién da más ??????????
Publicado por: josemanuel | 19/01/2012 8:43:32
Expulsado un ESTUDIANTE por denunciar que pasa frío en clase en un instituto de Castellón, A CLASE CON MANTA Y EDREDON, Y SIN PROTESTAR.
Para trajes, aeropuertos sin aviones,f-1......si hay dinero.
EFICACIA PP.
Publicado por: antonio m | 19/01/2012 8:23:55
Yo propongo que, para hermanar , en Fraga pongan una calle llamada Madrid.
Y en Vitoria otra, o en Montejurra, o algo.
Publicado por: jlmakoki | 19/01/2012 8:11:48
Yo propongo a Ana Botella que Madrid amanezca un día, solo un día, con todas las calles, todas, todas, todas a nombre de Manuel Fraga. Como gritaba ¡la calle es mía!, pues hala, todas tuyas, un solo día, para que disfrute la carcundia. Generoso que estoy hoy.
Publicado por: Nepas | 19/01/2012 7:40:29
Seguro que hubo alguna Plaza del Generalísimo que se le puede poner ahora el nombre de Faga. Por recochineo, digo.
Publicado por: Armando Gascón Lozano | 19/01/2012 5:04:52