Es Bruselas un nido de delincuentes variados, forajidos en varios idiomas, cuatreros sin ley, asesinos de viejecitas, usureros sin conciencia y pederastas confesos. Hoy lo han descubierto nuestros chicos, que ha debido ser el día que alguien ha escrito en el post-it que transporta la gaviota mensajera la siguiente consigna: leña a la Unión Europea, que no nos deja ni vivir. Y todo debe ser porque nos tienen una envidia que se mueren, que no gozan de este sol, carecen de nuestra alegría, no tienen corridas de toros, la paella –que ellos llaman risotto- les sale hecha un asco, y hasta los mejillones ni están escabechados ni nada. Y eso por no insistir en Iker Casillas ni en Pastora Soler. En Bruselas son como son, que ni quieren que crezcamos ni nada, y hasta se permiten dudar de entidades tan sólidas como Bankia –ese lujo financiero- o dudar, cómo se les ocurre, de las cuentas que dan Esperanza Aguirre o Alberto Fabra. Porque digámoslo de una vez: los europeos nos odian. Son mala gente, pobres de espíritu, y en Bruselas aún peor, que no hay más que ver que lo único que cultivan son unas coles horribles, que producen una flatulencia que mejor ni contarla. Por eso este pozo sin fondo en el que nos encontramos, con el gobierno noqueado y el terror cincelado en la cara de todos nuestros gobernantes, se debe, sobre todo, a la maldad que bulle en Bruselas –y qué decir de Alemania- y al afán de los griegos de tomar el sol. Bueno, y a Zapatero, claro. E incluso a Rubalcaba.
Pero cualquiera sabe que todo es un cuento de nuestros amigos de la fiel infantería, tan mal guiados desde Génova. Bruselas ayer, a grandes rasgos, que no es éste el sitio para analizar estas cosas, tomó dos importantes decisiones: retrasarnos un año el cumplimiento de la deuda, un alivio, y dejar claro que son ellos quienes dirigen nuestra economía. La UE ha exigido subir el IVA, un mayor ajuste económico y retrasar –¿hasta los ochenta años?- la jubilación. Una vergüenza. Y siga diciendo Rajoy que son los griegos.
Cómo estará la cosa que ni separo NON PLUS ULTRA. A saco.