Walter Oppenheimer

La entente frugale, el euro y la Europa federal

Por: | 03 de noviembre de 2010

Sarkozy Cameron firman

El tratado sobre seguridad y defensa que acaban de firmar Reino Unido y Francia quiere ser la prueba de que los Estados-nación están muy por encima del federalismo europeo. Sin embargo, el origen mismo de esos tratados más bien parece poner en cuestión el principio de la supremacía eterna del Estado-nación en Europa. Franceses y británicos no se han puesto de acuerdo para compartir tecnología y capacidades porque quieran cumplir un determinado objetivo militar conjunto, sino para ahorrar dinero. El acuerdo firmado esta semana no es más que la prueba de que estos dos antiguos imperios coloniales no tienen ya los medios para mantener un ejército poderoso. O al menos no tan poderoso como quisieran. Es lo que algunos comentaristas han definido irónicamente como la entente frugale.

La solución es la más obvia: compartir la factura. Lo han querido hacer de forma exclusivamente bilateral, dándole la espalda a la Unión Europea, en radical contraste con los acuerdos de Saint Malo firmados en 1998 por Tony Blair y Jacques Chirac para lanzar la iniciativa europea de defensa. No es algo sorprendente si se tiene en cuenta el nacionalismo político que representan tanto el primer ministro David Cameron como el presidente Nicolas Sarkozy.

Pero lo más significativo es que, a pesar de su voluntad de reafirmar la preeminencia del Estado-nación sobre la construcción europea, en realidad están haciendo todo lo contrario: están demostrando que el destino de Europa es unirse si sus países quieren tener algún peso en el mundo. Que esas uniones sean puntuales, bilaterales, trilaterales o puramente comunitarias es relativamente insustancial: a largo plazo, en un mundo cada vez más global, acabarán siendo a nivel comunitario. Y, a pesar del creciente desencanto sobre la construcción europea, el destino final de una Europa fuerte está más cerca de la Europa Federal que de la Europa de los Estados-nación.

Algo así se está viendo con el euro. El parto de la moneda única europea tiene altibajos. Primero, euforia por la suavidad conque se introdujo la circulación física de billetes y monedas. Luego preocupación por sus consecuencias inflacionistas. Euforia de nuevo al apreciar su papel como paraguas en los primeros meses de la crisis financiera. Vértigo después con el colapso de Grecia y sus consecuencias inmediatas en Irlanda, Portugal y España. Pero la lectura final es que o el euro muere, y con él la Europa federal, o acaba forzando la coordinación/armonización de las políticas fiscales de los países que lo integran. Como adelantaron muchos euroescépticos, la crisis del euro es un paso hacia la Europa federal. Anatole Kaletsky cree en The Times (un portal para suscriptores) que, a la chita callando y casi sin darse cuenta, el Consejo Europeo de la semana pasada en Bruselas ha dado un paso de gigante hacia el federalismo fiscal.

¿Muerta la construcción europea? Quizás sólo anestesiada. Hay que esperar al menos un par de decenios o tres y ver qué pasa cuando Europa tenga no sólo una moneda única, sino una lengua común: cuando todos los europeos hablen inglés -la lengua euro-escéptica por excelencia- el sueño federal tendrá una nueva dimensión.

Hay 2 Comentarios

Vaya de la entente cordiale a la entente frugale, la question mia es si luego el siguiente paso sera una triple entente del siglo XXI. Porque para poder sostener una tasa de recuperacion y crecimiento siempre es obligado tener garantizada la energia y Rusia como sabemos es el gigante que tiene energia de sobra. Si Ya Obama acaba de decir que Rusia no es mas un adversario o contrincante si no un socio o partner de esta parte del mundo occidental.
Y de otro lado felicitaciones por tenernos con su blog muy bien informados sobre el acontecer mundial

Enhorabuena por su artículo, señor Oppenheimer, me ha resultado muy revelador sobre la paradójica situación que vive la construcción europea, denostada últimamente por muchos dirigentes de los estados miembros, pero al mismo tiempo un proceso inevitable y necesario para que el continente pueda pueda matenerse firme ante los envites de un contexto globalizador.

En el área de la seguridad y la defensa, a pesar de ser un ámbito de cooperación intergubernamental y no comunitarizado aún, la unión de fuerzas resultará de aquí a unos años imprescindible, ya que los ejércitos nacionales europeos no tienen por sí solos, la capacidad de afrontar los nuevos retos militares que ahora pasan, más que por defender territorios, actuar en escenarios externos y muy adversos.

Creo que la escenificación nacionalista de estos dos jefes de gobierno va más dirigida a sus electorados y a sus medios de comunicación, bastante más preocupados por la supuesta pérdida de soberanía nacional que por el bienestar general y el sentido común pero, como usted bien dice, el acto puso más bien de manifiesto el imperioso requerimiento de sumar esfuerzos entre las pequeñas naciones europeas para estar a la altura de las nuevas circunstancias.

No quiero extenderme demasiado, siento la chapa, pero de verdad agradezco que en los medios de comunicación nacionales existan buenos periodistas que sean capaces de informar con rigor y profundidad sobre la Unión Europea y, sobre todo, analizar las consecuencias y repercusiones de sus actos tienen en nuestra vida política y cotidiana. Gracias

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Sobre el autor

es corresponsal de EL PAÍS en Londres y antes lo fue en Bruselas. Y antes de eso pasó bastantes años en la redacción de Barcelona, haciendo un poco de todo. Como tantos periodistas, no sabe de casi nada pero escribe de casi todo...

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