Walter Oppenheimer

¿Por qué Guillermo y Catalina tardaron cuatro horas en anunciar el nacimiento del heredero?

Por: | 23 de julio de 2013

El nacimiento del príncipe de Cambridge, como se conocerá al hijo del príncipe Guillermo y su esposa, la duquesa de Cambridge, se anunció a las 8.27 horas de la tarde del lunes 22 de julio de 2013. La gran sorpresa, además de que fuera niño y no la niña que apuntaba la creencia popular, es que en realidad el bebé había nacido cuatro horas antes, a las 4.24 horas de Londres, una hora más tarde en la España peninsular.

¿Por qué ha habido ese desfase de cuatro horas?

Hubiera sido comprensible en el caso de problemas en el parto, tras unas 10 u 11 horas de alumbramiento. Pero no se informó de ningún problema y la explicación de los portavoces palaciegos fue que los padres quisieron pasar antes unas horas a solas con el recién nacido. Fue, se interpreta, una señal del empeño de Guillermo y Catalina de advertir  al mundo que los medios han de respetar su privacidad y, sobre todo, la de su hijo.

Todos los seres humanos tienen derecho a una vida privada. Pero ese derecho está limitado por las obligaciones derivadas del impacto público de los cargos que cada uno desempeña. Eso es indiscutible en el caso de los políticos electos. Lo que hagan en su casa es cosa de ellos. Salvo cuando lo que hacen en su casa choca frontalmente con lo que predican fuera de ella. Las infidelidades conyugales no deberían ser noticia, aunque suelen serlo. Especialmente en el más puritano mundo anglosajón. Pero la infidelidad privada de un político que hace bandera política de la familia es un hecho privado de interés público porque pone de relieve su hipocresía. Si un político que combate el aborto hace uso de él, el público tiene también derecho a saberlo.

La cuestión de la privacidad es aún más cuestionable en un destacado miembro de una familia real. A fin de cuentas, toda su vida está marcada desde su nacimiento por su compromiso de servir a su país. A cambio, tiene su vida material garantizada para siempre. Eso no le impide tener derecho a la privacidad, pero le impone unos límites. Si no los acepta, siempre puede renunciar a sus obligaciones y a sus derechos. Así lo hizo en 1936 el muy denostado Eduardo VIII, que renunció al trono para casarse con una mujer divorciada. Algo que es posible hoy –y de hecho el príncipe Carlos, heredero de la corona, está casado con una mujer divorciada, Camila Parker-Bowles– pero que no era aceptado por la más recatada sociedad de entreguerras en el siglo XX. Al renunciar al trono por el amor de una mujer, el duque de Windsor podría haber sido un héroe romántico si no hubiera tenido tantas simpatías por Adolfo Hitler.

La obsesión de Guillermo por la privacidad es comprensible, dado el acoso mediático que sufrió hasta el mismo momento de su muerte su propia madre, Diana de Gales. Pero su derecho a la privacidad no deja por eso de tener límites. Y es muy cuestionable que el nacimiento de su hijo, especialmente el primero, destinado a ser tercero en la línea de sucesión a la corona, sea un mero hecho familiar y privado.

La historia nos dice que es un hecho público. Incluso muy público en el pasado. Se ha escrito que hasta 42 figuras eminentes asistieron como testigos al nacimiento del hijo del rey Jacobo II de Inglaterra y VII de Escocia en 1688 en un intento de disipar los rumores de que su mujer, María de Módena, no estaba embarazada.

La costumbre de que haya testigos en los nacimientos reales para certificar que efectivamente los bebés salen del vientre de la esposa del rey y que no hay cambio de bebé tras el parto, han perdurado mucho más de lo que se pueda creer. Los secretarios del Home Office solían asistir al parto hasta hace muy poco. El entonces secretario de Interior, sir William Joynson-Hicks, estuvo presente en el nacimiento de Isabel II en 1926. La costumbre no se suspendió hasta el nacimiento del príncipe Carlos en 1948. También solía asistir el arzobispo de Canterbury.

Eso suena hoy a absurdo, pero es la prueba de que el nacimiento de los herederos o potenciales herederos de la corona no es un hecho meramente privado. Todo eso ya no se considera necesario hoy en día, entre otras cosas porque si hay dudas sobre la paternidad de un heredero hay formas de comprobar si tiene o no sangre real.

Retrasar cuatro horas el anuncio del nacimiento del príncipe de Cambridge, tercero en la línea de sucesión al trono británico, no fue solo una descortesía con la prensa local e internacional que llevaba días esperando la noticia y horas de guardia el lunes ante el St Mary’s de Londres o en despachos y redacciones de medio mundo, seguramente con un interés desmesurado que dice mucho de la deriva que vive el periodismo y su tendencia a convertir en importante lo que es simplemente interesante o curioso. Es también una falta de respeto a los miles de ciudadanos que esperaban la noticia junto al hospital y frente al palacio de Buckingham en el día más caluroso en Londres desde 2006. Y, sobre todo, un desprecio a los ciudadanos de los 16 países en los que el recién nacido debería ser algún día jefe del Estado. Un gesto que  ni siquiera se justifica incluso aceptando el supuesto derecho de los padres a la privacidad: ¿acaso no podían estar a solas con su hijo aunque la noticia hubiera trascendido al resto del mundo?

Quizás, al ocultarla durante cuatro horas, lo único que intentaban es evitar una lluvia de felicitaciones de amigos y familiares. Pero, ¿qué tiene que ver eso con la histeria mediática? Y, ¿de verdad es creíble que ni la reina ni el resto de la familia del padre y de la madre supieron del nacimiento durante horas? Muy difícil de creer, la verdad.

Hay 25 Comentarios

¿Tuvieron que esperar los periodistas? ¡Se me parte el corazón! Hora de comenzar a ser periodistas y no relatores de tonterías, meros ignorantes que opinan sin saber, repetidores de cosas. El derecho de esta gente es como el de cualquier otra pareja, a parir en paz, y pasar el tiempo con su hijo tranquilos, sin darle lugar a una panda de parásitos de los periódicos, que ya se encargarán de llenar cuartillas de sandeces (y ya comenzaron). A trabajar, vagos... Ah, y para Ale, a los gobiernos populares de Latinoamérica se los llama bananeros, no populares. Si el padre de este señor les fustiga, razones tiene para regalar y seguro se queda corto, con payasos como Chávez y su viuda Maduro, Correa, Rouseff, Morales, Fernández, Humala,y ni hablar de los Castro o el pederasta Ortega. En Africa esa gente daría vergüenza ajena...

Creo que el problema era el nombre que tenían que ponerle, dado que Inglaterra tiene tantos musulmanes, que estaba en la duda de ponerle Mohamed ya que cuando sea mayor y tenga que mandar, serán mayoría los musulmanes.

La respuesta es sencilla... porque lo consideran un asunto privado y no público. Ya saben que lo público es un mero circo de chismorreos, es decir, de aquellos que meten sus narices en cualquier cosa. Y no olviden que el circo es una fuente de ingresos para los actores del bla bla.

Creo que es un tema para Gran Hermano, el programa televisivo que ha hecho del chismorreo un pasatiempo para tontos.

Todo el mundo tiene que tener vida privado es igual que sea famoso o no, y que pasa si se hubiera tirado mas rato en anunciarlo es igual ya saldra tampoco hay que ser anciosos

Nada de esto es importante. es un niño como otro cualquiera.
Llegará un día en que estas personas no podrán vivir de lo que hicieron sus antepasados hace miles de años. No tienen ningún derecho a beneficiarse, durante siglos, de algo en lo que ellos no han participado en absoluto. Curiosamente parece que sus derechos los basan solo en lo bueno, y los posibles éxitos, que obtuvieron los antiguos monarcas. De lo malo ni hablemos, porque jamás he oído que empleen su fortuna, ni su posición para mejorar el bienestar de la gente en caso de apuro. A El Rey Don Juan Carlos me remito. Pasa de lo que ocurre en España con el PP, y con la justicia, como el gato del agua. El sabrá porque.

Las monarquías son taras medievales. Grupúsculos que viven del trabajo de millones de personas...pisoteando los principios de dignidad e igualdad. ¡Vergüenza de Europa!

Como se nota que eres más periodista que padre, defendiendo a los tuyos, a los que se ganan la vida escribiendo chorradas como las que tu escribes. Por gente como tú el mundo está como está. Siento pena al pensar en tí sentado delante del ordenador diciendo "¿De qué puedo hablar hoy para tener otro artículo más y así seguir cobrando por tener un blog?" Sinceramente, si tienes que escribir por escribir, no escribas.

Es el NIETO del heredero

?Es usted padre, Sr. Oppenheimer? Si lo es, tengo claro que no lo ha sido recientemente, ya que en el momento del nacimiento de un bebe, actualmente, se prima que el primer contacto con el mundo sea lo mas tenue y suave posible, y los padres tengan un buen rato de intimidad despues del parto para recuperarse y que el pequenyo tenga una entrada lo menos traumatica posible en el mundo. En este caso, el que el padre salga del cuarto para telefonear hasta al Primer Ministro se da de tortas directamente con este procedimiento. Y como era el padre el que tenia que informar personalmente a su regia abuela, pues mire, doy las cuatro horas por bien empleadas porque a mi estos senyores ni me van, ni me vienen pero al menos gracias a ellos se puede explicar de nuevo como es un nacimiento respetado en otros paises.
Un supersaludo

Mi estimado Sr. Oppenheimer, usted es un pelotudo del porte de un buque. Encuentro realmente patetico que "la prensa" como se hacen llamar esos cuervos que viven de las miserias ajenas, se ofenda porque los dejan esperando en el calor. Que se jodan, eso les pasa por preocuparse por la vida privada de otros. Y ademas viven de eso, asi que al que no le guste estar parado horas esperando la noticia, que se busque otro trabajo.

Por su artículo, da la impresion que nunca ha parido. Y que tampoco ha sido padre primeriso...por el amor de Dios! Cosas más importantes en el mundo esperan ser difundidas o denunciadas por periodistas. Respétese un poco más y no haga el ridículo.

Que estupidez de articulo, puede haber mil razones por las que se demoraran en anunciar el nacimiento. Pudo haber un problema en el parto o con el nino que a lo mejor se soluciono lo mejor posible. Que quiere que digan los padres, la verdad? Seria ilogico pues abriria la puerta a rumores o sensacionalismo. Usted esta exagerando por gusto.

Que estupidez de articulo, puede haber mil razones por las que se demoraran en anunciar el nacimiento. Pudo haber un problema en el parto o con el nino que a lo mejor se soluciono lo mejor posible. Que quiere que digan los padres, la verdad? Seria ilogico pues abriria la puerta a rumores o sensacionalismo. Usted esta exagerando por gusto.

La reina tenia una indisposición y quedó encerrada en el baño motivo por el cual no pudieron dar la noticia.
Decidieron esperar a que la señora terminara su deposición para dar la noticia. Desde luego que mal pensados sois. No hubo descortesía. Una vez más la realidad supera la ficción surreal.

Por que no envían a éste pobre que habla sin saber, a Mataró. ¿Pero que se ha creído el plumilla?. ¿Este no sabe que la Familia Real británica no está obligada a dar información a tenor de la ley sobre libertad de información?. En Inglaterra, amigo mio, los periodistas aparecen arreglados con chaqueta y corbata. Igual que en USA. ¿Como le van a dar información de primera linea a un medio tipo, que parece más un erizo de carretera, y que grita como una des-cocida?. A ver si toman nota en dirección y "me lo cambien". "Vaha nivel tanemo e epana, oiga!!!.

¿Qué familia los Oppenheimer, no? El padre haciendo lobby para los EEUU en la desembozada usina manipuladora, la CNN, satanizando a todos los gobiernos populares de América Latina y el hijo, a su vez escribiendo sobre las comidillas de la realeza británica y preocupado por la hora exacta en la que nace el príncipe de Cambridge.
De tal palo tal astilla...

De verdad piensas lo que has escrito? Mereces información del principito? La idea de la monarquía sigue siendo algo que no entiendo.

No veo donde está la descortesía. Basta con que les avisen cuando vayan a salir con el niño y "presentarlo a los medios". Si hasta entonces quieren estar grabando la fachada del hospital, como llevan días haciendo, allá ellos.

¡Qué pregunta tan retórica, intrascendente e insustancial!
Una pregunta interesante hubiese sido: ¿Por qué las sociedades continúan fomentanto la perpetuación de estas castas parasitarias llamadas realeza?
Supongo que eso sería pedirle demasiado a la prensa (especialmente a la prensa española) tan conservadora, pacata, atildada y retrógrada ella...
Es relativamente comprensible, por lo tanto, que lo haga, que se detenga en lo intrascendente y lo anecdótico en lugar de ocuparse en intentar generar un análisis esclarecedor respecto a las monarquías y al despropósito que significan tales figuras anacrónicas en las sociedades supuestamente "democráticas".

Enhorabuena por el articulo! Totalmente de acuerdo con todo lo que escribe.
La familia real britanica no es ningun ejemplo, por cierto, y el rigor de dar la noticia no tiene nada que ver con las 4 horas transcurridas.

ESte Sr. quien ha escrito este articulo como que no se entera como es el protocolo de la monarquia Inglesa, ellos no lo pueden hacer publico hasta que la reina no sepa la noticia, yesa noticia tiene que ser con todas las de rigor dar la noticia a la reina en persona. Que periodismo mas barato de hacer todo negativo, es que tan poco tanlento tiene este Sr.?

Las monarquías son taras medievales. Élites que viven a costa del trabajo de millones de ciudadanos y pisotean los principios de dignidad y democracia. ¡Vergüenza de Europa!

¿Por los españolitos y su prensa de altísimo nivel, siempre faltan el respeto a las familias reales de otros países? Respuesta: Envidia y la su vergonzosa familia real.

Sólo estaban dejando tiempo para que las casas de apuestas ganaran aún más dinero

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Sobre el autor

es corresponsal de EL PAÍS en Londres y antes lo fue en Bruselas. Y antes de eso pasó bastantes años en la redacción de Barcelona, haciendo un poco de todo. Como tantos periodistas, no sabe de casi nada pero escribe de casi todo...

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