David Alandete

Lucha por el alma de Jerusalén

Por: | 19 de abril de 2013

Efe-fotos-espana.8458247Una exposición cerca de la ciudad vieja de Jerusalén / Foto: Jim Hollander, EFE

Hay pocos, y hay que saber dónde están, pero existen. Me refiero a los establecimientos abiertos en sabbat en Jerusalén occidental. Entre la puesta de sol del viernes y la aparición de tres estrellas en el firmamento en el inicio de la noche del sábado, la inmensa mayoría de los comercios cierran en la ciudad. Las calles quedan vacías. Es el día sagrado de la semana judía, y las familias creyentes se reúnen y renuncian, entre otras cosas, a encender o apagar dispositivos eléctricos o a conducir coches. El transporte público deja, también, de circular.

Para el resto, hay una serie de bares y restaurantes que discretamente siguen con sus negocios independientemente de exigencias religiosas. El Restobar era uno de ellos, una institución en Jerusalén que abrió hace ocho años y donde solían alternar judíos seculares y personas de otra religión. El local fue vendido recientemente a un empresario judío francés que decidió exigir, en un nuevo contrato de alquiler, que los dueños cerraran durante el sabbat, algo a lo que estos se negaron, lo que provocó el cierre, finalmente, el mes pasado.

Hubo entonces concentraciones de movimientos seculares, y largos artículos de opinión publicados en los diarios israelíes en contra del cierre. “Salvemos el Restobar, salvemos Jerusalén”, escribió en Haaretz Aner Shalev. “¿Se convertirá nuestra democracia en una teocracia?”, se preguntaba Greer Fay Cashman en el Jerusalem Post. Recordaban los damnificados por el cierre que en 2002, el mismo local del Restobar fue atacado por un terrorista suicida durante la segunda intifada, y que en su interior murieron 11 personas, a las que se recuerda como héroes en una placa. Lo despedían como un símbolo, de resistencia y secularismo.

Queda la gran duda: ¿Va Jerusalén por el camino del fundamentalismo? ¿Acabará la religión dictando cómo viven los residentes de la ciudad, independientemente de si son practicantes, creyentes de otra fe o ateos?

Lo cierto es que, dejando de lado el cierre del Restobar, Jerusalén tiene una vida propia, discreta e interesantemente secreta, durante el sabbat. Hay cines de arte y ensayo abiertos, con sus cafeterías. Hay recoletos restaurantes que sirven con normalidad a sus clientes. Y más. En unas semanas abrirá un centro comercial dentro de una estación de tren del periodo Otomano restaurada, que operará, en principio, viernes y sábados sin problemas. El año que viene comenzará a operar el Centro Sherover, con restaurantes, tiendas y un complejo de cine multisala.

En Jerusalén existe un status quo religioso. Hay una red de locales que abren en sabbat desde hace largo tiempo y normalmente la comunidad judía ortodoxa y ultraortodoxa se opone con protestas y concentraciones a su ampliación. Pero su poder es en realidad limitado. La ciudad tiene, por razones obvias, un carácter más religioso que, por ejemplo, Tel Aviv. Pero lo importante es que no es ilegal abrir comercios en sabbat. Se hace por decisión propia o por imposiciones que pueden cambiar, pero en la lenta lucha que fuerzas seculares y religiosas mantienen por el alma de la ciudad, poco a poco los primeros mantienen un lento e inexorable avance que, lógicamente, tiene sus pequeños reveses.

Hay 6 Comentarios

@Incendiario: Repite conmigo: TEL AVIV. Todo junto TEL AVIV.
Gracias

Está claro que no es lo mismo religión que religiosidad.
La religión funciona como una droga que convierte a las masas en meros rebaños del negocio ideológico. Otra cosa es la religioisidad en la que el ser humano busca el Si Mismo del Todo y la Parte. Cuano ese si mismo es personificado, es decir, convertido en "dios" es entonces que da comienzo el zipi zapi de la multitud de creencias donde cada cual, a su manera de entender, se cree poseido por la verdad absluta. Y de ahí a las guerras de religión solo hay un paso.

#Tú: nadie quiere convertir nada. Jerusalem ES la capital del Estado de Israel. Te guste o no. Nadie te pide tampoco que compres nada. Lástima que un artículo que habla de la vida de una ciudad, de sus usos y costumbres, tenga que ser convertido en un asunto político cuando el autor no ha entrado en ello en ningún momento.

Interesante. Pero si uno tiene que saber dónde va a comer, si eres turista o algo parecido te puede dar un yuyu.

Interesante. Pero si uno tiene que saber dónde va a comer, si eres turista o algo parecido te puede dar un yuyu.

Qué? Quieres convertir Ál Quds en la capital?
Habrá pocos establecimientos judíos pero sí los hay cristianos y musulmanes. No vendas esa imagen, que no te la vamos a comprar.

Los comentarios de esta entrada están cerrados.

Sobre el autor

(Valencia, 1978) es corresponsal de El País en Oriente Próximo desde 2013. Previamente, durante seis años, trabajó en la delegación del diario en Washington. Fue corresponsal en el Departamento de Estado y en el Pentágono, y cubrió la guerra de Afganistán, los juicios en Guantánamo y las campañas presidenciales republicanas de 2008 y 2012. En 2006 recibió una beca Fulbright para periodistas, y se especializó en Relaciones Internacionales y el Conflicto Árabe-Israelí. En este blog atenderá también a las consultas, dudas y quejas de los lectores. Pueden contactar con el autor a través de Twitter o Eskup.

Eskup

Archivo

febrero 2014

Lun. Mar. Mie. Jue. Vie. Sáb. Dom.
          1 2
3 4 5 6 7 8 9
10 11 12 13 14 15 16
17 18 19 20 21 22 23
24 25 26 27 28    

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal