Dave Gahan, cantante de Depeche Mode, durante el concierto en Tel Aviv del 7 de mayo / Foto: AP
Me di cuenta hace dos semanas. De repente, Israel había enloquecido por Depeche Mode. Sabía que tenían disco nuevo, pero no imaginaba que eran tan famosos aquí. En un supermercado, la cajera me recibió cantando por lo bajo I just can’t get enough. Haciendo zapping en televisión, varias cadenas israelíes mostraban fragmentos de vídeos y conciertos. Un vecino me dijo el domingo, con el poco inglés con el que se apaña, que era un fanático del grupo y, cuando le pedí credenciales, admitió que sólo conocía el nombre de una canción, Enjoy the silence, pero que qué más daba, era un grupo “genial”.
Finalmente, una crónica en el diario Haaretz me hizo comprender: Depeche Mode iba a actuar en Tel Aviv el 7 de mayo. Habían cancelado el que iba a ser su primer concierto en Israel en 2006, a causa de la guerra con Hezbolá. Finalmente actuaron en Tel Aviv en 2009, con no demasiada fortuna. El recibimiento fue entonces poco cálido, nada comparable con este segundo advenimiento, ante el cual los israelíes han mostrado, sobre todo, una enorme gratitud. En estos días de boicots y negativas a visitar Israel, la actuación de Depeche Mode se acogió en las calles como un signo de normalidad. “Sólo queremos que vengan a cantar para la gente. No les pedimos que actúen para Netanyahu o se pronuncien sobre política”, me dijo recientemente un conocido israelí.
No es fácil actuar en Israel. A Depeche Mode le han pedido cientos de páginas web y peticiones online que se sumen a un boicot que abarca desde el campo académico al del entretenimiento. El físico Stephen Hawking se sumó a él la semana pasada, al anunciar que no acudiría a una conferencia en Jerusalén en la que sí participarán Bill Clinton, Tony Blair y Barbra Streisand quien, por cierto, actuará en Israel por vez primera el mes que viene, en honor del 90 cumpleaños del presidente Simón Peres.
A Paul McCartney, que actuó en Tel Aviv en 2008, su decisión le reportó una amenaza de muerte por parte de un islamista libanés. Madonna es una gran amiga de Israel y ha actuado en Tel Aviv ya en cuatro ocasiones. En 2008 incluso se subió al escenario enrollada en una bandera del país. La cantante norteamericana fue también condenada a muerte por un islamista de Gaza por visitar Israel y “expandir su cultura satánica contra el Islam”.
En una carta abierta que hizo circular entonces un seguidor palestino de Madonna, y de la que se hicieron eco los activistas, se recogen las razones principales para ese boicot: “Madonna, te insto a reconocer la barbarie de Israel hacia los palestinos. Tu llegada a Israel serviría una bofetada en la cara a la lucha palestina por la libertad y la soberanía, no sólo para los que viven bajo una ocupación brutal, sino también para los continuos esfuerzos de la comunidad internacional y los muchos activistas por la paz que están animando al boicot a ese Estado agresivo”.
En el pasado, ha habido otros grupos y solistas que sí han cedido ante las presiones y que han cancelado actuaciones en Israel, en muchas ocasiones sin dar explicaciones claras. Ha sucedido con Elvis Costello, Cat Power, Santana Pixies, Gorillaz Sound System, Santana y Björk. El pasado mes de diciembre, Stevie Wonder iba a actuar en Los Ángeles en el marco de una gala de amigos del Ejército israelí, pero tras la presión de los grupos a favor del boicot canceló el concierto.
Es por eso que, cuando Depeche Mode decide actuar, y su cantante dice, como dijo en una entrevista a Haaretz, que “¿cómo no podría alguien amar este sitio?”, los israelíes sienten gratitud y responden convirtiendo a la banda en una suerte de icono para la nación, aunque sea hasta el próximo concierto de la próxima estrella que no ceda ante el boicot.
El concierto de Madonna en Tel Aviv en el que se enrolló en una bandera de Israel
Hay 4 Comentarios
¿Dónde se encuentran los límites entre la cultura,la música y la política? Para un artista tiene que ser difícil elegir entre la solicitud de los fans israelíes que desean verlo en directo en su país y la respuesta moral, social y política que radicaría de ello. De todas formas, no debemos olvidar que ser israelí no tiene por qué estar ligado al sionismo, que es precisamente a lo que se debería hacer boicot. Pero el pueblo israelí se compone de muchas más ramas del judaísmo, no todas ellas conformes a la masacre que se está perpetrando en Palestina, y que tampoco tienen por qué sufrir el boicot que desde las asociaciones humanitarias se reclama. Como siempre, el conflicto árabe-israelí tiene tantas vertientes que uno no sabe por dónde cogerlo.
Publicado por: Laura | 11/08/2013 13:16:48
Hola, pues a mí me ha gustado leer este artículo. Y quería compartir una página muy interesante que está triunfando en la red con unos contenidos sorprendentes, de mucha calidad.. ¿Podéis echarle un vistazo y decirme que os parece? La web se llama Pastiche y podéis entrar en: http://pastiche.es/pastiche-y-el-valor-de-la-palabra/
Publicado por: Pastiche | 13/05/2013 23:54:43
Pertenesco a un pequenio pais, donde sufrimos el "boicot" de los grupos artisticos y personalidades en todos los campos, por razones estrictamente ECONOMICAS, nuestra pobreza(bajos ingresos), no permite costear lo que cobran por presentacion, tampoco sus exigencias(decoraciones, comidas y bebidas extravagantes, etc.), por eso solo ciertos grupos de aficionados autenticos, y/o noveleros reunen dinero para verlos en algun lado, o comprar sus "obras de arte"; asi que solo puedo pensar que los judios se toman muy a pecho la ausencia de los personajes, y ridicula la medicion basada en aceptacion o rechazo a sus crimenes bestiales segun alguien los visite o no.
Publicado por: ramiro zamora a. | 13/05/2013 19:06:49
Si
Publicado por: Tú | 13/05/2013 18:47:24