Cembrero

¿Cuándo felicitará Francia a Ennahda en Túnez?

Por: | 31 de octubre de 2011

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Francia ha sido mezquina con ese Túnez que da a luz una democracia. Su ministro de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, se alegró, desde luego, del “buen desarrollo de las primeras elecciones libres en Túnez”, pero no fue más allá. Ni una palabra para felicitar a los vencedores empezando por los islamistas de Ennahda. Ni una palabra tampoco para subrayar la voluntad de París de trabajar con el nuevo gobierno salido de las urnas.ColaVotantesTunez

Más bien al contrario, los mensajes emitidos por París están salpicados de amonestaciones. Son « conminatorios » escribe la web informativa tunecina « Leaders ». « Francia vigilará el respeto de los derechos humanos y los principios democráticos » en Libia y en Túnez, advirtió, el miércoles, el presidente Nicolas Sarkozy durante el último Consejo de Ministros, como si la situación en ambos países fuese comparable. Más tarde Juppé volvió a la carga evocando las « líneas rojas que no hay que franquear ». « Vamos a ser muy vigilantes y tenemos medios para mostrar esa vigilancia », amenazó.

Por último, Bernard Valero, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, rehusó el viernes comentar los resultados oficiales de las elecciones que ese mismo día hacía público el ISIE, el organismo independiente tunecino que las organizó, so pretexto de que aún no eran definitivos. Ridha Torkhani, uno de los responsables del ISIE, señala que solo se conocerán los resultados definitivos hacia el 10 de noviembre, pero no serán muy diferentes de los anunciados el viernes.

   Es legítimo preocuparse por las intenciones, a medio y largo plazo, de Ennahda. Pero primero hay que ser generoso y alegrarse del arranque de esta experiencia democrática en África del norte, manifestar el deseo de respaldarla, de trabajar codo con codo con los nuevos representantes del pueblo tunecino.

  Francia era mucho menos vigilante en tiempos de la dictadura del presidente Zine al Abidine Ben Ali cuyo sistema político y económico era considerado un modelo por un buen número de sus dirigentes gubernamentales. ¿Es necesario recordar que la ministra de Asuntos Exteriores, Michèle Alliot-Marie, puso  el 11 de enero a disposición del dictador, tres días antes de su derrocamiento, “la experiencia de las fuerzas de seguridad [francesas] reconocida en el mundo entero”? Podría permitir, precisó, “resolver situaciones de seguridad de esta índole”. El problema de Túnez era, según ella, de seguridad y París estaba dispuesto a contribuir a solucionarlo.

   La reacción de las autoridades francesas tras el escrutinio en Túnez está en las antípodas de la que mantuvieron, por ejemplo, tras el referéndum constitucional del 1 de julio en Marruecos que los jóvenes contestatarios del Movimiento 20 de Febrero, la oposición de izquierdas, un sindicato y los islamistas de Justicia y Espiritualidad boicotearon. « Se ve de antemano que el pueblo marroquí ha tomado una decisión histórica », declaró Juppé. « Saludamos la fuerte participación del pueblo marroquí en este referéndum », añadió.

   La participación fue en Marruecos, según el Ministerio del Interior, del 72,65%, pero ese dato no toma en cuenta a los millones de marroquíes adultos no inscritos, a veces voluntariamente, en las listas de electores. Si se toma en consideración la participación real fue de aproximadamente un 40%, según sostienen, por ejemplo, el intelectual laico Fouad Abdelmoumni o el movimiento islamista Justicia y Espiritualidad.

   La reacción de la ex potencia colonial en Túnez contrasta también con la de sus socios europeos. Todos, empezando por Roma o Berlín, se apresuraron en alegrarse de la celebración de elecciones libres. Madrid « felicitó a los partidos políticos » tunecinos representados en la Asamblea Constituyente y les ofreció su asesoramiento para redactar une Constitución democrática. Londres se declaró deseoso de « trabajar estrechamente con el nuevo gobierno ». Pero en Europa fue, sin lugar a dudas, Catherine Ashton, la Alta Representante para los Asuntos Exteriores de la Unión, la que llegó más lejos. Felicitó « al partido Ennahda que ha cosechado el mayor número de votos ».

   Los estadounidenses, por su parte, se han adelantado a todo el mundo a la hora de ensalzar y dar ánimos al nuevo Túnez. A las felicitaciones del presidente Barack Obama se ha añadido la intervención del embajador de EE UU en Túnez, Gordon Gray. Dejó claro que si el próximo primer ministro tunecino, probablemente Hamadi Jebali, es islamista, no le supone un problema.

   “La administración de EE UU trabajará con el próximo gobierno tunecino cualquiera que sea su composición porque ese gobierno refleja la elección del pueblo”, declaró de entrada el embajador en Túnez casi en el mismo momento que en París el portavoz del Ministerio de Exteriores seguía resistiéndose a comentar el resultado de las elecciones tunecinas.

   « La administración de EE UU no tiene ninguna reserva con relación al éxito de Ennahda en las elecciones a la Constituyente porque se trate de un partido islámico”, añadió Gray. “El movimiento Ennahda ha subrayado en varias ocasiones su compromiso con la puesta en pie de un régimen civil”, recordó. En consecuencia Washington se dispone a lanzar tres iniciativas, modestas pero simbólicas, de apoyo a la reactivación económica de Túnez. 

  Francia fue la última potencia occidental en desvincularse de Ben Ali y ahora es de nuevo la última en celebrar con los tunecinos el nacimiento de una democracia.

Hay 11 Comentarios

PUES EN PARÍS NOS PONEN DE EJEMPLO…

PUES EN PARÍS NOS PONEN DE EJEMPLO…

PUES EN PARÍS NOS PONEN DE EJEMPLO…

PUES EN PARÍS NOS PONEN DE EJEMPLO…

¿Sarcozy va a vigilar los derechos humanos en tunez cuando a utilizado el derecho de francia al veto para que las Naciones Unidas no puedan supervisar ni vigilar el respeto a los derechos humanos de los saharauis en las zonas ocupadas ilegalmente por marruecos? es irrisorio,ese cara compungida es un farsante y falso demócrata.Qué verguenza para francia!!!!!

Muchos gobernantes, de democracias occidentales,son dictadores y de los peores tal el caso de los franceses, los últimos regímenes que se sucedieron en el poder en francia siempre han sido democráticos, y hasta paradigma para otros, pero tan solo dentro de su país y europa cuando se trata de fuera de sus fronteras son autenticos impresentables dictarzuelos y sanguijuelas de pueblos. No hay dictador o dictadura en ningun sitio que no haya contado con el apoyo y asesoramiento de los gobiernos de francia de como aplastar y mantener aplastados a sus pueblos a cambio de su lealtad a francia y permisividad para saquear las riquezas de sus ciudadanos(apoyo a dictadores: Blaise Compaoré de Burkinafaso, Ben Ali de Tunez, Mohamed V,Hasan II y Mohamed VI de Marruecos, todos los dictadores de mauritania, e infinidad de dictadores africanos,de amárica latitina y asia.Francia estuvo apoyando hasta el último momento a Ben Ali, no esperaban el triunfo de la revolución tunecina, les pilló por sorpresa, y quiesieron secuestrarla para quitarle el mérito al pueblo,lo siguen intentando, ejercerciendo su influencia para que no llegara al poder nadie que no fuese servíl y compaciente con francia pero en esto por el momento fracasaron. Al ver la revolución libia no quisieron repetir el error y aprovecharon para arrasar a libia "ayudando" al pueblo contra el dictador, que hasta ayer les finaciaba sus propagandas electorales con dinero libio, y así controlar los nuevos dueños del poder libio.El gobierno frances es permisivo y complaciente con los islámicos libios del nuevo gobierno de transición, que algunos de ellos hasta lucharon al lado de alqaeda en afganistan,porque en sus manos tiene muchas riquezas,y muchos contratos para la reconstruccion del país que fue destruido con ese fin parásito de sacarle provecho más tarde por eso los sacozy fue a Bengasi para mear marcando el terreno y reclamando gratitud de los libios pero en contratos e intereses franceses Mientras que con los islámicos de Nahda saben que pertenecen a un país pobre sin apenas recursos y los tratan de manera sobrerbia,altanera y hasta despectiva porque saben los franceses que los tunecinos van a mendigar a francia ayudas y tarden más o tarden menos estarán en sus manos como anillo en el dedo les darán todas las vueltas que les antoje.....

Que francia diga : « Francia vigilará el respeto de los derechos humanos y los principios democráticos » en Libia y en Túnez, es tranquilizador. Un partido islamista, parece que establece como objetivo que una religión sea el marco legal del pais. Eso no se debe comprender ni legitimar, para empezar porque deja fuera de los derechos humanos a la mitad de la población del pais

Es muy interesante la posición francesa porque eso significa que no tienen ni idea de los derroteros que puede adoptar este partido islamista 'moderado'. Al contrario que el sr. Cembrero, los políticos franceses se tienen que mover y pronunciar con la responsabilidad que conlleva el cargo y no se pueden permitir las filias del articulista. Nadie quiere extender un cheque en blanco a un partido de estas características que mañana puede descolgarse con algún tipo de legislación que moleste en Occidente.

Todo es un juego de mentiras, no hay mas que ver que EE.UU. "apoya" el régimen islamista de Tunez pero ¿cuantos regímenes islamistas moderados ha estigmatizado?. Francia sabe sobre el terreno lo que ha pasado en Libia y me da que se esta viendo venir el papelon en la zona cuando se asienten en Egipto, Libia y Tunez gobiernos elegidos por unos pueblos cansados de discriminación y palos que es lo que han recibido de Occidente mientras han apoyado dictaduras como la de Gadafi o Mubarack ¿esos pueblos van a olvidar en dos dias ?.

Veremos.

NO lo va a hacer, me extraña que Sarkozy que estaba todo el tiempo apoyando a Ben Ali, el pasado miércoles declara que vigilará los derechos humanos en Túnez.
vaya que político.

ya no es importante ya se marcho la era en la que potencias extranjeras decidian quien gobierno y quien no , ya es la era de una potencia investible que es los pueblos arabes

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Sobre el autor

es un veterano periodista español cuya carrera oscila entre Europa y sus vecinos norteafricanos, pero que decepcionado y aburrido por el inmovilismo del Viejo Continente, mira cada vez más hacia el sur

Un vétéran journaliste espagnol dont la trajectoire oscille entre l’Europe et ses voisins d’Afrique du Nord, mais qui, déçu et ennuyé par l’immobilisme du Vieux Continent, regarde chaque jour un peu plus vers le sud.

A veteran Spanish journalist whose career swings from Europe to its North African neighbors, but who is disappointed and bored by the immobility of the Old Continent and increasingly looks to the south.

Eskup

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