09 marzo, 2008 - 20:46
¡Qué baja Pío!
Me despedí pero estoy de vuelta. Al menos por una noche, cubriendo el desenlace electoral desde la calle Génova, donde se ubica la sede del PP.
Calma tensa desde la sede nacional del Partido Popular en Madrid. Mientras unos preparan el catering para lo que sea y algo más de un centenar de simpatizantes se arremolinan en la calle Génova, a esta hora ya cortada, la prensa vuela desde la segunda planta a la baja para la primera valoración del coordinador de campaña, Pío García Escudero: “¡Qué baja Pío!”. El también portavoz ‘popular’ en el Senado pide paciencia antes de valorar los primeros resultados. De momento, el partido se sigue agarrando a la caída de la participación en feudos como Valencia, Murcia y Madrid para mantener la esperanza. Porque la sensación en la sede del PP sigue siendo de atrás hacia delante, a rebufo de los resultados y con ganas de remontada.
“Si gana Zapatero gana un embustero”. La otra batalla se vive en la calle. Más de 100 simpatizantes, y ‘in crescendo’, se distribuyen entre camionetas de la Policía y las televisiones, y torretas del partido con música de fondo. Banderas de España y pancartas con aguijones dedicados al otro candidato, José Luis Rodríguez Zapatero, empiezan a teñir la calle del azul ‘popula’.
En la séptima planta, “sonrientes” según miembros del partido que acaban de estar con ellos. Hasta que no haya datos seguros, no baja nadie.
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