Para Patricia Sáenz: ¿que qué se puede ver en Roma ¡Todo! Si hay una ciudad donde por más días que estés y veces que vuelvas siempre encontrarás algo nuevo que descubrir, esa es Roma. Pero por si sirve de algo, estás son algunas de mis preferencias:
Es muy típico, pero una excursión matutina en el autobús panorámico 110 te permite hacerte una día global de la ciudad
Un paseo en Vespa por el centro de Roma, como si fueras Audrey Hepburn en ?Vacaciones en Roma? (o Nani Moretti en ?Caro Diario?). La puedes alquilar en el lateral de la estación Termini
Dormir en casa de un romano. Hay una red de Bed & Breakfast por el centro de la ciudad mucho más cálidos y diferentes que un aséptico hotel
La Scudería Papale, en la plaza Quirinale; las antiguas caballerizas del papa reconvertidas en sala de arte.
Un trozo de pizza, un panino o un capucchino en cualquiera de las tavolas caldas que hay en torno a la plaza del Quirinale
Una vuelta por la estación Termini, la torre de Babel de Roma; no te pierdas su librería.
Una cena en el Testaccio, un barrio de moda entre los romanos, en la margen izquierda del Tíber, a los pies de la colina Aventino
Y después, una copa en el Trastévere, el quartier latino de Roma, donde se funden los aromas nocturnos del Mediterráneo con una nueva burguesía que ha cambiado la faz del barrio
El Castell Sant?Angelo y su puente por la noche, reflejados en el Tíber
Por supuesto, El Vaticano y las tres basílicas mayores, San Pablo de Extramuros, Santa María la Mayor y San Juan de Letrán
Por supuesto, un día entero para explorar los foros y la Roma clásica; no te pierdas el foro de Augusto, la columna de Trajano y el Capitolio
Estarán llenas de turistas, pero una foto en la Fontana de Trevi y otra en la plaza de España (los escalones más famosos y concurridos de la ciudad) son indispensables.
Un café en la Piazza del Popolo
Desde allí, subir a Vila Borghese, la gran mancha verde del centro urbano y alquilar una bicicleta para recorrer sus sendas y bosques. Si vais con niños, el zoológico de Vila Borghese es el más grande de Italia
Un atardecer desde el balcón del Pincio, la esquina de Vila Borghese que se abre sobre la Piazza del Popolo
Una tarde para ver escaparates de boutiques famosas en vía Condotti. Si el presupuesto no te da para Guccis y Pradas, en la cercana Via Gesú y María hay varios outlet donde venden esas marcas a mitad de precio (no son falsificaciones; son prendas de la temporada pasada)
Un desayuno tranquilo en una terraza, con periódico incluido, del Campo dei Fiori, el gran zoco de la relaciones humanas de Roma desde el Renacimiento
Las mejores panorámicas de Roma están en el jardín de los Naranjos, en la colina del Aventino. Insuperables vistas del Tíber, la cúpula de San Pedro, el Trastévere y el gigantesco monumento a Victorio Enmmanuelle.
Un paseo al atardecer por la Vía Apia, la primera autopista de la humanidad, cuyos primeros kilómetros de salida de Roma se conservan en excelente estado.
Además de los museos archiconocidos (Vaticano, Capitolinos, Vila Borghese) hay otros más pequeños y curiosos, como la Centrale Montemartini, antigua central eléctrica que hoy alberga fondos clásicos de los Museos Capitolinos
Una ópera en el teatro Flaiano
Arrivederci!!!