Volviendo a lo que nos interesa. Puerto Williams resulta ser un poblado de casas de madera rodeado de la naturaleza más virgen y salvaje que uno pueda imaginar. Bosques compactos de lengas, ñirres y coigües, retorcidos como sacacorchos por efecto del viento, tapizan las laderas de la isla. Una bruma pegajosa los envuelve en misterio. Los castores, envalentonados por la falta de depredadores, devastan hectáreas enteras de árboles con sus motosierras dentales, convirtiendo las forestas en escenarios de aquelarres y los arroyos, en profundos lagos por efecto de las presas que construyen.
Dos mil almas, entre militares, familiares de estos y nativos dedicados a la pesca de la centolla y el calamar pueblan esta suerte de paraíso perdido en el que todo sería idílico si no fuera porque se encuentra 900 kilómetros más al sur que cualquier otra tierra firme del resto de los continentes y las tormentas juguetean recortando muñecotes de papel con las cartulinas del buen tiempo.
Lo que los puertowillianenses (¿se podrá usar este gentilicio?) llaman ?el club náutico más austral del mundo? (todo parece merecedor del título por estos lares) se trata, en realidad, de un antiguo navío de guerra, el Contramaestre Micalvy, inservible ya para el servicio y varado en la rada para que se abarloen a él las embarcaciones de recreo y de pesca ante la ausencia de un puerto natural en condiciones. Las dos únicas facilidades del club consisten en un bar instalado en la antigua sala de oficiales y una ducha de la que sí se puede afirmar sin reparos que es el baño caliente y gratuito más austral del mundo. A partir de este punto empieza el reino de la nada, del viento, el frío y la soledad.
Antes de partir, nos acercamos a casa de Cristina Calderón, una de las dos últimas yaganes puras que quedan en Tierra de Fuego, según nos cuenta ella misma, (la otra es su hermana Úrsula). El resto de sus compatriotas fueron diezmados por el tifus y la viruela o se mestizaron con los colonizadores. Cristina tiene siete hijos, 15 nietos, dos bisnietos y un rostro inexpresivo y ajedrezado de arrugas, producto de 68 años de penurias en una tierra que no regala nada. Compramos una de las pequeñas canoas de madera de coigüe que talla para los turistas que llegan los lunes desde Punta Arenas a bordo del Terra Australis y le pagamos en dólares, aunque ella hubiera preferido cambiarla por una bombilla de mate (vaso para tomar infusiones) de las que venden en Ushuaia, tan difíciles de encontrar en Puerto Williams. Nos despedimos conscientes de que cuando ella y su hermana mueran, otra lengua habrá desaparecido de la faz de la tierra.
Mañana abandonaremos por fin la seguridad del canal de Beagle para internarnos en mar abierto. Allí nos espera la verdadera aventura.
Hay 20 Comentarios
hola, alguien me puede dar una recetas de comidas tipicas de los yaganes
Publicado por: katy | 18/06/2016 2:09:06
Estimados con la lectura de este reportaje me siembra la duda de la ciudad más austral del mundo http://edant.clarin.com/diario/1998/06/30/e-04801d.htm
Publicado por: Max | 17/09/2015 0:48:00
Lo siento Peter. Cuando estuve allí dormía en el propio barco y no conozco ningún alojamiento en tierra. A ver si alguien se anima y te da alguna pista. Un abrazo.
Publicado por: Anónimo | 24/11/2009 0:00:00
Amigo/asIré este verano chileno a Pto Williams, navegando desde Punta Arenas. Si tienes datos de cabaña, hostal, bienvenidoPeter
Publicado por: peter | 13/11/2009 0:00:00
HOLA SOY DE PTO WILIAMS. ME GUSTO MUXO LAS COSAS KE ESCRIBES PERO DE VERDAD CREES KE HAY RIVALIDAD ENTRE ARGENTINOS Y CHILENOS??? PERO ANEXO A ESO ESTOY MUY FELIZ DE VVIR EN PTO WILLIAMS HAY NO HAY MALDAD ES TODO MUY PURO DESDE LA NATURALEZA HASTA SUS PERSONAS....
Publicado por: KARLA JAQUE | 22/10/2009 1:00:00
Que bello, yo viví allá
Publicado por: Sabastian Nadal | 27/07/2009 1:00:00
Debe ser maravillosa aquella tierra tan austral de la que aquí dejas un relato digno de ser leído. Tierra en estado puro todavía, menos mal que algo queda a salvo de la contaminación y la deforestación. Me imagino que será porque queda tan apartada de la costa. A pesar de que la aventura, como dices, todavía iba a empezar, para mi ya sería aventura encontrarme en tal lugar.Un saludo, Paco.
Publicado por: Anónimo | 04/02/2009 0:00:00
Muy bueno!!!!
Publicado por: Anónimo | 01/02/2009 0:00:00
No entiendo las disputas entre chilenos y argentinos. Tanto Usuhaia como Puerto Williams son sitios bellos y muy recomendables. Tuve la oportunidad de visitar ambos lugares hace unos años, en un viaje organizado, y quede enamorada de los paisajes y de la gente. Me da igual su nacionalidad.
Publicado por: Patricia Gómez | 31/01/2009 0:00:00
Pardiez, será por cervezas deliciosas!! esto no me lo vais a negar ninguno, ni va a causar polémica: ha de ser en Alemania el encuentro!! "Mochileros insatisfechos" o "viejos viajeros", cómo llamamos al congreso? Ya todos sabemos que los "congresos" y "encuentros" tienen como eje principal la barra del bar. Así fue como Sepúlveda conoció a Kapuscinski, precisamente en un bar en Hamburgo, leyendo la prensa. Ambos, entre mis autores favoritos, porsupues. De Sepúlveda me lo he leído todo y os me apunto al tren de recomendarlo. "El mundo al fin del mundo" es para digerir despacio. A ver si me encuentro con las últimas yaganes de que hablas, Paquiño!! Un besiño saboreando una cerveza roja, roja...
Publicado por: Anónimo | 26/01/2009 0:00:00
Como sé que la tenías prevista en tu "cuaderno de bitácora", creo que se la deberías haber dedicado a "Ian", que le noté yo -en su comentario- muy indignado por aquello de que consideraran a Ushuaia como la ciudad más austral del mundo.No sé por qué (bueno, si lo sé), yo me imagino la zona con un clima ventisquero y desagradable. Otra cosa, nadie me había dicho que allí había castores. ¡Que desastre soy!.Un abrazo (Ah, y la cerveza cuando te plazca. Nunca he dicho NO a una cerveza, ni siquiera en la selva. Y Madrid, ¿qué es sino una selva?).
Publicado por: Anónimo | 25/01/2009 0:00:00
Vaya, vaya. Ayer leía EL MUNDO DEL FIN DEL MUNDO de Luis Sepúlveda, y hoy me encuentro en la Tierra del Fuego en tu blog. ¿Se conoce la novela por esos lares?
Publicado por: Lucerna | 25/01/2009 0:00:00
La novela no, pero al trotamundos Luis Sepúlveda sí, "PATAGONIA EXPRESS" lo leí hace un par de semanas, aún lo tengo en la mesilla de noche. Y tomo nota de "El mundo del fin del mundo", porque Luis Sepúlveda me enganchó con "Un viejo que leía novelas de amor" y le soy fiel.Disculpa Paco mi comienzo, ha sido inevitable. Tengo algunos (muchos) sueños sin cumplir, y a la cabecera está Chile, aunque no parece que lo pueda vivir en breve.Ha sido fascinante leerte.Un beso
Publicado por: Anónimo | 25/01/2009 0:00:00
No llegué a Puerto Williams, pero tú me la acercas con tus palabras. Eso de las rivalidades es una niñería...los brasileños y los argentinos también disputan desde qué lado se ven más bonitas las cataratas de Iguazú...Carmen, Luis Sepúlveda también me enganchó con "El viejo que leía novelas de amor". La leí durate el viaje a la Patagonia y disfruté un montón. Si no las has leído, Paco, te la recomendamos.¿Y qué es eso de que invitas a Blas a una cerveza y a mí NO? Como se entere ET de Euskadi se indigna como yo...¿Qué tiene ÉL que no tengamos nosotras (aparte de vivir en Madrid)?Pero no te guardo rencor, te seguiré leyendo y te envío un beso.
Publicado por: Anónimo | 25/01/2009 0:00:00
Yo que pensaba comentarte diciendote lo bien que describes y leo el comentario de Nuria.....¿Solo piensas invitar a Blas? , y a las demas que nos den, me uno a la queja ¿ Que tiene el que no tengamos nosotras ? Nuria y ET estais invitadas a una cerveza o un vino y a lo que querais, temblaz hambres como nos unamos el sexo fuerte.un besitooooo.
Publicado por: Anónimo | 25/01/2009 0:00:00
Perdon temblaz hombre quise escribir.
Publicado por: Anónimo | 25/01/2009 0:00:00
NOOOOOOOOO, QUE NO SE DESBORDEN LAS PASIONES, que con las chileno-argentinas tenemos bastante. Nada más lejos de mi intención que abrir esta caja de pandora de la guerra de sexos. NOOOOO. Creo que en vez del café para todos lo que deberíamos de hacer es CERVEZA A RAUDALES pa'tos y que no se vaya a estropear esta bonita amistad por un quítame allá esas cervezas. Faltaba más!!! paga el tío Paco. Es que la cerveza del post de Blas era tan fresquita, tan sugerente... ¡pero como voy yo a preferir tomar una cerveza solo con Blas, allí los dos en plan viejos mochileros (por lo de expertos, no por la edad, eh?) como en la escena de "Las Montañas de la Luna", entre Burton y Livingstone, enseñándonos las cicatrices y heridas de guerra en plan a ver quien es más rudo en vez de con todas vosotras!!!. NOOOOO, mejor una cerveza o mil todos/as juntos. Que alguién ponga fecha y hora para lavar esta afrenta, voto a Brios!!!!!. Lucerna: Luis Sepúlveda es siempre una buena compañia viajera. Lo conocí hace tiempo en un congreso de escritores de viajes que se celebró en Llanes y me pareció un tipo de lo más interesante, no solo por cómo escribe, aunque tuvimos algunas discrepancias sobre qué era el turismo de aventura.Carmen/Nuria: no he leído Patagonia Express, pero si la Un viejo que leía novelas de amor y la historia de una gaviota y el gato que el enseñó a volar y me pareciron deliciosas. Un beso
Publicado por: Anónimo | 25/01/2009 0:00:00
JAJAJAJAJA,
Publicado por: Anónimo | 25/01/2009 0:00:00
Para juntarse a tomar cervezas, charlar, reír y conocernos, no hay distancias suficientes que lo impidan[:D]
Publicado por: Anónimo | 25/01/2009 0:00:00
Paco, qué admirable que hayas llegado al fin de mundo! Soy chileno, y aún no tengo la suerte de conocer Puerto Williams, la ciudad más austral del mundo. El 200o realicé un viajé al sur de mi país, llegando a conocer tierra del fuego, y Ushuaia fue el lugar más austral que pisé, pues llegar a P.W. era carísimo, ya que había que tomar una embarcación, pues no habían caminos. Me alegro que escribas sobre estos lados tan apartados del mundo, pero a la vez tan magníficos. Saludos!
Publicado por: Anónimo | 24/01/2009 0:00:00