Paco Nadal >> El Viajero

03 abr 2009

Crónicas desde el Cabo Norte: Kirkenes

Por: EL PAÍS

La parada final de Hurtigruten es Kirkenes, el lugar más remoto de la laponia noruega. Kirkenes es un poblado minero perdido en el mar de Barents, junto a la frontera de Rusia y a 2.500 kilómetros de Oslo (en línea de recta; por las sinuosas carreteras laponas ¡puede que el doble!).
Como en otros lugares del Ártico (pienso en las islas Svalvard), el gobierno noruego subvenciona y mantiene la extracción de carbón y hierro a pesar de que no es rentable hacerlo en estas latitudes solo para poder mantener una población estable que de soberanía a estas lejanas tierras en las que si no, sería difícil mantener la vida.
En Kirkenes y su entorno viven hoy 250.000 personas que viven en buena parte de la minería y también de la actividad portuaria que genera la cercanía con Rusia. Pero con una calidad de vida increible; bueno, la misma calidad de vida que puedes tener en Oslo, en París o en Madrid. En eso los noruegos son unos maestros y ni el frío ni las duras condiciones de un inverno más crudo que un steak tartaro les impide crear establecimientos en los que la vida no difiere nada de la de la capital.
Donde si que se nota que Kirkenes es una mezcla entre Doctor en Alaska y Amanece que no es poco es en los garitos nocturnos. ¡Dios, que fauna! Daba para un casting de El Nombre de la Rosa. Mineros, marinos, ex-militares, buscavidas, emigantes rusos, busconas, aventureros/as... ¡uno de los sitios más interesantes que he visto en los últimos años! Rostros ajados por los golpes de la vida, currículos que dejarían pasmado a cualquiera, historias de amor y de desamor, de fracasos y esperanzas detrás de unos rostros curtidos por arrugas y alcohol, gentes acotumbradas a vivir en el extremo, en las periferias de la cotidianeidad ...
Además, y pese al estado etílico de buena parte de la concurrencia, gente de lo más simpático y deseosos de entablar conversación con esos locos extranjeros que han aparecido esta noche de repente en su bar, más cerca del Polo Norte que de Oslo.
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En cualquier caso, hasta en un sitio remoto como éste, de hombres rudos y climas extremos... hay sitio para la belleza. ¡Así es Noruega!
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P.D: en esta esquina helada del continente, donde se cruzan las fronteras de Noruega, Rusia y Finlandia se libraron algunas de las batallas más cruentas y decisivas de la II Guerra Mundial. Si quereis saber más sobre estos episodios, pinchar aquí



Hay 15 Comentarios

Amigo mio, por la de aventurero me has cojido ... este invierno viajará hasta allí y si por mi fuera me iria con lo puesto pero me llevo reenes ... me toca buscar un sitio bonito ... eso si en el mismo kirkenes ...

Me hace gracia la "fauna" tan variopionta que se puede encontrar uno en un bar nocturno por esas latitudes. Seguro que llevando lápiz y papel y observando daría para escribir unos cuantos folios. En fin, una noche animada. Un abrazo, Paco, y sigue disfrutando.

Me quedo con los personajes que darían la talla en el casting para 'El nombre de la rosa', Yo prefiero el calor del sol, pero sin duda haría una excepción, y muy gustosa, por vivir lo que estás viviendo.Un beso.

Pos soy FAN de todo: Doctor en Alaska, la mejor serie de todos los tiempos, risas con Amanece que no es poco, humor inteligente, buena intriga de El nombre de la rosa, y lo mejor: tu punto de vista, tu forma cálida de escribir sobre la realidad, traernos ese cachito del mundo, lejos de lo lejano, para que lo sintamos cerca, cerquita. Los mundos rudos ofrecen siempre bellezas extremas.(y entre nosotros, he recomendado tu blog a mis estudiantes y a mucha gente, y las chicas son unánimes: olé, que tío más rudo y bello! [;)] )Un abrazo!!!

Una amena descripción sobre tu paso por esa tierra remota de la laponia noruega...Me gusta tal como la cuentas, pues creas un ambiente de distensión que al menos a mi, me hace sentirme como si te tuviere enfrente mía, sentados en uno de los rincones del bar, mirando lo mismo que tu, mientras confirmamos que son las primeras impresiones las que prevalecen cuando describimos algo."Si no puedes agradar a todos con tus hechos y tu arte, complace a unos pocos"...decía Schiller ;)Sigue Paco, y nosotros te seguimos...eres un gran viajero y mejor persona.Besos.

Ufff, yo sólo pensar del cambio desde la cálida Colombia a la fría Finlandia se me congelan las ideas. Precioso viaje, Paco.

¿En qué round de los Manueles vs. los Pacos llegué? ¿Para cuando el post "Paco "Figura" Nadal, amado por unos, denostado por otros"?En esta entrada nos hablas de una Noruega profunda que me parece valioso conocer (más atrayente que las grandes e impersonales urbes), de la que al menos me encantó haber leído, pero que al mismo tiempo provoca algo de angustia. No se...esa fauna tan decadente, abismal que describís tan bien.De todas formas, yo no soy nada suceptible, ni ando viendo machismo en cualquir lado pero entre tanto marino, emigrantey buscavidas, las únicas busconas eran mujeres? .Paco, paco...(Me moría por aportar algo a la "batallita")PD: Y hablando de todo un poco (o de lo mismo...ossea) la última foto a mí no me parece "taanta belleza" la verdad. Tampoco había porque exagerar...

Eran los marios vs los pacos, sorry

La imagen del trabajo que ilumina esas frías tierras acaricia los ojos que la ven.

Me encanta este viaje.............hasta el frio es agradable.Amigo Paco, con tus crónicas arrastras a cualquiera hasta el fin del mundo.Besos

Muy interesantes las cosas que cuentas del lugar. Como siempre. Ahora mismo me estoy poniendo en tu lugar pero,..... DE VERDAD. Me gusta la primera foto, además de la última (claro!!!): Un camino iluminado que parece ir a "ninguna-parte" pero que genera curiosidad. Si yo estuviera ahí, recorrería ese camino al menos unos metros para ver que hay detrás.Un abrazo.

Bastante imparcial, exagerado, interesado e impreciso, como siempre. Solo comentar, que en línea recta hay 1400 km hasta Oslo, por carretera por Noruega, hay 2400, y por carretera entrando por Finlandia y Suecia hay apenas 2000.

Viva la imparcialidad y la subjetividad... Un blog no es una guía de viajes, sino que refleja las impresiones del que observa. Y probablemente yo escribiría otras impresiones, pero me atrae ese retrato que haces de ese rincón del mundo, de esos rostros curtidos por arrugas y alcohol, y de esa gente (mineros, marinos, ex-militares, buscavidas, emigantes rusos, busconas, aventureros/as... ) variopinta... Un abrazo, querido Paco.

Curioso e interesantísimo paseo por esa periferia lujosa que parece esconder vida y belleza extremas.Gracias y un abrazo.

¿Exagerado , interesado e impreciso? No creo que ninguno de esos calificativos puedan aplicarse a Paco. He tenido la gran suerte de viajar con el en muchas ocasiones, unas por trabajo y otras por turismo, y doy fe que su manera de vivir los viajes tiene muy poco que ver con ello. Los viajes no son solo los lugares que visitas y las gentes que conoces, son sobre todo las personas con las que viajas que te enriquecen tanto como el viaje. Ese es Paco Nadal gran viajero y mejor persona.Un abrazo Paco.

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Sobre el autor

Paco Nadal

Paco Nadal es viajero-turista antes que periodista y culo inquieto desde que tiene uso de razón. Estudió Ciencias Químicas pero acabó recorriendo el mundo con una cámara y contándolo. Escribe en EL PAÍS sobre viajes y turismo desde el año 1992. Es también escritor y fotógrafo, colabora con la Cadena Ser, además de presentar series documentales en diversas televisiones.

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Un relato trepidante por unos de los destinos menos turísticos y más inseguros del mundo. Un viaje en solitario lleno de emoción y melancolía a lo largo de una región azotada por constantes guerras y conflictos étnicos. Un viaje plagado de sentimientos que consigue conectar al lector con los sufrimientos y las esperanzas de África.

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