Paco Nadal >> El Viajero

22 jul 2009

Tahití y sus islas, desde la borda

Por: EL PAÍS

El Ti´a Moana sigue navegando por el archipiélago de la Sociedad. El cocinero francés sigue hiperactivo. Y yo sigo engordando.
Desde la borda del barco voy haciéndome una idea de cómo son Tahití y sus islas: uno de los paisajes de isla tropical más perfectos que he visto en mi vida. Hay tardes en las que el barco amarra en una cala tan soberbia, tan natural, que si exceptuamos un par de cabañas perdidas entre los cocoteros y dos o tres catamaranes fondeados en sus aguas azules, podría ser el mismo escenario que vieron el capitán Cook y su tripulación cuando llegaron aquí en 1769.
Una gama infinita de verdes se despliega por las laderas volcánicas: palmeras cocoteras, coníferas, albizias falcata, castaños de la Polinesia? Todos colocados en un orden lógico para componer un plano idílico, como si hubiera intervenido un paisajista. Y luego, arriba, las crestas erosionadas del viejo volcán, como dientes de sierra oscuros en los que se enredan las nubes cargadas de humedad del Pacífico.
Se ha construido muy poco en estas islas. Muy poco si comparamos con otras zonas tropicales del Caribe y el sudeste asiático. No hay construcciones elevadas ni modernas ni de corte occidental y los hoteles suelen ser bungalow de arquitectura polinesia sobre pilotes en las lagunas coralinas que rodean la isla.
Por eso el paisaje es tan pulcro. En el lado opuesto (o precisamante debido a esto), Tahití no es un destino precisamente barato. Nada es perfecto. Lo exclusivo, lo no masificado, tiene un precio. No es lo mismo estar en un bungalow aislado en medio del arrecife rodeado de cocoteros que en un resort de quince pisos y mil habitaciones. Y cada cosa tiene su precio.
Aunque tampoco es barato para los propios polinesios. En un archipiélago perdido en mitad del Pacífico como éste, hay que importarlo casi todo. Son asequibles los productos locales (el pescado es fabuloso y muy barato; la carne de ternera es muy buena y está muy bien de precio porque viene de Nueva Zelanda). Pero luego un tetrabrik de zumo cuesta 3 euros en el supermercado y una cena a base de pizza, lo mismo que en Europa.

Hay 19 Comentarios

A nosotros nos encantó Tahití, especialmente Moorea y Bora Bora:
http://globiteando.blogspot.com/2011/07/18-polinesia-tahiti-bora-bora-moorea.html

No creo que pueda existir en ningún lugar la perfección, pero viendo las fotos que nos pones y lo que tú nos cuentas, pienso que Tahití puede estar rozándola.Un abrazo.

soñemos con que se siga manteniendo el ambiente propio del archipiélago y no se masifique. Y también soñaré con que me toque la lotería, porque si no es así, yo sé de una que se va a quedar con las ganas de disfrutarlo...Menos mal que soñaré que estoy en esos mares, a través de tus relatos, Paco.Un abrazo.

¡Para Paco! ¡Para!...

Bueno, Blas y ET, "haiga" paz!! Que no llegue la sangre al río... Me encantan estas diferencias de opinión. Lo primero que pensé cuando empezaron a verse las entradas de Paco en Tahití fue: "fijo que a Blas no le mola nada que Paco haga un viaje de estos en plan comodón". Y dicho y hecho, je je...

Volvemos a entrar en el mundo de las contradicciones: si queremos turismo asequible, tiene que ser masificado; si queremos destinos idílicos y casi sin tocar por la mano del hombre, no puede estar al alcance de todos. Supongo que nunca podrá llover a gusto de todo el mundo. Me gusta la primera foto.Una curiosidad, Paco: este viaje, ¿quién lo paga, es decir, dónde publicarás el reportaje? Es para estar atento...

Hola Paco.....Paso a saludarte muriendome de envidia despues de leerte.. No me voy a ninguana isla paradisíaca pero tampoco está nada mal mi destino. No podré entrar con regularidad por aquí y quiero que sepas que no he desaparecido sin decir ni mu.Hasta la vuelta...............un beso

Ah¡ soy Isa con el otro avatar......no pienses que soy una foránea despistada

Paco;esta claro el cambio de clima no te va a matar!!, ni de dieta, ni de nada. que envia... describes un paraiso maravilloso , ya buceaste?? cuentanos. Siii, hay que estar en la mitad de la nada para que no te destruya la "civilización". pasala bien.

QUE ENVIDIA, quise decir

Tio, vete ya a un desierto, o a un glaciar o a algo donde se sufra un poco, que yo estoy a 32º dentro del despacho, sin aire acondicionado, y cuando te leo no paro de repetir: "Gaaanaaaassss de mataaaarrrrr aumentaannnddoooooo" [:D]

Bellas fotografías que reflejan bien ese paraiso...donde la construcción más alta es la torre de una iglesia.Buen reportaje el de hoy Paco.Bien ya estoy al día...veremos que nos dejas mañana...??...con 3 kg de más....jajjjjaBesos

Paco, acabas de inventar el acelerador de envidias. Y te aseguro que conmigo funciona. Lo que me estaba preguntando es qué demonios hace Francia a estas alturas en la Polinesia. Agradecido si nos lo ilustras un poco. Saludos y cuidadín con el colesterol, que el foie-gras lleva mucho.

Creo que lo intuyes. Me gusta tu estilo periodístico, querido "paco-nadal", con la ironía y el tono cachondo de tus argumentos, pero aborrezco esa promoción que despliegas de un lugar paradisíaco, dirigida a cuatro jefes/as-explotadores-de-obreros, que luego van ahí (allí) a desintoxicarse de sus frustraciones o, quizás, a olvidarse de lo cretinos que han sido durante el resto del año con sus más inmediatos y cercanos empleados.Aún así, siento envidia (Voy -ahora mismo- a darme latigazos).Un abrazo.

¿VISTE COMO ES BLAS? ¿¿VISTE COMO ES??

Pues ahí estamos, los distintos mundos desplegados y delante de las narices el viaje a un paraiso exclusivo para gente de ese mundo de ricos menos poblado que el mio. Aquí parece clara la exclusividad por aquello del lujo, pero no creo que la pasada por Groenlandia lo fuera menos. Viajar es un lujo siempre caro, que hay que ver como nos miran en los lugares de más al sur aunque vayamos con mochila y una camiseta sucia. Desde luego que haces un trabajo envidiable y que lo haces muy bien, vamos, aprovecha que el lujo está al terminar, pero ojalá no lo hagas tan bien que a todos los ricos les de por montarse la caseta en una islita... que la fastidiarán. Un abrazo.

Creo que eres un privilegiado, no tanto por este viaje de lujo, que está claro que sí, sino porque has visto tantísimos lugares del planeta. A mí eso me da mucha envidia. Miro la foto, y pienso que estar ahí en carne y hueso tiene que ser soberbio. Sobre los cocineros y demás lujos, creo que está bien, pero que puede llegar a aburrir. El verano pasado fue la primera vez en mi vida que estuve durante algo más de una semana de vacaciones, desayunando, comiendo y cenando fuera de casa. En bares o restaurantes. Al final lo que más deseaba era estar en mi casita, con un plato de huevos fritos mientras se oye la tele de fondo diciendo sinsorgadas. Acabó poniéndome nerviosa que los camareros estuviesen a cada rato pendientes de lo que yo hacía con mi comida. Está visto que no estoy hecha para comodidades, pero todo es acostumbrarse...Volviendo a lo que comentaba al principio, me da pena saber que cuando me muera, no habré visto más que una pequeñita parte del planeta en el que vivimos. Aunque, creo que la estoy disfrutando. Cada verano vuelvo al pueblo de mi familia, cojo la bici, y a pesar de que desde que nací he recorrido sus caminos, siempre me encuentro con recodos y lugares nuevos que no son nada desdeñables. Y además, sin rascacielos de hoteles, turistas ni nada parecido. Esos hay que ir más lejos a buscarlos. Otra idea que se me pasa por la cabeza es que 7000 euros son un dineral. Pero no es poca la gente que conozco que se los gasta en seguros de coche, en unos pocos metros cuadrados de un piso por el que pagará toda la vida, etc. Puestos a gasta, muchísima mejor inversión me parece esa semana en Taití, por caro que nos parezca. Saludos

Creo que eres un privilegiado, no tanto por este viaje de lujo, que está claro que sí, sino porque has visto tantísimos lugares del planeta. A mí eso me da mucha envidia. Miro la foto, y pienso que estar ahí en carne y hueso tiene que ser soberbio. Sobre los cocineros y demás lujos, creo que está bien, pero que puede llegar a aburrir. El verano pasado fue la primera vez en mi vida que estuve durante algo más de una semana de vacaciones, desayunando, comiendo y cenando fuera de casa. En bares o restaurantes. Al final lo que más deseaba era estar en mi casita, con un plato de huevos fritos mientras se oye la tele de fondo diciendo sinsorgadas. Acabó poniéndome nerviosa que los camareros estuviesen a cada rato pendientes de lo que yo hacía con mi comida. Está visto que no estoy hecha para comodidades, pero todo es acostumbrarse...Volviendo a lo que comentaba al principio, me da pena saber que cuando me muera, no habré visto más que una pequeñita parte del planeta en el que vivimos. Aunque, creo que la estoy disfrutando. Cada verano vuelvo al pueblo de mi familia, cojo la bici, y a pesar de que desde que nací he recorrido sus caminos, siempre me encuentro con recodos y lugares nuevos que no son nada desdeñables. Y además, sin rascacielos de hoteles, turistas ni nada parecido. Esos hay que ir más lejos a buscarlos. Otra idea que se me pasa por la cabeza es que 7000 euros son un dineral. Pero no es poca la gente que conozco que se los gasta en seguros de coche, en unos pocos metros cuadrados de un piso por el que pagará toda la vida, etc. Puestos a gasta, muchísima mejor inversión me parece esa semana en Taití, por caro que nos parezca. Saludos

Dí que sí, Vane, dí que sí (¿Viste Blas? ¡Este es un comentario como Dios manda!)

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Sobre el autor

Paco Nadal

Paco Nadal es viajero-turista antes que periodista y culo inquieto desde que tiene uso de razón. Estudió Ciencias Químicas pero acabó recorriendo el mundo con una cámara y contándolo. Escribe en EL PAÍS sobre viajes y turismo desde el año 1992. Es también escritor y fotógrafo, colabora con la Cadena Ser, además de presentar series documentales en diversas televisiones.

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