Paco Nadal >> El Viajero

28 sep 2009

Estocolmo: los domingos al sol

Por: EL PAÍS

Tengo una amiga finlandesa, Lotta, que asegura que lo que más le gusta de vivir en Madrid es no tener que dejarlo todo y salir corriendo al parque más cercano cada vez que sale el sol, para aprovechar un día bueno. Obviamente, en Madrid si algo sobra son días de sol. Pero en Escandinavia, no.



Los inviernos son tan largos y tan oscuros en estas latitudes, que en cuanto llega la primavera cada día de sol es recibido como un festín para los sentidos. Un regalo que no se puede desperdiciar. Y los suecos lo disfrutan a tope.



Es todo un espectáculo ver Estocolmo o cualquier otra ciudad sueca un domingo soleado. Parece que toda la población se lanzara a la calle y los parques a la vez. Las terrazas están abarrotadas, los canales se llenan de barcas, los habitantes se transforman en placas solares y se tumban en cualquier lugar ávidos de fotosintetizar hasta el último rayo solar. Ya habrá tiempo de hartarse a oscuridad en cuanto llegue el siguiente otoño. Os dejo unas fotos de un domingo al sol en la capital sueca.

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PD: por supuesto, he vuelto a visitar el museo Vasa , uno de mis favoritos. Pero ya publiqué un post sobre este galeón del siglo XVII recuperado milagrosamente del fondo del mar. Lo podeís ver aquí .



25 sep 2009

Los placeres de Gamla Stan

Por: EL PAÍS

Hay un paseo inexcusable cuando se viene a Estocolmo: Gamla Stan , la ciudad vieja. Gamla es el barrio más antiguo de Estocolmo, el poblado de callejuelas estrechas y empinadas a partir del cual fue creciendo la ciudad. Por supuesto, es el sitio más turístico, pero no deja de ser un placer pasear por esas callejuelas medievales, tan opuestas al espíritu racionalista y funcional de la ciudad moderna y del urbanismo sueco.



La plaza principal, Stortoget, la de la foto de arriba, es un espacio pequeño, encantador y coqueto lleno de fachadas de vivos colores y de terrazitas donde comer o tomar un aperitivo. Para mi, uno de los rincones más deliciosos de Estocolmo (aquí va un vídeo con una panorámica de 360 grados de la plaza). En uno de los laterales está el museo de los premios Nobel .





Por la noche el barrio está lleno de restaurantes y terrazas. Y de cientos de forasteros en busca de una mesa. No es el mejor sitio para probar autentica comida sueca (abundan las pizzerías y la cocina internacional), pero si eres turistas en Estocolmo, una noche al menos tiene que ejercer de ello e ir a cenar a Gamla Stan.



Si por el contrario buscáis el mestizaje con la población local, es mejor ir a cenar a la calle Birger Jarls Gatan, cerca del muelle de Nybroviken: cantidad de locales hipermodernos e hiperfashion, llenos de gente joven y no tanto, pero elegante, guapa, culta... En fin, sería percepción personal, pero te sentabas allí y te daban ganas de hacerte sueco (que no es lo mismo que hacerse el sueco).



PD: Por cierto, Gloriainfinita, es verdad: los suecos están de toma pan y moja (creo que incluso mejor que las suecas). Lo que pasa es que una vez creado el mito.... ¡no hay quien lo cambie! Siento no tener foto de ningún aborigen macizo ; la próxima vez prometo fijarme más en ello.


23 sep 2009

Siempre nos quedará Estocolmo

Por: EL PAÍS

La singladura del Crystal Symphony acaba en Estocolmo . Que no es mal sitio para acabar ningún viaje. Tengo una buena amiga sueca, Margareta Gustafsson (con este nombre obviamente no es de Cádiz), que jura que Estocolmo es la capital más bella de Europa. Puede que no ande errada.



Pero antes de llegar a puerto, el barco atraviesa el Skärgârden, el famoso archipiélago de unas 25.000 islas que rodea la entrada a la rada de Estocolmo. Veinticincomil son muchas islas; suficientes como para que buena parte de la población sueca tenga aquí una casa, una cabaña de madera o una simple caseta de pescadores. Algunas islas son tan pequeñas que solo cabe la cabaña. Y nada más. Pero es suficiente para un sueco. El espíritu ecológico y naturalista de los nórdicos les lleva a preferir una simple cabaña de madera, sin luz ni agua corriente que un chalé hortera lleno de balaustradas y enanitos de jardín. Cuanto más sencilla, rústica y aislada sea la construcción, más valor tiene para ellos.



De hecho, en las horas que el barco lleva navegando por este laberinto de islotes, canales y bosques de coníferas, en un travelling pausado y maravilloso que me tiene extasiado en la borda (y eso que ha empezado a llover), no recuerdo haber visto ningún chalé ostentoso con balaustradas y enanitos de jardín.



Como dice otra amiga, ésta noruega, nada pone más a un nórdico que el queso marrón y un paseo por el bosque nevado a 15 grados bajo cero. ¿Será que tienen tanta naturaleza porque aman la naturaleza?

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En esta página podéis hacer un paseo virtual por el centro de Estocolmo.

Más fotos del archipiélago, aquí .



22 sep 2009

Iberia, siempre.... haciendo amigos

Por: EL PAÍS

O jodiendo a los amigos, según se mire. Todos sabemos que las compañías aéreas andan enloquecidas con la crisis. Y tratan de sacar beneficios de donde sea. Uno de los recursos por la que casi todas han optado es por ser inflexibles con el exceso de equipaje.



Y bueno, que una compañía low cost trate de sacarte unos euros extras en cuanto te pases un kilo puede entrar dentro de lo razonable: has aceptado voluntariamente el juego de precio barato a cambio de servicio pésimo.



Pero que una compañía como Iberia recurra a estos trucos barriobajeros, con las tarifas que tiene, clama al cielo.



Por si no lo sabías (yo no lo sabía): nuestra simpática y amable compañía de bandera cobra ahora por cada maleta que exceda de 23 kilos una penalización de 50 ?, independientemente de si el total de tu equipaje no excede del peso máximo autorizado (detalles de la letra pequeña, en su web ).



Es decir, si llevas una maleta de 16 kilos y tu compañero o compañera otra de 24: ¡pagas 50 ? de multa!, aunque juntos no superen los 46 kilos autorizados. Kafkiano. O abusivo, según se mire.



Pero todavía hay más. Me ocurrió al volver de este último viaje en el aeropuerto de Estocolmo. Mostrador de Iberia. Eficiente y simpática señorita. Facturo una primera maleta, (15 kilos). Pongo en la cinta la segunda (25 kilos).





-Lo siento, pasa de 23 kilos. Tiene que pagar 50 ? de penalización.



-¿Cómo?, pregunto asombrado. Si juntos no pasamos del límite.



-Si, pero, bla, bla, bla.. (me cuenta la monserga antes explicada)



-Bueno señorita, deme un minuto y redistribuyo el peso entre las dos maletas y así ninguna pasa de 23 kilos.



-A no lo siento. La otra ya le he metido a la cinta y ahora no la puedo recuperar.



-¿Y por qué no me la ha dicho antes (SO PEDAZO DE INEPTA!!! pensé para mis adentros)



En fin. No aburro con la discusión. Pero como podéis imaginar llevaba todas las de perder. Y al final tuve que pagar 50 ?.



Solo me queda la esperanza que esos 50 euros contribuyan a mejorar la cuenta de resultados de Iberia, a incrementar los bonus que cobren sus directivos por llevarla a la quiebra, a pagar las comilonas en las reuniones de ejecutivos y a los aumentos de sueldo que consigan en la próxima huelga los señoritos-pilotos del SEPLA.

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¿Os han pasado casos similares de abusos de compañías aéreas? Me gustaría que los contarais.









Una de las cosas que más me llamó la atención del crucero por el Báltico en el Crystal Symphony fue descubrir que hay gente que vive en el barco. Y no me refiero a la tripulación. Hay clientes millonarios que viven a bordo. Vamos, que esta es su casa. Han vendido su mansión y pasan casi todo el año en el barco aprovechando que estos cruceros no hacen siempre la misma ruta sino que vagan por los siete mares. Parece ser que es muy frecuente en este tipo de barcos de lujo de compañías norteamericanas. Igual que no hay castillo sin fantasma, no hay barco sin millonario residente.



Por ejemplo, en el Crystal Symphony vive una viuda australiana (muy) millonaria. Pasa diez meses en el barco y otros dos en un hotel de cinco estrellas en Melbourne para ver a la familia y los amigos. Quise conocerla pero dio la casualidad de que se había bajado en la escala anterior para iniciar su visita anual al terruño. Calculé que la broma le salía por medio millón de dólares al año.



"No lo hacen ni por el dinero ni por conocer mundo, sino por la compañía", me confesaron algunos miembros de la tripulación. Es gente con dinero de sobra para tener una casa en Beverly Hills con diez criados, pero allí pueden sentirse muy solos. El concepto de familia del mundo latino no es el mismo que el anglosajón. Allí se ven una vez al año para el pavo de Acción de Gracias, y basta. Los hijos y los nietos no están todo el día dando la tabarra a la abuela.



Así que algunos deciden vender sus propiedades para vivir en una suite del barco. ?La tripulación somos su familia?, me decía un camarero. ?Y son muy generosos, se pueden gastar 5.000 dólares en una fiesta para celebrar un cumpleaños con todos nosotros?. Aquí tienen compañía y sobre todo, atención médica y servicio las 24 horas del día.



A quien si conocí fue a un tipo que llevaba hechos 130 cruceros (?empecé con 22 años y ahora que estoy jubilado, sigo?, me dijo). Y a otro montón con 30 o 40 viajes en barco en su currículo.



Decididamente, nada como viajar para comprobar cuan diverso y raro puede ser el mundo.



PD: perdonad la locura de tipografía de los últimos post. No se trata de ninguna vanguardia estética. He cambiado de PC a Macintosh y desde entonces la plantilla se vuelve loca (se ve que está a sueldo de de Bill Gates, la muy canalla). Me cambia el cuerpo de letra, se salta los párrafos... una locura.

21 sep 2009

La fiesta del premio Eurostars

Por: EL PAÍS

El jueves pasado fue el gran día: el mundo conoció por fin el ganador del premio Eurostars de narrativa de viajes. Cuando uno se presenta a un premio literario y gana, recibe una llamada. Bueno, más bien recibe LA LLAMADA (que lleva meses esperando).

-?¿Fulanito de tal?

-Si , soy yo, dígame.

-Le llamo en nombre del jurado del premio tal, para comunicarle que ha resultado ganador, enhorabuena.



Y tu das un grito de alegría, se te cae el teléfono de las manos y te dispones a salir a la ventana a chillar a los cuatro vientos para que se entere el mundo, incluida la vecina buenorra del quinto, que, sí, eres TU el que ha ganado el premio tal. Pero.... la voz continúa:

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- Ya sabe que es secreto hasta el jueves que viene, cuando se haga público en un acto oficial. No debe contarlo a nadie.


-¿¿¿CÓMO??? Que uno tiene la probabilidad de ganar UNA o NINGUNA vez un premio literario y me tengo que estar callado. ¡¡Ni lo sueñe!! Antes, córteme un brazo.



Total. Que ahí estás tú, una semana entera calladito, con una sonrisa beatífica en la boca y la mirada perdida como si fueras un faquir en trance, sin poder decirle a todo el que te saluda, ?¿Le dije ya que gané el premio literario tal y tal??. La gente pensaría que me había fumado un porro o que me había vuelto gilipollas.

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Por fin llegó el gran día. Jueves, 17. Por la mañana a las 12,30 estaba convocada la prensa en un céntrico hotel de Barcelona, el BCN Design (muy molón y fashion) . Acudió TODA LA PRENSA, por supuesto. Y eso que a esa misma hora el presidente del Banco Mundial anunciaba que la crisis económica mundial ha acabado. Pero los chicos de la prensa saben siempre dónde está la verdadera noticia.

Me tocó decir un discurso, pero tuvo que quedar un poco rollo. Mirad si no las caras de los miembros del jurado. Parecen decir: ?qué rollo de tío, si lo llegamos a saber premiamos a otro?.

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Luego, por la noche, hubo un fiestón en otro hotel de Barcelona, el Grand Marina. Aquí también acudió EL TODO BARCELONA. No eras nadie en la farándula cultural de la ciudad si no estabas invitado esta noche aquí. Solo me falló Madonna, que estaba de gira. Bueno, y Michael Jackson, pero presentó razones más que justificadas para la ausencia.

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Aquí también solté otro discurso. Este me tuvo que quedar un poco más suelto, porque los miembros del jurado hasta se rieron. Aquí estoy recibiendo el galardón. Tranquilos, la pasta ya estaba en el banco.

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De copas con los invitados. Esta fiesta me generó otro problema. ¿Qué te pones para recibir un premio literario? ¿Muy formal?... no, parece que vas de primera comunión. ¿Vaqueros y una camiseta roída? Tampoco, te confunden con Amenábar. En este sentido, es mucho mejor que te den el Nobel. Sabes que tiene que ir de frac, si o si. Y listo.

Se lo he hecho saber a los organizadores. ¡A ver si cuela!

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Hasta aquí la crónica rosa de lo que ocurrió. Y ahora en serio: mil gracias a todos por vuestras felicitaciones. Es un topicazo, pero como todos los tópicos, tiene algo de verdad: si hay un verdadero valor que pueda atesorar un escritor son sus lectores. Y vosotros, los de este blog (¡y espero que del futuro libro!) SOIS LOS MEJORES. Gracias de corazón por estar ahí.




18 sep 2009

El premio

Por: EL PAÍS

Hoy voy a colgar un post muy especial. Como decían antes en la tele, "interrumpimos nuestra programación para darles una noticia de última hora":
EL PERIODISTA PACO NADAL SE ADJUDICA EL V PREMIO EUROSTARS HOTELS DE NARRATIVA DE VIAJES CON UN RECORRIDO POR MÉXICO

El jurado, del que forman parte los escritores Ángela Vallvey y Alfredo Conde, ha decidido otorgar los 18.000 euros del galardón a Pedro Páramo ya no vive aquí, una obra del periodista y viajero Paco Nadal dedicada a México.

Barcelona, 17 de septiembre de 2008.- "Pedro Páramo ya no vive aquí", del periodista y escritor especializado en viajes Paco Nadal, es la obra vencedora de la quinta edición del Premio Eurostars Hotels de Narrativa de Viajes, certamen organizado por el Grupo Hotusa en colaboración con la editorial RBA Libros y la Universitat de Barcelona.

La obra ganadora se adjudica un premio en metálico de 18.000 euros. Además será distribuida, de forma gratuita, en todas las habitaciones de los más de 52 establecimientos con los que la cadena Eurostars Hotels cuenta en varios países de Europa y América. Asimismo, la novela tendrá una edición para su comercialización en librerías a cargo de RBA Libros que saldrá a la venta durante los primeros meses de 2010.

"Pedro Páramo ya no vive aquí" es a la vez un libro de viajes y un ensayo sobre la historia, las formas de vida, las ciudades y personajes de México, un país considerado violento por muchos pero que ofrece al viajero que sepa buscar más allá de los tópicos mil y una experiencias positivas .

El jurado de esta quinta convocatoria, a la que se han presentado más de 20 originales a concurso, ha sido integrado por los escritores Ángela Vallvey y Alfredo Conde; la directora de Hotusa Hotels, Ana Sanjurjo; Adolfo Sotelo Vázquez, decano de la Facultad de Filología de la UB; y Joaquim Palau, director general de RBA Libros, S.A, además de un secretario con voz y sin voto.

"Pedro Páramo ya no vive aquí" es a la vez un libro de viajes y un ensayo sobre la historia, las formas de vida, las ciudades y personajes de México, un país considerado violento por muchos pero que ofrece al viajero que sepa buscar más allá de los tópicos mil y una experiencias positivas .
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¡¡¡MUCHAS GRACIAS A TODOS VOSOTROS POR SEGUIRME EN EL BLOG!!!!!
Por desgracia, los ejemplares no llegarán a las librerías hasta finales de enero. Así que estas Navidades podéis seguir regalando a Dan Brown; pero para la Feria del Libro, ya sabéis: ¡¡Pédro Páramo ya no vive aquí!!!

San Petersburgo tiene una noche memorable. En todos los sentidos. El centro histórico está muy bien iluminado, las calles rebosan de ambiente los fines de semana y hay un montón de night-club y discotecas. A eso me refiero con lo de memorable, en todos los sentidos.
El mejor momento para disfrutar de la noche es cuando no la hay; es decir, el periodo de noches blancas . Así le llaman aquí a esos días de principios de verano cuando por la latitud tan norte que tiene la ciudad el sol apenas se pone por el horizonte y una claridad azulada envuelve el crepúsculo y mantiene la ciudad viva las 24 horas. Entonces hay conciertos al aire libre, los bares y restaurantes abren hasta las tantas y San Petersburgo se asemeja a una ciudad mediterránea en pleno verano, donde todo se hace y se vive por la noche.
Un clásico: dar un paseo en barca por los canales. Los barcos funcionan todo el día, pero por la noche es más espectacular aún. Y a las 12 de la noche es casi imposible encontrar una plaza. ¿Por qué este horario tan español? Porque hacia la una de la madrugada tiene lugar el mayor espectáculo turístico de San Petersburgo nocturno: ¡el levantamiento de puentes! La fiesta consiste en.... ¡que se levanta los puentes! Increíble pero cierto. A esa hora los puentes principales que salvan el río Neva se elevan para dejar paso a los barcos de mayor calado. Y miles de personas (todos los turistas ociosos que en ese momento estamos en la ciudad) se congregan en torno a ellos pera verlo. Se levantan... y ya está; esa es toda la fiesta.

La verdad: es la mayor chorrada que he visto en mi vida, pero tiene tirón. Hay miles (¡miles!) de personas apostadas en las escalinatas y la balaustrada del paseo fluvial frente al Hermitage y al Palacio de invierno para ver como se eleva el puente Smidcht. Y docenas de barcos turísticos (todos los que hay disponibles en ese momento en la ciudad, creo) agolpados a la misma vez entre los tres puentes principales, parados en espera del momento sublime en que se suben los puentes.
¡Te mueres!
Como se que hay malvados y malvadas que están esperando a que les de carnaza, les diré que hoy no hay. Esto no es Liverpool. Solo voy a decir que cené en un restaurante ruso, que bebí buen (y mucho) vodka, que merodee por los night-club, que las rusas llevan la falda aún mas corta y los tacones aún más largos por las noches, (los rusos también mejoran con la nocturnidad, varias amigas "dixit"), que nadie habla ni papa de inglés pero que ni falta que hace... y que del grupo unos volvieron a las tres de la madrugada y otros vieron amanecer, como en la canción de Sabina. Y el resto me lo guardo. Ya sabéis por el blog de Ilona que la CIA vigila los blogs y los perfiles de Facebook. Y luego.. todo se sabe. Agur.

15 sep 2009

Noches blancas, noches negras

Por: EL PAÍS


El Crystal Simphony lleva tres días amarrado en el puerto de San Petersburgo. Fue una de las razones que me motivó a hacer este crucero por el Báltico: por lo menos da tiempo a ver algo de las ciudades donde hace escala, en vez de ir a salto de mata como suele pasar en este tipo de viajes. El problema es que en estas fechas hay tantos cruceros en la ciudad que literalmente, no caben. Mientras terminan la nueva terminal de cruceros, los mandan donde pueden. Y al nuestro le ha tocado atracar en el puerto comercial del Morskoy Kanal.
Tiene gracia: te asomas por la borda de este barco de lujo, cargado de todo tipo de comodidades, y ves un horizonte industrial de grúas, máquinas pesadas, bulldozer, montañas de chatarra, contenedores, láminas de acero y demás productos de la industria pesada rusa esperando a ser embarcados vete tu a saber a qué confín del mundo.
Menos gracia tiene que no dejan entrar taxis hasta aquí. Y hay dos kilómetros de decorado industrial hasta la salida por descampados más negros y solitarios que la cueva de un lobo, sobre todo cuando regresas a las tantas de la noche. Pero pronto hemos aprendido que eso no es problema en Rusia. Simplemente te pones en la carretera, levantas la mano y lo primero que pase en movimiento (y que no sea un perro) te para. Es una costumbre muy habitual aquí: no hay por qué esperar al transporte público. Los conductores están acostumbrados a parar a quién le hace el alto, negocian un precio y lo acercan a su destino si les cuadra. De momento he montado en todoterrenos, camionetas del puerto y coches particulares. Pero si pasa una grúa y me para, juro que también me monto.
Obviamente, a la mayoría del pasaje ni se le ocurre salir por la noche en semejantes condiciones. Les entiendo: muchos son jubilados norteamericanos y deambular solos y por la noche en una ciudad rusa es para ellos una aventura similar a la de tomar al asalto el Palacio de Invierno. Pero un grupo de españoles hemos encontrado con este sistema la manera perfecta para salir cuando acaba el servicio de transfer oficial del barco (a las cinco de la tarde) y explorar la ciudad con nocturnidad y alevosía. Y creedme: San Petersburgo es otra cuando oscurece. Todavía más rutilante y hermosa. Mañana os sigo contando.

13 sep 2009

Mi gran boda rusa

Por: EL PAÍS

Si hay algún acto social rodeado de almibarada horterez en cualquier lugar del mundo (en mi pueblo o en la Conchinchina) es... ¡una boda!

Rusia no es una excepción. Solo que aquí además, el show se traslada a la calle. Uno de los mayores espectáculos urbanos de San Petersburgo son las comitivas de novios en limusina haciéndose fotos en decorados urbanos. Como en invierno hace un frío que pela, los novios aprovechan para casarse durante el corto verano. Por eso hay bodas todos los días, a todas horas. Antes de que llegue el "general invierno" durante el que no se debe de hacer nada al aire libre en esta ciudad (que se lo digan a Hitler). Uno de los lugares más demandados es el puente frente a la iglesia del Salvador de la Sangre Derramada. Hay momentos en que se juntan aquí cuatro y cinco bodas a la vez, con un desparrame de limusinas, invitados, novias, madrinas, parientes, fotógrafos, trajes de rasos y terciopelos y turistas haciéndose fotos con los novios digno de una película de Berlanga. El numerito de las palomas es de los más fotografiados.
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El traje de boda más original que he visto en mi vida. No es San Petersburgo, es la iglesia ortodoxa rusa de Tallínn (Estonia), pero no tiene desperdicio. He de decir que a la salida de la iglesia la novia causó un revuelo de curiosos a su alrededor que ni Madonna en ?Like a virgin?.






Me pareció genial el vestido. Y me parecieron geniales los curas ortodoxos rusos. ¡Qué enrollaos! Entras a casarte así a cualquier catedral de España y al arzobispo le da un síncope.

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El negocio de las limusinas debe de cotizar al alza en San Petersburgo. No hay boda que se precie que no llegue al escenario de las fotos en una. Hay un trasiego de estos mastodontes por todo el centro histórico que ni en Las Vegas. Aquí el tamaño si que importa. Cuanto más larga, más invitados caben. Llevan el capó lleno de bebidas y después de las fotos se montan el botellón en torno al coche.







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Esta fue de las más originales que vi. La novia fotografiaba a los invitados, en vez de al revés. La costumbre es ir a la ribera del Neva y romper contra la balaustrada las copas de champán. Tradición mucho más elegante, donde va a parar, que esa horterada nuestra de cortarle la corbata al novio y subastarla a pedacitos. Que te viene el padrino con las tijeritas y los trozos de corbata pidiéndote más pasta después de haberte dejado 200 euros en el regalo y te dan ganas de pedir que te lo devuelva. O de hacerte ruso.


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Paco Nadal

Paco Nadal es viajero-turista antes que periodista y culo inquieto desde que tiene uso de razón. Estudió Ciencias Químicas pero acabó recorriendo el mundo con una cámara y contándolo. Escribe en EL PAÍS sobre viajes y turismo desde el año 1992. Es también escritor y fotógrafo, colabora con la Cadena Ser, además de presentar series documentales en diversas televisiones.

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El cuerno del elefante, un viaje a Sudán

Un relato trepidante por unos de los destinos menos turísticos y más inseguros del mundo. Un viaje en solitario lleno de emoción y melancolía a lo largo de una región azotada por constantes guerras y conflictos étnicos. Un viaje plagado de sentimientos que consigue conectar al lector con los sufrimientos y las esperanzas de África.

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