Paco Nadal >> El Viajero

17 ene 2010

En Soweto

Por: EL PAÍS

Al principio de este viaje reconocí que Ciudad del Cabo me había enamorado. Es cierto, es una ciudad bellísima. Aunque muy europea. Pero si hay un sitio en Sudáfrica con personalidad como para dejarte boquiabierto es Soweto (he de reconocer que en este viaje estoy bastante enamoradizo).
Soweto es un township , un barrio donde los negros eran obligados a vivir durante el apartheid y del que solo salían con un pase para trabajar en las casas y los negocios de los blancos. Pero Soweto también es el icono de la resistencia de la población negra contra ese cruel y racista gobierno afrikaners que segregó a la población sudafricana según el color de la piel desde 1947 hasta 1994. Aquí tuvo lugar la famosa matanza de estudiantes en 1976, que fue el inicio del fin del apartheid. Y aquí vivía Nelson Mandela cuando fue arrestado para pasar 27 años en la cárcel.
Hoy las cosas han cambiado. Se acabó el apartheid y cada uno puede vivir donde quiera. Pero la mayoría de habitantes de Soweto se han quedado aquí. Dignificando su township y haciendo válida su larga lucha. (también, hay que reconocerlo, porque muchos son tan pobres que no tienen otro sitio al que ir). Dos millones y medio de personas (99% negras) a las afueras de Johanesburgo en un barrio/ciudad donde hay casas de todo tipo, desde chabolas de chapa metálica a chalés con piscina.
Pero sobre todo, Soweto en una ciudad donde hay vida. Donde nada más entar la gente te mira a los ojos y te sonríe, donde los niños te cogen de la mano, donde se ríe, se baila y se canta en la calle, donde eres aceptado y te permiten formar parte de su reunión, beber cerveza con ellos, compartir con ellos. Un sitio donde hay calles sin asfaltar llenas de charcos, chabolas sin servicios, basuras sin recoger y miles cables colgando por los aires. Pero donde esta mañana, cuando ha empezado a caer un aguacero, me han invitado a refugiarme en un sheeben, una especie de local comunitario hecho con chapa metálica y maderos, en el que he pasado un rato inolvidable entre orondas señoras y ancianos desdentados (que miedo me da el uso de adjetivos contigo, Gloriainfinita) que solo hablaban zulú pero con los que me he divertido lo indecible bebiendo cerveza de sorgo y cantando (algo difícil de que te pase en un bar de blancos; los blancos somos más remilgados para eso de las relaciones públicas espontáneas).
Por fin, ¡Africa de verdad!, el África que siempre he conocido y que empezaba a echar de menos aquí. Hay una parte de Sudáfrica hermosa, pero muy europea. Por eso esta mañana en Soweto he sentido por primera vez el calor de la verdadera África (continuará).

Esto es Soweto....

... esto sigue siendo Soweto...

... y esto, también es Soweto.

Hay 18 Comentarios

Creo que eres un poco promiscuo y en este viaje te estás enamorando muy rápidamente. Yo creo que me enamoraría de este Soweto, que tiene alegría, vida, imagino que espontaneidad y generosidad, donde puedes comunicarte cercanamente con la gente y ver en vivo y en directo cómo vive la gente. Creo que a tí también te gusta eso, nos lo demuestras en cada crónica. Sigo viajando contigo, gracias por permitírmelo. Un beso.

Un lugar lleno de contrastes por lo que veo, y un lugar, también, acogedor en el que blancos y negros ppor fin se pueden mezclar.Un abrazo, viajero.

A todos nos traes enamorados con estas fotos y estos post maravillosos desde Africa. Gracias, Paco.

buenisimooooo

yo tambien me enamoré de sudáfrica. no te pierdas the garden route y la zona de los viñedos

se me había olvidado darte la enhorabuena por tus blogs. Son maravillosos y te leo siempre. Gracias por compartir.

Buenos días...Qué dificil es seguirte los pasos, jejejejje. ¡Te mueves más que una peonza! Y desde la envidia te lo digo, amigo, para que voy a disimular. Aunque ya te lo he dicho mil veces, jejejjeSigue enamorándote, Paco, porque tus crónicas son aún mas bonitas.Besitos.Queralt.

Esa es la Africa que me interesa Paco...Si acertara así la Lotería, como presentí tu próxima visita, anda queno estaría ahí contigo ahora...jajjja!El calor humano siempre sale y se siente fuera de las grandes ciudades...Me encantó tu crónica, bien ilustrada cada párrafo con buenas fotos.Besos y sigue disfrutando del calor...

Te recomiendo que dejes de lado los prejuicios o las historias de horror que te han contado y, además de Soweto, explores Johannesburgo en sí. El CBD o centro financiero, muy peligroso de noche, es interesantísimo de día porque te da la sensación de estar en una verdadera gran ciudad africana, a diferencia de la todavía muy segregada Ciudad del Cabo, por mucho que ellos digan lo contrario. Diagnonal Street, Carlton Centre, Gandhi Square y muchos de los edificios por donde entran y salen corriendo los blancos son de lo más atractivo. Además, es interesante ver los esfuerzos de regeneración en la zona, y en otras adyacentes como Newtown o Braamfontein, donde está la universidad de Witwatersrand. Puedes ver el lujo en Sandton o Houghton y pegarte la fiesta padre por la noche en Melville, que también está muy bien para cenar en alguna de las terrazas de los múltiples restaurantes que hay por ahí.Lo dicho, no te creas todo lo que te dicen y disfruta de Jo'Burg.Ah, y por supuesto el Apartheid Museum.

(Middle inheres).Lo tuyo es la promiscuidad, mi querido 'Paco Nadal'. Se me entenderá: Tienes esa facultad de enamorarte de un hotel de 'tropecientas' estrellas, con sala de masajes y sala de rayos UVA incluido, y -por el contrario- también de lo que es Á-f-r-i-c-a real.Yo siempre, s-i-e-m-p-r-e, seré de ese "Á-f-r-i-c-a real".¿Eso se llama "promiscuidad", o de otra manera?.Mis felicitaciones por esa estancia en Soweto, y seguro que tu mente te lo agradecerá.Un abrazo.

Amigo Paco, creo, sin miedo a equivocarme, que este ha sido uno de los viajes más intensos que has tenido. Te enamoraste de paisajes, sobrevolaste la parte más sur de África, nadaste entre tiburones blancos (nada racial por supuesto) y estas visitando Soweto uno de los lugares más emblemáticos de toda esa zona por lo que vivió y lo que significó en la abolición de la cruel discriminación que sufrió ese país. Disfrutalo intensamente también.Un abrazo.

(10 ouch) que no sé lo que son pero para mí que son diez puntos o cosa por el estilo. Nada que objetar a la utilización de "estos" adjetivos aquí usados. Me ha encantado ese resguardarse del aguacero y ese compartir allí y aquí tus emociones. Por cierto, la otra noche pusieron un documental de un viaje en tren, de esos otros viajes tuyos, en los que lo menos que se puede uno comprar son diamantes... de alucinar, el trenecito llegaba hasta las mismas cataratas. Un abrazo, enamoradizo viajero.

Precioso lo que cuentas. Estoy deseando descubrir Á-f-r-i-c-a. Y pasándo a algo más frivolón: ¿Qué cantaste Paco? [:D]

Perdón, por la que me pueda caer. "Pasando" es sin tilde. [;)]

¿Te fuiste a Johannesburgo? No podrías estar más lejos del mar. A que lo del tiburón fue contundente ¿A que si?Lo que describis de tu experiencia en soweto me recuerda a cualquier lugar de cualquier provincia sudamericana, donde la gente comparte más, es más divertida, más abierta, no es tan "remilgada" (vos lo sabés) y allí también somos blancos. Me parece que la cosa pasa por otro lado...no se por qué pero me da que los que historicamente han sido colonizadores son siempre más "remilgados" que los colonizados (mi intención podría ser cualquiera menos que me saliera en "versito", pero así queda)

Cuanta razón tiene el filósofo popular Manu Chao cuando canta "Mi vida lucerito sin vela, mi sangre de la herida, charquito é arrabal, no quiero que te vayas, no quiero que te alejes cada día más y más..." ¡Que plástica te está saliendo la narrativa de este viaje! Por cierto, la única lengua africana que conozco un poquitín es el Zulu y eso gracias a que me metí de lleno a descifrar varias canciones de la época de Mandela ¡Pasiones pasioneras!. ¿No hay posibilidad de un minivideito?

Simpático ir conociendo al Paco enamoradizo. Sin duda que Sudáfrica te tocó en la piel. Qué bien que puedas mostrarnos con sensibilidad los contrastes que estás viendo y viviendo en ese país. Un abrazo,

¡¡Seguro que de ahí viene el Soweto Gospel Choir!!

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Sobre el autor

Paco Nadal

Paco Nadal es viajero-turista antes que periodista y culo inquieto desde que tiene uso de razón. Estudió Ciencias Químicas pero acabó recorriendo el mundo con una cámara y contándolo. Escribe en EL PAÍS sobre viajes y turismo desde el año 1992. Es también escritor y fotógrafo, colabora con la Cadena Ser, además de presentar series documentales en diversas televisiones.

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