Paco Nadal >> El Viajero

23 abr 2010

Del sexo, tequila y marihuana a las autocaravanas de jubilados

Por: EL PAÍS

Baja California es un paisaje único en el mundo. Un desierto de piedra y cactus rodeado por dos enormes masas de agua, el mar de Cortés a un lado y el océano Pacífico por otro. Sus habitantes aprendieron a explotar los escasos recursos que daba la tierra reseca, pero sin olvidar los muchos que también les ofrecía el mar. Porque este es un desierto con fachada marítima. El mar se siente siempre cerca.

La monotonía del escenario se ve alterada por la cinta de asfalto de la Mex-1, la mítica carretera que cruza de norte a sur la península. Durante los sesenta y los setenta miles de jóvenes norteamericanos, seducidos por la cultura beat de Allen Ginsberg y Jack Kerouac, llegaron a Baja California a bordo de furgonetas Combi, de autocaravanas o de cualquier cosa que se moviera, bajo el lema ?sexo, tequila y marihuana?, convirtiendo la Mex-1 en una metáfora de la huida y la transgresión.
Hoy, esa carretera negra del desierto ha cambiado de forma considerable. Está bien asfaltada, con gasolineras al menos cada 200 kilómetros y no pasa una hora sin que aparezca en el borde arenoso y polvoriento una lonchería (o casa de comidas; adaptación spanglish del inglés lunch) que por la noche brillan en la negritud del desierto como naves interplanetarias. Y ahora en vez de jóvenes pseudobeat con el On the road de Kerouac en una mano y el canuto de tila en la otra, son interminables filas de autocaravanas de jubilados norteamericanos las que circulan por la carretera, camino de las playas de Loreto o de los arrecifes de Los Cabos.

Pero aún así Baja guarda toda la magia y el misterio de un viaje casi iniciático por uno de los estados menos poblados y más fascinantes de México.
Al extremo sur de la península se le conoce como Los Cabos y fue en tiempos una próspera base bucanera. Hoy concentra en torno a dos ciudades ?San José de los Cabos y Cabo San Lucas ? la mayor industria turística de Baja. Hacia allá me dirijo.
PD: tampoco quiero pasarme de agorero. Hay jubilados norteamericanos, sí. Pero también queda mucho sexo y tequila, que conste. De lo otro, supongo que también.

Hay 16 Comentarios

estoy logueada pero el duende parece que se pasó de tequila y ná, no se me ve. Esas carreteras míticas verán un día mi busito (asi llamo yo a las furgos W alemanas) atravesando sus calzadas ardientes, en búsqueda de los mitos que no desmitificas.

Querido Paco, las autocaravanas siguen siendo de hippis , los cuales tambien han crecido,y siguen haciendo el mismo recorrido de siempre, tal cual aves migratorias, lo del sexo y la maria se les supone.diviertete.

Estaba yo pensando que puede que esos jubilados de hoy sean los transgresores de ayer que vuelven a rememorar sus aventuras y a cargarse de algo más que de nostalgia.Un abrazo.

Que pena que tu excelente arranque de la narración, se pierda con el remate. Me quedé con ganas de más información y menos suposiciones. Te aseguro que México y Baja California sí es mucho más que sexo, tequila y marihuana.MÉXICO ES MARAVILLOSO, PINTORESCO, MÁGICO Y NOBLE, Así que no dudo te volverá a abrir los brazos para que vengas a conocernos

Buenos días Paco! Casi recién llegada del otro lado del Pacífico vuelvo a leerte. Espero no llegar a ser jubilada para recorrer la Baja California...Me encanta la atmósfera de tu texto y de esa foto de los cactus. Por cierto, recibo información de la Librería Altaïr, y he visto que el 10 de junio vienes a Barcelona para platicar sobre el camino de Santiago...El destino nos acerca. Esta vez no te libras de compartir una cervecita.... Un beso de regreso desde oriente. ??

Hola Paco, Increible verte en internet. No se si te acuerdas de mi, pero fui companera tuya del master del Pais, hace siglos. Ahora enseno en Boston University. Cuando vas a venir por la costa este? Donde estas ahora?Besos,Marta

Interesante artículo, para un interesante título. Es curiosa la mención en relación a que hay gasolineras cada 200 kilómetros. Da la impresión que traslando la zona aqui a España, estaríamos en Almería.

Muy interesante el artículo. Con datos muy útiles.Seguro que lo estas disfrutando muchísimoBesos!Laura.

A mi me recuerda más a Los Detectives Salvajes de Bolaño, cuando Belano, Lupe y Ulises Lima escapan en busca de la poeta Cesárea Tinajero.

Con ese título difícil de no leer tu post. Muy bueno lo que cuentas y las fotos, dan ganas de hacer el mismo recorrido. Se nota que la estás pasando muy mal... Sigue disfrutando. Un abrazo

Paco querido: ¿haces la aclaración porque los jubilados norteamericanos no tienen sexo ni tequila o porque el único sexo y tequila que circula ahora por allí es el de los jubilados norteamericanos? [;)]

Tu paisaje y tus descripciones, no se por qué pero me han hecho recordar dos películas. Un 'mix' que tendrá que ver con el 'cacao-mental' que tengo a mis años. Bueno, el caso es que me ha recordado a "Traficc" y "Abierto hasta el amanecer". Dime si necesito ir al psiquiatra urgentemente.Un abrazo, 'apañero'.

Dios, que fotos!, no se, me acordé de la pelicula Traffic (¿¿Coincidí con BLAS?? ¡No me lo puedo creer!), de Benico del Toro y de Manu chao Aquí estamos: con mis impresiones de tres mapas de mexico, uno de Sinaloa y otro de Chiuaua, siguiendote. Entre el libro y los posts ya se me esta poniendo cara de mariachi.Evidentemente, para vos, todo méxico debe ser una especie de Hotel california (también con sus lados oscuros)You can checkout any time you like,But you can never leave!PD: Anoche estuve 10 minutos llorando de risa con la anécdota de Dieguito, el guía ¡Hay que ser boludos para dejarse guiar por un nene de 5 años! ¡Pobrecito! Y encima se quedó sin llegar a la cueva. ¡Si él lo tenía claro!, estaba por...allá.¡Hacía tanto que no lloraba de risa! Se agradece. Solo por ese extracto está más que merecido el premio, estoy disfrutando el libro que no veas

Las fotos son apasionantes.

Coincido con LETI .¿Quién ha dicho que en las relucientes autocaravanas de los jubilados ( ex hippies, hoy baby boomers) no hay sexo, tequila y marihuana?

Paco:Mmmmm ahora ando en Guerrero, cerquita de los centros mineros de Taxco. Disfruta tu estancia, conduce con cuidado las trokas y toma mucha soda y lunches ;) Te sigo siempre: Lia

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Sobre el autor

Paco Nadal

Paco Nadal es viajero-turista antes que periodista y culo inquieto desde que tiene uso de razón. Estudió Ciencias Químicas pero acabó recorriendo el mundo con una cámara y contándolo. Escribe en EL PAÍS sobre viajes y turismo desde el año 1992. Es también escritor y fotógrafo, colabora con la Cadena Ser, además de presentar series documentales en diversas televisiones.

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Un relato trepidante por unos de los destinos menos turísticos y más inseguros del mundo. Un viaje en solitario lleno de emoción y melancolía a lo largo de una región azotada por constantes guerras y conflictos étnicos. Un viaje plagado de sentimientos que consigue conectar al lector con los sufrimientos y las esperanzas de África.

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