Paco Nadal >> El Viajero

07 oct 2010

Cerveza se dice "pivo"

Por: EL PAÍS


MADRID-ESTAMBUL EN AUTOBÚS, DÍA 4

Desde Ljubljana, la capital eslovena, la continuación lógica de este viaje hacia Oriente es por Croacia, país que hay que atravesar de norte a sur si quieres llegar a Estambul por los Balcanes.

Así que saco un billete para Zagreb y me dispongo a adentrarme poco a poco en lo que quedó de la antigua Yugoslavia. El otoño sigue empleándose a fondo sobre los bosques que tapizan las ondulaciones eslovenas, tan tupidos que se ahogan en si mismos. El escudo dorado de las caducifolias se alterna con el verde los pastos y el blanco refulgente de los campanarios de las iglesias que anuncian la llegada de cada nuevo pueblo.

Zagreb, la capital de Croacia, también parece sacada de un cuento de Sissi emperatiriz, no en vano fue una de las grandes capitales del imperio austro-húngaro. Es la segunda vez que visito la capital croata y, como la primera, me siento feliz. Zagreb es coqueta, pequeña y monumental. Flota en el ambiente una rara quietud provinciana, una sensación de que todo está cerca, asequible. Y luego están los tranvías. Adoro las ciudades con tranvía. El traqueteo metálico sobre las vías y el monocorde sonido del silbato convierten la ciudad en una especie de maqueta ferroviaria diseñada al tamaño y medida del paseante.
Al anochecer me siento en una terraza de la calle Bogoviceva a paladear la cena. Pido una buena burek (empanadilla típica croata) y me bebo un par de pivos (cervezas de medio litro). Los efluvios de la cerveza se mezclan con la carencia de sueño y paso horas en un nirvana viajero viendo desfilar a gentes alegres y desenfadas. De no ser por el clavo abrasador de la memoria, uno negaría que este país se hubiera desangrado en una guerra civil hace apenas cinco años. Filosofo sobre lo celestial y lo terreno, sobre el romanticismo de los tranvías, sobre la ciudad habitable? Creo que no pediré una tercera pivo.
Al día siguiente indago sobre la posibilidades para continuar. Lo más lógico sería remontar el valle del río Sava hasta Belgrado. Aunque también hay una conexión por Macedonia atravesando Kosovo. Es decir, Guatelama o Guatepeor.
Opto por ir a Belgrado.
Siempre me ha producido cosquilleo interno la travesía de las fronteras. Por cómoda y segura que sea una raya fronteriza, no puedo evitar que un latigazo de desasosiego me sacuda el estómago. No hay otro lugar donde el ser humano se sienta más indefenso que en una frontera.
Si encima en la orilla de la carretera ves carteles que avisan: ?Peligro, minas? y observas aquí y allá defensas de hormigón contra carros de combate, como ocurre cuando llegas a la frontera serbo-croata, la erupción de adrenalina supera la del volcán Pichincha. La guerra acabó, pero no la desconfianza entre los rivales.

¿Guerra?, quien dijo que por aquí pasó una guerra. Las dos fotos grandes corresponden al casco histórico de Zagreb. La pequeña es un paisaje de la campiña eslovena desde la ventanilla del autobús.


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Nota: para quien no se lea los post anteriores, pero tenga querencia a agarrar la enciclopedia en busca de errores, les recuerdo que esta no es la narración de un viaje actual (como ya dije en el principio). El viaje lo realicé en el otoño de 2000. La guerra en Bosnia y Croacia había acabado oficialmente en 1995, pero solo un año antes de pasar yo por allí, entre abril y junio de 1999, la OTAN había bombardeado Serbia y muy en especial, Belgrado, para poner fin a la guerra en Kosovo.

Hay 11 Comentarios

Uyyyyyyyyyy, querido Paco! Puedo decir una maldad? En este dia "tan senalado" lo de "guatemala y guatepeor" parece poco adecuado. No?Tu no te molestes. Te queremos y te admiramos y te envidiamos!Un beso

Paco, ¿alguna vez trabajaste como corresponsal de guerra? Se me ocurrió preguntarte después de leer este post. Aunque fue hace una década, estoy disfrutando mucho de este viaje. Salut!

Andan alagando con mayor o menor rigor tu prosa: a mí me gusta esta, la de hace 10 años, hay comparaciones y metáforas muy certeras; p. ej: lo de de que las ciudades parezcan maquetas,0. es lo que sentí recorriendo europa en tren (es que el tren, es lo que tiene, te cambia las escalas)Yo también creo que definís bien lo que es una frontera: "lugar donde el ser humano se siente indefenso"PD: Yo me hubiera quedado con guatepeor; es que, ya puestas...

A Richi,No voy a entrar en tu juego porque este es el blog de Paco, pero tus insultos gratuitos demuestran como eres.No estoy calentito en Bilbao, ando recorriendo el mundo y aprendiendo, te lo aconsejo, se te quitaría la amarguraDe los bombardeos en Alemania te puedo hablar lo que quieras ya que mi madre es alemana. Y precisamente con esas bombas murieron familiares míos que estaban en contra de Hitler y andaban desesperados por recibir ayuda internacional, pero no por esa vía que no diferencia entre buenos y malos.Paco, siento haber creado sin querer una polémica.Sigue contando.

Aquí dos pivos serían un porrón, no es tanta cerveza para un muchacho. Lástima que el viaje no sea actual.Espero encontrarme con la sorpresa de que hayas ido por Macedonia.¿Viste la película "Antes de la lluvia"? Una belleza. RMM.

Si, note inmediatamente que este recorrido no era actual porque tu "prosa" es diferente, eras 10 anos mas joven y se nota, me quedo con la actual.Hablando de prosas, puedo gritar VIVA EL PERU aqui? El Nobel es nuestro !!!!!!!!!!! Saludos a todos.

Algo tienen esos paises donde todavía se conservan los tranvías. Es una mezcla entre querer mantener sus viejas costumbres, sin perder el paso de la modernidad que se avecina. Zagreb es un tesoro. Toda la zona de los balcanes, es preciosa.

(buckthorn forachey).......................Totalmente de acuerdo contigo (no lo utilices en mi contra) sobre el desasosiego en las fronteras. Siempre AL LÍMITE de lo razonable y lo exagerado en seguridad.¡Todo un paseo!.

En Bilbao también tenemos tranvía, pero no traquetea, de hecho es tan silencioso que ya ha habido unos cuantos atropellos.Cómo me suena eso del nirvana viajero viendo pasar la gente y qué bien lo describes. Paul Theroux dijo lo mismo, a él lo que le gusta es encontrar un buen sitio en una terraza y ver desfilar el mundo delante de sus narices.Y como Blas totalmente de acuerdo en lo de las fronteras, aunque vayas de legal siempre hay un cierto desasosiego.Lo que me da arcadas es lo de la OTAN, sobre todo cuando se limitan a "pedir disculpas" después de bombardear a la población civil, hace unos días ha pasado en Afganistan. Simplemente piden disculpas, como cuando te tropiezas con alguien en la calle.Sigue contando.

¡Que bien escribes (cabrón)! Mil perdones por el adjetivo pero en mi pueblo eso se dice cuando "ya no va más".Tengo en la mente aquella Bosnia de mis tiempos de SOS BALCANES y los camiones de material, un lugar negro y triste, muy peligroso en las navidades del 93 (los antimilitaristas pidiendo la intervención de la OTAN sin ponernos colorados y la OTAN haciéndose la loca). Este relato me hace pensar que es hora de volver.Me quedo pensando en la indefensión ante una frontera porque el sentir se me mezcla... vulnerabilidad, si, poderío también.Besos.

"Lo que me da arcadas es lo de la OTAN". Eres un pringao, calentito en tu Bilbao. Tu te crees que las guerras se paran con pivos y charlas way. Enterate anda de como bombardearon los aliados Alemania en 1945, soplagaitas.

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Paco Nadal es viajero-turista antes que periodista y culo inquieto desde que tiene uso de razón. Estudió Ciencias Químicas pero acabó recorriendo el mundo con una cámara y contándolo. Escribe en EL PAÍS sobre viajes y turismo desde el año 1992. Es también escritor y fotógrafo, colabora con la Cadena Ser, además de presentar series documentales en diversas televisiones.

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