Siempre quise ir a un spa a darme una sesión de vinoterapia. Imaginaba una señorita de pechos turgentes y manos de seda dándome masajes en una cálida bañera llena de vino y pétalos de rosa (como Kevin Spacey en "American beauty"). Por eso cuando los del equipo de la SER me preguntaron que si estaría dispuesto a retransmitir en directo una sesión de vinoterapia para acabar la gira, aprovechando que el último programa era en Haro (La Rioja), tierra de vinos donde las haya, dije que sí. Qué atrevida es la ignorancia. Se trataba de una sesión de vinoterapia... ¡desde el escenario, en una barrica de roble de 600 litros llena de tinto cosechero! Ni siquiera tuvieron la delicadeza de llenarlo de gran reserva. Jodíos. Tenga usted compañeros de trabajo para esto. Así que "from lost to the river". Si el guión exige desnudarse, pues yo me desnudo. Así de profesional es uno. Todo sea por mantener el sueldo (que tampoco es mucho, para qué vamos a mentir). Esta es la secuencia gráfica del día que perdí el pudor y la vergüenza metiéndome en una barrica de roble llena de tinto de Rioja en un salón abarrotado de público. Lábrese usted una reputación de rudo aventurero durante años para destrozarla así en un minuto. Parecía Jeremiah Johnson, pero con traje de neopreno.
DIARIO DE UN TITIRITERO (DE GIRA CON LA SER), DÍA 9
La noche es un lugar lleno de peligros. Peligros buscados y peligros de verdad. Ayer estuve en uno de los primeros. Se llama "La Otxoa" y es el garito de copas más canalla de Bilbao. El nombre es también el de su dueño: la Otxoa (Juan Antonio Nielfa en el DNI), famoso transformista, actor, cantante, vividor, habitual de saraos, colega de famosos y amante de la noche amén de otros placeres, muy conocido en Euskadi. Una mezcla entre Mónica Naranjo, Paco Clavel y el león del Athletic. Su canción "Libérate" (¡Libérate, libérate!, ser mariquita no es un delito, no te lo calles y lanza un grito!) se convirtió en una especie de himno de las Aste Nagusia (fiestas grandes de Bilbao). La Otxoa es el bar que siempre tiene ambiente en Bilbao, uno de esos garitos inclasificables de los que quedan pocos. Entre una nube de humo perenne y carteles de la Otxoa con sus amigos de la farándula (desde Lina Morgan a Antonio Banderas) pulula una fauna variopinta, náufragos extraviados de la noche bilbaína, digna de un casting de Almodóvar. Un comentario en una de esas webs de comentarios lo define todo:
"Te puedes encontrar un chaval de 20 años como un carroza de 50 tranquilamente" (¡¡¡será joputa el mozalbete que lo escribió!!!). Música pachangera, gente bailando, agobio de humanidad según avanza la noche, cuarentones solitarios en busca de cuarentonas solitarias y viceversa, pandillas en despedida de soltero/a y personaje oscuros con profesiones inconfesables, miradas que se cruzan mientras en la barra se te derriten "los peces de hielo del wiskhy on the rock". Locas y locos de todo pelaje, travestis. La Otxoa es otra cosa. Para quien quiera probar: está en la zona de Mazarredo, esquina entre las calles Heros y Lertxundi; muy cerca del Guggenheim. .
Ojo: esta foto es del atrio de columnas de la nueva Alhóndiga-Bilbao, no del garito de la Otxoa
Bilbao ha sido la penúltima parada de la gira con la cadena SER. El programa lo hicimos desde la Alhóndiga, el nuevo centro culltural y de ocio de Bilbao. Una antigua alhóndiga de vinos y licores en pleno centro de la ciudad que el arquitecto Phillipe Starck ha transformado en el "nuevo Guggenheim". Una pasada de rehabilitación. Merece la pena ir a verlo. El bosque de columnas del atrio, a modo de gran plaza abierta para usos múltiples, pasará a la historia de la arquitectura. Me dio tiempo también para ir con Rioyo al concierto de Sting en el BEC. Tres horas deliciosas con sus mejores éxitos adaptados para tocarlos con la Royal Philarmonic Concert Orchestra. Una voz increíble que suena igual en directo que en estudio y que no ha perdido nada de la de aquel veinteañero que cantaba con The Police. Este es un fragmento del concierto:
DIARIO DE UN TITIRITERO (DE GIRA CON LA SER), DÍA 8 Gijón es una ciudad que vende vanguardia. Tiene una Semana de Novela Negra, un festival de jazz, un Salón del Libro Iberoamericano, tiendas vintage dignas del Soho londinense o de los canales de Amsterdam. Y un nuevo y enorme centro cultural, La Laboral, que ha reconvertido el mayor edificio franquista en una ciudad de la cultura. Pero al final, lo clásico es lo clásico. Un valor seguro. Y lo clásico en Gijón es un paseo por el muro de San Lorenzo. Una de las mejores playas urbanas de España. Un arenal dorado en forma de media luna hacia el que miran los ojos de la ciudad. El paseo sosegado, el escaparate infinito del Cantábrico. El deleite de la vida sin prisas. Más aún si hace un día de sol otoñal como el de ayer. Uno de esos momentos en los que apetece parar el mundo y bajarse: "sigan ustedes, yo me quedo aquí" . Pero no te puedes bajar. Hay que seguir la gira. Después del programa en Gijón (fue en el centro Jovellanos, lleno hasta la bandera, actuación de Melendi: majo el tipo, mientras no lo suban a un avión), vuelta al autocar y carretera y manta hacia Bilbao. Esto empieza a ser ya un poco el día de la marmota. Menos mal que siempre se puede invocar a la suerte del viajero. Que existe. Y aparece cuando debe de aparecer. Alguien sabía de un buen sitio para comer en San Vicente de la Barquera:Annua, una ostrería que mira al mar a la entrada de la ría de San Vicente. Todo un descubrimiento. Reconozco que yo como mucho por los ojos. Y la terraza abalconada al mar que tienen enamora a primera vista, antes de abrir la carta. Cocina de autor a cargo de Óscar Calleja. Platos de nombre rocambolesco, como desierto de foi-gras y roca de avellanas. O bosque cántabro de vaca pinta con aromas de eucalipto, pero tras los que se esconden excelentes materias primas y acierto culinario sin artificios. Un deleite de cocina en un sitio espectacular. No es barato. Pero un capricho es un capricho.
DIARIO DE UN TITIRITERO (DE GIRA CON LA SER), DÍA 7 Morirse en Galicia en diferente a morirse en cualquier otro lugar del mundo.
El tratamiento de la muerte en esta tierra de raíces celtas es tan especial que los cementerios son parte del paisaje y del entramado urbano. Un cementerio gallego que se precie de serlo estará siempre cerca del pueblo, en un lugar a resguardo, donde el finado se sienta a gusto. Donde no haga ni mucho aire ni poco. Donde el vivo pueda ir a menudo a pasear y a recordar a los ausentes.
De eso hemos estado hablando hoy en el programa. Tocaba Lugo: tierra de preciosos cementerios neogóticos, como los de Goiriz o San Xoan de Alba (la foto de arriba), en Terra Chá. De cementerios como el de Monoñedo, con sus panteones barrocos, con su solemnidad de ausencias, con sus silencios de granito. En él descansa un genio llamado Álvaro Cunqueiro . En Galicia puedes falta a una boda, a una comunión o a un cumpleaños. Pero nadie te perdonará si faltas a una misa de ?cabo de ano?, a una misa de difuntos. No importa que tengas que hacer 200 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta por carreteras vecinales. A las misas de difuntos se va a dar el pésame, a ver y ser visto, a echar el día; se va a desayunar, a almorzar, a comer y a merendar. Sin lágrimas pero sin fiesta. Es la ocasión de ver a los parientes, de hablar de negocios, de tierras, del tiempo? En las esquelas gallegas, además de los datos del finado, se da el horario del autocar que la familia del muerto ha contratado para que pase por las aldeas más remotas en busca de familiares y allegados del deudo que quieran asistir al ?cabo de ano? (?al cabo de un año?). Así es Galicia, diferente a todo.
En Galicia hay preciosos cementerios, como los citados. O como el de Camariñas (el cementerio de los ingleses), como el de A Coruña, como el de San Froilán en Lugo. Pero dice Manuel Rivas, que estuvo de invitado en el programa, que los dos mejores cementerios de Galicia son el La Habana (Cuba) y el de Chacarita (Buenos Aires). Porque hay más gallegos allí enterrados que vivos en Galicia.
DIARIO DE UN TITIRITERO (DE GIRA CON LA CADENA SER), DÍA 6
Hay veces que la radio debería de tener imagen. Por ejemplo, ayer, en el programa que hicimos en Valladolid dentro de la gira de la cadena SER. Así podríamos haber retransmitido este momento histórico: la primera conexión radiofónica desde el interior de un ataúd. No es que el jefe estuviera pocho. ¡Dios lo guarde por muchos años! (aunque me tachen de pelota). Es que estuvo con nosotros Rodrigo Cortés, el director de cine español que acaba de pegar un pelotazo de taquilla con su segundo largo: Buried (enterrado) . Si no la habéis visto ya, ¿a qué esperáis? Es el estreno más inquietante de la temporada. Un tipo despierta y se encuentra enterrado y dentro de un ataúd. Los siguientes 90 minutos de película no salen de ahí, del ataúd, y sin embargo la tensión no cede ni un segundo. Y al equipo se le ocurrió que una buena manera de iniciar la entrevista era con el entrevistador dentro de un ataúd de verdad. Sobre la experiencia Francino solo hizo un comentario: ?No era de mi talla? (no me extraña, el jefe tiene complexión de jugador de rugby).
Estando en Valladolid había otro personaje inexcusable: el escritor Miguel Delibes , que nos dejó el pasado 12 de marzo. Estuvo con nosotros su hijo Germán, compañero de caza inseparable de su padre. Y nos contó muchas anécdotas del gran escritor y del gran cazador. Por ejemplo que era un andarín infatigable. Y que cuando iba a Madrid para las sesiones de la Real Academia de la Lengua, salía tres horas antes de su hotel, que distaba 12 kilómetros de la sede de la Academia, y los hacía andando. Desde luego, me la juego a que era el académico más sano de todos. .
Crónica rosa:
Me dio tiempo luego a dar un paseo por la plaza Mayor de Valladolid. Día radiante de un otoño seco y luminoso. La plaza, una gozada estética. 10 grados de temperatura. Y ya corría en la sombra un airecillo glacial. A juzgar por las vestimentas de los vallisoletanos, aquí debe de hacer una rasca en invierno que ni en Siberia. La noche: ¿hay marcha en alguna ciudad del mundo un domingo por la noche? Pues en Valladolid tampoco. Aún así encontramos un garito con uno de los mejores gin-tonic del mundo. Vacío? pero con un gin-tonic de muerte, hecho con amor, que es como se hacen los gin-tonic?s. Se llama Guantánamo y ni recuerdo dónde está (¿por qué será?)
DIARIO DE UN TITIRITERO (DE GIRA CON LA SER), DÍA 5
A veces me pregunto cómo ha llegado hasta nuestros días vestigio alguno de civilizaciones pasadas. Con lo bruto que es el ser humano y el empecinamiento de cada cultura por auparse destruyendo los restos de la anterior, me parece milagroso que hayan llegado a nuestros días el coliseo de Roma, las pirámides de Egipto o la mezquita de Córdoba. La duda me vino a la cabeza mientras tomaba la foto de arriba: es la fachada principal del antiguo palacio de Torremejía, una población de la comarca de Tierra de Barros, en Badajoz. Un sitio con honda herencia romana ya que por aquí pasaba la calzada de Hispalis a Emerita Augusta, lo que hoy conocemos como Vía de la Plata. Como se puede ver, los constructores del palacio (hoy reconvertido en albergue turístico) no tuvieron ningún problema en reutilizar cualquier cosa consistente al alcance de la mano para levantar el edificio, aunque fuera una estatua romana tallada en mármol. ¡Qué poco sensibles con lo viejo eran nuestros tatarabuelos!
De esto y de otras muchas cosas hablamos el viernes en el programa de la gira de la Cadena SER. Tocaba ?actuar?en Almendralejo , la capital de Tierra de Barros , una localidad industrial y agrícola de la provincia de Badajoz. Almendralejo no es precisamente una ciudad monumental. La riqueza que ha generado el olivo y el vino se nota en la epidermis urbana: crecimiento rápido, construcciones anodinas. Pero cuando te das un paseo sosegado por la ciudad descubres que entre el ladrillo visto han quedado algunas delicias de la arquitectura extremeña de principios de siglo: hay un par de casinos (uno de obreros y otro de ?señoritos) espléndidamente conservados donde el espíritu decimonónico se quedó a vivir, un teatro del mismo corte dedicado a la poetisa local Carolina Coronado y varias viviendas de factura tradicional. La provincia de Badajoz es la gran desconocida. Y eso que tiene un montón de lugares interesantes. En Casas de Reina hay un teatro romano en perfecto estado que emerge solitario en mitad de la llanura. En Alange, unas termas romanas que llevan 20 siglos funcionando. En Fuente de Cantos nació Zurbarán. Monesterio está rodeado por unas dehesas y zonas de bosque mediterráneo preciosas. Y Zafra es una preciosa ciudad monumental con dos plazas deliciosas, la Chica y la Grande. Lo dicho, Badajoz existe.
La dehesa extremeña, en las cercanías de Monesterio
DIARIO DE UN TITIRITERO (DE GIRA CON LA SER), DÍA 4
Con frecuencia la realidad supera a la ficción. Rudyard Kipling inventó la historia de un niño que crece solo en la selva sin más compañía que los animales salvajes para escribir ?El libro de la selva? . Edgar Rice Burroughs idealizo al buen salvaje en la figura de Tarzán, otro niño abandonado en la selva que se convierte en el rey de su familia? de una familia de monos. No lejos de nuestras casas, en las montañas de Sierra Morena, al norte de Córdoba, un niño también fue abandonado y vivió durante 12 años solo sin más compañía que una manada de lobos. La diferencia entre los tres casos es que este último es verdad. Y no ocurrió en la Edad Media, no. El niño se llamaba Marcos Rodríguez Pantoja, fue abandonado en 1953 y reencontrado y ?devuelto a la civilización? en 1965, como quien dice, antesdeayer.
Gerardo Olivares es el del centro. A su izquierda, Carlos de Hita, A su derecha, el boss, Francino.
La historia nos la ha contado hoy en el programa que hemos hecho en Córdoba el director de cine Gerardo Olivares, que ha llevado al cine la increíble historia de Marcos Rodríguez Pantoja.
Cuando tenía 7 años Marcos fue vendido por su padre a un pastor de Sierra Morena (una realidad frecuente aún en la España de los años 50, para quienes crean que siempre hemos sido excelsos y ricos y que los pobres son solo esos "negros" y esos "moros" que llegan en pateras). El pastor desapareció un día sin más y el niño Marcos se quedó solo en el monte.
Harto de las palizas que le daba su madrastra y temeroso de la mala vida que hasta ese momento había llevado entre los humanos decidió quedarse a vivir en una cueva, entre los animales salvajes. Hasta que se convirtió en el macho dominante de una manada de lobos. Estuvo hasta los 19 años viviendo como un salvaje y sin ningún contacto con otros humanos. Solo se cortaba el pelo del flequillo para poder ver. Las historias que nos han contado en Córdoba Gerardo Olivares y Carlos de Hita, el técnico de sonido de la película, han sido escalofriantes. Marcos no había regresado a los bosques de Sierra Morena desde que lo sacaron de allí para ?civilizarlo?. Y aún así, cuando llegó aulló y la manada de lobos que el equipo había traído de una reserva controlada para rodar la película se le postró y lo reconoció como uno de los suyos. Crónica rosa de la jornada:
Llenazo absoluto para ver el programa en el salón de actos de la Diputación de Córdoba. .
Debe de ser porque ya se ha incorporado Javier Coronas, que es el graciosillo del grupo. El que es famoso... es famoso. La cola de fans para pedirle autógrafo rivaliza con la de Beyoncé. .
Algo tuvo que ver también Kiko Veneno, que actuó en directo. Este tipo se parece cada vez más a John Kerry , el excandidato demócrata a la Casa Blanca. .
El catering esta vez, sosete. Vino tinto, bollería y brochetas de fruta hacen mal maridaje. ¿dónde quedaron los dry martinis? La noche de Córdoba: mejor. Pero sin dar la talla, aún. Buñuel seguiría vetando nuestro ingreso en la Orden de Toledo. Decididamente, nos estamos haciendo viejos.
A Toledo le llaman la ciudad de las tres culturas porque aquí convivieron durante siglos cristianos, musulmanes y judíos en sosegada y productiva cohabitación. Aunque personalmente tengo mis dudas sobre cuanto se ha magnificado y almibarado esa supuesta buena convivencia.
Pero sobre todo, Toledo es un escenario de cine. El casco antiguo está tan bien conservado que tienes que hacer poco para transformarlo en un decorado de tiempos de Felipe II (para el film ?La conjura del Escorial?), en el Madrid de la Guerra Civil ("Las 13 rosas") o en una ciudad actual tranquila y provinciana ("Te doy mis ojos", de Iciar Bollaín). De eso hemos hablado hoy en el programa de la gira de la Cadena SER: de Toledo y el cine, centrándonos en una película que Luis Buñuel rodó aquí en 1969: Tristana . Se trata de la adaptación de una novela de Benito Pérez Galdós que en realidad ocurre en Madrid, ¿por qué entonces Buñuel eligió Toledo? Porque a Toledo solía venir Buñuel con sus amigos de correrías de la Residencia de Estudiantes, un tal Dalí, un tal Alberti, un tal Pepín Bello, un tal Lorca? a emborracharse y salir de parranda. Tanto les gustaba la ciudad castellano-manchega que Buñuel fundó la Orden de Toledo, hermandad cuyo único objetivo social era salir de farra por las noches; para ingresar en ella se requería emborracharse una noche entera en Toledo y deambular hasta el alba, besando antes de acabar en coma etílico la estatuya yacente del cardenal Tavera, obra de Berruguete, que luego saldría también en la película con una sensual Catherine Deneuve recostada sobre ella. He de reconocer que por desgracia, anoche no nos ganamos el derecho a ingresar en la Orden de Toledo. Nos alojábamos en un hotel lejos del centro y nos dio pereza salir en busca de la estatua yacente del piadoso ardenal. A cambio acabamos una botella de armagnac en el bar del hotel y ciertos colegas, analistas políticos, elaboraron una sesuda teoría de por qué Zapatero nunca se atrevería a hacer un cambio de gobierno (Zapatero hizo el cambio de gobierno solo unas horas después). Más nos valdría habernos ido a Zocodover a emborracharnos con los fantasmas de la generación del 27. Si Buñuel levantara la cabeza, nos daba dos hostias. Nos debemos de estar haciendo mayores.
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Las primeras filas del auditorio CCM de Toledo donde hemos hecho el programa estaban ocupadas por quinceañeros grupies armados con teléfonos móviles. ¿Fans incondicionales del tandem Paco Nadal / Javier Rioyo? (la tercera pata del tridente, Javier Coronas, aún no ha llegado) .
Pues no (decepción). Habían venido a ver a ?Maldita Nerea?, grupo de pop de rabiosa actualidad entre la muchachada quinceañera, que actuaban en directo en el programa. No somos nadie. .
Un buen titiritero tiene siempre la maleta hecha (como los espías) por si hay que salir pitando. .
Aquí es cuando salimos pitando. Toledo ya es historia. Nos vamos para Córdoba
Segundo día de la gira del Hoy por Hoy, de la Cadena Ser. Tocaba ?actuar? en Elche. Para quienes leéis este blog fuera de España (que sois muchos, afortunadamente), aclaro que Elche es una ciudad de mediano tamaño (230.000 habitantes) de la Comunidad Valenciana, muy cerca del mar Mediterráneo y por tanto de fuerte carácter levantino. Cuando se habla de Elche saltan siempre dos palabras como un resorte: palmeral (tiene un bosque de palmeras de época árabe en el que te crees que estás paseando por las afueras de Marrakech o de Fez) y el ?Misteri?.
El ?Misteri? (el misterio) es un drama religioso que se representa por los vecinos cada 14 y 15 de agosto en la basílica de Santa María. Hasta aquí podía ser normal: hay muchos autos sacramentales representados por el propio pueblo a lo largo de la geografía española. Lo que hace único al Misteri de Elche es que desde principios del siglo XV, cuando está escrito el drama, se ha representado ininterrumpidamente y ni el Concilio de Trento, que prohibió el teatro dentro de las iglesias, pudo con él. Los ilicitanos se las apañaron para seguir escenificando su ?Misteri?, siempre en latín y en valenciano antiguo. He asistido un par de veces a la representación y puedo corroborar que el montaje es espectacular y que la música, aunque viene de la liturgia mozárabe (obviamente, no es rock and roll) termina por engancharte. Hay que ir con tiempo (la obra dura dos días) y con abanico (en agosto hace un calor de muerte en Elche). Hay un momento ?delirium tremens? entre el público cuando se abren las puertas del cielo (literalmente, la bóveda central de la iglesia) y por una trampilla desciende un ángel dentro de una enorme granada accionada por un mecanismo de poleas que debe de ser tan medieval como el texto. No me extraña que la UNESCO lo declarara Patrimonio Intangible de la Humanidad
Terminado el programa, a la carretera otra vez. Estamos camino de Toledo. Mañana ?tocamos? allí. Así de ubicuos somos los titiriteros (y a mucha honra, aunque le joda a la mesnada de los Vidal y los jomeinis-Losantos) . Aquí podéis ver algunos vídeos del Misteri de Elche.
PD: Para quienes habéis preguntado por las siguientes citas: Manolo, lo siento, no vamos a Sevilla; lo más cerca es Córdoba el jueves 21; me hubiera gustado verte allí. Nieves V: en Gijón estaremos el miércoles, 27
Hoy salgo de gira, como los titiriteros, como los mercachifles ambulantes, como los artistas circenses, como Fernando Fernán Gómez en su viaje a ninguna parte. La cadena SER ha decidido sacar sus programas a la calle y hoy nos ponemos todos en marcha. Yo voy con la caravana de Hoy por Hoy, con Francino, con Rioyo, con Coronas.... El reto es hacer el programa cada día en una ciudad... ¡durante dos semanas seguidas!. Llegamos, actuamos, Francino se hincha a saludar y firmar autógrafos a señoras y señoritas de toda edad y condición (el que es famoso, es famoso)... y salimos pitando para la próxima ciudad, sin apenas tiempo de nada, despertando cada día en distinta habitación. Como Miguel Ríos en el blus del autobús. Hoy empezamos en Reus, mañana estaremos en Elche, luego en Toledo, en Córdoba, en Almendralejo, en Lugo, en Valladolid, en Bilbao, en Haro, en Gijón... Vamos, que ni el baúl de la Piquer. Nos podéis oír todos los días de 8 a 12 horas en el correspondiente dial de la CADENA SER o en la web de cadenaser.com Pase y vean, señoras y señores, el maravilloso mundo de la radio ha llegado a su ciudad. ¡Disfruten del espectáculo!
Un blog de viajes para gente viajera en el que tienen cabida todos aquellos destinos, todos aquellos comentarios, todas aquellas valoraciones que no encontrarás en otros medios.
Un espacio abierto a la participación con información diaria y actualizada sobre países y ciudades, alojamientos, transportes, gastronomía, rutas, ideas para ahorrar dinero o para gastárselo en lo mejor en lo que uno puede invertir su tiempo: en viajar. Todo contrastado y analizado en primera persona.
Paco Nadal es viajero-turista antes que periodista y culo inquieto desde que tiene uso de razón. Estudió Ciencias Químicas pero acabó recorriendo el mundo con una cámara y contándolo. Escribe en EL PAÍS sobre viajes y turismo desde el año 1992. Es también escritor y fotógrafo, colabora con la Cadena Ser, además de presentar series documentales en diversas televisiones.
Un relato trepidante por unos de los destinos menos turísticos y más inseguros del mundo. Un viaje en solitario lleno de emoción y melancolía a lo largo de una región azotada por constantes guerras y conflictos étnicos. Un viaje plagado de sentimientos que consigue conectar al lector con los sufrimientos y las esperanzas de África.