Como había prometido aquí van algunos datos prácticos del reciente viaje por las islas de la Charente-Maritime y por el río Charente, en Francia, a bordo de un barco-vivienda.
TURISMO FLUVIAL. La empresa Leboat es una de las que más barcos y destinos tiene en toda Europa; ellos son los que ofrecen la navegación por el río Charente desde su base en Jarnac.
¿Dónde? En Francia tienen barcos en el Canal del Midi y la Carmargue, Aquitania, Lot, Bretaña, Borgoña, y Alsacia, además de Charente. El más famoso es el del Midi pero yo recomiendo buscar ríos menos famosos y transitados (sobre todo en verano) para disfrutar más del viaje.
También tiene barcos en ríos y canales de Alemania, Italia, Irlanda, Bélgica, Holanda, Inglaterra, y Escocia (me he prometido a mi mismo hacer un día el Canal Caledonio).
¿Cuánto? Los precios varían según temporadas y países, pero como término medio, un barco para 10 personas durante siete noches cuesta de 2.000 € (Semana Santa) a 3.500 € (verano). Uno pequeño (un camarote doble + 2 plazas en salón útiles para niños), sale entre 900 y 1500 €, según temporada. La estancia mínima es de 3 noches.
COMER. Se suele comprar comida para llevar a bordo (tiene cocina completisima, incluido horno). Pero si navegáis por el río Charente os aconsejo que paréis en Bourg-Charente para dedicar al menos una comida o una cena al restaurante La Ribaudière, el único de la región con una estrella Michelin. Una delicia de sitio, con vistas espectaculares al río y excelente cocina de autor a cargo del cheff Verrat Thierry. Tiene menús desde 42 € más bebida. Y un bistro anexo más económico, desde 20€
También se come muy bien en el restaurante L'Essille, en Bassac, muy cerca de Jarnac.
ISLA DE RÉ
Dormir. Aquí recomiendo el hotel La Sénéchal, en Ars en Re, un sitio original y divertido, formado por varias casas antiguas en el centro del pueblo con habitaciones no muy grandes pero todas diferentes y muy cálidas. El desayuno se sirve en el patio que une las casas, entre buganvillas y flores frescas.
Comer. En el puerto de la ciudadela de Saint Martín de Re, Le Serghi: uno de los mejores de la localidad (la encargada habla español); si hace buen día, pedir mesa en la terraza, al borde del agua; deliciosas las ostras y los mejillones.
ISLA DE AÍX.
Dormir. El único hotel del pueblo es el Hotel Napoleón, una antigua casa reformada en estilo vanguardista por dentro; no es barato pero está muy bien decorado, cuenta con buen servicio y su ubicación es la mejor de la isla. Para un capricho.
Más económico y muy bien de calidad: los apartamentos que alquila el restaurante Les Paillotes, a las afueras del pueblo, frente a la playa; entre 60 y 78 € la doble. Lo más económico: La Maison Familiare, tel. + 33 05 55 34 11 55; fuera de verano, habitaciones desde 29€; en verano, con pensión completa, 49,30 € por persona.
Comer. La cocina del restaurante Napoleón es muy buena, merece la pena ir a cenar allí aunque no estés alojado.
VISITAS A BODEGAS DE COGNAC.
Casi todas admiten visitas y venden directamente sus productos. Merece la pena visitar una bodega familiar y artesanal, como la de la familia Beleufont, La Grande du Bois, en Bourg-Charente. Llevan desde 1726 haciendo cognac artesanal en una antigua granja fortificada rodeada de preciosos viñedos. La vista es gratuita.
Si prefieres una bodega grande y famosa, la de Barón de Otard, en el mismo castillo de Cognac es la más recomendable, no solo por su coñac sino por el recorrido de una hora que incluye la visita por el castillo medieval, donde nació del rey francés Francisco I. Los reales salas nobles fueron reconvertidos en bodegas para barricas de roble después de la Revolución Francesa. Si tienes la Visa Platino puedes comprar una botella de su cognac top: 3.500 euros la botella, ¡Un capricho!
CÓMO LLEGAR. La mejor manera de llegar a la región del río Charente y a todos los departamentos de Poitou-Charentes es con el tren hotel Elypsos, que une a diario Madrid con París, con parada en Poitiers, la capital de la región. Así te evitas tener que ir en avión hasta París o Nantes y luego bajar en coche o tren. Lleva butacas supereclinables y camarotes dobles y cuádruples.