Paco Nadal >> El Viajero

Foto pueblos feos
Los asiduos de este blog sabéis que desde hace años colecciono autorretratos delante de los carteles de pueblos con nombre raro o curioso. Fotos que de vez en cuando cuelgo en este blog. Suelen ser posts con muchas visitas y muy participativos. Muchos lectores escriben comentarios para indicarme dónde hay más topónimos raros o cuentan su propia experiencia.

Pero invariablemente son también los posts con mayor número de insultos (todos anónimos, por supuesto). La peña lleva muy mal lo del terruño y la más mínima alusión a la patria chica (aunque en realidad tu no hayas aludido a nada, solo te has fotografiado delante del cartel de "La Colilla" o "Alcantarilla", por ejemplo), les lleva a enviarme todo tipo de improperios y recuerdos a mis antepasados. Si encima se me ocurre decir que su pueblo no es muy bonito... las calderas del Averno son un sitio fresco comparado con ése al que quisieran enviarme.

Sé que con esto no voy a hacer muchos amigos, pero alguna vez alguien tendrá que decirlo:

El problema es que España está llena de pueblos vulgares y anodinos, tirando a feos.

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Oliver Rolin002 Un libro de viajes para leer este fin de semana. Y no uno cualquiera, no, sino una de las joyas de mi biblioteca. El escritor y periodista francés Olivier Rolin reúne en esta edición siete maravillosos relatos sobre otras tantas ciudades. Ciudades decadentes, literarias, soñadas, imaginadas.... Buenos Aires, Triestre, Lisboa, Valparaíso, Praga, Leningrado y Alejandría. Un recorrido literario e intimista por siete urbes mágicas donde, como el mismo dice "nada ha cambiado desde que nunca las visitamos".

Su prosa andarina, su capacidad de evocación, su maestría para describir lugares y situaciones sin caer en imágenes gastadas, su capacidad para transportarte a lugares que a veces ni el mismo conoce, la facilidad para dejarse acompañar por los escritores que inmortalizaron antes esas ciudades (Kavafis, Borges, Durrell...) convierten este libro en un manual de lectura obligada para todo el que quiera alguna vez en su vida escribir de viajes. Un ejercicio de la mejor literatura viajera que demuestra que no es necesario (ni siquiera conveniente) ceñirse a describir lo que ven los ojos para atrapar al lector.

Cuando acabas cada uno de los capítulos te entran ganas de cerrar el libro y salir corriendo a esa ciudad imaginaria, soñada y poética para perderte por las topografías sentimentales que nos propone Rolin.   

Un deleite para los amantes de la buena literatura viajera.

Siete ciudades, Olivier Rolin, Ed. Península

26 may 2011

Elogio del senderismo

Por: Paco Nadal

Elogio senderismo 5
 
Una lectora (Rocío Campos) preguntaba en el post anterior que cómo podía iniciarse en el senderismo. Como me parece que el senderismo es la actividad más agradable, barata, ecológica y saludable que se puede hacer en la montaña, en vez de contestarle en otro comentario, se me ha ocurrido dedicar el post de hoy a eso, a cómo puede uno iniciarse en el senderismo, esa extraña manía de caminar y alejarse innecesariamente del coche que tienen algunos en cuanto se echan al monte.

Clubes de senderismo 

Prácticamente en toda ciudad existe al menos un club de senderistas. Gente aficionada que suele fletar autobuses entre los socios para salir los fines de semana a hacer rutas de diversa dificultad. También hay empresas de aire libre que montan viajes de senderismo organizados; cobran una pequeña cantidad por salida pero ofrecen todos los servicios. Sería mi primera recomendación para quien quiera empezar y no sepa cómo. Siempre hay un guía o un socio "enterao" que dirige el grupo, hay variedad de rutas, información, compañeros de tu mismo nivel, un autobús que te recoge en el caso de rutas lineales y buen rollo. Y además, se liga un montón.

Elogio senderismo Oficinas de Turismo

No hay valle, comarca o región que se precie sin folleto de rutas por su territorio. En las oficinas de turismo suelen dar gratis estos folletos; algunos son verdaderas guías muy bien hechas. Aunque, seamos sinceros, luego no los sigue "ni Dios". Todos queremos que haya muchas actividades de aire libre allá donde vamos, pero a la hora de la verdad, son cuatro gatos los que hacen alguna actividad física. Otro problema: una cosa es señalizar una serie de senderos con fondos de un programa Leader y otra mantenerlos en el tiempo. Muchas de estas rutas municipales, trazadas por territorios pocos propicios para el senderista, desaparecen porque nadie repone los carteles derribados o las señales desaparecidas.

Señales GR Senderos GR.

¿Has ido alguna vez por el monte y te has tropezado con extrañas marcas rojas y blancas por todas partes? No son códigos de una secta maoísta. Son las marcas de los Senderos de Gran Recorrido (los GR, en el argot), sendas peatonales señalizadas igual en toda Europa que posibilitan el conocimiento de un país a golpe de calcetín, sin pisar apenas asfalto ni núcleos urbanos. Las hay que cruzan el continente de un confín a otro, como el E-4 que une el Peloponeso griego con el estrecho de Gibraltar o el E-10, que va desde el Báltico al Mediterráneo. En España hay muchos senderos GR y muy buenos, como el GR 11 (la senda pirenaica, que atraviesa la cordillera de mar a mar), o el GR 7, que baja desde La Seu d'Urgell por toda la costa mediterránea. La editorial Prames publica varias guías con los 21.000 kilómetros de senderos GR que hay en España. En la web de la Federación Española de Montaña también hay mucha información sobre los GR.   

Senderos PR.

Responden a la misma filosofía pero de pequeño recorrido, es decir senderos de no más de 50 km. que se pueden hacer en uno o dos días. Están señalizados con marcas blancas y amarillas y son ideales para fines de semana o salidas de un día. En esta web hay una relación de senderos de pequeño recorrido en España. Cada federación regional de montaña tiene un montón señalizados en su territorio.

En este artículo de Nevasport tenéis una explicación de cómo son las señales de GR y PR.

Elogio senderismo 3

 

24 may 2011

¿Eres un dominguero de la naturaleza?

Por: Paco Nadal

Domingueros001
Cada vez que visito un parque nacional o un espacio natural protegido, ya sea en España o en el extranjero, me hago dos preguntas:

1. ¿Por qué la gente se empeña en estar toda junta y a la vez en el mismo sitio?

2. ¿Tienen un cordón umbilical invisible que les une a su coche y que le impide separarse de él?

Resulta un poco esperpéntico ir en agosto al valle de Ordesa (Pirineos de Huesca), a la ruta del Cares (Asturias y León) pero también al parque nacional de Yosemite (en EEUU) o al Cervino, en los Alpes, y ver riadas de gente transitando por los mismos senderos o en cola para hacerse la misma foto en el mismo mirador. Si vives todo el año hacinado en una ciudad, ¿por qué te vas de vacaciones a la naturaleza para aguantar los mismos atascos y colas?

Hablé de esto con Agustín Santori, el Jefe de Uso Público del Parque Nacional de Picos de Europa, el segundo más visitado de España. Y me trazó un perfil de la tipología de visitante que llega a los espacios naturales protegidos. No es una encuesta que responda a datos empíricos sino a la percepción y la experiencia de los responsables de gestión de estos espacios protegidos. Son estos:    

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23 may 2011

Para comer bien en Asturias

Por: Paco Nadal

Durante estos últimos días por Asturias he tenido la oportunidad de comer en sitios maravillosos. En Asturias nos solo se come bien en casi todos los fogones, por populares que sean, es que además se come en abundancia, yo diría que hasta en exceso. La medida asturiana para el plato de comida debería sacarse del sistema métrico decimal y hacerle uno propio. ¡Por Dios, qué raciones!

Lo normal es que cuando al forastero le ponen una fuente de fabada de primero, piense que esa fuente es para compartir entre todos los comensales del local... porque es inimaginable que un solo ser humano pueda ingerir semejante cantidad de comida.

En los fogones de Asturias se cuecen muchas y buenas noticias. Cocineros jóvenes (como Ricardo González, Ángel Arroyo o Raúl Villar, entre muchos) están sacando lo mejor de unas materias primas envidiables para dar un toque de autor y de vanguardia a las eternas recetas de la abuela.

Aquí van, a modo de ejemplo, dos de los locales en los que he comido estos días y que me han gustado de manera especial. Son muy diferentes como veréis el uno del otro. Seguro que hay muchos más restaurantes recomendables en Asturias; se admiten comentarios y sugerencias.

Comer asturias 2

Bar Blanco (Cangas del Narcea)

La familia Ron regenta este bar de pueblo en la calle Mayor de Cangas de Narcea desde hace más de 50 años. Ahora son los tres hijos, con Pepe Ron en los fogones, los que gestionan el local, pero la familia en quorum decidió que para dar de comer bien no había por qué pintar las paredes de amarillo albero ni comprar muebles de diseño en Ikea. El envoltorio sigue siendo el mismo: un genuino bar de pueblo asturiano, con su barra de madera, sus botellas de licores en las estanterías, el suelo de losa hidráulica y la máquina del euromillón en lugar prominente. Dentro, el mismo comedor de siempre, con media docena de mesas. Pero la transformación llegó a donde tenía que llegar: a la cocina. Ofrecen una carta reducida basada en productos de temporada de la comarca, con bacalao y rodaballo como pescados estrellas, e innovaciones en torno a la cocina asturiana de siempre, como las verdinas con chipirones y langostinos o el crujiente de centollo y langostinos con jugo de carabineros. Todo un descubrimiento.

 

Comer asturias

Koldo Miranda (Castrillón)

Nacido en Santurce, criado en Castrillón (Asturias) y formado como cocinero en la escuela vizcaína de Archanda, Koldo Miranda es uno de los valores consagrados de la nueva cocina asturiana. Tras pasar por el Guggenheim, el Tragabuches y La Boche decidió volver a sus orígenes para crear en Castrillón su propio local. Eligió una antigua casona asturiana del XVIII que rehabilitó con mucha calidez, sin caer en minimalismos. A los dos años ya tenía una estrella Michelin

La carta se basa en productos de temporada de las montañas, huertas y mares cercanos. Yo probé un menú degustación extenso (sobre todo para cenar) pero equilibrado. El tiradito de pez mantequilla levantó olas de pasión. Y la costilla glaseada con castañas y cerezas arranco vítores entre el respetable.   

Más información de Asturias, en su web "Lo dice todo el mundo"

 

Somiedo 2

Hace un par de días estuve en el valle de Somiedo. Las guías lo describen como la porción más aislada, pura y agreste de la montaña de Asturias. Pero para que no parezca que andamos siempre con tópicos y exageraciones, mejor cuento un par de anécdotas:

Mientras subía por la carretera que remonta el río Pigüeña, al que va a desembocar el río Somiedo, se me cruzó en la carretera... ¡una nutria! Llevo nosecuantos años pateando montañas y jamás había visto una nutria... y menos aún en la carretera. No creáis que huyó. Se paró en mitad del asfalto, me miró insolente, y solo cuando vió que ya había sacado la cámara, se fue sin mucha prisa. Me dio tiempo a fotografiarla de lejos. 

Somiedo 1 Otra: en la carretera autonómica AS-227, la que cruza longitudinalmente todo el valle de Somiedo, se han colocado las típicas señales que indican precaución, cruce de animales en libertad; solo que dentro en vez de la silueta de un toro o de un ciervo se ve la de dos osos. Y es que las posibilidades de toparte con uno de ellos son reales.

Dicho esto, creo que no se exagera al decir que el parque natural de Somiedo, en Asturias, es una de las grandes zonas salvajes de Europa occidental. En el concejo solo viven 1500 personas y 6.000 vacas, repartidas en 38 aldeas. El 60% de sus ingresos proviene aún de la ganadería.

Hay muchas cosas que ver en Somiedo, pero si venís hasta aquí no dejeis de subir hasta los lagos de Saliencia. Lo más espectacular del parque. Para ello hay que remontar el valle homónimo hasta el alto de La Farrapona.

La carretera a Saliencia se abrió... ¡en 1988! Y el asfalto llegó al alto de la Farrapona hace solo dos años. El coche se deja en el puerto y desde allí se camina por un viejo carretil que daba acceso a unas minas hasta los lagos de la Cueva, Cerveriz, Almagrera y Calabazosa. Los famosos lagos de Saliencia, charcos dejados por las glaciaciones que forman un paisaje alpino estremecedor.

Pura alta montaña, a apenas dos horas de la gran ciudad. Si además te pilla un día de luz mágica como me sucedió a mi... ¡acabas la tarjeta de memoria de la cámara!  

  Somiedo 3

PD: Para que no se moleste ni el gallinero... ni el gallo, aquí va el enlace de Google Maps para ver dónde demonios queda el valle de Somiedo.

Minero 3

Sala de máquinas del pozo San Luis, en el valle de Samuño

Uno de los procesos más traumáticos que vivió Asturias, la comunidad autónoma por la que viajo estos días, fue la reconversión industrial de la década de los 80. Valles y ciudades enteras dedicadas desde hacía un siglo a la siderurgia o a la minería vieron como se cerraban empresas y pozos y sus puestos de trabajo se volatilizaba por la obligación de desmantelar la industria pesada más obsoleta.

Era la Asturias negra que decía alguien en un comentario del post anterior (que en absoluto pretendía denostarla) y que como también añadía con muy buen criterio, no solo era negra: también era creativa, vigorosa, vanguardista y sobre todo, socialmente muy comprometida.

Minero 2 El caso es que aquellos valles de las cuencas mineras asturianas que quedaron enmudecidos a la fuerza trataron de reconvertirse a la única industria que parece que funciona en estos casos: el turismo

Algunas iniciativas han funcionado bien. Los dos ejemplos más elocuente son el MUSI, el Museo de la Siderugia, instalado en la localidad de La Felguera (Langreo), en lo que quedó de la mítica fábrica de Duro-Felguera. La torre de refrigeración es ahora una exposición sobre el mundo del mineral y sus procesos industriales. Y otro es el  MUMI, el Museo de la Minería, en El Entrego, donde se ha recreado una mina de carbón y se hace un repaso al duro mundo de la minería. Dos recorridos impactante para los ajenos al tema.

Como impactante es también la visita al Pozo San Luis, en el valle de Samuño, el único pozo de acceso a una mina que ha conservado intacta la maquinaria y la torre originales de los años 30. Se está preparando un tren turístico por ese mismo valle (no hay fecha de inauguración), asimismo en el municipio de Langreo, que hará parte de su recorrido bajo tierra, por una galería real. Los viajeros saldrán luego a la superficie a bordo de una jaula por el pozo San Luis, como hacía los antiguos mineros. 

El Ayuntamiento de Langreo compró también una vivienda en uno de los bloques que la empresa Duro-Felguera hizo para sus trabajadores para recrear cómo era la casa de minero en los años 50.

Aunque creo que por más que lo veas y te lo expliquen, los que nunca hemos estado allá abajo picando en una mina jamás podremos imaginar lo duras que eran esas condiciones de vida.

Y tú, ¿crees que el turismo es la panacea en estos casos de reconversión industrial?

Minero 1

El Pozo San Luis, una de las joyas del patrimonio industrial de Asturias

 

PD: Rosa M.M pedía que incluyera mapas para ayudar a situarse a quienes leen esto desde fuera de España. Petición más que razonable. Aquí va:


Ver mapa más grande

  Redes 1
El Principado de Asturias (comunidad autónoma del norte de España, para los que leéis este blog allende el Atlántico) conserva alguno de los mejores y mayores bosques autóctonos de toda la cornisa cantábrica. Enormes extensiones de hayas, robles y castaños, donde viven aún unos 160 osos y que son una foto nostálgica de la cubierta vegetal que un día cubrió todo el norte de España.

Pero si hay uno de esos bosques especialmente singular es el parque natural de Redes, en la cuenca alta del río Nalón, donde estuve el pasado domingo.

¿Qué tiene de especial Redes? 

Pues que la parte baja del Nalón fue durante 150 años el cogollo de la industria minera asturiana. Un universo de carbón, chimeneas, siderurgias, bocaminas, trenes, cagaderos y altos hornos que pintó de negro todo lo que le rodeaba. Hasta la reconversión de los años 80 todo en Sama, en Mieres, en La Felguera era negro: negras las fachadas de las casas, negros los árboles, negros los caminos, negras la caras de los mineros que salían del pozo por las jaulas metálicas.

Y como por arte de magia, en la cabecera del mismo valle, más arriba de Pola de Laviana, una línea imaginaria que nunca traspasaron las empresas mineras... ¡el paraíso que veis en las fotos!. Bosque atlántico en plenitud, hayas centenarias, ríos cristalinos, rebecos y corzos, osos y urogallos. Praderías de montaña donde pacen vacas asturianas de carne.

Es Redes, la joya del alto Nalón. Y una de las joyas de la naturaleza asturiana. Aunque hay muchas más; en su búsqueda viajo esta semana por el Principado.  

Redes 2

Redes 3

16 may 2011

Cae la noche sobre el Niemeyer de Avilés

Por: Paco Nadal

Niemeyer 2

Pueden ser olas en la playa de Copacabana. O un platillo volante. Solo su creador sabe con seguridad a qué recuerdan esas formas blancas y redondeadas. Lo que si saben en Avilés es que "el Niemeyer", el nuevo centro cultural de esta ciudad de Asturias, en el norte de España, es ya un icono mundial.

No pude venir a la inauguración así que lo vi el sábado por primera vez. Y me gustó. Me gustó su estética futurista pero con un toque retro (la obra es nueva, pero el proyecto lo tenía Niemeyer metido en un cajón desde hace al menos 40 años). Me gusto el uso de los grandes espacios abiertos como intercambiadores de los paseos urbanos. Me gustó el auditorio con un escenario "doble" que se puede abrir por un lado para actuar hacia el patio de butacas o darle la vuelta para hacerlo hacia la gran explanada exterior. Me gustó el contraste de las formas orondas y blancas de sus bóvedas con las siluetas lineales, duras y negras de las chimeneas de las acerías que se ven por detrás.

Y me gustó, en general, el papel que una actuación arquitectónica como ésta tiene no solo en la recuperación urbanística de una ciudad ex-industrial sino también en la recuperación de la autoestima de todo un pueblo.

Y por ponerle algún "pero", me gustó menos el reducido tamaño de la coctelería y el restaurante que se abrirán en breve en la torre-mirador. 

Niemeyer 1

Los expertos (yo no lo soy) podrán teorizar lo que quieran sobre la conveniencia de las grandes inversiones públicas en edificios icónicos. A mi como viajero, como turista, me fascina que las ciudades busquen a los grandes arquitectos para dotarse de una marca, de un emblema que les represente en la globalizada competición del entretenimiento, la cultura de consumo y el turismo.

Al fin y al cabo, ¿no es lo que ha hecho la humanidad desde Altamira? ¿Hacía falta una catedral gótica del tamaño de la de León para rezar? Desde una humilde ermita románica también llegan las oraciones al cielo. Pero subimos la altura de las bóvedas para impresionar a quienes la vieran. ¿Hacía falta la fachada barroca del Obradorio para abrir una puerta de acceso al templo? No, pero los obispos compostelanos necesitaban impresionar al mundo.

Las grandes obras no están hechas para ser funcionales. Nadie lo espera así.  

Participaba en unas conferencias sobre turismo y nuevas tecnologías. Cuando llegué al Niemeyer, a media tarde, una claridad mortecina y aborregada confundía sus perfiles con los de los nubarrones. Pero al salir del acto, una luz mágica y crepuscular se había adueñado del recinto. Saqué la cámara y me volví loco disparando.

Gracias Óscar por deleitarnos con este viejo-nuevo edificio.  

Niemeyer 3

Niemeyer 4

14 may 2011

Y ahora... ¡en Asturias!

Por: Paco Nadal

Avilés tapas
Siguiendo mi periplo por las cornisa cantábrica he llegado a Asturias. Que es lo mismo que decir he llegado a la tierra en la que hay un poco de todo: grandes montañas, playas maravillosas, pueblos con encanto, prados, vacas, tradiciones, osos, bosques autóctonos, sidrina, queso de cabrales... y excelente gastronomía. No me extraña que el director de cine José Luis Garci ruede siempre sus películas aquí porque dice que en Asturias encuentra todo tipo de decorados naturales. 

Mi primera parada es Avilés, la ciudad que se supone fría e industrial pero que en realidad tiene un corazón de piedra de lo más monumental. He venido para participar en una reunión entre blogueros de viajes y empresarios del sector turístico y de paso a conocer por fin el Niemeyer, el nuevo centro de cultura multidisciplinar proyectado por el arquitecto brasileño Óscar Niemeyer.

Como no era cuestión de abordar tan sesudo programa con el estómago vacío, empecé por una comida a base de tapeo selecto en Llamber, uno de los gastrobares de moda en la famosa calle de la Galiana de Avilés.

Porque Asturias es mucho más que fabada.

Mañana os cuento mis impresiones sobre el Niemeyer. 

 

PD: En la reunión de blogueros participan también otros importantes periodistas de viajes que además son blogueros muy recomendables, como Dry Martínez, El fotógrafo viajero, La viajera empedernida, Javier Mazorra, Anabel Vázquez, Jordi Busqué, Viajablog, Guías-Viajar y Paco Elvira

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Sobre el blog

Un blog de viajes para gente viajera en el que tienen cabida todos aquellos destinos, todos aquellos comentarios, todas aquellas valoraciones que no encontrarás en otros medios.

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Sobre el autor

Paco Nadal

Paco Nadal es viajero-turista antes que periodista y culo inquieto desde que tiene uso de razón. Estudió Ciencias Químicas pero acabó recorriendo el mundo con una cámara y contándolo. Escribe en EL PAÍS sobre viajes y turismo desde el año 1992. Es también escritor y fotógrafo, colabora con la Cadena Ser, además de presentar series documentales en diversas televisiones.

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El cuerno del elefante, un viaje a Sudán

Un relato trepidante por unos de los destinos menos turísticos y más inseguros del mundo. Un viaje en solitario lleno de emoción y melancolía a lo largo de una región azotada por constantes guerras y conflictos étnicos. Un viaje plagado de sentimientos que consigue conectar al lector con los sufrimientos y las esperanzas de África.

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