Paco Nadal >> El Viajero

08 jul 2011

Desfile de "burkinis" en el Mar Muerto

Por: Paco Nadal

Mar Muerto 1

Como todo turista que visita Jordania yo también me acerqué a ver el Mar Muerto.

Sus peculiaridades incitan a ir: es el punto más bajo de la tierra (406 metros por debajo del nivel del mar), su salinidad de casi el 35% impide cualquier atisbo de vida y si te bañas en él, flotas. Y si tienes una herida en la piel por pequeña que sea, ves las estrellas.

Pero la realidad es que cuando llegas al Mar Muerto, decepciona. O por lo menos no te impresiona tanto como imaginabas.

Visto de lejos, es un lago más; con aguas azules y rodeado por montañas desnudas. Luego cuando te acercas descubres que las grandes piedras que rodean la ribera están enfundadas en una costra de sal cristalizada que llama poderosamente la atención. Y que si las aguas están calmas, espejean brillantes colores rosáceos al amanecer y al atardecer.

A mi sin embargo, más que la típica foto del bañista flotando mientras lee el periódico me impresionó otra cosa: no se ven velas, ni barcas, ni puertos, ni redes ni pescadores en sus orillas. Esa si es una sensación extraña. Un mar al que le han quitado parte de su iconografía. Es entonces cuando te percatas que de verdad estás delante de un muerto muy muerto.

Mar Muerto 3
Para los jordanos el Mar Muerto es el gran balneario a cielo abierto del país. En la ribera sur han crecido en los últimos años varios megahoteles de lujo cada uno con cientos de habitaciones, jardines llenos de palmeras y flores, piscinas de todos los tamaños y oferta variada de restaurantes. Es el sitio favorito de descanso para las clases medias y altas y también para gente de países vecinos, como los saudíes.

Piscinas en las que causa furor el burkini, el bañador islámico que se puso de moda hace tres años entre las mujeres musulmanas deseosas de cumplir con los preceptos del Islam pero que no querían renunciar a la playa o el baño. Para un no musulmán resulta chocante meterse en el agua tapado hasta la frente, pero reconozco que el invento es mucho más práctico que tener que estar enfundada en vaqueros, abrigo y hiyab, con la que cae aquí en el Mar Muerto a mediodía.  

El burkini ha generado polémica en Holanda, Francia y Bélgica y su uso está prohibido en algunas piscinas públicas. Pero en los países musulmanes ha sido toda una revolución. 

 

Mar Muerto 2

Encontraréis varios hoteles en esta orilla jordana del Mar Muerto. Yo estuve en el  Mövenpick, que para ser un cinco estrellas tiene precios bastante asequibles (desde 98 € más tasas la doble). La verdad es que si ves la foto de arriba, que corresponde a un atardecer desde una de sus piscinas, con el Mar Muerto al fondo y las luces de Jericó y Jerusalem tintineando en la otra ribera, te entran ganas de irte para allá de inmediato.

Y quizá tampoco sea tan mala idea. Solo que tienes que asumir que no vas a la playa: la ribera del Mar Muerto es un canchal de piedras incómodas para el baño. Pero si te gusta disfrutar de estos megaresort de vacaciones, es tu sitio.

Y siempre podrás decir que te has bañado entre burkinis en el centro geográfico de toda la historia de las religiones. 

 

Hay 14 Comentarios

He leido por ahi que parecia ropa o que la mujer que lo llevaba parecia que estaba vestida,si...a catorce metros!!!!
La gente que no lo conoce le puede impresionar,pero no entiendo si a alguien le molesta,porque al fin de al cabo es un banador,solamente uno mas.

Que se ve Jerusalén en la otra orilla???
Vamos anda!!

El burkini parecía ser una solución ingeniosa para sortear las restricciones vestimentarias que pesan sobre muchas mujeres musulmanas, ya que les permite bañarse en playas y piscinas públicas sin menoscabo de la decencia y el honor de su familia. Pero los defensores de la moral no se han dejado engañar: Soad Saleh, profesora de Ley Islámica en la Facultad femenina de Estudios Islámicos de la Universidad Al Azhar de El Cairo opina que "esta prenda no puede considerarse islámica porque la mujer muestra su figura cuando se sumerge con ella en el agua". Además hay peligro de que "al salir del agua puede haber hombres que se fijen en su cuerpo y les despierte el deseo sexual".
Pero todo tiene solución; Saleh recomienda que las mujeres "elijan playas o piscinas destinadas exclusivamente a mujeres o vayan muy temprano".
Pero espera, que no todo es tan fácil: si bien la separación de sexos es buena, tiene el inconveniente de que, al ir ellas a playas y piscinas segregadas " .... las mujeres son parte de una familia que se rompe en dos sitios". La solución ideal que propone Saleh es que "los hombres no miren a las mujeres, que tienen derecho a disfrutar de lo que Dios nos ofrece a todos". Así pues, el tema del bañito refrescante acaba siendo tan complicado que muchas decidirán renunciar para evitar quebraderos de cabeza. Y conste que Soad Saleh es una feminista que se opone al niquab y al burka argumentando que son prendas preislámicas a cuyo uso no obliga el Corán.

Hola, yo estuve en el Mar Muerto y me impresionó bastante; no es que valga la pena un viaje sólo para verlo, pero es parte de los encantos de Jordania. Es cierto que en el agua no puedes hacer muchas virguerías, si te salpica agua en los ojos flipas. Y lo de los burkinis supongo que será cuestión de tiempo, nos olvidamos que aquí hace 50 años a las suecas en la playa las llamaban de todo.
Nota: al Federico Gauffin ni caso.

Está claro que al final los hoteles explotan los rincones más inóspitos, así que aqui no iba a ser menos. Los burkinis, en fin...cada uno hace lo que puede, quiere, le dejan...

Saludos

Y yo que pensaba que el Mar Muerto era un destino idílico?? Pero la sensación de flotar de esa manera debe de ser auténtica, aunque sólo haya piedras y sea incómodo.. Y ya puestos prefiero el trikini a mujeres de negro que sólo se le ven los ojos y no pueden ni mojarse un pie...

Cada uno que haga lo que quiera, sí, pero el otro día estuve en Tel Aviv y vi a unas cuantas mujeres bañándose vestidas y lo primero que pensé es que se habían metido al agua a toda prisa (sin tiempo para quitarse la ropa) para intentar salvar a alguien que se estaba ahogando. Impresiona, la verdad.

Da gusto ver cómo 'vendes' el mar re-muerto-ese, pero no he conseguido sacarle mucho jugo. Al finalizar la lectura de tu 'post' sigo pensando (ya lo pensaba) que no me merece la pena gastar un viaje.
Un abrazo.

A mi me dan un poco de pena y algo de rabia esas mujeres así, tan (re)cubiertas, pasando calor en la playa. Sobre todo porque sus maridos están en bañador fumando tranquilamente. Las respeto, por supuesto, y yo no soy quien vaya a salvar a nadie de su supuesto subdesarrollo y opresión. Qué Dios me salve. Tendrán que hacerlo ellas, si quieren. Pero tampoco podemos olvidar que sí que existe, esa discriminación, y que en muchos países islámicos (no sé si en Jordania, pero sí en algunos que la rodean) las mujeres ni siquiera pueden tener un pasaporte diferente al del marido o el padre. Por ejemplo. A lo mejor no pueden ir ni siquiera solas a darse un bañito al Mar Negro, como nosotras.
Un saludo!

Hola Paco!!!
Mira mi desubicación que tuve que buscar en google "Burkini" para ver como son!!!! jajaja
es que he estado en el invierno de sudamérica, comprenderas que tengo que actualizarme con lo de la bur, bi y trikini....
Bueno, a mi me parece que cada uno hace lo que quiera no??? y se mete al mar como quiere...aquí o allí...
Al final de cuentas si yo estuviese en Jordania con todos los sitios maravillosos y llenos de historia que el país ofrece, lo que menos miraría serían los burkinis...

Un beso grande!!!

PD para Federico: te equivocaste de blog, en este blog no entenderán tus comentarios atrasados en el tiempo social , cultural, y carentes de toda inteligencia.

Gracias Paco ! No dejo de aprender con tus relatos, este me encanto.
P.S.: coincido con Federico cien por ciento.

Si... suena machista y superficial...

Yo pienso que hay que adaptarse al país a que se viaja, lo mismo vale para los que vienen o viven aquí. Si bien este caso no es lo mismo que se puede igualar al burka pues yo voy a la playa y decido si quiero o no quitarme ropa, lo triste es que a estas alturas, hayan civilizaciones a nuestros ojos atrasadas.

Va a sonar machista y horrible mi comentario pero ahí va: hay muchas por aquí que les vendría bien usar un burkini. ¡Se cometen tantos crímenes en la playa...!

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Sobre el autor

Paco Nadal

Paco Nadal es viajero-turista antes que periodista y culo inquieto desde que tiene uso de razón. Estudió Ciencias Químicas pero acabó recorriendo el mundo con una cámara y contándolo. Escribe en EL PAÍS sobre viajes y turismo desde el año 1992. Es también escritor y fotógrafo, colabora con la Cadena Ser, además de presentar series documentales en diversas televisiones.

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