Hay un ritual que cumplo siempre que estoy en El Cairo y que recomiendo hacer a quien me consulta.
Es ir al atardecer hasta la plaza Al Houssein, sentarme en uno de los cafetines que hay contiguos a la mezquita homónima y dejar que el teatrillo mundano de la ciudad actúe delante de mi, mientras el aire fresco del crepúsculo alivia la cargada atmósfera cairota.
A esas horas, cuando el plomo fundido que ciega las horas cenitales cede y suaviza los perfiles de la megaurbe, la plaza de Al Houssein estalla de vida. Los fieles entran apresurados en la mezquita, los niños que venden baratijas y souvenirs parecen más activos; las palmeras de la plaza se mecen en la sueva brisa, en competencia con la rectitud de los minaretes de la cercana mezquita de Al Azhar, que parecen forrados de chapas de bronce a estas horas. Hay familias enteras sentadas al fresco, ya sea en los bancos de los cafés o tiradas en las aceras. Un joven pasa en bicicleta sorteando transeúntes; lleva una enorme bandeja con docenas de panes sobre la cabeza: la sujeta con una mano mientras con la otra maneja el manillar para no caer ni atropellar a nadie. Las luces de neón de los cafés mandan destellos fluorescentes. Hay limpiabotas, vendedores de libros, taxistas en busca de clientes, vendedores ambulantes de gad, un chambilero que pregona sus barquillos de helado, un quiosco de almendras y cacahuetes…
A estas horas la plaza es una radiografía del gozo de vivir en estado puro. Y tú te sientes parte de ella, mientras endulzas tus recuerdos con un te a la menta.
Al Houssein esponja el denso entramado de Khan el Khalili, el mercado más bullicioso y colorido de la ciudad. Khan el Khalili es el "callejón de los milagros" de Nagib Mahfuz, un dédalo de callejuelas imposibles, el gran bazar donde todo es posible, donde todo se compra y se vende: telas, babuchas, joyas, perfumes, dulces, especias, marroquinería, alfombras… El mundo concentrado en cuatro esquinas.
Muchas veces he oído que Khan el Khalili es un sitio muy turístico. Pero hoy apenas hay turistas en El Cairo. Y las calles del bazar se muestran tan febriles y atareadas como un hormiguero a final de verano.
Otro lugar sublime al que ir al atardecer en El Cairo es la Corniche, el paseo fluvial que escolta al Nilo. Cuando el sofoco del calor y del intenso tráfico remite, las parejas de novios y las familias con niños vienen pasear a esta ribera del Nilo, entre el puente del 6 de Octubre y el puente El Tahrir, mientras la brisa del desierto perfuma el ambiente. Desde los minaretes, la voz cansina del almuecín convoca a la oración y el Nilo, lleno a estas horas de reflejos púrpuras y bermellones, confirma lo que decía un personaje de las Mil y una Noches: “Quien no ha visto El Cairo, no ha visto el mundo”.
PD: Egipto celebra a partir de hoy unas cruciales elecciones presidenciales. Después de la Revolución de la plaza de Tahrir y de una agitada transición, la Junta Militar debe traspasar sus poderes al presidente electo el próximo 30 de junio. Horas decisivas para demostrar al resto del planeta que un cambio relativamente pacífico de la dictadura a la democracia es tambien posible en el mundo árabe.
Hay 13 Comentarios
Una autentica pena que toda la magia y delicioso caos que tenia Egipto se vea empañado por las revueltas y destrucción de los restos de la espectacular civilización egipcia. Soy de las que pensaba volver y visitar mil veces mas Egipto porque es maravilloso, espero que pronto pueda volver.
Publicado por: Pacoyverotravels | 26/08/2013 0:00:43
Tengo muchas ganas de ir, y después de tu relato todavía más. Gracias!
Publicado por: Laura A. | 24/05/2012 10:23:29
Casi oculto, enredado desde hace más de doscientos años entre las callejuelas enmarañadas del Khan, está El Fishawy, o el café de los espejos. Ya quisiera yo estar de nuevo por ahí ahora.
Saludos desde Argentina, Paco, las fotos acompañan estupendamente tu relato.
Publicado por: Romina | 23/05/2012 17:59:06
Tomando nota de todas las recomendaciones del maestro ;)
Publicado por: Pau | 23/05/2012 17:45:31
No creo que vuelva a 'El Cairo' en mi vida, pero tus palabras animan, animan.
Publicado por: V(B)iajero Insatisfecho | 23/05/2012 17:24:39
Hola Paco! me agrada el optimismo que denotas en tú nota sobre El Cairo, tanto en la descripción de las vivencias en ése atardecer, como en las elecciones 'cruciales' que comienzan hoy... No sé, personalmente me gusta conocer sitios tan caóticos como éstos, pero sinceramente mi cabeza ha cambiado y ya no soporto tanto bullicio. Necesito ir a sitios donde reine una cierta tranquilidad, tal vez me esté volviendo viejo, pero salvo Estambul, ya no me agradan tanto las grandes capitales árabes, ni encuentro poesía en la 'sobrevida cotidiana' de sus sufridos habitantes... Ninguna revolución ha conocido tiempos de paz y organización inmediatamente después que se produjo, esperemos que ésta sea la excepción, pero me temo que para nuestros amigos egipcios, aún les llegarán tiempos más duros...
Publicado por: GUSPLANET | 23/05/2012 16:53:35
Si vas enfrente de donde la famosa tienda de "Jordi" en Khan el Khalili encontraras un delicisioso cafe donde hacen unos zumos de mango espectaculares.....
Publicado por: JORDI CASANOVAS | 23/05/2012 12:25:06
Justo me estoy leyendo ahora El callejón de los milagros ;)
Disfruta de El Cairo!!!
Publicado por: pak | 23/05/2012 12:08:09
decirte que parece que estoy en dicha Plaza tomándome un te y viendo esa vida tan distinta de la nuestra,gracias por tu bella crónica de hoy ,un saludo Nieves desde Fuerteventura
Publicado por: Nieves | 23/05/2012 12:00:40
Que gran entrada sobre una ciudad caótica, has conseguido transportarme a El Cairo, espero visitar pronto este lugar, debe ser magnífico.
Jesús Martínez
vero4travel.com
Publicado por: Vero4travel | 23/05/2012 11:59:49
Ya está! Lees el texto y te das cuenta de que en realidad no es un post, sino una alfombra mágica que acaba de trasladarte al crepúsculo en la plaza Al Houssein... y sientes el gusto azucarado del té mientrtas te dejas llevar (cuántas horas he pasado así en Jema el Fna!)
Publicado por: Eva P. Luceño | 23/05/2012 9:44:54
Esos mercados, como el de Jailili, me recuerda cómo debió de ser la península ibérica hace unos siglos. De hecho, nuestros mercados actuales tiene aún un recuerdo de aquellos. No nos queda tan lejos
Publicado por: Miguel | 23/05/2012 9:39:30
Muchas gracias Paco ,tus palabras me han hecho recordar ,que no hace mucho tiempo viviamos asi ,pero desde que estamos intentando ser europeos ,es un sin vivir,que los dioses nos concendan la conciencia de lo bueno.Un abrazo.
Publicado por: Alfama | 23/05/2012 9:36:20