Ayer conocí a un tipo extraño. Un inglés que compra bosques para
luego olvidarlos. O dicho de otra manera, para dejarlos tal cual están, que
sigan su curso natural, evitando así que el bosque nuboso tropical siga siendo
talado y deforestado.
Ayer conocí a un tipo extraño. Un inglés que compra bosques para
luego olvidarlos. O dicho de otra manera, para dejarlos tal cual están, que
sigan su curso natural, evitando así que el bosque nuboso tropical siga siendo
talado y deforestado.
26 nov 2012
Hoy escribo desde Otavalo, en el norte de Ecuador. Pero no
voy a hablar de su celebérrimo y muy turístico mercado de artesanías. De eso
podéis encontrar información en cualquier guía o blog al uso. Además, el
mercado de artesanías de Otavalo está sobrevalorado. Está bien, es muy grande,
pero no deja de ser un mercado para turistas como cualquier otro (es mucho más
interesante y auténtico el mercado de ganado de los sábados).
He venido a Otavalo en busca de la explicación de un fenómeno que seguro muchos habéis visto pero pocos habéis reparado en él. Vivas en la ciudad que vivas o viajes a la capital del mundo a la que viajes casi seguro que te habrás tropezado con un grupo de indígenas muy particular: ellos visten pantalón y camisa blanca, poncho y sombrero de fieltro negro; ellas llevan camisa bordada y con encajes, dos anacos (uno blanco y otro negro), también bordados, y dos fajas. Venden artesanía o actúan en las calles con sus rondadores, charangos y flautas.
Todos son otavaleños. Todos, absolutamente todos provienen de esta misma zona indígena de Ecuador, donde el orgullo de pueblo y su habilidad para el comercio les ha permitido crear una red propia y de carácter comunitaria para exportar sus productos y su música a medio mundo, sin ayuda de ningún poder político. Un caso único entre las comunidades indígenas.
La gastronomía ecuatoriana es muy rica y variada. Existen
cientos de formas de preparar sopas, locros, sancochos, secos, tiraditos o empanadillas
de morocho. Tiene muchas cosas en común con la cocina peruana, porque comparte
zona geográfica, historia y materias primas. Pero mientras que aquella se ha
exportado a todo el mundo, la cocina ecuatoriana sigue siendo una gran desconocida.
Pero bueno, ese es otro debate.
A lo que iba: si queréis degustar un plato típico, típico, típico ecuatoriano tenéis que probar un agachadito.
Eso sí: nunca pidáis un agachadito en un restaurante. Se partirían de risa.
Que Quito, la capital de Ecuador, es una de las grandes
ciudades coloniales de América es algo que casi todo el mundo sabe
Que el centro histórico de esta bella ciudad colonial vuelve a ser visitable y habitable después de años de desidia y abandono, en cambio, lo saben muy pocos y es la noticia más comentada estos tiempos en el país (junto con la suspensión de la feria taurina).
Vine a Quito por primera vez en 1996 y entonces el casco antiguo era territorio comanche: un gigantesco mercado al aire libre con las aceras y calles repletas de gente y de tenderetes y con los cielos cubiertos de lonas y cables. Gente que vivía, trabajaba, comía, dormía y hacía sus necesidades en este mismo lugar. A los edificios no les habían dado una mano de pintura desde el segundo viaje de Colón y te invadía una perenne sensación de inseguridad a cualquier hora del día. Los quiteños, directamente, no iban al centro. Ayer comí con Javier Ceballos, un joven emprendedor que ha montado una empresa de paseos escenificados por la ciudad (se llama Quito Eterno), y me confesaba que hasta los 18 años nunca vino al centro histórico de su propia ciudad. Como todos sus amigos.
19 nov 2012
Cuando leáis esto estaré llegando a Ecuador. Es mi tercer viaje a un país fascinante que como siempre he dicho no es uno, sino tres. Está el Ecuador de la sierra, el Ecuador amazónico y el Ecuador de la costa.
Tres realidades bien distintas, con su paisajes, sus gentes y sus tradiciones. Y cada uno, lleno de lugares maravillosos por descubrir.
Voy a estar unos días en Quito y luego me moveré por la cordillera.
¿Alguna sugerencia? ¿algo que no me debería perder? Estaré encantado de seguir vuestras recomendaciones.
Lo iré contando, como siempre, en directo. ¡Os espero!
16 nov 2012
Lo malo de dedicar media vida a fomentar el turismo masivo
de sol y playa es que te condena a dedicar la otra media a cambiar esa imagen.
Y la imagen que tiene la mayoría de turistas que llega a Tenerife o a otras isla Canarias es que a cambio de playa y buen tiempo se tienen que conformar con menús garrafón de 8 euros o con el bufé de media pensión y menor calidad que te ponen en el hotel.
Pero como siempre pasa en estos casos, apenas que rasques aparece otra realidad. Las islas Canarias tienen una gastronomía autóctona excelente. En Tenerife, en concreto, hay quesos maravillosos de leche cruda, vinos blancos y tintos con 5 denominaciones de origen diferentes, buenas papas, buenas carnes, excelentes pescados. Y sobre todo una tradición culinaria mestiza que bebe de fuentes muy diversas.
En Tenerife se puede comer muy mal… y se puede comer muy bien si te sales de circuitos trillados.
Aquí van cuatro restaurantes de precios razonables que he probado estos últimos días en los que no verás autobuses de guiris aparcados en la puerta:
El Escaramujo (La Laguna)
Una casita tradicional en La Laguna, con un bosque auténtico de laurisilva en el patio y una joven promesa local en los fogones: Jacobo Llarena. Cocina de autor muy creativa pero sin perder la raíces, aunque con fuertes influencias asiáticas. El menú degustación que probé llevaba tartar de atún y brotes de bambú (¡exquisito!), judias compuestas con setas estofadas (tal y como las hacía su abuela), calamar sahariano y arroz con conejo. Buena bodega y reducida pero sabrosa carta de postres. En un ambiente de casa de comidas tradicional muy agradable. Jacobo es de conversación fácil, pedidle que os hable de cocina canaria y tendréis un máster antes de los postres.
Precio por persona menú degustación: 25/30 euros
Gastrobar MNH Armando Saldanha (Santa Cruz de Tenerife)
Ubicado en el Museo de la Naturaleza y el Hombre de Santa Cruz de Tenerife. Un bar de tapas de diseño firmadas por el chef mexicano (aunque lleva más de 16 años en Canarias), Armando Saldanha. Tapas originales y divertidas que reinterpretan la cocina local, pero con presentaciones novedosas como las sopas de ensayo de la foto. Me gustaron mucho los minicornetes de tartar de atún (aunque picaban como para un paladar mexicano), el tartar de buey y sobre todo, su plato estrella: los bocadillos de sardina (premio a la mejor tapa en Madrid Fusion 2010). De postre, un original mascarpone de café con licor Benedictine servido en maceta con flores incluidas. Saldanha regenta también el restaurante Amaranto, en El Sauzal.
Precio medio por persona: unos 18 euros.
Restaurante bodegas Monje (El Sauzal)
Tiene una encantadora terraza en medio de una finca de viñedos en una ladera de las medianías, con una vista insuperable de la ladera norte del Teide. Merece la pena ir a comer allí solo por las vistas. Cocina tradicional canaria selecta. Su plato estrella es el cochinillo negro con millo. Buen sitio para probar quesos, conejo en salmorejo, carne de cabra y otras especialidades tinerfeñas.
Precio medio por persona: 25 euros
Anturium (Garachico)
Es el restaurante del hotel San Roque, instalado en un palacete canario del siglo XVII totalmente restaurado. Pequeño comedor con terraza al aire libre en torno a la piscina en un patio privado. El fogón está a cargo del chef Danny Nielsen, cocinero danés que trabaja muy bien las materias primas de la isla y ofrece una cocina de mercado donde mezcla lo canario y lo mediterráneo Exquisita la ensalada de pez mantequilla. Cada noche prepara un menú diferente.
Precio por persona menú: 28 euros
Vino y sexo. Que levante la mano a quien no le guste la combinación.
Eso mismo pensó Felipe Monje, dueño de las Bodegas Monje de Tenerife, todo un personaje en la isla, quinta generación de bodegueros en esta zona de la D.O. Tacoronte-Acentejo. Lo del enoturismo está muy bien, pero la competencia es dura. Y no queda más remedio que ingeniarselas para innovar.
Así que se le ocurrió mezclar dos cosas que no pueden fallar: sexo y vino. Y empezó a organizar noches temáticas en torno a la cata de vino con cenas afrodisíacas y espectáculo teatral incluido.
Llegados a este punto, desinflo la burbuja que alguno-alguna puede haber ido creándose: no es una bacanal; como él mismo dice, “no se ve un pezón”. Son cenas-espectáculo divertidas y desenfadadas, con música, productos eróticos, muchas bromas, muchos juegos que propone el grupo de actores que ameniza y mucha sensualidad; pero siempre en torno a la degustación de vinos.
“Aquí no pasa nunca nada, luego cada uno en su casa que siga por donde quiera”, asegura Felipe. “Hay gente que viene en parejas, en grupo o solos, y de todas las edades. Se trata de pasarlo bien y romper la ceremoniosidad que siempre envuelve al mundo del vino”. Asegura que ya hay incluso una Universidad que estudia lo de "Wine & Sex" (marca que por cierto ha registrado) como proyecto innovador en un mercado saturado. Y me lo creo.
Como no he tenido la suerte de vivir la experiencia, no la describo, pero aquí van los datos por si alguno-alguna se anima:
Las noches Wine & Sex se celebran cada tres meses, con un máximo de 100 asistentes. El lugar: la gran sala de catas que tiene habilitada en la propia bodega, en El Sauzal, en el norte de la isla de Tenerife. La próxima: el 26 de enero de 2013. El precio: 49 € por persona, con cena y 1 botella de vino por persona incluida (una juerga nada cara, en serio).
12 nov 2012
Es la montaña más alta de España y el tercer volcán más grande del mundo: desde la base del fondo marino hasta la cumbre tiene 7.500 metros. Emerge en medio del océano Atlántico como una pirámide fabulosa de lava, visible a más de 70 millas de distancia. No es de extrañar que los aborígenes de la isla de Tenerife, los guanches, la temieran y se refirieran a ella como Echeide, la morada del diablo, y que los marinos de la antigüedad la reverenciaran entre la admiración y el temor, pese a que su inconfundible silueta les guiaba en el camino obligado de los vientos para ir de Europa a América y viceversa. El volcán del Teide no deja impasible a nadie.
El viernes pasado estuve en la cumbre del Teide haciendo desde allí el programa de la Cadena Ser Hoy por Hoy, con Gemma Nierga. Fue una gran experiencia, no solo porque era la segunda vez en la historia que se hacía un programa de radio en directo desde allá arriba, sino porque ver el archipiélago canario desde 3.718 metros de altitud es una de esas emociones que nunca se olvida. Podría describirlo, pero mejor que subías alguna vez en la vida para descubrir desde allí la belleza de un paisaje minimalista compuesto solo por los mil tonos ocres, bermellones, negros y almagres de la lava y los mil tonos azules del océano y el cielo canario
El Teide, visto al atardecer desde El Sauzal
No descubro nada nuevo: el Teide es el parque nacional más visitado de Europa y cientos de miles de personas suben al año en el teleférico (cuesta 25 €) hasta la estación superior situada a 3.555 metros de altitud para disfrutar de las vistas sobre el Parque Nacional de las Cañadas del Teide.
Pero si os puedo dar algún consejo para verlo aún mejor: ir muy temprano, con idea de tomar el primer teleférico, que parte a las 9 de la mañana. Veréis amanecer sobre las ladera del padre Teide, un espectáculo visual en el que un foco gigantesco de luz dorada ilumina poco a poco, desde la cumbre a la base, sus laderas de obsidiana y malpaís. Además, estaréis casi solos, sin las colas habituales que se forman a media mañana.
No os conforméis con quedaos en la estación final del teleférico. Se puede llegar hasta la misma cumbre por un sendero que demora unos 30 minutos (¡ojo!, la altitud se nota). Para proteger la cima se impuso un cupo diario de visitantes que pueden acceder al cráter; el permiso se solicita en esta web y es gratuito, pero hay que hacerlo con cierta antelación.
Y si estáis en buena forma: daos el gustazo de ganar la cumbre de España a pie. Existe un sendero muy cómodo y accesible a todo tipo de público que empieza en el aparcamiento de la Montaña Blanca. Hasta la cumbre hay unas 4 horas de caminata, pero lo normal es llegar a dormir en el refugio Altavista, que está a unos 3.100 metros de altitud, y a la mañana siguiente, antes de que salga el sol, seguir hacia la cumbre para ver amanecer en la cima de la isla más alta de todo el océano Atlántico.
Un placer sensorial para disfrutarlo en soledad y en silencio.
La cabina del teleférico, a punto de llegar a la estación final
Dos senderista enfilan el tramo final del sendero hacia la cumbre
Y por fin, la cumbre. El Teide está dormido, pero es un volcán aún activo. Del cráter salen continuamente emanaciones de gases sulfurosos
Para que conste que estuve allí.... ¡y con la "alcachofa" de la SER! Los pelos alocados no es porque me haya abandonado mi peluquero: ¡es que hacia un viento del carajo!
07 nov 2012
- A un crucero de garrafón: de esos en los que la peña asalta el bufé como si el mundo se fuera a acabar
- A Terra Mítica: un decorado de cartón-piedra a mayor gloria de la cultura del pelotazo urbanístico
- A Caracas (al menos hasta que Chavez se jubile). Venezuela es un país maravilloso, pero Caracas me pareció insegura y desagradable para un viajero
- A Pisa o a Florencia en verano: para aguantar mogollones me voy al Carrefour un sábado
- Al Camino de Santiago en agosto: idem que el anterior
- A Mónaco: sitio elitista y aburrido como pocos
- A Nairobi: típica ciudad donde no hay nada que ver ni nada que hacer
- A la pensión La Vila, de Olot: creía que ya no quedaban lugares así; German Monster hubiera pedido el libro de reclamaciones
- A Los Ángeles (EEUU): la anti-ciudad para el peatón
- A un hotel de todo incluido: son como Atila para la cultura y la economía local
- A Singapur: no se me ha perdido nada en una ciudad tan pulcra y aséptica
- A Ashgabat, la capital de Turkmenistán; una ciudad de mármol en medio del desierto, más falsa que un euro de madera.
- A un Parador de Turismo con muebles estilo Remordimiento: hay Paradores excelentes, pero algunos se han quedado más austeros y fríos que un convento.
- A un museo de cera de Madame Tussaud: la mejor manera de perder una mañana en una ciudad llena de otras cosas interesantes
- A una franquicia de comida rápida de cualquier aeropuerto del mundo: ¿cómo se puede hacer tan malo y tan caro algo tan sencillo como un sandwich o un filete a la plancha?
Y tú ¿ a dónde no volverías?
Raíces gigantescas atrapan entre sus
tentáculos templos enteros. Piedras bruñidas por el tiempo emergen entre los
misterios de la selva. Un pirámide que de lejos parece un montón anárquico de rocas
colocadas de forma milagrosa una encima de otra, vista de cerca se revela como una filigrana
de caras y formas geométricas que siguen un perfecto diseño escultórico. Es
Angkor, la antigua capital real de Camboya. Ocho siglos de historia de
Indochina esculpidos en columnas, estupas, frisos y relieves. La grandeza de un
imperio desconocido para Occidente que desplegó cultura, arte y civilización
por gran parte del sudeste asiático.
Un blog de viajes para gente viajera en el que tienen cabida todos aquellos destinos, todos aquellos comentarios, todas aquellas valoraciones que no encontrarás en otros medios.
Un espacio abierto a la participación con información diaria y actualizada sobre países y ciudades, alojamientos, transportes, gastronomía, rutas, ideas para ahorrar dinero o para gastárselo en lo mejor en lo que uno puede invertir su tiempo: en viajar. Todo contrastado y analizado en primera persona.
Paco Nadal es viajero-turista antes que periodista y culo inquieto desde que tiene uso de razón. Estudió Ciencias Químicas pero acabó recorriendo el mundo con una cámara y contándolo. Escribe en EL PAÍS sobre viajes y turismo desde el año 1992. Es también escritor y fotógrafo, colabora con la Cadena Ser, además de presentar series documentales en diversas televisiones.
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Un relato trepidante por unos de los destinos menos turísticos y más inseguros del mundo. Un viaje en solitario lleno de emoción y melancolía a lo largo de una región azotada por constantes guerras y conflictos étnicos. Un viaje plagado de sentimientos que consigue conectar al lector con los sufrimientos y las esperanzas de África.
Por: Isidoro Merino
Por: José Carlos Capel
Por: Paco Nadal
Ideas, destinos, consejos y la mejor información útil para un viaje perfecto.
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