Hace unos días Michael O'Leary, consejero delegado de la compañía aérea Ryanair, anunciaba una serie de medidas tendentes a lavar la imagen de antipática, tacaña e inflexible que la compañía se había ganado (a pulso) con sus draconianos recortes. Entre esas medidas estaban la de tolerar un segundo bulto de mano y asignar asientos en los billetes.
¿Verdad o una nueva treta de O’Leary para salir gratis en los periódicos?
Creo que esta vez no, en esta no va de farol. Ryanair le ha visto las orejas al lobo. El rollito del “que hablen de mi aunque sea mal” ha dejado de funcionar y por primera vez el número de viajeros desciende. O’Leary le ha tocado las narices a demasiada gente y además ya no es la única cocacola del desierto. Como asegura Fran Camino, de la web Waves&Win, y periodista experto en aeronáutica:
“Ryanair no podía seguir viviendo de una estrategia no adecuada a los tiempos actuales en los que se buscan compañías con un marketing mucho más agradable. Y sobre todo porque otras compañías rivales con las mismas sucias estrategias mostraban una cara dócil y de buen rollito como Vueling o Easyjet. En estos momentos lo que se está imponiendo en el low cost es dejar a un lado su aspecto más cutre y espartano, y sobre todo dar una gama de servicios adicionales.
Una especie de billete tuneado en el que puedas añadir todos los servicios adicionales que puedas necesitar y que consiga que la experiencia de viajar sea una cosa menos traumática. Se impone volver a trabajar con las agencias de viajes, la pre-asignación de asientos, dar más franquicia gratuita de equipajes, no ser tan estrictos con las maletas, catering mejorado, acceso a salas Vip con un cargo adicional, etc. O sea, reinvención del low cost sin hacerlo tan cutre”.
¿Se puede reinventar el low cost? ¿Qué le pedirías a una compañía aérea de bajo coste para que fuera más atractiva?
Le hice esa pregunta a mis seguidores de Twitter y Facebook, que son gente muy viajada y muy enrollada. Estas son las 50 cosas que le dirían a la cara a Mr. O’Leary y otros capitostes de las low cost: