Paco Nadal >> El Viajero

26 nov 2014

¿De verdad no merece la pena estudiar Turismo en España?

Por: Paco Nadal

Guías
Ayer supimos que la diplomatura en Turismo que se imparte en España es la carrera universitaria más sobrecualificada y una de las de peor expectativa en el mercado de trabajo.

Al menos, así parecía demostrarlo el primer mapa de empleabilidad que ha publicado el Ministerio de Educación –basado en los últimos cuatro años de vida laboral de más de 190.000 universitarios de centros públicos y privados de 146 titulaciones- según el cual uno de cada dos titulados en Turismo ha acabado trabajando en algo para lo que no necesitaban ningún tipo de cualificación, mucho menos la universitaria.

¿Cómo es posible que un país que vive del turismo, que recibe más de 60 millones de turistas al año y en el que el negocio turístico genera casi el 11% del PIB nacional tenga semejante déficit en la formación?

Como no soy un experto, le he preguntado a varios profesionales del sector que sí lo son. Y sus conclusiones son demoledoras... aunque muy dispares. Os los dejo en versión original, sin reportajear, porque creo que es un material que merece la pena leer con atención:

 

Santiago TejedorSantiago Tejedor, Doctor en Periodismo y Ciencias de la Comunicación, profesor y co-director del Máster en Periodismo de Viajes de la Universidad Autónoma de Barcelona

El panorama actual denota la existencia de un diálogo nulo entre oferta y demanda. La universidad desconoce o prefiere ignorar las nuevas exigencias formativas que se derivan de un sector que ha crecido, pero reinventándose. La lectura de los folletos, guías docentes y web académicas de escuelas de turismo y universidades demuestra que aún se vive en un pasado que ya no sirve. En todos los casos se mencionan como salidas profesionales más factibles las de recepcionista o guía turístico.

La universidad no “viajó” al futuro ni al presente. Los planes de estudios necesitan un proceso de renovación no importante sino urgente. Se requiere un diseño curricular ideado a partir de asuntos tales como: las nuevas tecnologías –con el impacto de las redes sociales–, el fenómeno de los blogueros, la búsqueda creciente de productos personalizados, tematizados, etc.

Las agencias de viajes han recibido un impacto contundente de Internet. Todo o casi todo lo puede ya escoger, definir, comprar o reservar el usuario desde su computadora o dispositivo móvil conectado a Internet. Nuevos consumidores del viaje, nuevas formas de entender el viaje y nuevas maneras de construirlos exigen nuevos roles, servicios, etc. del sector turístico (y por ende, de sus profesionales).

Luego está la miopía empresarial: aquellos que toman las decisiones y definen plantillas o equipos profesionales tienen parte de culpa. Más allá de recepcionistas y guías, los licenciados de las escuelas de turismo pueden ofrecen muchas más prestaciones y contribuir a reinventar productos y servicios, aspecto que incidiría positivamente en los propios beneficios de empresarios y gerentes. Ellos, quizás, deberían igualmente reflexionar si están ignorando posibilidades, productos y servicios que esos egresados pueden ofrecer, pero a los que nadie ofrece la oportunidad de ser… protagonistas, partícipes, proactivos.

 

Esther MascaróEsther Mascaró, redactora jefe de la revista Hosteltur

Uno de los problemas es, efectivamente, la formación. La industria turística ha cambiado muy rápidamente en los últimos seis o siete años, los planes de estudio no han tenido tiempo de adaptarse. Hoy en día hay que dominar el marketing y la comercialización porque el negocio turístico tiene solamente dos caras, una es el trato con el cliente y el servicio, y la otra es la venta. Durante años la formación se ha dirigido a crear empleados y no directivos o emprendedores… y ahora ser un empleado no es suficiente, ni siquiera lo es ser un directivo o un emprendedor si no dominas aspectos de la comercialización que han surgido al calor de internet, de los cambios de hábitos del cliente, del potencial de los dispositivos móviles…

No es que esos conocimientos globales no les sirvan, no hay que despreciarlos, pero sí que les falta una aplicación práctica de las herramientas con que van a tener que contar en su día a día. ¿Qué conocimiento tienen los recién titulados en paridad de precios, social CRM, upselling y cross-selling, integraciones XML, channel manager, gestionar intranets como Booking…? Hoy en día un director de hotel ha de ser mucho más que una persona amable que atiende a sus huéspedes y les recibe al llegar. El otro de los problemas es que las empresas conocen la teoría pero no aplican la práctica. Hablan de recursos humanos, de formación, de la fidelización del talento, pero en realidad, muy pocas son conscientes de que todo su capital recae en las personas.

El turismo es la industria de la hospitalidad, y ese concepto incluye tanto amabilidad como servicio y eficacia. Los empleados son la cara auténtica de la marca, más allá del marketing, porque tus clientes conocerán, reconocerán y apreciarán o no todo lo que tu marca es a partir de las caras de los empleados con los que se crucen. Y ahí también fallamos, por un lado porque falla la formación y por otro porque a las empresas en realidad les cuesta pagar por trabajadores especializados, expertos y solventes.

La estacionalidad marca una estrategia que pocos admiten pero que es real: hay que ganar el máximo de dinero en poco tiempo, porque la temporada es corta en casi todos los destinos de sol y playa y luego viene el largo invierno. Por lo tanto, no se invierte en personal formado sino que las contrataciones se realizan en precario, con trabajadores fijos discontinuos, con jóvenes inexpertos que estudian cualquier cosa que no sea turismo pero que son contratados para atender la recepción de un hotel de playa (aun sin saber idiomas), con contratos de becarios, temporales, mal pagados, teniendo que realizar muchas horas extras que se pagan muy baratas… la calidad del empleo turístico en este país es muy mala. Al final todo se resume en una cosa: para muchas empresas el personal sigue siendo un gasto y no una inversión.

 

Jaume MarinJaume Marín, director de Marketing del Patronato de Turismo de la Costa Brava

Visto desde Girona es un efecto totalmente distinto. En realidad, el grado de Turismo que proporciona la Facultad de Turismo de la Universidad de Girona es de los que tiene unos índices y porcentajes de ocupación más alto. Incluso en los masters, especialmente en el EMTM, los índices son altísimos. La nota de corte es cada vez más alta debido al interés despertado entre estudiantes.

También cabe realzar que nosotros vivimos en una zona muy turística y con unos índices importantes, directos o indirectos, de ocupación en el sector turístico. Lo que si viene siendo cada vez más habitual, es la especialización en Masters al acabar el grado, e incluso en doctorados. Por lo tanto me atrevería a afirmar que en nuestro caso la carrera de Turismo e incluso de Hostelería tienen demanda debido a la importancia de las expectativas de trabajo futuras.

 

Dolors_VidalDolors Vidal – Casellas, Decana de la Facultad de Turismo de la Universitat de Girona

El estudio se basa en las antiguas diplomaturas y ahora se publica el resultado de los que terminaron los estudios en 2009-2010. Estoy convencida que el Grado en Turismo ha aportado novedades en cuanto a los resultados. Si miráramos el aumento de calificación académica y profesional, veríamos que una carrera que hace unos pocos años no tenía ni másteres oficiales ni doctorados hoy cuenta con un número importante de estudiantes de ciclo superior, doctorados y doctorados industriales en Cataluña.

El aumento relativo de producción académica es muy alto, quizás uno de los más elevados entre los resultados de los estudios universitarios del estado español. Los estudios universitarios de Turismo impartidos por universidades públicas o impartidos por centros privados empiezan en los años 2000.

Creo que el tiempo transcurrido –10 años máximo- a partir de los datos del estudio son del todo insuficientes para entender y abordar la proyección profesional de dichos estudios. En cualquier caso, entre el 10 y el 15% del PIB tiene que ver con el turismo y es del todo coherente que se dote de estudios universitarios a un sector que debería fortalecerse y exportar talento y gestión turística en las empresas y en los centros universitarios extranjeros.

 

Laura Schmidt 2Laura Schmidt, directora para Europa de LPS Collection, trabajó como directora de Marketing en diversos hoteles de lujo

El tema de sobrecualificación de los profesionales creo que no solo es aplicable al Turismo, pero en el caso de esta industria que es tan vital para España, parece incomprensible. Creo que al no ser necesaria la titulación para poder trabajar en el sector, los empleadores quizás crean que el tomar a personas sin estudios específicos será “mano de obra más barata”, pero esto lamentablemente se traduce en una gran rotación de personal y en una prestación de servicios poco profesional en comparación con otros países, que es lo que comentan los turistas extranjeros que visitan España.

También es posible que las carreras no preparen a los futuros diplomados según las necesidades reales del mercado, y que los estudiantes tengan la expectativa de egresar de las universidades accediendo inmediatamente a cargos ejecutivos, cosa que no ocurre en casi ninguna profesión.

 

 

Jose-Antonio-DonaireJosé Antonio Donaire, director de INSETUR y profesor de Turismo en la Universitat de Girona

Cuando los licenciados salen al mercado, los estudios que han recibido ya han cambiado, de manera que los nuevos estudiantes solo pueden utilizar parcialmente la información sobre empleabilidad. Saben cómo les ha ido a los que se formaron con unos estudios que ahora no son.

En el caso del turismo, eso es especialmente relevante. Apartados históricamente del sistema universitario, los estudios de turismo ingresan en el mapa de las universidades muy tarde. Los primeros estudios plenamente universitarios son los de Diplomado en Turismo, un primer ciclo de tres años. Actualmente, los estudiantes en turismo se forman en un Grado, de cuatro años y con una renovación significativa del modelo formativo. Ahora empiezan a salir al mercado los primeros graduados en turismo de la historia del país y en unos años podremos saber qué respuesta ha dado el mercado laboral a estos estudiantes.

Por eso, de las 10 carreras con sobrecualificación (en ese estudio del Ministerio), ocho son diplomaturas o ingenierías técnicas, muchas de ellas extinguidas. Se refieren a una realidad universitaria que ya no es. Y obvian el salto trascendental del paso de una diplomatura a un grado. Sabemos qué les ha pasado a los que se han formado en una diplomatura que ya no existe.

La noticia de El País no se refiere a la posibilidad de encontrar empleo, sino al porcentaje de personas de entre las que han encontrado trabajo que están ocupadas en un trabajo infracualificado. Tomemos dos carreras, la A y la B, ambas con 100 estudiantes. 20 licenciados de A tienen trabajo mientras que 80 licenciados de B trabajan. De los 20, tres cuartas partes (el 75%) tienen un trabajo adaptado a la calificación, mientras que de los 80, ocurre en la mitad de los casos. El resultado es que en A tienen trabajo adecuado a su nivel 15 estudiantes, pero es el 75% de los que trabajan, mientras que en B es de 40, pero solo es el 50%. El dato del peso de la infraocupación no tiene valor si no está acompañado con el % de ocupación efectivo.

El dato verdaderamente relevante es que los estudiantes en turismo encuentran trabajo. Que es lo contrario de lo que afirma El País, que dice literalmente que "La diplomatura en Turismo y la Ingeniería Técnica Forestal son las dos carreras universitarias con menos opciones en el mercado de trabajo español". Que no tienes opciones en el mercado laboral quiere decir que no tienes trabajo, no que una parte de los que tienen trabajo están sobrecualificados.

Nota: José Antonio Donaire ha escrito también un post sobre el tema en su blog, donde desarrolla la idea aquí expresada. Os recomiendo su lectura.

Hay 49 Comentarios

Por las opiniones de los especialistas , se ve que el mercado y las universidades no van de la mano. Seria mucho mas fructiferos si hubiera una coneccion entre ambos lo que permitiria una version mas real de las necesidades de la formacion y el mercado.

Soy diplomada en turismo, titulada en 2002, y estoy muy desilusionada, pues veo que no se exige la diplomatura de turismo para prácticamente ningún trabajo del sector, apenas nos valoran. No sé cómo completar mi formación para trabajar como autónomo, pues ninguna empresa me da la oportunidad de trabajar.

El problema es como siempre político.
Se afanan en cambiar diplomátura por grado , que ya va bien que sea asi, al menos se le ha dado lustre al nombre y el universitario de Turismo no es un segundón dentro del escalafon. Ahora son 4 años y se han cambiado esquemas y programas de estudios, pero como se dice por ahí, nada vamos a conseguir si no se resuelven dos aspectos importantes y que son los políticos quienes los deben de cambiar:
1.- Acabar de una vez por todas con la idea de que hay que formar guías y/o recepcionistas de hotel.
Eso ya lo pueden hacer gente de grado medio que con cursos de especialización y experiencia cumplen de sobra.
2.- Acabar con "el todo vale" y me explico...
¿Puede cualquier persona trabajar de médico si no ha cursado la carrera correspondiente?
¿y de abogado?
¿y de arquitecto?
Es evidente que no...
Entonces ¿por qué se permite ejercer de guías, recepcionistas, asesores culturales, gerentes y demás puestos del sector turístico a personas con nula o escasa cualificación y sin su carrera correspondiente?
¿Por qué desde las autoridades no se obliga a los empresarios del sector a que los puestos sean ocupados por personal cualificado y titulado cuando se trata de la primera industria del país?
Ya está bien que haya empresarios que en sus compañías solo trabajen becarios o emigrantes no cualificados sudamericanos interinos que por 500 euros les hacen o mal hacen, los trabajos.
Los puestos de turismo deben ser para los licenciados en la rama y no colocar a alguien ahí que mete mil horas a cambio de una miseria y simplemente hace sonreír al empresario que va tirando y llenando el bolsillo.
El Estado debe cuidarse de que la primera industria del país tenga la calidad máxima y si yo no puedo ejercer de médico tampoco otro puede ejercer de recepcionista de hotel o de gestor turístico sin el título correspondiente.
Si hasta para ser administrador de fincas o agente comercial hay que tener un título y estar colegiado en el Colegio Profesional correspondiente.

Estos son los problemas y es necesario que quien tiene capacidad para ordenar eso lo haga.

Interesante artículo. Yo creo que hay muchísimas personas trabajando en recepciones durante años después de haber acabado la diplomatura de turismo y que tienen una capacidad mucho más alta y son mucho más competentes que muchos directores. Pero dar el salto desde Recepción a un puesto de mayos responsabilidad no depende únicamente de las capacidades.
Quisiera destacar tambien que con los cambios que hemos visto en el mundo online en los últimos años, es de vital importancia que los estudios de turismo se pongan al día y que se forme a los estudiantes con una vista puesta en el mundo online. Un diplomado en turismo tendría que tener, hoy en día, unos conocimientos altos en Marketing digital.
Saludos

Bajo mi punto de vista puede que tenga algo que ver que España recibe mucho más turismo de sol y playa que turismo cultural. El turista demanda un tipo de servicios que ejercen sin problemas monitores de tiempo libre y otros relacionados con el turismo vacacional.

Países vecinos como Francia reciben un turismo cultural muy superior al nuestro y no es que a nosotros nos falte sino que no se explota. Resulta bastante desesperante comprobar que en España muchos museos, restos arqueológicos, etc. se mantienen cerrados al público por no haber personal que pueda atenderlos. Si se fomentara en España el turismo cultural la situación cambiaría porque no debemos olvidar que en eso se basa el turismo, en mostrar la historia, cultura, ocio y gastronomía de cada región. Se trata de orientar el turismo a mostrar destinos pero hoy por hoy está más centrado en la industria que hay a su alrededor. Un gran fallo bajo mi punto de vista.

Un saludo!!

Con carrera o sin ella, siempre puedes poner en marcha un blog de viajes, y si se la añade la historia de los lugares que se recomiendan, pues mejor que mejor.

http://www.lugaresconhistoria.com

Como estudiante del Grado de Turismo en tercer año, me gustaría añadir mi granito de arena y opinión.

En primer lugar hablar de que como ya se ha dicho, actualmente el Grado de Turismo se diferencia de la antigua licenciatura en varios aspectos. Por un lado, estamos ante unos estudios en los que no solo nos "forman" para ser recepcionistas o guías. La mayoría de las asignaturas que actualmente curso y he cursado se centran en la empresa, en la aplicación de conceptos empresariales al amplio campo del turismo. Un claro ejemplo es que no curso una sola asignatura de marketing, sino que curso tres o si lo deseo cuatro.

Ya lo decía un profesor mío en mis inicios como estudiante de este ámbito: "Los estudiantes de Turismo sois todoterrenos. Pasáis por diferentes ámbitos: economía, derecho, contabilidad, marketing, geografía, arte, matemáticas, informática, administración y dirección de empresas y encima hay que sumar los dos idiomas obligatorios. Pero vuestro problema es que en el mercado laboral os tienen infravalorados. Las propias empresas no os dejan que pongáis en práctica vuestros conocimientos, dicen que no conocéis sus sistemas informáticos o que simplemente la formación no es la suficiente. Pero sois la carrera universitaria con más variedad que existe y lo creáis o no, sois todoterrenos."

Con esto quiero decir que ciertamente, estamos concienciados, al menos en mi caso, de la necesidad de especializarnos con un master ( en mi caso barajo Marketing o Administración y dirección de empresas). Pero he de añadir que la parte de la culpa de esta infravaloración de estos estudios viene por parte de las propias empresas. Es conocido que en este Grado es obligatoria la realización de unas prácticas pero las ofertas para realizar las mismas se centran en recepciones y similares. En ningún momento a mi me enseñan a dedicarme al cliente, es decir, me entrenan para contratar a estos que se presentarán al cliente como la imagen de la empresa en la que me encuentro pero no para ser yo quién tome el DNI del cliente o el numero de noches que se va a quedar. Estoy para decidir la dirección o los cambios que debe de relizarse en los actuales planes u objetivos de la empresa con mi conocimiento del mercado turístico.

Ya no estamos ante unos estudios anticuados, sin ir más lejos una de mis futuras asignaturas se llama algo así como: Turismo Sostenible. Estamos ante unos estudios concienciados de lo que ocurre, de lo que pasa. Somos conscientes del gran problema de España: la estacionalidad y la falta de cualificación en el sector. Se que el campo turístico es "algo que puede hacer todo el mundo" pero esa afirmación no está más lejos de la realidad. Para ser turismólogo hace falta algo más que una sonrisa tras una recepción o tras un mostrador. Se ha de tener la capacidad de unir varias doctrinad en una, de conocer varios campos, de innovación todo esto en un mercado cambiante constantemente. Es hora de que los antiguos hosteleros nos dejen paso a los nuevos y nos permitan "re-educar" el turismo español.
Es un Grado que vale la pena, que me gusta y del que me siento orgullosa de cursar. Me encantaría poder ascender en este ámbito del Turismo, soy una apasionada de la hostelería. Aunque pienso que el nivel idiomático y la oferta de esto mismo en el Grado es escasa.

Quiero agradecer a Ruben Arnandis (aprovechando que el me citó) por ofrecer un comentario mucho más transgresor que la mayoría de los que han escrito. El debate se enriquece con aportaciones como la suya, en las que se evidencia una discusión con un horizonte mucho más lejano que el entorno laboral del egresado en Turismo. Estoy además, de acuerdo en que el aporte de Jovivic es el más reconocido y acertado para la denominación (aunque hay autores que hablaron de la Doctrina General del Turismo, Teorologia, Teorosofia, entre otros). De hecho, mi opinión (al contrario que muchos) es que en lugar de criticar que en nuestra carrera aprendemos un "poquito de cada cosa" empecemos a revindicar justo eso, que somos una disciplina académica multidisciplinar, por eso es lo que es el Turismo.

Esto es algo que pasa en muchas carreras no solo la de turismo. Yo te voy a dar mi opinión: estructuras y profesores anticuados, con nulo conocimiento de la realidad actual y nulo interés por conocerlo, funcionarios acomodados para decirlo bien claro. Las universidades públicas españoles son, a día de hoy, fábricas de parados.

Estimado Paco (y resto de comentaristas),


Nadie puede poner en duda que haber adaptado la diplomatura en turismo a grado posibilitará (y lo digo en futuro) a muchos nuevos profesionales a continuar con estudios de máster y doctorado, opción imposible anteriormente a menos que se realizara un segundo ciclo de otra carrera, y con ello prepararse para altos niveles de responsabilidad (como hizo en su momento Miriam) y no ser mirados por encima del hombro.


Porque es justo aquí donde radica parte del problema: siempre se ha visto a los profesionales del turismo como futuros empleados del sector privado (sin entender que el turismo es, ante todo, una competencia pública y que por lo tanto también existen perfiles profesionales en esta área), futuros empleados que además deben conformarse con puestos de trabajo de nivel operativo (finalidad última desde que nacieron los estudios allá por los 60 del siglo pasado), y nunca como investigadores, asesores, directivos, consultores o formadores universitarios. ¿Sabría alguien indicarnos cuántos diplomados/graduados en turismo hay hoy en día formando parte del profesorado universitario que imparte materia en turismo, tal y como indica el presidente de AEPT?¿y cuántos se encuentran en puestos de responsabilidad en administraciones públicas de turismo?¿o incluso privadas?


El estudio, si bien es cierto que presenta un sesgo importantísimo como bien señala Donaire, y de ahí que haga difícil su adecuada interpretación, reabre una herida que todas aquellas personas que decidimos apostar profesionalmente por el turismo no hemos curado: somos el patito feo de los estudios universitarios. Aquellos a los que nadie entiende qué hacemos (ni empresarios, ni administración ni universidad), a qué nos dedicamos, por qué hemos elegido estos estudios. Como consecuencia, hemos tenido que agachar la cabeza ante economistas, abogados, geógrafos, sociólogos o estadistas cuando hablaban de turismo, porque esos “sí” sabían lo que era.


Por no tener, no teníamos ni siquiera una denominación como los nombrados anteriormente. Nos llamábamos “Técnicos en Turismo”, sin caer en el hecho que nuestros hermanos menores, lo que estudiaban Formación Profesional, eran “Técnicos Superiores”. Menuda locura.


Pero por fin, vamos accediendo, aunque muy lentamente, a puestos de trabajo relacionados con nuestros estudios, con nuestras especialidades, con nuestras expectativas y motivaciones. Y la mayoría lo hemos conseguido por el empeño férreo en creer que no nos hemos equivocado ni de estudios ni de profesión, pero que hemos necesitado complementarlos con otros estudios para cubrir las grandes lagunas que las diplomaturas no supieron ocupar.


Y esto es un problema que las universidades todavía no han resuelto hoy: los grados continúan con esa visión empresarial y simplista del turismo de los 60, vinculada con la recepción hotelera, con la intermediación minorista, con la creación de guías en turismo, con la gestión de alojamiento rural, con los informadores en turismo,… porque arrastra todavía los planes antiquísimos de la visión franquista y con ella la del profesorado universitario que sigue lamentablemente sin identificar en su alumnado los verdaderos perfiles profesionales del turismo más allá de su experiencia como turista.


Es necesario que las universidades, como ente competente en la creación de los planes de estudios, se sienten y establezcan qué materias y perfiles son los propiamente universitarios (como hicieron en su momento las universidades andaluzas), más allá de los perfiles de la formación profesional (que sea dicho de paso sí está muy bien estructurada).


Desde PROTECTUR (www.protectur.org) hemos roto una lanza por encontrar una denominación a quienes hemos estudiado turismo en la universidad. Y la verdad es que no hemos inventado nada, simplemente nos acogemos a una definición que realizó en 1968 un investigador (Zivadin Jovicic) y que otras universidades europeas y latinoamericanas han adoptado para sus estudiantes egresados: turismólogo.


De hecho, en España, la universidad de la cual es profesor el Sr. Donaire, imparte en su Máster en Dirección y Planificación del Turismo una asignatura cuyo nombre es Turismología.

Son muchos años “de-formando” a profesionales del turismo y deberá pasar muchos otros para que nosotros mismos sepamos reivindicar los perfiles que nos corresponden como titulados universitarios que somos. El Libro Blanco del Grado en Turismo de la ANECA hizo una primera aproximación, pero por más que hagamos, sin la sensibilidad necesaria de Administración, universidad y empresariado, difícilmente haremos que este viaje llegue a buen puerto.


Pues si en el país del turismo no merece la pena estudiar turismo, apaga y vámonos: aunque viendo los sueldos del sector no parece que vaya muy descaminada la cosa...

http://www.losmundosdehachero.com

Es molesto el hecho de que los estudios en turismo estén cuestionados. Miren alrededor, son indispensables! El problema es que no se valoran, y de esto todos tienen parte de culpa...
Hay que repensar métodos, esto si, pero también hay que empezar a valorar la carrera y demostrar a los demás lo multilateral y lo integral que es!

(Y para aquellos que con estudios en turismo trabajan de modelos de ropa interior.... también los hay de otras carreras. Todo depende de la motivación que tienes, de lo que aprendiste y de lo mucho que quieres trabajar).

Si los estudios en turismo no se valoran - todos tienen parte de culpa:
http://www.iloshkam.com/2014/11/si-los-estudios-en-turismo-no-se.html

Cuan distinta es la visión que aportan quienes están al pié de la industria o del periodismo de viajes que la imagen casi triunfalista que vierten algunos representantes de escuelas de turismo. Muchas Gracias Paco por meter el dedo en la yaga. Desde mi punto de vista tenemos tres problemas: escuelas de turismo encorsetadas en un plan de estudios caduco y sin colaboracion estrecha con el mundo empresarial, en segundo lugar la falta de reconocimiento oficial de la profesion turistica y el tercer problema como consecuencia del anterior, el intrusismo del sector especialmente en las pymes turisticas donde quizás haya buenos emprendedores pero sin ningún tipo de respeto a la profesión.

Saludos desde la República Bolivariana de Venezuela, específicamente desde la Hermosa Isla de Margarita. He leído el contenido de esta publicación, y es en realidad muy interesante y útil, púes mucho del contenido expuesto se aplica en gran parte a nuestra realidad en el sector turismo en Venezuela. La Formación practica y la adecuación del futuro profesional en turismo de la mano con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, con un entendimiento más flexible por parte del sector empresarial y una mejor postura ante los cambios de los mercados y su análisis, opino que son los argumentos válidos no solo en mi país sino en todo país que desee que su actividad turística genere, no solo el recurso monetario en divisas necesario para sus economías sino el verdadero crecimiento del sector turismo permitiendo una mejor adecuación a los tiempos y darle oportunidad a quienes se están formando en las universidades institutos y organismos rectores de entender las ventajas y beneficios que ofrece una actividad turística optimizada en cuanto a tecnología servicios directos a los usuarios y usuarias, información entre otros aspectos. Gracias a quienes lean mi modesto comentario, les deseamos éxito y mejoras en todo aspecto. Atte: T.S.U. En turismo Sr. Gómez Williams. FREE-LANCER Blogger, @ociopromo360.

Es triste ver que la diplomatura de turismo es una de las carreras con peores salidas, pero visto como profesional no estudiaría nuevamente turismo como carrera. En todo caso, sería un complemento a otra carrera. Ya que la diplomatura por si sola no aporta mucho , como no cambie, por lo menos cuando yo acabé (2010) Como bien sabéis la mayoría, las materias están anticuadas, no se adaptan a la realidad y cuando comienzas a trabajar tienes la sensación que has perdido 3 años de tu vida y tienes que volver a empezar.
Hay que cambiar los planes de formación e involucrar más a la empresas en el proceso de formación de estudiantes. Deben de conocer desde el primer año de carrera la tipología de empresas donde pueden trabajar y hacer prácticas desde el inicio, ya que muchos piensan que solo hay empresas como agencias de viajes, hoteles y guías turísticos. Se deben de dar a conocer por ejemplo; las empresas de tecnología aplicadas al sector turístico, las cuales son quienes aporten valor a la experiencia del turista en un alojamiento, en el restaurante y en el propio destino.
Sin embargo, parece que las universidades están estancadas y no avanzan.
Mismamente, háblale a un recién graduado de big data aplicado al turismo y a ver que cara pone.

Lo primero que se me ocurrió al leerlo es dar las gracias a Paco Nadal por contribuir a que hablemos de nuevo sobre nuestro Sector. Lo segundo es que la Junta Directiva, los Asociados de nuestra querida AEPT, Asociación Española de Profesionales de Turismo, vertieron tinta para que nos expresáramos.

El de la Formación ha sido uno de los campos en el que nuestra Asociación ha venido clamando por mejoras.

Se pasó a la Diplomatura para posteriormente, hace pocos años, llegar al Grado. Es carrera pues joven sin Cátedra que vele por su investigación y desarrollo, a remolque de otros estudios.

Nos encontramos en una profesión apasionante que tiene cada año los espectaculares resultados en cifras que todos conocemos y ello a pesar del poco reconocimiento que recibe por parte de los dirigentes, reconocimiento en términos de presupuestos destinados a promoción, investigación, desarrollo y evidentemente Formación.

Está claro que la necesidad de una firme base de conocimientos teóricos, acompañados de unas prácticas adecuadas son fundamentales para nuestros futuros profesionales.

Es un hecho irrefutable que la especialización es primordial para nuestro sector. En consecuencia la enseñanza de nuestros futuros profesionales también debe ser especializada. Las materias troncales que se dan hoy en día son absolutamente necesarias y útiles.

Pero existen numerosos temas que aún no se estudian más que a través de cursos especializados y Máster, con lo que representa su alto coste añadido. Además de que no siempre se construyen desde las verdaderas necesidades de cada segmento sectorial a los que van enfocados: quienes los ofrecen parecen haber olvidado preguntar sobre ellos a los profesionales contribuyendo al divorcio entre formación y empresa.

Por otro lado está el delicado tema de ver quienes imparten estas materias. Sin menoscabar la enorme valía de aquellos profesores que imparten la imprescindible teoría, ¿no sería deseable contar más con aquellos profesionales que están en el día a día y en primera línea cuando se trata de temas de organización o remediar, en tiempo real, situaciones prácticas y más en momentos de crisis?.

La práctica es un grado totalmente necesario. Los mismos acuerdos de Bolonia lo ratifican. Encontrar el porcentaje adecuado entre teoría y práctica. Conseguir un matrimonio justo y factible entre cuadros docentes y la aportación de profesionales del Sector, nada fácil pero, en bien de todos, necesario y para nuestros futuros profesionales, muy beneficioso.

Formación más profesionalizada. Profesionales de actitud positiva y con enfoque a eficacia empresarial y social. Empresas con verdadera visión de futuro y no cortoplacistas, abiertas al mundo de la Formación para bien de la sociedad y por su propio bien futuro, con política sincera y lejana a la falacia que tanto abunda en el tratamiento de sus Recursos Humanos.

No se aprovecha todo el potencial existente

En primer lugar, gracias por iniciar el debate e incorporar a profesionales tan contrastados como estos.

Te paso algunos comentarios de mi experiencia profesional como consultor del Plan Nacional e Integral de Turismo del Gobierno actual y para el documento H2020 de Turespaña. Además de conclusiones con entrevistas con los principales CEO de empresas turísticas españolas.

- Se ha perdido la vocación de hospitalidad, incluso en la formación. Para el empresario, la vocación es más importante que la formación en la mayoría de los puestos de trabajo.
- España = Sol y Playa . Además barato. Si se quiere hacer más rentable hay que estandarizar, para lo que hay que profesionalizar algunos puestos, pero no todos. En la estandarización no es todo cualificación (porque es más caro). En esto, los americanos, franceses, alemanes, etc. nos ganan definitivamente. No hay más que mirar la pobre cuota de mercado de la restauración de cadena vs. restauración independiente en España, en comparación con la de estos países. Igual para hotelería.
- Es un sector en el que los viejos hoteleros que construyeron sus fortunas en el boom turístico, han de dejar paso a las nuevas generaciones. Estas últimas, más preparadas podrían cambiar la dinámica de trabajo de eficiencia sacrificando calidad y servicio, por algo de más valor. Pero volvemos al mismo punto de partida, el cliente es el que es (ej. iniciativas como la regeneración de Playa de Palma).
- España, en el top 3 de turismo por visitantes, y las escuelas de referencia son Lausanne, Cornell, y otras. Habrá que fijarse en qué hacen bien estas universidades: por una parte, están conectadas con necesidades de la industria y resuelven problemas. La calidad investigadora, comparada con España no tiene nada que ver. Los investigadores españoles son en su mayoría sociólogos que tratan las problemáticas desde el ámbito macro.

En fin, que hay más cosas... pero es un problema estructural de sobre oferta formativa y falta de demanda adecuada. Gallina o huevo..

¿Merece la pena?
Imagino que como en la mayoría de las carreras cuando acabas lo que has aprendido poco o nada tiene que ver con la realidad. La profesionalidad de cada uno será luego la que marque la diferencia entre el que ya tiene su título y cree que está todo hecho y el que cree que el título es el primer paso de un largo camino.
Juro que he visto (y muchos) titulados que ni pajolera idea del sector, ni ganas.

La verdad es que también me llamó la atención saber que Turismo es una de las carreras que menos salidas laborales tiene. Me da a mi que las Universidades españolas viven de espaldas a una realidad. Revisando su plan de estudios apenas veo asignaturas relacionadas con el Marketing Online, sector que conozco. Hoy en día cualquier hotel, restaurante, agencia de viajes, etc, que se precie debe de conocer las estrategias necesarias para llegar a un público que cada vez más accede a Internet vía móvil, tablet u ordenador para planificar sus viajes, reservar un hotel, restaurante... Quizás deberíamos copiar el modelo de Universidad americano, donde la empresa tiene un mayor peso, disminuyendo el riesgo de ceguera.

Como diplomada en turismo y profesional del mismo en la rama de turismo cultural desde el 2008 coincido plenamente con:

Por un lado, con el comentario de Oliver, la carrera es un popurrí de asignaturas donde no se profundiza en nada ni tampoco se enfoca a la práctica y experiencia necesaria para cualquier puesto de trabajo en turismo.

Por otro lado, también coincido con Esther Mascaró, cuando dice que la calidad del empleo turístico en este país es muy mala (los empresarios fallan a la hora de querer contratar y pagar a personal solvente).

Mi experiencia en estos años me ha demostrado que, hasta la fecha, he podido trabajar en el mismo puesto de trabajo sin haber estudiado turismo y malganando el mismo pésimo salario.

Echo en falta lo que siempre hacemos los españoles; compararnos con el resto de Europa. ¿Por qué no realizamos una comparativa con los estudios de Europa y por qué no realizamos una comparación con el nivel de conocimiento y profesionalidad de trabajadores europeos en la misma posición? ¿Nos llevaríamos sorpresas?

Discrepo de la mayor parte de lo que persigue esta entrada. Primero, porque es una contradicción hablar de “carrera sobrecualificada” y que el artículo se centre en las mejoras necesarias de los programas universitarios de Turismo. Mejoras propuestas por 6 personas de las cuales 5 de ellas tienen un enfoque administrativo y de marketing, y solamente 2 están relacionadas con el ejercicio académico e investigativo. Yo soy diplomada en Turismo desde el año 2003, ámbito que fortalecí con dos maestrías más, dos postgrados universitarios, una segunda carrera y estoy en mi doctorado (en Turismo). Mientras tanto, trabaje de recepcionista, guía y agente de viajes y hoy soy docente universitaria en una universidad latinoamericana, la mejor en turismo del país. El enfoque de la misma es el que pretende los entrevistados en el artículo, y por ello se gradúan como Administradores de Empresas Turísticas y Hoteleras. De hecho, de las 10 asignaturas verdaderamente de Turismo que ven, solamente la que yo les dicto plantea una epistemología y teoría del Turismo. Esta materia, de reciente creación, es una reivindicación de los estudiosos, investigadores y teóricos en turismo – no los entrevistados –, que tradicionalmente provenientes de otras carreras como sociología o arquitectura, han revindicado que, existan investigadores formados desde el turismo para el turismo como medio para revindicar que el Turismo sea considerado como una disciplina académica y científica. Esta visión holística e integral, a la par que critica con el turismo, está muy alejada de la posición de los entrevistados centrada solo en empresas, producto y marketing, como si no hubiera más campos de acción en el turismo y como si tuviéramos que seguir siendo una subdisciplina (en este caso de la Administración de Empresas). Su posición es la que hace que mis estudiantes sepan hacer una integral aplicada a la economía, pero no sepan decir un efecto o impacto del Turismo. Que piensen que ser director de hotel es mejor que hacer una consultoría para la OMT o el Viceministerio de Turismo. Que sepan quién es Fayol, pero no saben dónde están las Maldivas o cual es la relación entre patrimonio cultural y turismo. Los teóricos del turismo (todos ellos profesores universitarios de diferentes y reconocidos programas universitarios turísticos mundiales), junto con la OMT (que recordemos pertenece a la ONU) han llegado a la conclusión de que el turismo es, ante todo, por sus implicaciones, UN HECHO SOCIAL y que la época de ver al turismo como un mero generador de divisas y empleo ya pasó hace tiempo. Me pregunto si estos gurús saben que con sus propuestas lo que hacen es un retroceso.

Como estudiante de cuarto curso del Grado de Turismo de la Universidad de Granada, puedo decir que, a mi parecer, el principal problema reside en el planteamiento que tiene dicha carrera.


Durante esos 4 años, se tocan superficialmente gran variedad de materias: derecho, dirección de empresas, patrimonio cultural, marketing, economía, y algo de idiomas, sumándole a todo esto otras asignaturas que su única función es la de completar créditos.


Se da un poco de todo, pero sin profundizar en lo que puede aportar realmente valor a la hora de incorporarnos al mercado laboral. Un popurrí de asignaturas que nos dan una idea muy básica sobre cada disciplina.


Resulta completamente necesario reestructurar dichos estudios, enfocándose principalmente en los idiomas, muy dejados de lado en este Grado. Más profundizar también en temas de marketing, redes sociales, emprendimiento y conocimientos que realmente puedan ser aplicables una vez terminados los estudios. Independientemente de que tu propósito sea ser empleado o emprendedor.


El modelo tradicional sigue muy arraigado, limitando en gran medida las capacidades que realmente considero significativas.


Es gracioso ver como, mi proyecto personal, un blog de viajes, queda denegado como proyecto para una asignatura de 4º curso sobre Creación de Empresas, por no cumplir los requisitos de la asignatura como modelo de negocio.


Más divertido es aún, tener que perder gran parte de mi tiempo dedicando horas a una Sociedad Limitad ficticia al no poder sacar fruto de una asignatura cuyo principal propósito es fomentar la creatividad y el emprendimiento.


Queda mucho trabajo pendiente dentro de este sector formativo. Puede que no haya empleo, pero trabajo no falta. El problema es saber adaptarse a las nuevas necesidades del mercado.


Un saludo,
Oliver

Turismo, hostelería......muchas oportunidades formativas y a la larga, no se valora tu preparación. Siempre es mas barato contratar a un chico de 18 sin experiencia o a un extranjero con idiomas.
Hace años participé en unos cursos de verano donde impartía un directivo de turismo de la Junta de Andalucía y ante mi pregunta sobre la posibilidad de profesionalizar el sector, me respondió que si yo quería cargarme la gallina de los huevos de oro.
Mi respuesta fue corta y clara, "no, lo que deseo es mejorarlo profesionalizándolo".
Me dijo que estaba loco
Asi nos va......

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Paco Nadal es viajero-turista antes que periodista y culo inquieto desde que tiene uso de razón. Estudió Ciencias Químicas pero acabó recorriendo el mundo con una cámara y contándolo. Escribe en EL PAÍS sobre viajes y turismo desde el año 1992. Es también escritor y fotógrafo, colabora con la Cadena Ser, además de presentar series documentales en diversas televisiones.

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