Un pueblo indio
Mahmuda, estado de Bihar, uno de los dos o tres más pobres de la India, es un pueblito como otro medio millón de pueblitos del país. Mahmuda está cerca de Biraul, que no es tan lejos de Dharbanga, que está a tres horas de ruta de Patna que, a su vez, queda a unos mil kilómetros de Delhi, Nueva Delhi. Mahmuda tiene un par –si se entiende par en su acepción argenta: una cantidad indefinida que va de más de uno a cuatro o cinco– de miles de habitantes desperdigados en siete u ocho calles que serprentean a su gusto. Las calles son, faltaba más, de tierra. Otros días son de barro; esta mañana son de polvo. No hay cloacas ni agua corriente ni electricidad. Hay moscas y personas, vacas.
En Mahmuda las casas de los ricos –los dueños de las tierras, los que tienen una o dos hectáreas– son de ladrillo y tejas, a medio terminar, como si los atacara la pereza; los menos ricos las hacen de adobe; los pobres, pura caña. A la entrada de cada casa está la vaca –o las vacas o búfalos o bueyes- y el fuentón redondo con su pienso. Detrás hay un patio de tierra con un fogón de cocinar a leña o bosta; al fondo el cuarto para todos. Pero todo es fluído: muchas veces las cosas se mezclan y las vacas duermen en el cuarto, las personas sacan sus camas sin colchón al patio; los chicos están por todas partes.
En Mahmuda hay una docena de negocios pequeños que venden granos y cositas, ocho millones de moscas incesantes, un árbol que vio llegar a todos, muchedumbre de árboles más flacos, polvo en el aire, olores en el aire, pájaros varios en el aire, las vacas, personas que pasan, más personas que pasan llevando leña o bosta o paja sobre la cabeza, más personas que pasan. Los ricos van en moto, los menos ricos van en bicicleta, casi todos a pie; las mujeres usan saris gastados, los hombres las usan. Alrededor hay campos de trigo y de maíz: mujeres los trabajan, y algún hombre perdido; los hombres aran con los bueyes, las mujeres suelen hacer el resto.
En los porches de las casas con porches hay hombres aburridos que me miran ceñudos pero me piden que les haga fotos. Debo ser el cuarto o quinto blanquito que vieron en sus vidas; soy, en cualquier caso, un acontecimiento. Me siento a escribir en el zócalo de un kiosco y el chico que lo atiende sale corriendo; dos minutos después vuelve con una silla de plástico: no tengo más remedio que sentarme en ella. Después un señor con un gran diente solo me cuenta en hindi una historia larguísima repleta de ademanes, uno muy flaco intenta correr un buey para dejarme paso, una mujer sale corriendo, dos madres jovencitas se tapan con sus velos y bebés; los chicos corren y me gritan. La bosta está por todas partes.
Por todas partes hay montones de bosta, bolas de bosta, discos de bosta, ladrillos de bosta, cilindros de bosta, bosta de todas las formas imaginables –o posibles. Es todo un ciclo productivo y está, por supuesto, en manos de mujeres: recoger hojas en el bosque, armar con ellas unas bolas de dos metros de diámetro, llevárselas en la cabeza para venderlas al dueño de una vaca –o, con suerte, dárselas a la propia. Y después recuperar el resultado de esas hojas: ir recogiendo y amasando la bosta que sirve para aislar las paredes de la choza y, sobre todo, servirá, cuando llegue el monzón y cien por ciento de humedad y las inundaciones, para seguir haciendo fuego: cocinar.
Yo camino, sonrío, esquivo búfalos. Un viejo muy chueco lleva uno. El viejo camina con esfuerzo, un bastón en la mano puro hueso. El chico comerciante, que ahora me acompaña, habla un poco de inglés: le pido que le pregunte al viejo si va a bañar su búfalo. No es mi búfalo, dice el viejo, con cara de extrañeza, y que quiere saber de dónde vengo. Le digo al chico que le diga Argentina; el viejo mira al búfalo. Me pregunta mi edad, se la digo, me dice algo con babu babu –que es un trato de respeto a los ancianos. Le pregunto la suya y dice no sé, menos que eso. Hace un calor de perros pero no se ven perros; solo vacas, personas, unas cabras, moscas.
En el gran estanque a un costado del pueblo, chicos y chicas y señores y señoras bañan búfalos. Las bestias entran al agua con el mismo gesto desconfiado con que sus amos miran y me miran, pero después se dejan refregar los hocicos con la mano y el lomo con unas hojas secas. Cuando una se va muy lejos, su cuidador la llama en su idioma –que me suena como el graznido de un cuervo acatarrado– y la bestia obedece: nada, vuelve. Es como la parte buena del trabajo: unos minutos de retozo en el agua, zambullidas, charlas.
El pueblo se acaba en unos lotes cultivados, un bosquecito donde pastan vacan; más allá, ya afuera, hay una calle rodeada de chozas realmente cochambrosas. Aquí dalit, me dice mi nuevo cicerone, el comerciante chico: en los pueblos indios los dalit, la casta de los intocables, sigue teniendo que vivir apartada del resto. En estos pueblos del Bihar uno de cada dos chicos tiene alguna forma de desnutrición, crónica o aguda –y la mayoría no consiguió crecer lo que debía por su falta de alimentación. Son bajitos, flacos; no son inteligentes. Son el peor efecto de la capacidad de adaptación del hombre: millones que fueron desarrollando, a lo largo de generaciones, la habilidad de sobrevivir comiendo casi nada.
Mahmuda es un lugar perdido y es, al mismo tiempo, un ejemplo de miles de otros. Hasta aquí llega, todos los jueves, una clínica móvil de Médicos Sin Fronteras (sección España), basada en Biraul, la cabeza del distrito.
En Biraul, MSF trabaja básicamente contra la malnutrición infantil. Es un equipo de más de setenta personas –seis extranjeros, sesenta y tantos indios– dedicado a intentar nuevas técnicas para combatir la enfermedad más silenciosa, la que la mayoría no reconoce. Más de la mitad de los chicos de la zona no se desarrollan plenos por su causa, y muchos sufren –por su falta de defensas– enfermedades que no tendrían si estuvieran bien alimentados, y algunos mueren por sus complicaciones, pero el trabajo más importante de los MSF consiste en convencer a las madres de que traigan a sus chicos, que no abandonen los tratamientos, que la malnutrición es un problema y que se soluciona.
Están llenos de buenas intenciones. Los expatriados de Médicos sin Fronteras (sección España) viven en un piso sin terminar –como tantos pisos en la India– con duchas de agua fría, inodoros de agujero y cinco horas de electricidad por día: de seis a once de la noche la reciben de un generador, porque la electricidad de la red es casi inexistente. Con lo cual la heladera no puede funcionar; tampoco hay televisión o cosas de esas. Cada uno tiene un cuarto austero: cama con mosquitero, una o dos sillas, una mesa si acaso, un armario. Casi todos comen y cenan juntos cada día; al mediodía una señora les prepara la comida para mañana y noche. Es una vida decididamente sobria, subrayada por risas y complicaciones, pequeñas peleas, logros, frustraciones. La subraya, en general, una idea –una frase– que siempre tienen cerca de los labios:
–Nuestra primera misión es salvar vidas.
Salvar vidas: en un mundo donde casi nada parece tener sentido cierto, hay actos que no precisan más justificación o explicaciones: salvar vidas.
Cuando Amida empezó a lloriquear como sin ganas, su madre Sadadi no tardó un momento en volver a pensar en su primera hija, Jaya. En realidad, Sadadi siempre piensa en su primera hija. Cuando se murió, un año y medio atrás, poco antes de cumplir dos, Sadadi creyó que iba a poder olvidarla pronto, pero no:
–¿Qué sentías?
–Nada, no sé. Era mi hija, iba a ser mi hija mucho tiempo y de pronto no estaba más.
Sadadi tiene 19 años –cree que tiene 19 años, dice, no sabe seguro– y sus padres la casaron hace cuatro o cinco con un primo hermano.
–¿Y te gustaba?
Sadadi se sonroja, mira hacia abajo, se tapa la cara con su chal, mantiene los brazos muy pegados al cuerpo y hace, estoy seguro, una docena de gestos más que no consigo percibir para mostrar su pudor y su vergüenza. Y no contesta. Entonces le pregunto si estaba contenta de casarse con él.
–¿Contenta? Claro, todo el mundo es feliz en el momento de casarse.
Sadadi aprieta a Amida, le arregla la blusita verde. Amida tiene los ojos pintados con una especie de tizne renegrido. Amida está flaca, y Sadadi dice que a Jaya le pasó lo mismo: que un día empezó a adelgazar, pero que ella no se preocupó. Que habían pasado unos días difíciles, en que casi no conseguían comida, y todos en la familia estaban igual, pensó Sadadi. Sólo que Jaya lloriqueaba bajito, se movía cada vez menos, se apagaba; aquella noche, Sadadi se pasó horas acunándola, dándole agua, calmándola. La nena se murió cuando empezaba a amanecer; Jaya, en hindi, significa victoria.
–¿Alguien tuvo la culpa de que se muriera?
–No, fue todo muy rápido, qué íbamos a hacer.
–¿Y qué dijo tu marido?
–Trató de hacerme entender que son cosas que pasan y que si pasó fue porque Dios quería que pasara… Yo lo entendí pero me quedé tan triste. De verdad no pensé que pudiera estar así de triste.
Sadadi y su marido cremaron a Jaya con muy poca leña y trataron de olvidarla -y un año más tarde nació Amida. Pero en cuanto Amida empezó a bajar de peso, Sadadi corrió a la clínica de Médicos Sin Fronteras. Una vecina le dijo que ayudaban a subir el peso de los chicos, a cuidarlos. Su pueblo no está muy lejos, dice: salieron temprano a la mañana y, caminando, llegaron antes del mediodía.
–Yo quiero criar a esta nena hasta que sea grande. Yo puedo criar a esta nena bien, que crezca bien, linda, sana.
Dice Sadadi, y que no entiende qué le pasó, que ella siempre le da su arroz o su pan con verduras, por lo menos una vez por día. Que querría darle arroz todos los días pero a veces no puede porque está muy caro; que a veces su marido no consigue ningún trabajo, pero que busca de todo, todo el tiempo: plantar, cosechar, fabricar ladrillos.
–Él busca sus trabajos, trae el dinero a casa, hace todo lo que puede, pobre.
–¿Tienen suficiente comida todos los días?
–No todos los días. A veces tenemos, a veces no.
–¿Por qué?
–Porque a veces no conseguimos plata para comprarla. Muchas veces.
Dice, y me mira con tristeza: hay gente que no entiende lo más simple.
Continuará...
Hay 47 Comentarios
Este Fernando Gandolfo de fumar antes de escribir, ejemplo de que es caparros? Como si el no escribiera por dinerillos. Gandolfo sali del termo donde vivis y date un baño de realidad, salame.
Publicado por: yehyn | 03/05/2012 5:46:03
Que triste es leer ciertos correos, de personas(?) que suponen son intelectuales o se la dan de cancheros e intentan desprestigiar al escritor.
Martin, una vez más: NO LE PRESTES ATENCION a los correos difamatorios. Hay tipos que se escudan con nombre de mujer, porque son tan cobardes que no se animan ni a firmar con su nombre de pila.
La nota es dolorosa, realista, tu viaje es una muestra de dónde se sitúa cada periodista. Mientras unos sólo buscan dinerillos espureos desde el calor oficial, o se disfrazan gritando goles. Vos Martin, das ejemplo.
Gracias por estas notas. Extrañamos (somos muchos conmigo) tus análisis sobre la política argentina. Tan lamentable aunque no tan triste como esta realidad.
Felicitaciones, Fernando Gandolfo (San Luis-Argentina)
Publicado por: Fernando Gandolfo | 03/05/2012 0:29:07
MC se regodea con el sufrimiento del tauro inocente? La última! Quien se cree ahora...Hemingway? Gracias por el dato, lo desconocía...y eso que soy un ultrafanático (estoy recién terminando la tésis sobre vida y obra del provocador, acentuando específicamente sobre el uso de la i latina en Valfierno (si no me equivoco, la utiliza en 206 oportunidades). Y yo pensaba que era vegetariano y humanista el bigotes! Ahora que lo decís, no crees que la verdadera motivación de esos viajecitos dilettantes que hace por el Continente Negro, pagados por la Sinarquía Internacional, son en realidad pretexto para practicar el turismo sexual, a precio de ganga? La verdad no me extrañaría, ya no se puede confiar en nadie Nino...
Publicado por: Anatoli | 01/05/2012 4:43:19
Ese maravilloso texto está impecablemente escrito, de modo que MC jamás hubiese sido capaz no ya de escribirlo, sino ni siquiera de imaginarlo.
En cuanto a la crueldá sabemos que entre sus más íntimos disfrutes se encuentra el regodearse viendo cuando el burel del torero da la estocada final, cuidando de no pinchar el hueso del toro, para asegurar el sufrimiento de la noble bestia y garantizar así una agonía en público. Tal edificante espectáculo se desarrolla en medio de quejidos dolientes y estertores del animal -ahogándose en los borbotones de su propia sangre- para el puro deleite y alegría de nuestro sensible bloguero.
Eso sí, elefantes no sé si caza.
Publicado por: nino | 01/05/2012 4:08:35
Está bien lo del elefante (cuanta crueldá). Menos mal que lo firmó el flemático George, si lo hubiese firmado Caparrós, ya estarías a las puteadas, y buscándole la quinta pata...
Publicado por: Anatoli | 01/05/2012 2:56:08
Sobre el Proyecto Hambre (3) ya opiné con anterioridad, lo mismo hice en el Proyecto Hambre (2), el Proyecto hambre (1) y, seguramente será lo mismo cuando nuestro ínclito autor nos sensibilice con su Proyecto Hambre (127). Apostaría a que no diferirá demasiado de los anteriores Proyectos Hambres (xx).
Por tanto, y para no repetirme tal como lo hace el provocador MC -como una especie de entremés entre hambre y hambre- pasteo un maravilloso texto muy actual de George Orwell acerca de los elefantes. Sabiendo de antemano que nada tiene que ver con el tema quien no quiera leerlo puede dejar la lectura en este punto y todo ok.
……………………………………....……..............…………………......………...
"No sabía yo entonces que para matar a un elefante hay que trazar una línea imaginaria que le atraviese la cabeza de oreja a oreja. Por lo tanto, como el elefante estaba de costado, debí apuntar intuitivamente al oído. En realidad apunté unos centímetros más adelante, creyendo que el cerebro estaría algo más adelantado.
Cuando apreté el gatillo no oí el restallar de la bala ni sentí el retroceso del arma -es algo que nunca se percibe cuando se da en el blanco-, pero sí me llegó a los oídos el diabólico rugido de la muchedumbre alborozada. En ese instante, en un lapso brevísimo, tanto que cualquiera habría pensado que era prematuro para que la bala hubiera llegado adonde iba destinada, un cambio misterioso, espantoso, había sobrevenido al elefante. No se movió, ni cayó al suelo, pero cada una de las líneas de su cuerpo se había alterado. Parecía de súbito golpeado, encogido, inmensamente avejentado, como si el terrible impacto de la bala lo hubiera paralizado sin abatirlo. Por fin, al cabo de lo que pareció un buen rato -yo diría que unos cinco segundos- se hincó débilmente de rodillas. Se le abrió la boca babeante.
Una senilidad enorme parecía haberse adueñado de él. Cualquiera habría dicho que pasaba de los mil años de edad. Volví a disparar al mismo blanco. Con el segundo disparo no se desmoronó, sino que logró levantarse con desesperada lentitud y aguantó débilmente en pie, aunque con las patas combadas y la cabeza gacha. Disparé por tercera vez. Ése fue el tiro que acabó con él. Se pudo ver a las claras la agonía que le produjo y le sacudió todo el cuerpo y le arrancó de cuajo la fuerza que pudiera quedarle en las piernas. Al derrumbarse, aún pareció levantarse un momento, pues aun cuando las patas traseras se hundieron bajo su peso pareció descollar como una roca inmensa que cayera rodando, la trompa erguida hacia el cielo igual que un árbol. Barritó por primera y única vez. Y quedó abatido, el vientre vuelto hacia mí, con un estúpido estrépito que pareció estremecer incluso el suelo donde estaba yo tendido."
De: “Matar a un elefante”.
Publicado por: nino | 01/05/2012 1:26:44
Nino: sos un opinador profesional, como mi abuela Carlota y mi tía Esther, que vive en la Patagonia. Sos como diría Nietzche, el hombre del resentimiento. Te aclaro que en ningún momento me siento refutado por lo que opinás, no te hagas tantas ilusiones. Nuevamente: no la juegues de Inquisidor, porque el traje te queda bastante grande.
Así y todo, estás dentro de cierto nivel, aún en la vereda de enfrente, al parecer. Lo de Edgardo2 y lo de Camila, dan pena directamente. Les falta utilizar abundantemente el término "cumpa" y la terminan de redondear. Especímenes huecos, vulgares, expertos en consignas y bravuconerías, bien dignas de estos tiempos de relato-épico K.
Publicado por: Anatoli | 30/04/2012 23:46:06
volvishssteshss NINO, grande¡¡¡¡¡¡. Me encanta como sos no le des bola a este tarado chupamedias. En el blog anterior no apareciste hdp
Publicado por: Edgardo2 | 30/04/2012 23:00:12
Es obvio que si hay que tildar de resentido a alguien por aquí, ése sos vos. Parece ser que no soportaste las veces que te refuté éste mismo tema. No se trata de ser simple, se trata de utilizar mal la herramienta de trabajo propia de cualquier escritor que se precie de tal.
Poner dos puntos 125 veces abusivamente en una página de 400 palabras; utilizar punto y aparte donde se continúa con la misma idea, quebrando así la unidad conceptual; dejar una frase inconclusa y por lo tanto sin sentido; repetir una palabra hasta el hartazgo con la supuesta intención de recurrir a una manida y demodé técnica del boom de los ’60 o transgredir la sintaxis no por audacia sino por ignorancia son algunas de las “simplezas” que se te pasan por alto.
No te preocupes, porque MC jamás escribirá como Faulkner, Joyce o Thomas Bernhard no porque no lo desee sino porque es incapaz. Lo justo sería compararlo con los buenos escritores latinoamericanos, y ni allí puede competir en igualdad de condiciones.
Lamento que derives este desagradable diálogo -por incapacidad de argumentar- en insultos personales y me fuerces a hacer lo mismo, sólo porque alguien critica tu inconfesable objeto del deseo.
También es bueno que te reitere que me encanta ser la piedra en el zapato o el grano en el culo; el mundo se hace en base a los que critican y a lo cuestionan todo. Y no me interesa, me da igual en qué gastás vos tus 5 segundos de tiempo. Entrá al blog que te cante y encárgate de los elogios si te apetece. De mi tiempo me ocupo yo.
PS: no esperes otra respuesta de mi parte. Cuando dejes de agredirme y de forzarme a hacer lo mismo (en contra de mi voluntad) tal vez se reanude la comunicación, mientras tanto babeá, ladrá e insultá cuanto quieras.
Publicado por: nino | 30/04/2012 22:54:35
Desde luego que MC no escribe como William Faulkner, Roland Barthes o Thomas Mann, tranquilizate, no me engaño al respecto. No creo que le interese ni se lo proponga tampoco, ni evidentemente, se trata de ello. Lo que sucede que vos no comprendés, no podés comprender, por obtuso, que lo simple también puede ser entretenido, gozozo, válido. Tu punto de vista es burgués y pequeño. Necesitás (curiosa necesidad no?) categorizar. Parecés una vieja con 5 clases de taller literario en Almagro, quien ya cree saber que es lo que va y lo que no. De algún modo reproducís el discurso del Amo y por tanto sos un esclavo. La vas de funcionario o agrimensor del Espíritu, y pretendés asignar, medir, dar curso de validez o impugnación al juicio y al gusto de los otros. No serás un poco ambicioso? Te da para tanto? Nunca te leí nada constructivo. Yo por ej. detesto literariamente a Marcos Aguinis, a Mariano Grondona y a Kovadloff y tantos otros. Jamás entraría en su blog si lo tuvieran, no gastaría ni 5 segundos de mi tiempo. Vos sos como el perro del hortelano, no comés ni dejás comer, y eso te hace un resentido. En España le llamaban pelmazo, hasta no hace mucho.
Publicado por: Anatoli | 30/04/2012 21:04:17
Del articulo de MC
"...–¿Tienen suficiente comida todos los días?
–No todos los días. A veces tenemos, a veces no.
–¿Por qué?..." .............pregunta el gil
pero que mediocre, gil
por que??? pregunta el pseudo-periodista!!!.... por que a veces comen y a veces no??? pregunta el gil...
tristisimo, mediocre... como fue que este tipo tuvo aluna vez nuestro respeto???
no censures, Marcinario Alcaparra!!!
Dice, y me mira con tristeza: hay gente que no entiende lo más simple.
Publicado por: Camila | 30/04/2012 15:14:09
Anatoli, si entraste sólo para reanudar una vieja polémica que habíamos comenzado hace ya mucho, te equivocaste. Te demostré oportunamente por qué desde el punto de vista estrictamente literario (desde allí lo juzgo en este caso) tiene baches concretos en su prosa que son fáciles de detectar y de enumerar. Ya lo hice en su momento y no voy a tomarme la molestia de reiterarlo porque:
1) No hay relación con la temática del blog, (mi comentario sólo fue como consecuencia de la opinión de un incauto lector estafado que descubrió lo que vos no podés ver aunque te lo propongas), y
2) No tengo ganas.
Publicado por: nino | 29/04/2012 23:23:58
Caparrós escribirá "bárbaro" según una mente simple y poco exigente como la tuya. No me gustan las descalificaciones ad hominem, pero dado que es el juego que planteas, no me quedan más que pensar que para un maricón incondicional enamorado de MC es dificil convencerlo con argumentos racionales.
Lo dije siempre, Caparrós no es un mal escritor, es algo peor que eso, es mediocre y escribe para gente simple, acrítica y fanática como vos.
Publicado por: nino | 29/04/2012 22:48:33
Caparrós escribe bárbaro! Vos Nino sos un resentido...Es más simple de lo que parece.
Publicado por: Anatoli | 29/04/2012 21:05:47
El hambre es la demostración más radical de la pobreza y no entendida esta como carencia de dinero sino como carencia espiritual, el hambre es nuestro fracaso mas descarnado, nos deshumaniza. La corrupción de los gobiernos, el capitalismo con su nefasto consumismo, la falta de educación que nos mantiene ignorantes y la falta de compromiso con nuestros iguales que nos mantiene ciegos defendiendo nuestro ranchito o palacete y lo que es peor defendiendo lo que creemos que solo a nosotros nos pertenece el vivir dignamente.
Gracias Martin Caparros
Publicado por: Ana | 29/04/2012 5:56:32
No entiendo, tomarse un buen tiempo para "leer" una nota de este calibre y luego argumentar una serie de incongruencias y falacias hacia el escriba, me resulta de una tontería admirable; señor Caparrós Ud. no necesita que lo defiendan porque tiene trayectoria de sobra para ello, igualmente lo felicito por sus artículos
Publicado por: Jorge Díaz | 29/04/2012 3:02:35
Si bueno, todo bien... yo quiero mis $50 mangos y la dirección postal para mandarle sus 307 páginas de puro aburrimiento literario. Prometo comprarme usados uno o dos de Borges o Eloy Martínez.
Publicado por: Ezequiel | 29/04/2012 2:01:31
Si bueno, todo bien... yo quiero mis $50 mangos y la dirección postal para mandarle sus 307 páginas de puro aburrimiento literario. Prometo comprarme usados uno o dos de Borges o Eloy Martínez.
Publicado por: Ezequiel | 29/04/2012 2:01:29
La prosa de MC es llana y vulgar, la prueba es que escribe para quienes como los/as de aquí abajo entran para expresar su desmedida admiración hacia quien consideran un “escritorazo”. Tal desmesura es comprensible, puesto que seguramente estas gentes no han leído jamás de Borges, Octavio Paz, Cortázar, Vargas Llosa, Carpentier o Eloy Martínez (por nombrar algunos pocos y buenos escritores latinoamericanos) más que alguna nota sobre ellos en el suplemento literario dominical de La Nación. Para estas gentes supongo que escribir muuucho y sin demasiadas faltas de ortografía es suficiente para considerarlo una especie de Cervantes del subdesarrollo. En fin.
Yo no malgasté 50 mangos, fui más cauto y suspicaz: por mera curiosidad hojeé “Valfierno”. Afortunadamente, vía internet me salió gratis, pero mi curiosidad llegó hasta la página catorce porque me abrumó tanta insistencia en la repetición de palabras adocenadas y tanto intento mal disimulado puesto en ocultar una desesperante pobreza lingüística.
Ergo, hice ¡click! y acabó, como corresponde, en la papelera de reciclaje.
Publicado por: nino | 28/04/2012 21:39:49
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Publicado por: botanical slimming | 28/04/2012 8:40:06
Estimado Caparrós...
Quiero que me devuelva los $50 mangos que me costó su libro "Dios Mio. Un viaje por la India en busca de Sai Baba"... es muy muy aburrido y me siento estafado. Le prometo que si me pasa una dirección postal se lo mando por correo a donde sea (contrareembolso, claro)... no se puede repetir 300 veces una misma palabra o nombre en una página... ¿qué se lo cruzó por la cabeza? ¿qué era un provocador por repetir hasta el cansancio Sathyanarayanaraju? ¿un innovador literario? ¿un porteño canchero y sofisticado? Es exasperante Caparrós! Hace la lectura tediosa Caparrós! Molesta! Insoportable!
Quiero que me devuelva mi dinero...
Atte,
Ezequiel.
Publicado por: Ezequiel | 28/04/2012 5:02:40
MC. No necesitabas visitar esos ·"exòticos" sitios del mundo. Basta sòlo con seguir enteràndote como mayorìa del Poder Legislativo y 3/4 partes de la poblaciòn argentina "patriòtica, nac y pop" siguen apoyando que se los esquilme y en mediano plazo pasen a ser lo que mostràs en tu nota. O acaso todos los apellidos y "seudoempresarios" argentinos que figuran en esta nota NO DEBERÌAN SER EXPROPIADOS y estar presos. Como siempre dije LA CULPA NO ES DEL CHANCHO, SINO DE LOS KE LE DIERON DE KOMER. http://www.lanacion.com.ar/1468404-petroleros-k-mantienen-areas-en-santa-cruz-casi-sin-invertir
Publicado por: aldoush | 27/04/2012 5:47:24
Escritorazo.
Publicado por: Marcela | 27/04/2012 4:56:40
Me gusta el blog.
Lei los living y ahora Dios mio, por cual sigo?
Publicado por: juan | 27/04/2012 3:49:59
En algùn tema puedo compartir ABSOLUTA Y TOTALMENTE la opiniòn de CAMILA de las 21.25.27 Pero estimada, (digresiòn) el àrbol no nos puede impedir ver el AVERNO a los que ella aproxima a diario. Me pregunto si estarà PIRUCHA. O si se cree ILUMINADA y se transformò al ESPIRITISMO y (tomados de la mano) recibe los mensajes de ultratumba de ÈL. Apartaron a RAFECAS, la causa BOUDOU CICCONE serà sorteada o SORETEADA entre el resto de los VILES JUECES kaptados y kooptados. Han elevado a la milèsima potencia el verbo BOROCOTIZAR. Ayer, Kristina le pidiò a MM.del Pont la suma de U$ 5.000 millones de las reservas del BCRA. Parecen dos minitas que salen de SHOPPING. El problema es que LA QUE TIENE QUE CUIDAR la mosca para garantizar que nuestro signo monetario tenga algùn valor, es DEPENDIENTE, ALCAHUETA Y CHIROLITA de quien le ordena. Todos los paìses serios tienen un BCRA independiente del EJECUTIVO. PD. Lo ùnico que falta es que RESUCITEN a DON CORLEONE para reemplazar a LORENZETTI y cartòn lleno. Pero YPF es "nuestra"? Nuestra? La desesperaciòn hace que cual "caprichito" quieran tirarle el bolonqui de los subtes a MM. Hace NUEVE AÑOS que gobiernan. No tienen excusas. No quieren luchar contra la INFLACIÒN. Nuestro futuro MEDIATO es ESPANTOSO. Y me hago cargo de lo que digo.
Publicado por: adoush | 27/04/2012 3:22:29